Luego de ser utilizada como una puta por �ngel, mediante
enga�os, ya no quise estar a su lado m�s tiempo. No le volv� a dirigir la
palabra en todo el camino de regreso a su chalet, y el trataba de hallar alg�n
medio para mitigar mi enojo. Sab�a que lo que hab�a hecho era horrible, pero el
tipo es tan sinverg�enza que trataba de echarme a mi la culpa.

No le contest� ni le habl� m�s, como ya dije. Me fui en
silencio y sin mirarlo hasta el chalet, me aguantaba una horribles ganas de
llorar, �c�mo puede caer tan bajo? �Qu� hab�a pasado conmigo? Y la imagen de mi
esposo no me la pod�a sacar de la cabeza, lo amaba y lo extra�aba mucho, lo
necesitaba.

�ngel sali� en cuanto llegamos, se llev� su lancha de motor,
supongo que ha comprarme el dichoso regalito. Yo no me qued� parada y esperando,
hice mis maletas y sal� al muelle, afortunadamente pas� una lancha fletera que
me vio. Le pagu� bien al piloto y me sac� de all�, hasta un pueblo en donde tom�
un bus. Hasta ese momento derram� algunas l�grimas.

Como a la hora, �ngel me llam� hist�rico y enojad�simo, que
d�nde estaba, que por qu� me hab�a ido. Me exigi� que me bajara en alguna
parada, pues el pasar�a por mi de inmediato. No voy a decir la manera como lo
mand� a la mierda. Adem�s, tambi�n le dije que me ir�a hasta mi casa, cuando en
realidad tom� un segundo bus que se dirig�a hacia Cob�n, donde vive mi hermana
Luc�a y su esposo Arturo, los "Perros de Alquiler".

Arturo solo me ve�a, no quer�a que el me dijera nada, pues
sab�a que solo me dir�a verdades y no lo que yo deseaba escuchar� igual tuve que
o�rlo.

Me salv� la campana, su sobrinita se iba a graduar de
pre-primaria y el no pod�a faltar. Dije que me salv� la campana porque de verdad
que no sab�a qu� decirle a Kike, no ten�a ni idea, y el tampoco, de eso pod�a
estar segura. Ten�a por lo menos 2 d�as para pensar en todo lo que era mi vida,
2 d�as.

Para todo aquello, eran como las 12 del medio d�a. Ahora que
lo pienso, me parece que no les dije cu�l hab�a sido el paradero de mis beb�s.
Pues bien, luego de la separaci�n, los mand� con ellos, con Arturo y Luc�a,
diciendo que no estaba para poderlos cuidar adecuadamente. En parte esa fue la
raz�n principal de que Arturo estuviera tan molesto conmigo, ciertamente no
estaba en condiciones de cuidarlos, pero si de coger y de hacer de ramera. La
verdad, ten�a mucha raz�n en estar molesto.

No me habl� en todo el resto de la tarde, tan solo lo ve�a
caminar dirigi�ndome miradas molestas. Luc�a si me comprend�a un poco m�s, pero
no me justificaba de ninguna forma. Ella casi hab�a pasado por lo mismo y sab�a
lo dif�cil que era para nosotras, las Ovalle, manejar el sexo, pero me dec�a que
primer ven�a la familia y luego la diversi�n.

La noche cay�, los ni�os estaban muy entretenidos mirando una
pel�cula. Me encanta lo bien que mi Kik�n y mi Estelita se llevan con Arturito y
Lucy, mis sobrinos. Luego, al hacerse m�s de noche, Se quedaron bajo el cuidado
me Pamela, una linda muchacha que trabaja para los suegros de mi hermana. Do�a
Carmela, una elegante mujer cercana a los 65 a�os, de cabello negro entrecano
crespo y un frondoso cuerpo, con una par de senos que destacaban entre todo. Aun
no perd�a su mirada felina, muy agresiva. Don Norberto hab�a cumplido ya los 70,
era una afable anciano, corpulento y fuerte, aunque ya la edad le estaba cayendo
encima, especialmente en el �rea del vientre. De ellos ya saben, si es que
leyeron mi serie de "De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida", si no, los invito
a que los hagan.

