Relato: Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (2)
Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa II.
RESUMEN para quien tiene prisa
(Os recomiendo leerlo todo, y mirar la primera parte):
Tal vez, hasta te gustaba enloquecerme� Lo pas� muy mal, sin
comer y durmiendo p�simamente. Y, en Senegal hice amistad con una familia,
de 10 personas. Y observ� la serenidad del grupo, un padre o se�or de familia,
cuatro mujeres y 5 hijas, de distintas madres (todas estas hijas, de edades que
oscilaban entre los 18 y 7 a�os).
Es curioso que entonces, siendo el segundo hombre de la casa,
recib�a un trato semejante al del "pater-familias".
Tu Rosa M�, eras mi jefa pero, cada vez te tem�a menos y en
mis sue�os te postrabas ante m�, y permanec�a arrodillada como una perrita. Y
adem�s, yo mismo era atendido muy correctamente; recibiendo un trato, por las
mujeres adultas semejante al de las siervas, para su se�or. Pensaba en la suerte
de tener este trato, que me hizo recuperar el optimismo y las ganas de comer.
Y pens� en darle algo al "padre de la casa", no sab�a como
ajuntar el precio, pero recombine que si el trato es excelente, el pago ha de
ser excelente. Su padre me las entreg� y son m�as (porque ellas mismas lo
quieren). Son esposas, amantes y consejeras, cuidadoras y mis doncellas, las m�s
competentes que puedas imaginar�
Si una me prepara el desayuno, la otra me hace la comida y la
vez siguiente le toca alternar la cena. Y, son muy ardientes, sin negarme nada,
pero os digo que no niegan nada de nada.
Rosa M�: jefa o no ahora ha cambiado todo; pues me tienes
miedo, ya que en las 3 veces que me has gritado, te ha quedado inexplicablemente
af�nica. Y que encuentra siempre esos olores y sabores raros, al estar a solas
con alguien.
Todos te llaman as�: la guarra toca co�os, pues te palpas
ante ellas y las quieres tocar; para encontrar diferencias, del por que te te
pasan esas cosas, precisamente a ti... Te cambias 3 y m�s veces de prenda
�ntimas.
Y en el sitio o momento m�s inoportuno se te cierran los
ojos, te quedas como dormida.
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El justo pago para
ROSA M�, a sus anteriores canalladas, ------------
Mi jefa ha sufrido un conjunto de desgracias, �ltimamente: ha
perdido por 4 veces el m�vil, le han robado el coche, han entrado en su casa 2
veces casi seguidas. Ha sido atracada en tres ocasiones. Duerme mal, si utiliza
trasporte p�blico esta abonada a que se le aver�e.
La fotocopiadora y el ordenador, se le niegan a funcionar.
Los t�cnicos no ven nada aparente, pero con ella se estropean m�s que con el
resto de los empleados de toda la planta. Esta pendiente de todo, pero es la
reina de la mala suerte. Dos perros le han meado encima, estando parada. Se le
han ca�do las llaves, por el hueco del ascensor en tres ocasiones.
En su despacho se caen los cuadros, la mesa no le cierra bien
o se le atranca y no se abre el candado. Se dibujan caras en su mesa, o eso le
parece a ella. Mano sobre mano, se pasa el tiempo, temiendo hacer algo si se
levanta o va alg�n sitio.
Le has cagado encima, un mont�n de veces y no solo los
gorriones, sino palomas, gaviotas y algo raro (creo que fue un gato o gata de un
voladizo). Por su mano izquierda se desplaza una corriente y sufre como
calambres. Y me tiene miedo, pues 3 veces que me ha gritado, se ha quedado
inexplicablemente af�nica.
Se, por las chicas de la oficina, que me han cobrado
inusitada confianza, que su anterior fama de devora hombres ha desaparecido.
Algunos dicen que es fr�gida, que no goza ni que la maten. Y que encuentra
siempre esos olores y sabores raros, al estar a solas con alguien. Le da por
soltarse pedos, en los momentos menos adecuados y dos veces se le han escapado
sus orines yendo caminando. Y encima ni se daba cuenta, ser� lo que sea pero no
quieren desayunar, ni comer con ella.
Los compa�eros y los jefes la esquivan, pues es la reina de
las rarezas. Ah� que ver como el otro d�a, se sirvi� agua del jarr�n, pese a
tener la botella al lado; confusi�n dijo, pero vaya cante que dio en el
restaurante. Se le caen los ceniceros y se apaga los cigarrillos, en los
tacones. Otras veces, en plena reuni�n del �rea de proyectos, va y se pone a
apagar el cigarrillo con su saliva.
