Atada a las esquinas de la cama
Atada a las esquinas de la cama, est�s realmente bella. Te
mueves y estiras las cuerdas, sudas y te muestras toda. Deseas ser tomada y
balanceas tu cuerpo con un ritmo sensual.
Es este un colch�n -sobre el que est�s- un colch�n como
otros: normal; pero te parece como si estuviera lleno de agua. Me parece, a m�,
como si sobre la cubierta del mismo, con tus movimientos t� te deslizases
"n�uticamente".
Te mueves como una sirena, sobre �l rozas tu culito -con el
colch�n-. Adem�s de ello, te procuras un contacto seguido, voluntario y muy
�ntimamente querido. Es un toque m�nimo, que agrades, el sentirte deslizar y que
realzas con estirones, espor�dicos a las ataduras de mu�ecas y de tus tobillos.
Tus ojos me imploran, que te toque o que te castigue.
Cruelmente para tu estado, te pongo mis dedos sobre tus labios para que me los
lamas y me los sorbas. Tu excitaci�n te hace lamerme "con ganas entre los
dedos", sigues con tu lengua los bordes de cada una de las u�as. Con tu lingual
tacto, ensalivas tus papilas, me la pasas as� y me notas los m�s m�nimos
relieves de todas y cada una de las l�neas de pliegues articulares y con la
puntita estirada me las palpas. Te pones concentrada y afanosa a la labor con
labios y lengua.
Usas el filo de los diente, para raspar y me muerde un poco.
Te haces notar, en la contundencia de las marcas, que vas dejando en mis
nudillos. Me parece que cada uno de mis dedos te parece un caramelo estirado o
un helado, del que tomas su sabor.
Disfrutas el momento, disfrutas de tu cuerpo entreg�ndose �de
esta forma- a m� Te puedes mirar a tu misma, en toda tu longitud, desde esa
posici�n. Ves como te estremeces, como te alargas de miembros y como arqueas tu
tronco ondul�ndote. Tiritas y te vives en todas tus zonas.
Vives una armon�a �ntima y en las extremidades te estiras m�s
visiblemente. Noto tu pecho subiendo y bajando, y tus ojos me miran tambi�n a
m�. Tu indefensi�n, es como una ofrenda que se cumple para conmigo. Tu organismo
agradece todo lo que yo, con mis acciones te regalo en este momento. Cierras los
ojos, y te concentras en un lugar o en otro. Vives por encima de lo que antes
conociste.
Ahora me sientes m�s intensamente, y vives tu sensualidad de
variadas maneras y desconocidas maneras (respecto a tu mundo anterior). Lo que
haces te hacer salir de ti misma, para entregarte m�s. Y los momentos son una
aventura y una emoci�n que se encadena con la siguiente. Te cuesta respirar, a
ratos cierras tus ojos; pero enseguida tomas aire y los ojos se te abren para
observarme, al detalle: cada maniobra cada atenci�n, cada tocamiento, cada
matiz...
Yo por mi parte, paladeo el interior de tu boca, y noto los
mimos que me deparas, con tu entretenimiento bucal. Es como si retrocedieses a
la infancia. Noto como te inquietas y como se te ponen salidas, las cimas de tus
pechos. Tus tetitas me dicen que est�s saboreando y disfrutando el momento. Has
querido estar a mi merced, no te basta el puro sexo, las penetraciones y los
tocamientos.
Te gusta estar viva, pero si puedes elegir "te confiesas" que
prefieres estar entregada e indefensa. Lo has so�ado muchas veces y ahora lo
est�s viviendo conmigo. Y tu co�ito se anega, vierte un ri� de efluvios l�quidos
y olorosos. Tu mente se trastorna, dichosa por conseguir estar en manos de
alguien y gozar fuera de tus l�mites