C�RCULO INCESTUOSO
(Parte 30 � La hija de Pepita nos sorprende a todos).
En el cap�tulo anterior mi madre, su cuarentona amiga Pepita
y yo hab�amos logrado incluir a Arturo, el marido de �sta, en nuestros juegos
sexuales tras ejecutar un plan iniciado en la secci�n de lencer�a de unos
grandes almacenes. A lo largo de la org�a a cuatro se pusieron de manifiesto las
relaciones incestuosas que mantenemos mi madre y yo y como colof�n la mujer de
Arturo sac� h�bilmente el tema de la posibilidad de que �ste se tirara a su hija
Marta, una joven de 19 a�os.
Tras confesar Arturo que follar con su hija era una de sus
secretas fantas�as y una vez estuvo claro que Pepi no s�lo no se opon�a sino que
le agradaba la idea, concebimos un plan para tratar de involucrar a la joven en
nuestro c�rculo incestuoso. La idea era muy sencilla: se trataba de organizar
una nueva sesi�n de sexo entre Pepita, su marido, mi madre y yo en casa de ellos
una tarde en la que se previera que la joven iba a llegar a casa a tiempo de
sorprendernos a todos en plena follada. Esa situaci�n deber�a servir como
detonante para incluirla en nuestros juegos si en efecto la joven quer�a y era
lo suficientemente cachonda o para descartar por completo la idea si no era as�.
La semana en la que �bamos a llevar a cabo nuestro plan, una
ma�ana nos llam� Pepita para que aquella tarde nos pas�ramos por su casa mi
madre y yo. La idea era planear la forma de que su hija nos descubriera y los
pasos a dar en ese momento para tratar de que todo saliera seg�n Pepita
esperaba.
- Adem�s � le dijo Pepita a mi madre mientras hablaban por
tel�fono � mientras lo hablamos, mi marido te puede echar un polvo, que est�
loco por gozar contigo de nuevo, y a mi que me joda otra vez tu hijo que de s�lo
pensar en esa polla tan gorda que tiene se me ponen las bragas como un bebedero
de patos.
Tambi�n le dijo Pepita a mi madre que antes de irnos a su
casa qued�ramos en una cafeter�a a media tarde porque le iban a decir a su hija
que saldr�an de compras ya que la joven tambi�n les hab�a dicho que iba a ir a
estudiar a casa de una amiga toda la tarde pero no sab�an a que hora saldr�a la
chica. As�, a una hora prudencial y tras comprobar llamando a su casa por
tel�fono, que la joven hab�a salido ya ir�amos nosotros cuatro para seguir dando
forma a nuestro plan a la vez que, de paso, disfrut�bamos de otra caliente tarde
de sexo en grupo.
As� lo hicimos; quedamos en una cafeter�a y tras un rato de
charla tomando un caf� el marido de Pepita efectu� una llamada de tel�fono a su
casa que nadie atendi�. Dedujimos que Marta, la joven hija del matrimonio amigo
de mi madre, hab�a salido a estudiar a casa de su amiga como hab�a anunciado as�
que nosotros ten�amos la casa libre para celebrar una caliente org�a en la que
habr�a cuernos, adulterios y hasta incesto. De camino a su casa Pepita dec�a:
- Si finalmente decidimos que lo mejor es que nos pille a
nosotros cuatro metidos en faena igual prolongamos hoy mismo la jornada hasta
que llegue Marta...
- Tu lo que quieres es que el hijo de Nati te folle hasta que
tengas el chocho todo escocido, putona. � Le contestaba su marido entre risas de
todos.
