Jack & Gisela
Era un s�bado por la tarde cuando mi prima
se present� a lo imprevisto en nuestro hotel. Hab�a llegado hac�a algunos d�as
a Paris. Como se hab�a procurado nuestra direcci�n, vino a visitarnos, en
aquellos tiempos los espa�oles todav�a hac�amos las cosas as�, gracias a Dios.
Pasamos una buena parte de la tarde
hablando y �charrando�. Nos cont� todas las peripecias habidas con su pareja y
mucho m�s. Sentada frente a m�, yo estaba obnibilado por sus piernas que su
cortita falda no pod�a ocultar, creo que ella se di� cuenta. Yo la escuchaba
extasiado, mientras ella contaba todas las perrer�as que aguant� del hombre
que hab�a preferido en mi lugar, lo contaba con una calma espartana, yo me
preguntaba porqu�.
A la hora de despedirse me ofrec� a
acompa�arla, a esas horas el metro no es seguro para una mujer bella y
jovencita.
Llegamos a Opera y a la puerta de su casa,
me invit� a subir. Me ense�� todo su ajuar, yo miraba sin prestar mucha
atenci�n, por fin se qued� mir�ndome fijamente.
La cog� y la cerr� en mis brazos con
ternura y amor. Ella respond�a emocionada a mi cari�o. Nos besamos en la boca,
fue un beso t�rrido e interminable, nuestras lenguas se entrelazaban con
pasi�n buscando no s� qu�, con un amor reprimido desde hac�a muchos a�os.
No sab�a qu� hacer despu�s. Aunque hab�a
imaginado situaciones como �sta, nunca hab�a enga�ado a Julie, pero
ahora era diferente, estaba con Gisela, la que siempre hab�a querido en
silencio, ambos est�bamos muy excitados y nerviosos. Nos hab�amos besado con
pasi�n, mis sue�os se realizaban, sus bonitas piernas, me invitaban a
prodigarle mis caricias, ella me miraba como interrog�ndome, detect� mi
vacilaci�n, asi� mis manos y las llev� a sus pechos. Volv� a la realidad, me
mostraba su falta de amor, acarici� sus pechos y sus lindas y provocantes
piernas con ternura, que ella separ� como ofreci�ndose.
De nuevo la cerr� en mis brazos y nos
besamos con pasi�n, nuestros labios se fundieron, nuestras lenguas se
cruzaban en nuestras bocas, acariciando su cintura y sus caderas la cerr�
fuerte contra m�. De repente, separ� su linda carita y me pregunt�:
"�Qu� hacemos con esto?"
"�Qu�?�
�Con nuestro cari�o�
Yo me qued� mudo, murmurando dije: ��Qu�
quieres decir, no exactamente primo y prima?"
��S�! Lo deseas tanto como yo �No? �
�S�, no hay gran problema.� Dije, tratando
de sentirme algo m�s confortable.
�Seguro que piensas que estoy loca,
dese�ndote as�.�
��No! No pienso eso.�
��Qu� hacemos? �Justo olvidarlo? � Me dijo,
mir�ndome en los ojos.
�Podemos hacerlo, si quieres, o dejarlo, de
todas maneras va a ser muy duro.� Contest� con una sonrisa tranquilizadora,
tratando de mostrar que no estaba ni enfadado, ni nervioso.
�Si, lo s�,� Replic�. Se acerc� m�s a m�,
nos abrazamos de nuevo.
�Yo no quiero olvidarlo.�
Ella sonri� y me bes�, la bes� tambi�n, no
hab�a malestar, s�lo deseo.
