Mi nombre es Joaqu�n y hace unos d�as mi profesor les cont�
por medio de un relato cuando me cog� a mi madre.
Ahora, tambi�n por su intermedio les contare que paso con mi
t�a Andrea que es la hermana de mi madre.
Yo empec� a trabajar como asistente de mi t�o Juan Carlos en
su comercio, me ocupaba de todos los tr�mites bancarios como as� tambi�n de
atender a los proveedores, mientras mi t�o se ocupaba de atender al publico.
Un lunes a la ma�ana llegue al trabajo temprano como era
habitual y me encuentro que mi t�o a�n no hab�a llegado. Me quede sentado en la
entrada esperando que mi t�o llegara, cuando llego me dijo que se hab�a quedado
dormido y que lo disculpara por la tardanza, empezamos con la labor del d�a y
como a la hora mi t�o me pide que vaya hasta su casa porque se hab�a olvidado
los cheques que tenia que depositar esa ma�ana para depositar en las cuentas de
los proveedores.
Me dijo que los hab�a estado firmando en el escritorio que
esta en su dormitorio, que los pasara a buscar y los depositara.
Llegue a su casa en el auto de mi t�o, como sab�a que mi t�a
duerme hasta tarde entre por la cocina con la llave que estaba en el auto.
Me dirig� hasta el dormitorio de mis t�os a buscar los
cheques, cuando entre en el dormitorio me encontr� con un espect�culo que no
estaba esperando.
Mi t�a Andrea estaba durmiendo casi desnuda, solo cubr�a su
desnudes con una diminuta tanga rosada.
Andrea es una hermosa mujer de 35 a�os muy bien llevados,
tiene un culo que es la envidia de todas sus compa�eras del gimnasio y la
obsesi�n de todos sus compa�eros. Adem�s tiene una estrecha cintura que resalta
su hermoso culo y potencia las tetas talla 100 que ella tiene. Si a todo esto se
le suma una muy linda cara, un largo y bien cuidado pelo y unas piernas que
parecen salidas de un desfile de modelo, el resultado es una hembra digna de ser
mirada y cogida.
Me quede un rato largo mirando cada rinc�n del cuerpo de mi
t�a mientras me tocaba la pija por sobre el pantal�n y pensaba como podr�a hacer
para poder cogerme a mi t�a.
Estaba hipnotizado por la imagen que tenia ante mis ojos que
ni me di cuenta de que mi t�a comenz� a despertarse.
Ella se dio vuelta en la cama y se quedo mirando fijamente al
intruso que hab�a en su dormitorio.
Me miro a los ojos y dijo con vos de dormida: Pero que
tenemos aqu�, a un intruso que se queda mirando a su pobre t�a mientras ella
duerme.
Yo trate de ensayar una disculpa pero ella me corta en seco,
solo me dijo ve hasta la cocina y esp�rame que tenemos que hablar.
Llegue a la cocina y me sent� en un sill�n donde mi t�o ve
televisi�n mientras espera la comida.
Cuando mi t�a llega se sent� frente m�o en otro sill�n que
hab�a y sin decirme nada me miraba muy seria. De nuevo intente darle una
explicaci�n por lo que hab�a pasado pero ella me volvi� a impedir que siguiera
hablando.
Me dijo que estaba muy mal espiar a la gente en su intimidad,
que ella hab�a confiado siempre en mi y que ahora yo la hab�a defraudado y que
ella se ve�a obligada a contarle lo sucedido a su marido y a su hermana o sea mi
madre.
Yo le ped� por favor que no lo hiciera mas que nada por mi
t�o ya que mi madre sabia que a mi me gustaban mucho las mujeres de la familia.
Ella sigui� con su serm�n de moralidad y yo ni siquiera la
escuchaba estaba pensando en la forma de zafar de esta situaci�n.
Mientras ella me hablaba se mov�a en el sill�n y yo sin
querer le vi mas de una vez su entrepierna cubierta por la tanga que ya hab�a
visto.
El tono con que Andrea me empez� a retar hab�a cambiado y
hasta se podr�a decir que hab�a algo de sensualidad en su vos.
Ella segu�a hablando y me dec�a que era el colmo del pajero
quedarse parado mirando a una vieja fea como ella.
Yo vi en ese momento una oportunidad y le conteste por
primera vez en la ma�ana. Solo le dije que estaba equivocada, entonces ella me
dijo que no le tratara de decir que no la estaba mirando. Yo la interrump�
dici�ndole que si la estaba mirando pero en lo que se equivocaba era en lo de
vieja y fea. Y agregue si fueras vieja o fea no se me habr�a puesto as� de dura
con solo mirarte le dije mientras me agarraba la pija por sobre el jean.
Ella al notar mi descaro para insinuarme solo atina a decirme
mientras se volv�a a mover y me volv�a a mostrar su tanga.
Mira Joaqu�n que puede que est�s jugando con fuego, yo le
conteste que me gustar�a quemarme.
Ya su tono no tenia nada de reproche y sus movimientos
par�ndose y sent�ndose en el sill�n indicaban que mi t�a se estaba calentando.
Mov�a constantemente los breteles del vestido dej�ndome ver
sus ricas y apetecibles tetas, yo no pod�a aguantar la presi�n que mi pija
estaba haciendo en el jean, entonces jugu� mi ultima carta, saque mi pija de su
encierro y se la mostr� a Andrea que se quedo con los ojos fijos en mi pija.
Con paso seguro me acerque hasta el sill�n donde ella estaba
sentada y sin que le digiera nada se trago mi pija con mucha facilidad, jugo
durante un rato con la cabeza hinchada de mi pija y luego poco a poco fue
bajando hasta tragarse todo.
Se podr�a decir que mi t�a era una especialista del arte de
mamar pijas porque me llevo en un viaje recto hasta la acabada que como buena
mamadora que es se trago hasta la ultima gota.
Mientras ella estaba todav�a chup�ndome la pija yo me saque
el pantal�n, el boxer, los zapatos y la camisa quedando parado desnudo delante
de mi t�a.
Ella se separa de donde yo estaba y camino por la cocina
sac�ndose poco a poco el vestido quedando solo con la parte de abajo que le
quedaba como si fuera una minifalda, ya se hab�a sacado la tanga y caminando con
paso felino se acerco hasta donde yo me hab�a sentado a la espera de lo que ella
hiciera.
Me empujo contra el respaldo del sill�n y se fue sentando muy
despacio sobre mi verga que segu�a dura y lista para cogerme a mi hermosa t�a.
Ella me cabalgaba muy suavemente mientras yo me hacia un
fest�n con sus tetas. Continuamente mi t�a me dec�a cosas como: si nos viera tu
t�o, no creo que le gustar�a saber que su sobrino preferido le pone los cuernos
y cosas siempre relacionadas con la familia.
Cuando estaba por acabar le avise y ella se sali� de golpe y
arrodill�ndose delante de m� se trago por segunda vez mi pija haci�ndome acabar
de nuevo.
Entonces yo empuje a Andrea hacia el piso y me ubique detr�s
de ella y mientras le agarraba sus ricas tetas se la met� desde atr�s. Estuvimos
un rato en esa posici�n hasta que los dos acabamos casi al mismo tiempo.
Entonces Andrea me dijo que arriba de la mesa estaban los
cheques que se hab�a olvidado mi t�o y me cont� que cuando �l me manda para su
casa a buscar los cheques la hab�a llamado para avisarle por lo que ella se
desnuda y se quedo esperando mi llegada..