Finalmente llegamos a casa de Pepita. Entramos convencidos de
que la casa estaba vac�a puesto que seg�n todos los indicios la joven Marta ya
hab�a salido a estudiar a casa de su amiga. Pero para nuestra sorpresa enseguida
o�mos una serie de sonidos provenientes de la sala de la vivienda. Nos acercamos
con sigilo sin saber muy bien con qui�n o qu� nos podr�amos encontrar. Arturo
incluso se�al� la posibilidad de que fueran ladrones y se puso algo nervioso
pero al asomarnos los cuatro pudimos contemplar una escena que nos dej�
absolutamente at�nitos: en el centro de la sala estaba Marta, la hija de Pepita
y Arturo, en cuclillas y completamente desnuda mostrando sin pudor alguno sus
tetas y su bonito, rosado y juvenil co�ito. Y esto no era lo m�s chocante. La
joven no estaba sola sino que con ella estaban dos hombres bastante maduros ya
que ambos andar�an en torno a los 65 a�os si no m�s. Los dos tambi�n estaban
desnudos flanqueando a la chica y �sta les estaba dando alternativamente unas
soberbias chupadas en las morcillonas pollas a los dos viejos. A la vez les
acariciaba los peludos y colgones huevos y tambi�n parec�a que deslizando sus
manos por entre las piernas de los dos hombres les acariciaba el ojete y que
hasta les met�a un dedo por el ano. A su vez los dos viejos suspiraban y le
dedicaban toda clase de expresiones obscenas a la caliente joven.
A mi no me atraen especialmente las jovencitas y a priori
aquella chica de 19 a�os no iba a ser precisamente el tipo de mujer que m�s me
excita; a mi me gustan m�s las cuarentonas jamonas como Pepita o incluso las
cincuentonas macizas como mi madre. Pero he de reconocer que al ver a aquella
chavalita con todo su brillante chocho al aire lami�ndoles las pollas a aquellos
dos viejos viciosos mi polla se puso como el acero bajo mi pantal�n.
Los dos viejos resoplaban de placer ante las aparentemente
expertas mamadas y maniobras de la joven mientras sus pollas iban adquiriendo
una creciente consistencia y la animaban con expresiones del tipo:
- Chupa, guarrilla. C�mete bien toda mi pollaza, viciosilla,
que te gusta la polla de un macho m�s que los caramelos �eh, putilla?
- As�, as�, cerdita, ch�pamela bien y t�came el culo,
golfilla, que lo haces muy bien. �Hay que ver lo cerda y viciosa que eres para
la edad que tienes! � Le dec�a el otro, un hombre gordito con una panza enorme.
Tras contemplar brevemente la escena tanto sus padres como mi
madre y yo nos apartamos en silencio para no ser vistos y tratamos de situarnos
para seguir contemplando las evoluciones del caliente tr�o sin que nos vieran
mientras segu�amos at�nitos pero tremendamente excitados. Pepita en voz baja le
dec�a a su marido:
- �Joder con la cr�a! Y yo que cre�a que igual se nos
asustaba si nos encontraba a nosotros follando... �Joder c�mo mama polla la
chavalita, a pares y encima a dos viejos! Esta zorrita tiene el chocho m�s
abierto que su madre.
-Vaya joyita que ten�is en casa y vosotros sin saberlo �eh? �
les dec�a en voz baja mi madre sorprendida pero riendo divertida. � �La de
pollas que se habr� metido en la boca la chavalita! Porque hay que ver c�mo la
mama; desde luego no es la primera vez que ense�a as� el co�o y que se come una
polla. Y adem�s, por lo que se ve, sabe tragin�rselas a pares... Y adem�s de
chup�rselas debe estar toc�ndoles el culo y todo. �Menuda guarra!
- Ahora s� que estoy deseando reventarla a pollazos � dec�a
su padre completamente excitado. - �Menuda putita! �Mi hija est� hecha una
aut�ntica guarra viciosa y he de reconocer que eso me pone la polla a reventar
de verdad! Estoy ahora m�s caliente viendo lo puta que es y lo que es capaz de
hacer con esos dos t�os que antes, que s�lo pensaba en foll�rmela yo. Mirad c�mo
les mama los nabos y les toca los huevos mientras est� ah� toda espatarrada con
el chocho al aire entre los dos� Esto es incre�blemente morboso, mi hijita
comiendo polla como toda una profesional.
- Ya me gustar�a saber a mi cu�ndo empez� a hacer cosas de
estas y a cu�ntos se la ha mamado. � Dec�a su madre. � Y d�nde ha conocido a
estos, claro, porque precisamente compa�eros suyos de la universidad no son.
- Bueno, �qu� hacemos? � dije yo entonces. - �Entramos y nos
unimos, esperamos, nos escondemos... nos la machacamos?