La cog� en mis brazos y cerr� su cuerpo
contra el m�o. Deslic� mis manos arriba y abajo acariciando todo
su cuerpo, intentando explorar cada pulgada y grieta de ella. Comenc� a
sentir una necesidad ardiente de ver y de sentir todo su cuerpo. Ella
pareci� comprender y desabroch� su blusita, sac� de un brazo la manga y luego
el otro, finalmente lo tir� sobre la silla. Despu�s se acost� en
la cama y yo me puse a su lado, casi encima, con el pretexto de que la cama
era estrecha. Mis manos tocaron sus pechos, comenc� lentamente a
explorar su cuerpo, cada vez m�s excitado. Mir� sus expresiones
encantadoras mientras que di masajes a sus pechos. R�pidamente se quit� el
sujetador, su falda y sus medias, despu�s mis ojos vagaron otra vez sobre las
curvas de su cuerpo, sus deliciosos pechos, la llanura de su est�mago, a la
llamarada de sus caderas, la oscuridad de su pubis, ocultado por sus
braguitas, sus bien torneadas piernas, hasta sus peque�os pies.
Sent�a un dolor extra�o entre mi est�mago y
mi pecho. Baj� mi cabeza y mis labios encontraron uno de sus pechos, lo bes�
lentamente, y comenc� a lamerlo. Sent� un estremecimiento recorrer su
cuerpo cuando lo tom� en mi boca y comenc� a aspirarlo. Baj� una de mis
manos hacia a sus bragas y las dobl� lentamente hasta deslizarlas fuera de sus
piernas. Ella separ� las piernas de par en par para no prohibirme el
acceso a su �rea m�s privada.
Su respiraci�n era m�s profunda cuando mis
dedos tocaron la entrada de su florita, lentamente y deliberadamente, deslic�
un dedo dentro de ella, mientras mi pulgar acariciaba su cl�toris. Ella cerr�
sus brazos alrededor de mi cabeza, sosteniendo mi boca contra su pecho.
Continu� lamiendo y aspirando en sus pechos mientras acariciaba ligeramente su
co�ito con mis dedos.
Comienzo a mover las caderas hacia arriba y
hacia abajo. Al mismo tiempo que mi dedo entraba y sal�a acariciando su
peque�o y apretado agujero ya bastante caliente y mojado.
"Ohhhhh Jack, sigue �Qu� gusto me das! �Qu�
bien lo haces!" Dijo en un susurro, ruculando como una tortolita
enamorada.
"Mmmmm." Era todo lo que podr�a decir
entre los bocados de sus pechos. Levant� mi cabeza para darle un beso, y
fui sorprendido por la ferocidad con la cual ella correspondi� a mis besos.
Su boca afianzada como una abrazadera sobre la m�a, su leng�ita que
serpenteaba entre mis labios que exploraba mi boca abierta. Ella me
ten�a pr�cticamente en el abrazo del oso mientras que ella me besaba con todo
su coraz�n y toda su alma.
Me separ� por un momento y me concentr� en
mi nueva tarea.
El beso me excit� a�n m�s, yo respond�
metiendo y sacando mi dedo dentro y fuera de su co�ito, cada vez m�s r�pido y
m�s fuerte, sintiendo como su vagina apretaba mi dedo y sus jugos ba�aban
todo alrededor. Pod�a sentir como estaba mojando m�s y m�s en cada
momento, me bes� otra vez con fuerza y se dej� caer sobre la cama, jadeante.
"�Oh, oh, oh, Jack. Me voy a correr, me
corrooooo!" Me abraz� con pasi�n. Su cara estaba roja del �xtasis.
Su cuerpo parec�a quem�ndose por la fiebre.
"�Oh, oh, ohhhhhhh, ME CORROOOOO!" Exclam�
con una voz afectada por el placer. Sus pechos palpitaban subiendo y bajando,
cuando ella respiraba jadeante, r�pido y fuerte.
La sent� cerrar sus piernas sobre mi mano,
mientras su vagina se cerraba sobre mi dedo. Un torrente de jugo caliente
fluy� sobre mi mano cuando ella se corri�.
"�Oh, oh, aaaah!" Exclam� casi
gritando. De repente, enlaz� sus brazos alrededor de mi cuello y peg� mi
boca contra la suya. Ella me bes� fuerte y apasionadamente, un beso que
sacudi� mi misma alma, y que yo devolv� feliz.
Ella misma me puso dulcemente de
espaldas sobre la cama, mientras todav�a nos bes�bamos. Interrumpi� nuestro
beso y con cari�o y pasi�n, empez� a desnudarme.
Mi pene rebot� tieso y duro, apuntando al
techo y doliendo con necesidad.