Ellos son una pareja muy comprensiva, y en ning�n momento me
juzgaron. Pero si me dijeron que deb�a arreglar las cosas cu�nto antes, que esos
asuntos nunca deb�an encomendarse a la sabidur�a del tiempo, estaba de acuerdo
con ellos.

Lleg� la hora de dormir para los ni�os, yo mismo los llev� a
sus cuartos y los acost�. Me qued� pensando un poco en lo que ten�a que hacer,
si, de verdad que no pod�a dejar pasar las cosas m�s tiempo, ten�a que resolver
todo aquello y r�pido. De repente ca� en la cuenta de que no sab�a en d�nde
estaban todos. Los busqu� por toda la posada (los pap�s de Arturo viven y tienen
una posada muy bonita en Cob�n) pero no los pude hallar. Entonces record� lo que
mi hermana me cont�, de d�nde se escond�a para ver a sus suegros con sus
jueguitos sexuales, as� que me apresur� a buscar la bodega, tal vez all�
estar�an todos.

Llegu� y me qued� parada en la entrada, dudaba si entrar o
no, si estaban all�, eso no me incumb�a a mi. Entonces una mano se pos� en mi
hombro.

Entr� a la bodega, nos fuimos sigilosamente hasta donde
estaba un puesto de observaci�n muy discreto, supongo que all� es donde se
escond�a Luc�a. All� estaban mi cu�ado y su padre� desnudos. Norberto estaba
sentado sobre una silla met�lica, con un impresionante falo parado, eran 18 cm
muy gruesos, coronados con un piercing plateado que sal�a por el meato, un
aut�ntico "pr�ncipe Alberto". Era un viejo aun de muy buen ver, con un pecho
amplio, velludo, aunque canoso. Sus tetillas exhib�an tambi�n sendos aros de
plata.

Sentado sobre el suelo, entre sus piernas, estaba Arturo. Ese
tipo siempre me impresion�, aun cuando era solo novio de Luc�a, siempre fue
guapo. Sin embargo, ahora estaba hecho todo un semental. Con sus 45 a�os era
casi un f�sico culturista cubierto de pelo, era velludo como un oso, con los
m�sculos muy marcados y grandes. Barbado, mirada alegre y amable, nalgas grandes
y redondas, pene de 18 cm, algo menos grueso que el de su progenitor, �estaba
para com�rselo!

Platicaban como si nada, Nor le contaba acerca de un negocio
que le hab�an propuesto a una de las hermanas de Arturo, y le expresaba sus
reservas respecto a este. Le ped�a consejo a su hijo, que es administrador de
empresas.

Yo ya sab�a que Arturo cog�a con su padre, pero nunca los
hab�a visto, y me parec�a incre�ble� �estaba alucinando, eran padre e hijo! Mi
cu�ado meti� el grueso glande del viejo a la boca, casi no le cab�a pero igual
estaba haciendo una buena faena, lami�ndolo con fuerza, mientras lo agarraba con
ambas manos y lo pegaba a su cara. A ratos bajaba y le lam�a los huevos, 2 bolas
grandes y peludas. A veces bajaba m�s y le daba lengua al ano de su pap�, para
subir de nuevo y repetir todo nuevamente. Algo que le gustaba hacer era
mordisquear con suavidad el arete que su viejo exhib�a en el glande,
jalone�ndolo con los dientes con mucha delicadeza.

Arturo se puso de pi�, su padre tambi�n, el primero se coloc�
de espaldas, arrodill�ndose sobre la silla mientras su padre le acariciaba las
nalgas y el ano. Jug� un poco con el, restregaba la cabeza de hongo de su
herramienta por todo lo largo de la raya de su hijo, el cual ten�a los ojos
cerrados y respiraba agitadamente. Su pene estaba sumamente hinchado y ve�a
desde lejos que quer�a acabar ya.