- Hombre que si entramos � dec�a el marido de Pepita
completamente salido y babeando. � Entramos y le lleno el chocho de leche a esa
zorrita mientras esos viejos le llenan la boca, vaya que s�. Si no, como dices
t�, voy a tener que machac�rmela o igual hasta me corro sin tocarme, f�jate.
�Qu� calentura! �Menuda zorra! �Pero si estoy soltando l�quidos por la polla sin
ni siquiera tocarme de solo ver a mi hija ah� agachada comiendo polla como una
furcia�!
Como a mi semejante �mpetu me parec�a que pod�a traer m�s
problemas en forma de nerviosismo que ventajas les se�al� que en mi opini�n lo
mejor ser�a tomarse las cosas con tranquilidad. Suger� que en principio
irrumpieran en la escena s�lo mi madre y Pepita, que �stas tranquilizaran a la
chica ante su previsible susto y que si lo ve�an plausible que se sumaran a la
fiesta con los viejos mostr�ndole a la joven que eran tan putas como ella o m�s.
Si eso funcionaba luego ya podr�an averiguar si la presencia de su padre era
viable o no y en caso afirmativo ya ser�amos el marido de Pepita y yo mismo los
que apareci�ramos para disfrutar de todo el puter�o de aquellas cachondas
hembras. Mi idea les pareci� bien a todos ya que era la menos traum�tica en caso
de que la chica se pusiera realmente nerviosa al ser descubierta en aquel plan
por su madre. MI madre entonces le dijo con picard�a a Pepita:
- �A ti te calientan los viejos, Pepi? Lo digo porque a mi,
aunque lo que m�s me gusta es una polla joven y bien dura, s� que me ponen
cachonda los viejos verdes, �eh? Especialmente si son tan viciosos y guarros
como estos que est�n con tu hija, porque esos desde luego que no son
precisamente dos caballeros con maneras elegantes ante una dama �eh?. Y a mi
verlos ah� con esas pollazas, meti�ndoselas en la boca a tu hija� �Uff, me est�
poniendo!
- �Pero qu� mam� m�s guarrilla tengo, que le gustan hasta las
pollas morcillonas de los viejos! � Le dije yo en voz baja y riendo mientras le
met�a mano en el culo a mi madre.
- Cuando me dicen un piropo guarro por la calle lo que m�s me
calienta es que me lo diga un viejo o un jovencito; - dec�a mi madre. - Si me lo
dice uno de mi edad me hace gracia pero si me lo dice un chaval de 20 a�os o un
viejo de 70 es que me pongo como una moto, la verdad. �Entonces, Pepi, te ponen
cachonda los viejos�?
- A mi, con la calentura que tengo, me va todo lo que tenga
una polla, hija. � Contest� Pepita con desparpajo para a�adir a continuaci�n
dirigi�ndose a su marido: - �A ti no te molestar�, verdad cari�o?
- Todo lo contrario; me pone muy cachondo ser un cornudo y
ver como mi puta mujer les ense�a las tetas y folla con unos viejos viciosos. Y
si adem�s tambi�n est� mi hija pues ni os cuento. Venga, venga y daros prisa que
a este paso me voy a correr sin tocarme, ya os digo.
Una vez establecido y aceptado el plan lo pusimos en marcha.
Para empezar tanto mi madre como Pepita hicieron un poco de ruido como de entrar
en casa y antes de que el tr�o vicioso formado por la hija de Pepita y aquel par
de viejos pudiera reaccionar ambas entraron en la sala pillando in fraganti a la
joven Marta con la polla de uno de los viejos en la boca y acarici�ndole el
ojete y los huevos al otro. Al principio los tres se asustaron y la joven se
incorpor� visiblemente nerviosa. Los viejos tambi�n se mostraron nerviosos y
trataron de dirigirse hacia donde hab�an dejado sus ropas. La joven Marta hab�a
empezado a mascullar alguna especie de disculpa pero la boca se le hab�a quedado
seca y apenas pudo soltar alg�n sonido gutural mientras casi comenzaba a
sollozar. Entonces fue mi madre la que intervino empezando a aclarar el camino:
- �Vaya con tu hija, eh, Pepi! Es casi tan viciosa como t�,
�eh? Aunque t� no te extra�ar�s de encontrarla as� teniendo en cuenta lo que te
gusta a ti tragar pollas por todos tus agujeros, golfa. ja, ja, ja.