Ella lo cogi� con cari�o y pasi�n,
envolviendo sus delgados dedos alrededor de mi dura verga. Lo mir�
fijamente como si la vista de mi pito duro la cautivase. Comenz� poco a
poco a frotarme suavemente, todo lo que podr�a hacer fue seguir tumbado y
cerrar los ojos, mientras que la sensaci�n que ella me proporcionaba frotando
ligeramente mi dureza me llevaba al para�so.
Gisela estir� su cuerpo parcialmente sobre
el m�o y me bes� suave y cari�osamente. Su peque�a mano segu�a
resbalando lentamente, arriba y abajo por toda la longitud de mi duro pene.
Abr� los ojos y mir� fijamente a los suyos.
Ella par� y coloc� sus piernas sobre m�, de
modo que se qued� montada a horcajadas. Tom� mi pito tieso y duro en su
mano y frot� lentamente su rajita hacia atr�s y hacia adelante una y otra vez,
hasta que decidi� meterlo en su abertura mojada y caliente con una mirada
llena de lujuria y pasi�n. Mi cabeza giraba y mi est�mago estaba
anudado.
Lentamente comenz� a bajar hacia m�. Puse
mis manos sobre sus caderas, sosteni�ndola hacia arriba. Se sent� sobre
m� y con un suave movimiento, mi verga penetr� profundamente en su caliente y
bien lubrificada vaginita. Yo dej� escapar un suspiro audible y ella
sonri�.
Mi primita tambi�n suspir� profundamente
cuando me sinti� en ella, cerr� los ojos y apret� fuertemente mis dientes,
sent�a que me iba a correr r�pidamente y no era mi intenci�n. Ella
pareci� comprender mi lucha para guardar el control y se sent� por un momento.
Su vagina se apretaba alrededor de mi pene, ella apoy� sus manos sobre mi
pecho. Saboreando la sensaci�n, mov� las manos hacia sus pechos y los
frot� y mas� con dulzura y pasi�n. Mis dedos jugaron con sus duros
pezones.
Gisela comenz� a follar, movi�ndose las
caderas lentamente y con ritmo. Ella cerr� los ojos frot�ndose
alrededor. Luego comenz� a moverse hacia arriba y hacia abajo
lentamente, guardando su caliente y jugosa vaginita alrededor de mi pito
tieso, que penetraba arriba y abajo dentro de ella en toda su longitud,
cogi�ndome profundamente con cada empuje. Debajo de ella, encontr� su
ritmo y me acompas� a su movimiento. Ella se inclin� sobre m�,
sonriendo cuando tom� uno de sus pechos nuevamente dentro de mi boca, lo
aspir� y lam� como si fuera un gatito tomando su alimento.
Mis manos resbalaron alrededor de ella,
ahuecando sus nalgas con pasi�n entonces ella suspir� otra vez, segu�
acariciando suavemente sus nalgas, mientras ambos segu�amos jodiendo sin
tregua.
Nuestro ritmo creci� en velocidad y
urgencia, mientras Gisela segu�a cabalgando sobre mi pijo tieso y duro m�s
r�pidamente y con m�s fuerza. Mis dedos amasaron sus firmes nalgas y mi
boca aspiraba su pecho como si hubiese sido la �ltima oportunidad. Su
c�lido co�ito bien lubrificado, a�n se apretaba alrededor de m�, desliz�ndose
con facilidad arriba y abajo en mi pito tieso.
La fiebre en su cuerpo era cada vez m�s
caliente y yo sent�a mi cabeza en delirio. Arque� mis caderas hacia
arriba, deseando penetrar todo lo que pod�a en sus regiones m�s profundas.
Me sent�a como si buscase penetrar entero en su vagina, arrastr�ndome para
nadar en su matriz ahora mismo.
Aceleramos nuestra velocidad e intensidad y
ahora �ramos dos a gemir de placer, no nos importaba que los vecinos pudiesen
o�rnos. Gisela estaba ahora casi brincando en mi verga.
"�Ohhhhhhh! ���Sigue!!! ���J�deme bien!!!"