Por fin el viejo lo empez� a penetrar, lo hizo lenta y
pausadamente, sin prisas ni nada, para desesperarlo, para hacerse desear. Arturo
empujaba las caderas hacia atr�s, quer�a sentirse invadido por su padre de una
buena vez, pero este no quer�a, iba a su propio paso.

mi sexo me palpitaba, lo sent�a hinchado y caliente bajo la
tela de mi ropa, con los labios vaginales repletos de sangre y mi conducto
rebosante de fluidos, clamando por una buena estaca que me partiera en 2. mi
hermana ya met�a una de sus manos entre su pantal�n, masturb�ndose
fren�ticamente, pero teniendo cuidado de no hacer ruido. Me lam�a y chupaba un
seno, que sac� por debajo de mi brasier y mi blusa. Yo segu�a frotando mi
entrepierna, mientras met�a mi otra mano baje su pantal�n, por las nalgas,
acarici�ndole el agujero posterior y jugueteando con sus dedos, que, desde el
frente, sal�an a mi encuentro. Est�bamos verdaderamente perdidas en la lujuria,
hirviendo, casi derriti�ndonos.

Norberto besaba la nuca de su hijo, al tiempo que mov�a en
c�rculos sus caderas y empalaba cada vez un poco m�s a su hijo, que ya respiraba
como toro resoplando. Le daba tambi�n un vigoroso masaje en los huevos, y le
frotaba la verga. A medida que este se sent�a m�s clavado, sent�a tambi�n la
gloria, con forma de un indescriptible placer que iniciaba en su ano, se
dispersaba por su pr�stata y genitales, y sub�a al resto de su cuerpo.

Arturo sinti� cada cent�metro de verga que ingres� en su
interior, cada vena. Su pap� le arranc� profundos suspiros cuando inici� los
movimientos de embolo, entrando y saliendo con su tremendo falo, al mismo tiempo
que acariciaba y sobaba el pene de su v�stago, restreg�ndole la cabeza y
jal�ndolo y estir�ndolo, era un amante muy experimentado. Por mi parte ya ten�a
a Luc�a temblando, casi convulsionando, v�ctima de un fuerte orgasmo que ten�a
que disfrutar en silencio. Dejo mis manos totalmente embarradas.

Don Norberto le dio duro a su hijo, 15 minutos despu�s lo
estaba taladrando como un loco, sosteni�ndolo firmemente de las caderas, con su
hijo ya puesto en 4 en el suelo (se cay� por la potencia de las penetraciones de
su viejo). Era incre�ble como gritaba, ya hab�a tenido 2 orgasmos, que derram�
sobre la silla y en el suelo, en ambos casos limpi� inmediatamente con la
lengua.

El calor crec�a, el pene de Nor entrando y saliendo del culo
de mi cu�ado me ten�a afiebrada, ya hab�a tenido un orgasmo tambi�n y me
acercaba al otro, no sab�a cu�nto tiempo iba a poder aguantar, mi hermana y yo,
sin gritar de placer. Mi pantal�n ya estaba en mis rodillas, el de Luc�a igual,
nuestras blusas arremangadas bajo nuestro cuello y nuestros senos al aire.

Nuevamente eyacul� sobre el suelo, fueron varios chorros de
blanca leche, que r�pidamente se apresur� a sorber con la boca y lengua,
agach�ndose y dej�ndole el culo paradito a su pap� para que lo siguiera cogiendo
a gusto.

Norberto tampoco era de hierro, de un momento a otro empez� a
gesticular m�s, se estaba acercando al cl�max. Luc�a y yo tambi�n, nos ve�amos
las caras enrojecidas y sudorosas y sab�amos que casi acabar�amos al mismo
tiempo, masturb�ndonos mutuamente.

Entonces, y justo cuando nos orgasme�bamos, entr� do�a
Carmela, pesc�ndonos con "las manos en nuestras masas".

Al final, padre madre e hijo, se nos quedaron mirando a Luc�a
y a mi, que aun est�bamos acuclilladas en el suelo, calientes y con las manos�
"en las masas". Pero bueno, a esas alturas, y con esa familia, no nos dijeron
nada� hasta pasamos a participar. Pero eso se los cuento otro d�a. Mientras
tanto les agradezco su atenci�n y sus cartas, y los invito a continuar
acompa��ndome, ya falta poco para el final. Mientras, sigan escribi�ndome a mi
correo electr�nico:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO, besos y abrazos.

Continuar�

Garganta de Cuero.