Esta primera frase de mi madre sin duda sorprendi� al tr�o
aquel pero tuvo la virtud de mostrarles que ni mi madre ni la propia Pepita se
iban a escandalizar como probablemente hubiera sido lo normal en aquellas
circunstancias y como sin duda esperaban los tres sorprendidos. Tras unos
momentos de estupor tanto los viejos como la joven Marta repararon en los
tranquilos semblantes de mi madre y de Pepita y tambi�n en sus socarronas
sonrisas. As� las cosas tanto la joven hija de Pepi como los dos viejos
comprendieron que no iba a ser una bronca cargada de reproches de boca de una
madre airada lo que iban a recibir. Las palabras de mi madre a todas luces
auguraban m�s comprensi�n que enfado y eso rest� nerviosismo tanto a los dos
viejos como a la hija de Pepita aunque los tres estaban a�n tremendamente
azorados.
Tras esa primera intervenci�n ya fue Pepita la encargada de
tranquilizar a su hija se�al�ndole que no se preocupara y que no iba a pasar
nada por haberla sorprendido en aquel plan. Apunt� que ella entend�a muy bien lo
que era estar caliente y adem�s puntualiz�, descargando as� de culpas a todos
los all� presentes, que con lo que estaban haciendo no hac�an mal a nadie.
- Tranquila cari�o, - a�adi� Pepita dirigi�ndose a su hija. �
A tu edad a mi tambi�n me picaba el chocho una barbaridad y una hac�a lo que
pod�a para calmar los picores. Ojal� hubiera tenido yo a mano un buen par de
pollas siempre que hubiera querido, ja, ja, ja.
Las palabras de Pepita unidas a sus risas as� como la
correspondiente carcajada que solt� mi madre hicieron que los temores tanto de
los viejos como de la chica comenzaran a desaparecer.
- �Entonces no te enfadas, mam�? � Pregunt� la joven a�n un
tanto compungida.
- Claro que no, cari�o. �Por qu� iba a enfadarme? A mi
tambi�n me encantar�a tener entre las manos dos pollas bien gordas de vez en
cuando, ja, ja, ja�
Con esta respuesta de Pepi la calma se empez� a asentar tanto
en la joven Marta como en los dos maduros hombres que la acompa�aban. Para
acabar de tranquilizar a todo el mundo Pepita a�adi� dirigi�ndose a los dos
viejos:
- Y ustedes caballeros, pueden estar tranquilos; por lo que
se ve mi hija estaba con ustedes por su voluntad y adem�s pas�ndoselo muy bien
as� que yo no tengo nada que reprocharles.
Luego ya todos m�s calmados tanto mi madre como Pepita, en
plan jocoso, terminaron por aclarar que tambi�n ellas eran un buen par de
cachondas y que no les parec�a en absoluto mal que la joven gozara del sexo
cuanto pudiera pues ellas mismas tambi�n aprovechaban toda oportunidad que se
les presentara para gozar de una buena polla. Una vez aclarada con bastante
humor la cosa, tras agradecer todos y especialmente Marta el talante demostrado
por su madre, y ya todos m�s tranquilos fue la propia Pepita la que le dijo a su
hija:
- Bueno, Marta, en vista del panorama que ten�is aqu� Nati y
yo nos vamos y te dejamos aqu� disfrutando con estos se�ores, que a nosotras no
nos gusta interrumpir y menos en cosas de estas.
- No, si no hace falta que os vay�is, estos dos amigos ya se
van y yo� -dijo Marta ya tranquila pero, l�gicamente, no con el �nimo como para
continuar chup�ndoles la polla a aquellos dos viejos viciosos.
- Si, nosotros, se�oras, con su permiso ya nos vamos. � Dijo
el viejo m�s alto y delgado muy educadamente.
- Bueno, Marta, - intervino mi madre sonriendo con malicia -
no ir�s a dejar a estos dos se�ores as�, a medias� Eso que les estabas haciendo
hay que acabarlo, no se puede dejar a un caballero con toda la leche dentro una
vez que se le ha empezado a mamar la polla, ja, ja, ja.