Gem� en su o�do.
"�Mmmmm, ���Sii, asssiiiiii!"
����No aguanto m�s, ME CORRO, �AYYY!,
�AAAAH! ME CORROOOO!!!� Exclam� sin remedio.
��Ohhhhh Siiiiiii!" Grit� Gisela
cuando empuj� mis caderas hacia arriba, levant�ndola de la cama, meti�ndole mi
pijo lo m�s que pod�a. Cada m�sculo de mi cuerpo se tens� y dio paso al
orgasmo.
"�Ohhhhh! �DIOS! GISELAAAAAA!!!"
Sent�a mi esperma estallar dentro de m� y entrar profundamente en las
profundidades de su �tero.
��Ahhhh SSiiiiiii! �Siento tu esperma
caliente que meeeee que llenaaaaa!" Grit� cuando ella se fund�a en su
propio orgasmo. Sent�a su vagina apretarse alrededor de mi pijo,
mientras que ella empujaba hacia abajo cada vez m�s fuerte, exprimiendo mi
verga para extraer hasta la �ltima gota que pudiese quedar. Al mismo
tiempo sent� un torrente de fluidos calientes, que inundaron toda la selva de
mi pubis y tambi�n la cama, cuando ella se corri� de nuevo sobre m�.
Fue una sensaci�n fant�stica para ambos.
Yo dej� escapar un quejido profundo, varios suspiros roncos, como un
gru�ido casi animal, mientras me corr�a en ella. Era la primera vez
juntos y lo hab�amos hecho sin ninguna inhibici�n ni protecci�n. La
sensibilidad adicional de mi pijo duro dentro de ella me sorprendi�, quiz�s
fuera nuevo para ella, yo nunca lo hab�a hecho de otra manera, no nos
preocupamos en absoluto de que ella pudiese quedar pre�ada. Tambi�n me
habl� de la sensaci�n que sinti� cuando la abundante efusi�n de esperma
de mi pijo estall� en las profundidades de su matriz, cuando nos corrimos
juntos.
Mi primita se derrumb� sobre de m� y yo la
envolv� en mis brazos. Quedamos as� un momento, sin movernos, no
diciendo una palabra. Ambos perdidos en nuestro propio mundo de �xtasis.
Finalmente ella se acost� a mi lado y me bes� muy dulcemente en los labios.
"Gracias." Me dijo con su voz melosa.
�No hay de qu�. Todo el placer es m�o.� Era
todo lo que podr�a decirle, mientras gozaba de la sensaci�n de lo que
acab�bamos de hacer. Seguimos all� un poco bes�ndonos y acarici�ndonos.
Dormitamos un rato, luego Gisela hizo un
poco de caf�. Esta noche era muy especial para nosotros y maravillosa
para ella y, sab�amos que podr�a ser la �ltima vez que hici�ramos algo
similar.
M�s adelante, quiz�s una hora o as� despu�s
del caf�, comenzamos a besarnos otra vez. Volvimos a la cama y como
ya hab�amos saltado todos los tab�es volv� a pasear mis dedos a lo largo de
los labios de su co�ito y alrededor de su cl�toris. Ella frot� ligeramente mi
erecci�n.
"Cheri", me susurr� "Creo que ya es hora de
que me la metas otra vez, �Quieres?"
"Si, mi vida" respond� sonriendo.
Otra vez mi largo pijo, duro y tieso
resbal� dentro de ella f�cilmente y maravillosamente. Esta vez est�bamos
tambi�n listos para nuevas sensaciones, ya no hab�a la urgencia de la primera
vez que hab�amos jodido. Me empuj� lejos en ella, r�gido y palpitante
a�n.
"Oooooh," suspir� ella con la sensaci�n
encantadora de ser llenada casi a desbordar.
"Mmmmm," gem� yo, saboreando la sensaci�n
de mi pijo enterrado profundamente dentro de una mujer, su lugar m�s femenino
agarr�ndolo firmemente.
"Ooooohhhhhh," �Qu� bien te siento! �Est�s
toda hinchadina y cachonda! �Qu� bien jodes, mi amor!"