Y lo mas fuerte, dicen sus secretarias, que est�n
aterrorizadas. Est� chalada, ha hecho en 4 � 5 ocasiones, que entren en su
despacho, y tras conminarlas a sacarse las bragas o tangas, se compara ante
ellas y mirando sus conchas les dice que: "MIRARIAN para ver eso de que en la
suya, que SE MUEVE alguna COSA AH�".
Y las chicas dicen que ellas las ha intimidado, para que se
saquen las suyas, las de Rosa y Sonia, para ver si pasaba lo mismo. Y dice, que
se las queda puesta, que con las bragas y tangas de ellas no tiene picaz�n, ni
mordisquitos. Se las enfunda ante ellas y luego a la desafortunada, que ha sido
desbragada esa ha de ponerse su prenda. Eso al principio, lo callaron pero ha
llegado a los sindicalistas y ella est� acojonada.
Todos la llaman, la guarra toca co�os, pues se palpa ante
ellas y las tocaba (ahora no se atreve, pero se cambian 3 y m�s veces de prenda
�ntima).
Lo que no he sabido hasta esta semana, es que ella empieza a
querer quedarse a solas conmigo, trae unas pastitas y me trata con suma
correcci�n. Se pone colorada si la miro, desv�a sus ojos para mirar al suelo y
me dice si me importa que est� conmigo y me ayude en mis tareas, cuando se van
los dem�s.
Se muda �ntimamente para venir a verme, se arregla y se queda
con excusas variadas. Empieza de pies, trae una silla y permanece sentada a mi
lado. Me sonr�a y medio bromea, como que quiere ir a m�s, ganarme o lograr que
la acepte. Hasta, de si misma ha salido pedirme perd�n, por su trato de antes.
Me ha confesado que le gusta alguien de la oficina, diciendo
que le da miedo decirle algo, porque el tiene pareja; y que, ella sabe que la
gente la rechaza y la evita. Pero, me habla de que siente muy fuerte el
sentimiento y que ahora se contenta con ver "a esa persona y saber que no la
evita del todo". Me dice, que no puede estar sin verla y sin darle a entender lo
que siente. Y, que a veces se siente cobarde y luego se recrimina por no dar a
entender nada m�s.
Y, que est� dispuesta a hacer lo que haga falta. Que si sale
con otros, no se le da bien, se siente rara y fuera de lugar; hasta, que los
besos le dan sabores y nota sus olores �ntimos, con repentino desagrado y hasta
arcadas, por lo cual tiene que dejar de verlos y hasta ir al ba�o.
Bueno, me mira y me dice que si estar�a bien que el lo
supiera, de alg�n modo. Porque, ya no puede acallar lo que siente. Hablamos y s�
que se excita mucho. Le noto duros los pezones y Bueno, me mira y me dice que si
estar�a bien que el lo supiera, de alg�n modo. Porque, ya no puede acallar lo
que siente.
Hablamos y s� que se excita mucho. Le noto duras, las puntas
de sus tetas, esos pezones tan claramente salidos y que se le pronuncian por lo
ardida que est�, tanto que hasta se muerde los labios. Y cierra los ojos, se
queda como dormida. Se le sale la salivita de la boca y se toca por encima de la
blusa o del su�ter. Ante m�, se ha quedado como en trance:
Con su mirada baja, comenz� a tocarse sus senos y rozando
superficialmente los pezones, apret�ndoselos y estir�ndose de ellos, pero por
encima de la ropa; ser� por si se presenta alguien, o por si sube el vigilante
jurado, en su ronda (eso ha pasado un par de veces y me dice que si pasa algo).
Le digo que no, y me hace un gesto como compadeci�ndome.
ELLA es una mujer atractiva, y noto que ante mi aceptaci�n de
c�mo se toca, se excita r�pidamente y empieza a ser m�s aparente en la forma de
acariciarse. So��, contigo durante tu viaje, so�� luego y no sab�a porque me
excitaba y gozaba tant�simo. Me impuse pasar de ti, y todo me sal�a mal. Y
empec� a llevarme mal con los t�os, con mis amigas y con todo el mundo.
Sue�o, contigo y tus manos que me acariciaban. Me acarician y
tengo que tocarme. Tengo, que tocarme ahora; si tu quieres me tocar� para ti. NO
te pido nada, solo si quieres estar viendo como me toco, si no te doy asco. Te,
te lo pido por favor.
--Yo: Si, pero el donde, debe ser aqu� mismo, en nuestro
lugar de trabajo.
--M� Rosa: Me pones en un compromiso, pero acepto. Pero, te
pido por favor, que sea en mi despacho y yo cierro para todos� si t� quieres.
Pero si no quieres eso, vamos donde prefieras. �Quiero seguir contigo, aunque
solo sea un rato m�s Kharlo�!
(Continuar�)