- Bueno, la verdad es que estoy muy contenta de que tanto mi
madre como t�, Nati, se�is tan comprensivas pero� bueno, es que me parece que
todav�a tengo el susto en el cuerpo y no� Todos los d�as no te sorprende tu
madre en pelotas y chup�ndoles la polla a dos t�os y�
- Bueno, cari�o, - dijo Pepita. � Ya sabes que puedes estar
tranquila del todo. Y por otro lado Nati tiene raz�n; no ir�s a dejar a estos
caballeros a medias, con lo ricas que parece que tienen las pollas �no?
- �Mam�, no me digas que quieres que siga�! � Exclam� la
joven a�n sorprendida por la actitud de su madre.
- Bueno, ya te digo que tanto a Nati como a m� nos parece de
lo m�s normal que acabes lo que has empezado con estos se�ores y si quieres
nosotras te dejamos sola para que est�s m�s a gusto, aunque� - a�adi� Pepita
comenzando a re�rse con malicia � aunque dec�a, lo menos que pod�as hacer era
compartir este par de pollas con tu madre y con Nati �no?
- �O es que las quieres todas y en exclusiva para ti? �
remat� mi madre tambi�n riendo alegremente.
La chica vio ah� que en efecto tanto su madre como la m�a
eran verdaderamente dos calentorras y riendo con ganas asinti� y les dijo a sus
dos maduros amigos:
- Bueno, �a vosotros os parece bien que este par de zorras
que han resultado ser mi madre y su amiga os coman la polla?
Todos estallaron en una alegre carcajada y uno de los viejos,
el m�s alto, dijo ya completamente tranquilo:
- Joder, hoy debe ser nuestro d�a de suerte. No s�lo tenemos
a nuestra disposici�n a este bomboncito de 19 a�os sino que adem�s nos la
quieren comer estas otras dos calentorras. �Qu� m�s podemos pedir? Esto es mucho
mejor que un aumento de la pensi�n, ja, ja, ja�
- Bueno, nosotras no somos unas jovencitas... � dijo mi madre
con una voz tan insinuante y provocativa que daban ganas de follarla al
instante.
- S�, - intervino el m�s gordito � vosotras ser�is unas
cuarentonas pero para nosotros que ya andamos cerca de los 70 pod�is estar
seguras de que sois dos bomboncitos, guapas.
- Y por otro lado a la vista est� que est�is buenorras de
cojones �eh, zorras? � remat� el viejo m�s alto. � Que ya se ve que ten�is
buenos culos y buenas tetas, macizas.
Los viejos piropearon con calor tanto a mi madre como a
Pepita y poco a poco les empezaron a meter mano entre la complacencia y la
excitaci�n de las dos maduras hembras, que se dejaban tocar entre risas.
- L�stima no haberos pillado hace 20 a�os, golfas � dec�a el
viejo gordito mientras le tocaba el culo a mi madre. � Ahora haremos lo que
podamos pero hace 20 a�os os hubi�ramos estado jodiendo hasta dejaros el co�o
escocido y bien lleno de leche a las dos.
Poco a poco las dos jamonas, con la ayuda de los dos viejos,
se fueron quitando la ropa hasta descubrir su excitante lencer�a. Mi madre
llevaba unas medias transparentes sujetas con un liguero blanco y cuando se
quit� la blusa y la falda el marido de Pepita y yo pudimos ver con sorpresa que
no llevaba nada m�s debajo, ni bragas ni sujetador; todo su enorme y excitante
culo as� como su peludo chocho y sus preciosas y redondas tetas quedaron a la
vista de todos mientras ella sonre�a complacida por el efecto que su desnudez
causaba en los dos viejos, que la miraban con los ojos como platos y babeando de
deseo.
- �Menuda guarra, si no llevaba ni bragas! � Le dije yo a
Arturo, el marido de Pepita, mientras observ�bamos escondidos la escena.