Me excit� a�n m�s, mientras comenc� a
bombear lentamente dentro y fuera de mi primita. Jodiamos bien juntos,
aunque era la primera vez. Era asombroso realmente, encontramos un ritmo
f�cil al cual nuestros cuerpos se adaptaron r�pidamente.
"�Es bueno para ti, cari�o?" Me
pregunt�.
"�Oooohhh, si, muy bueno, muy, muy
buenooooo...!" Suspir� mientras ella acariciaba mi cara con peque�os besos y
deslizaba sus manos arriba y abajo a lo largo de mi cuerpo.
"Vu�lcate, vu�lcate, cari�o, d�jame ponerme
encimina", me pidi� con lujuria Gisela algunos momentos despu�s. Rodamos
hasta que ella se puso encima de m�. Ella miraba abajo y acarici� su
rajita con mi pijo varias veces.
"�Te gusta?" Me pregunt�.
"Oh es fant�stico estas toda mojadina y
cachonda." Gisela estaba sobre m�, con agilidad trajo sus rodillas hacia
delante, se empuj� hacia arriba, mont�ndome a horcajadas, enterr� mi
pijo en ella profundamente.
"Ahora estate quieto, querido," susurr�
mir�ndome en los ojos. "No necesitas hacer nada" Me dijo con pasi�n,
mientras cog�a mis manos y las atra�a a sus pechos. "Nada aparte de
esto," Ella sonri�, apretando con sus manos las m�as sobre sus pechos.
"Es mi turno, cari�o. " Ella continu�: "Es mi turno �Ahora soy yo
la que te jode!"
Ella comenz� lentamente a bombear hacia
arriba y hacia abajo en m�, mientras que yo gem�a y gru��a sintiendo las
sensaciones extremas del frotamiento creado por sus labios arriba y abajo de
mi pijo. Pero eso por supuesto la excit� m�s y m�s y pronto ella comenz�
a moverse m�s r�pidamente. Una y otra vez bombe� lanzando su cuerpo al
rev�s de modo que por un momento mis manos no pudieron alcanzar sus pechos,
que volaban arriba y abajo bambole�ndose y girando alrededor. Su pelo
largo, moreno se enredaba y flu�a alrededor de sus hombros y cubr�a su cara.
Ambos nos corrimos al mismo tiempo. El cl�max nos golpe� casi
simult�neamente. Y cuando mi pijo estall�, Gisela se ech� sobre mi,
aplastando sus tetas contra mi pecho, suspirando con lujuria, apretando
espasm�dicamente mi pijo con su c�lida vagina. Nos pose�mos hasta quedar
agotados.
Despu�s de unos minutos, suspir� y
bostezando me dijo:
�Tengo un sue��n m�s rico...� Asent�
conviniendo y nos quedamos dormidos cada uno en los brazos del otro, su cabeza
acurrucada en mi espalda.
Me despert� sobresaltado, mir� el
despertador, me quedaba justo el tiempo para coger el �ltimo metro.
En el camino hacia el hotel, pensando feliz
en lo sucedido, me sent� culpable de haber enga�ado a Julie, porque ella
no se lo merec�a y justamente con mi prima que ten�a todas las razones de
hacerlo con respecto a su pareja. �No! No las ten�a todas conmigo. �Qu� hacer
para no hacerlas sufrir? Sobre todo Julie que le�a en m� como en un libro
abierto. �Qu� hacer para que no adivinara?
��C�mo llegaste tan tarde?�
�Ya ves, se nos pas� el tiempo charlando,
ya sabes que somos los dos inagotables hablando.�
As� pas� todo y nunca m�s hablamos de ello.
Con Gisela reanudamos nuestro cari�o de primos y nunca pas� nada m�s.
HASTA QUE YO, ESTANDO YA VIUDO, ESPER� A
QUE ELLA ESTUVIESE EN LA MISMA SITUACION, CUARENTA A�OS DESPU�S.
Helas, el cari�o estaba intacto, pero el
hechizo de la juventud y los a�os hab�an pasado. YO LA SEGUIA QUERIENDO Y
GISELA COMPARTE MI AMOR.
FIN