Luego fue el turno de Pepi. No necesit� mucha ayuda y ella
misma se desnud� mientras el m�s bajito de los viejos le met�a mano ya con todo
atrevimiento en sus gordas tetas. Pepi llevaba bajo su ropa de calle unas medias
transparentes, un tanga y un sujetador bastante transparente. El sujetador
apenas le dur� nada puesto pues ambos viejos enseguida se lo quitaron, casi con
ansiosa violencia, haciendo saltar al aire sus enormes y rellenas tetazas. La
propia Pepita se deshizo del tanga exhibiendo as� su chochazo de forma
totalmente imp�dica ante los dos viejos golfos. Los dos viejos, viendo las
facilidades que daban tanto mi madre como Pepita, enseguida se lanzaron a sobar
sus rellenos cuerpos y a chupar a placer las tetas de ambas hembras. Luego mi
madre se inclin� hacia abajo apoyando sus manos en sus propias rodillas y
dejando todo su enorme y precioso culazo en pompa empez� a chup�rsela a
conciencia a al m�s bajito y barrig�n mientras Pepita adoptaba la misma postura
y dejando que sus enormes tetazas colgaran y se balancearan como campanas, se
ocupaba del alto. Mientras tanto Marta se daba la lengua en unos calientes
morreos con ambos viejos y se dejaba sobar y meter los dedos en el co�o como una
aut�ntica guarrilla.
- Mam� � dijo Marta en un momento dado. � Tengo que decirte
que me alegro un mont�n de que te hayas tomado as� el descubrir que tu hijita es
un poco puta pero todav�a me alegro m�s de comprobar que vosotras tambi�n sois
un buen par de golfas �eh?. La verdad es que estoy encantada de participar en
una org�a compartiendo nabo con mi madre y contigo, Nati. Es cojonudo y s�per
excitante.
- Sinceramente, hija, me alegro de que seas una calentorra. �
Le contest� su madre interrumpiendo un instante la mamada que le estaba haciendo
al vejete. - As� t� disfrutar�s m�s, que ya veo que de eso hay que darte pocas
lecciones, y por otro lado yo, cuando tenga alg�n rollete pues podr� contar con
tu complicidad que siempre ser� bueno �no crees?
- Claro, mam�. Ya ver�s que bien nos lo vamos a pasar las
dos. Te voy a presentar a un buen mont�n de pollas que yo ya me he metido en el
conejo. Y ya ver�s el exitazo que tienes t� con tus tetas. Y lo mismo te digo
�eh, Nati? Las conozco de todos los tipos; j�venes, de viejos, de casados, de
solteros, largas, gordas� Aunque debo reconocer que soy una depravada porque
independientemente de su tama�o las que m�s cachonda me ponen son las de los
viejos viciosos como estos, ja, ja. A guarros no hay quien les gane y me encanta
comerme sus pollones fl�cidos y lograr a base de lengua y toqueteos en los
cojones y en el culo que se les pongan duros a tope.
Mi madre asinti� y agach�ndose ahora hasta ponerse de
cuclillas frente al tipo sigui� d�ndole gusto con la boca al viejo. Pronto
deriv� la comida de polla que le estaba haciendo mi madre a aquel t�o en una
comida del ojete del viejo. Esto excit� tanto al hombre que pronto dijo que
quer�a joderla. Tambi�n la viciosa Pepita le estaba haciendo un fenomenal
trabajo al que estaba con ella y este tambi�n dijo a su vez que deseaba
taladrarla.
- Como a Martita ya la hemos jodido m�s veces ahora vamos a
tirarnos a la golfa de su madre y a la puta de su amiga. Esto es el cop�n de la
baraja. � Dijo alegremente el m�s gordito de los dos viejos mientras las dos
maduras se apoyaban en el sof� ofreciendo sus culos a los dos hombres para que
estos las penetraran por detr�s..
Instantes despu�s ambos viejos, bien agarrados a las amplias
caderas de ellas, estaban follando a todo tren a las dos jamonas maduras
mientras Marta les animaba y les dec�a especialmente que follaran bien duro a su
madre.
- Dale buenos pollazos a mi madre, Ambrosio, que sepa el
gusto que da la polla de un viejo verde. Tr�tala como una puta, como t� sabes,
que ya has visto que es tan o m�s golfa que yo.
Los dos viejos se emplearon a conciencia con las dos maduras
hembras. Daba gusto ver las enormes tetas de Pepita balance�ndose sobre el sof�
al ritmo de la follada. Tambi�n resultaba muy excitante ver a mi madre bien
ensartada por el co�o y luciendo aquel excitante liguero blanco sujetando sus
bonitas medias mientras sus nalgas se mov�an como gelatina al recibir los
empellones del viejo que la estaba jodiendo. Pocos minutos despu�s ambas
alcanzaban un fenomenal orgasmo casi a la vez que los dos viejos eyaculaban su
semen en el conejo de las calientes hembras.
- �Qu� gusto, qu� gusto me da que me joda un sesent�n bien
vicioso! � dec�a mi madre disfrutando inmensamente. � As�, as�, guarros;
disfrutad de mi co�o, llen�dmelo de lefa. �Qu� gustazo!
Tras el polvo las mujeres se sentaron a descansar y a
comentar lo ocurrido mientras ya los viejos se vest�an diciendo que por aquel
d�a hab�an cumplido con su cupo y que de todas formas esperaban repetir pues
adem�s del morbo y el placer que les daba tirarse a una guarrilla de 19 a�os
hab�an disfrutado mucho con las dos maduritas que el azar les hab�a puesto en el
camino. Se despidieron con una ronda de morreos, bastante guarros y babosos por
cierto, con las tres hembras y ya se vistieron.
Cuando por fin ellos se fueron las tres mujeres, a�n
desnudas, siguieron hablando y Pepita trat� de llevar la conversaci�n al terreno
que le interesaba. Le pregunt� entonces a su hija c�mo hubiera reaccionado sin
en lugar de ella y mi madre hubiera sido su padre el que la hubiera sorprendido
en aquella situaci�n.
- Pues te lo puedes imaginar, mam�. �Menudo corte! Bueno, y
supongo que me habr�a ca�do una bronca de las buenas �eh? T�, como tambi�n has
resultado ser una calentorra, has sido muy comprensiva pero si pap� se entera de
que yo� Bueno, no quiero ni pensarlo.
- Menos mal que hemos sido nosotras y no tu padre� - dijo mi
madre.
- S�, desde luego; he tenido mucha suerte. Ahora, que si pap�
es igual de cachondo que vosotras igual hasta me lo hab�a pasado tambi�n de
miedo, ja, ja, ja. Bueno, ahora en serio, menos mal que hab�is sido vosotras y
que sois tan cachondas y que os lo hab�is tomado as� porque si es pap� creo que
me da algo, de verdad. Hubiera sido terrible.
- Bueno, - intervino mi madre. � Pudiera ser que fuera un
cachondo, como tu dices �no?
- Igual tu padre tambi�n es muy comprensivo�- A�adi� Pepita.
Marta ri� de forma esc�ptica y le dijo a su madre:
- Anda que si pap� supiera lo que tiene en casa �eh? Como
para ser comprensivo; una mujer que le pone los cuernos a las primeras de cambio
y una hija puta como pocas y que folla hasta con viejos verdes a pares. Vamos,
como para ser comprensivo, ja, ja. Esperemos que no se entere �eh, mam�? M�s nos
vale a las dos�
- Igual no le parec�a tan mal � intervino mi madre. � Despu�s
de todo se trata de que las dos mujeres que seguro que m�s quiere disfruten y se
lo pasen bien� Igual hasta �l tambi�n est� a favor de que goc�is con todas las
pollas que quer�is.
- S�, s�, Nati. No sue�es, anda. Eso est� bien en la teor�a
pero en la realidad� �A ver a qu� hombre le gusta que las hembras de su familia
sean todas unas zorras, que su mujer le ponga los cuernos y que su hija folle a
todo tren? Me parece que a pocos�
- Bueno, mira, ya te digo que tampoco son esas cosas tan
raras. Yo soy una buena zorra como has podido comprobar y estoy segura de que
por ejemplo a mi hijo no le molestar�a verme follando y disfrutando con un par
de t�os, f�jate.
- Bueno, pues ser� porque es joven y moderno y sabe que el
sexo es para disfrutar y le parece bien que su madre tambi�n disfrute de los
placeres de la vida. Estupendo, aunque tengo mis dudas. Puede que tu hijo diga
eso si le preguntan o sale el tema pero ya me gustar�a ver a mi la cara que pone
si te llega a ver antes ah� mam�ndole el rabo a Ambrosio; seguro que no le hac�a
tanta gracia ver que su madre es una buena comepollas, que de boquilla todos
somos muy modernos pero en la realidad... Y en cuanto a mi padre, bueno, bueno�
No quiero ni pensar en c�mo reaccionar�a si se entera de todo lo que ha pasado
aqu�...
- Bueno, pues igual habr�a que dec�rselo, que yo que lo
conozco bien puedo decir que tu padre tambi�n es un buen calentorro y no estar�a
bien que no disfrutara de las putas que tiene en su propia casa �no? � Respondi�
Pepita riendo y causando un cierto desconcierto en la joven putilla.
- �Pues s�, lo que faltaba! � exclam� la joven sin saber si
tomarse en serio o en broma las palabras de su madre.
- �Te parece incre�ble que tu padre tambi�n pueda ser un
vicios�n y que le gusten los chochos tanto como te gustan a ti las pollas? �
intervino mi madre. � Pues chica, ten en cuenta que tu padre tambi�n es un t�o,
tiene una polla como todos los dem�s y se le pondr� dura con los mismos motivos
que a todos los dem�s. Seguro que tambi�n le gustan los bomboncitos como t� y
muy bien podr�a ser que no le pareciera mal que su hija sea un poco atrevida,
�no?
- �Pero qu� me dec�s? � Dijo la joven completamente asombrada
por lo que estaba oyendo. � Que sea un cachondo y que le guste follar me lo
creo; despu�s de todo la mayor�a de los t�os son as�, pero �cre�is que le
parecer�a bien enterarse de que su hija es una golfilla y su mujer una puta que
follan con cualquiera a la primera oportunidad? Venga ya, hombre� Por muy
vicioso que sea eso es demasiado para pap�.
- Bueno Marta � prosigui� mi madre. � No me digas que te
parece incre�ble que tu padre sea un calentorro; la mayor�a de los t�os lo son
�no? No es para extra�arse tanto; no va a ser tu padre la excepci�n. Si t� eres
una guarrilla �no puede ser �l un cachondo vicioso?
- Bueno� eso ya te digo que lo entiendo y me puede parecer
hasta normal, de acuerdo. Pero una cosa es ser un calentorro, como cualquier t�o
y otra que le haga gracia que su hija sea una putilla a la que ya se han follado
un buen mont�n de t�os y su mujer una golfa que le pone los cuernos en cuanto
puede. Pudiera ser pero� me parecer�a incre�ble, la verdad.
- Hay muchos t�os que se ponen cachondos si ven a otros
foll�ndose a sus mujeres; hay cornudos vocacionales� - Apunt� mi madre.
- Puede, pero no me digas, Nati, que eso es lo m�s normal del
mundo. Puede que mi padre sea un calentorro, vale; ya te digo que hasta ah�
estoy de acuerdo. De hecho yo todos los cuarentones que conozco son unos cerdos
de mucho cuidado, vale. Pero que le parezca bien que su mujer y su hija sean dos
buenas zorras� Eso ya es demasiado dig�is lo que dig�is.
- �Te parecer�a mal, hija? � Le pregunt� su madre.
- Mal no, en absoluto; lo que me parecer�a es incre�ble.
Ojal� fuera as�, tendr�a su punto de interesante pero no me lo creer�a ni aunque
lo viera entrar ahora mismo por la puerta de la sala con la polla en la mano
diciendo que se ha puesto caliente vi�ndonos en pelotas a las tres, ja, ja, ja.
�Ser�a tremendo!
Entonces mi madre le revel� en tono serio que no dejaba lugar
a la duda:
- Pues mira, Marta, te voy a confesar una cosa sobre la
cachondura de tu padre. En efecto tu padre es un calentorro de mucho cuidado, de
verdad. Yo te lo puedo asegurar. � Y tras hacer una pausa mi madre afirm�: - A
mi me folla de vez en cuando y te puedo decir que sabe como darle gusto a una
mujer. Y tiene buena polla �eh?
- �Qu� me dices? � exclam� la joven sorprendida. - �Est�is
hablando en serio? �Pap� es un vicioso? �Folla con Nati? �Y t� lo sab�as, mam�?
- Claro, hija. � Intervino Pepita. - �Qu� tiene de raro que a
tu padre le guste follar? Realmente la mayor�a de la gente es un poco viciosa;
otra cosa es que lo reconozcamos o no pero a todas nos pica �a que s�? Y a los
t�os pues para que hablar� Y tu padre no va a ser diferente. �Claro que es un
vicios�n, y de los buenos!
Continuar