UN VIAJE A MALLORCA.
Celos e infidelidades.
La mano que evita que el ascensor se cierre es grande y
bronceada. Es la mano izquierda: debajo de una fina y elegante camisa de seda de
manga larga en tonos rojos, sobresale un reloj Rolex de caballero.
Al instante las puertas se entreabren y aparece la imponente
figura de Pelayo, el director del hotel.
Cuando mis ojos se cruzan con los suyos, siento mi coraz�n
latir muy fuerte y empiezo a temblar como una quincea�era en su primera cita; el
peluche (que t� llevabas, pero me lo diste) se cae de mis manos y �l sin dejar
de mirarme se agacha, lo recoge y al d�rmelo me sonr�e y dice:
Es muy bonito, pero no tanto como t�!.
D� un paso al frente, se mete dentro y las puertas se
cierran; yo estoy muy nerviosa y retrocedo unos cuantos pasos hasta quedarme con
la espalda pegada al espejo. Al notar el fr�o tacto del cristal contra la
desnuda piel de mi parte posterior doy un salto y se me escapa un taco: mierda!.
�l acerca su dedo �ndice a mis labios y cubri�ndolos me dice en un susurro:
Shhh!. Eso no se dice!. Las chiquillas tan guapas no hablan
mal...
Se pega mucho a mi cuerpo y asi�ndome de la cintura me
arrincona en la pared.
Coge el peluche y lo deja en una esquina de la puerta.
Como dije antes Pelayo es un hombre muy alto y a pesar de que
llevo tacones s�lo le llego al pecho; estoy casi indefensa: en medio de cuatro
paredes, en brazos de un desconocido, pero un hombre muy atractivo que me atrae
much�simo y que me ha seducido desde el momento en que me mir� con sus preciosos
ojos marrones.
Mientras me acaricia la espalda, hunde su nariz entre mi pelo
y aspira el olor a rosas del champ� con el que Carmen me lo lav�; acercando su
boca a mi orejita me lame con su h�meda y caliente lengua.
Yo tengo los ojos cerrados, pero noto como se me eriza la
piel y aunque mi mente dice: "Al�jate de �l, no le seas infiel a Marcos", mi
coraz�n grita: "D�jate querer y disfruta". Al final, este primer asalto lo gana
mi mente.
R�pidamente me separo de �l y le digo que me deje; me acerco
al panel de botones y oprimo el sexto.
El elevador empieza a subir.
�l me mira con cara de incredulidad y me pregunta:
Qu� te pasa, acaso no te gusta lo que te estoy haciendo?.
Le respondo ingenuamente (�no de mis mayores defectos) que
s�, que me gusta mucho, pero no es correcto; que yo soy una mujer �estoy a punto
de decir casada, pero no quiero mentirle- "comprometida", que estoy apurada; que
t� me esperas abajo a las ocho (miro mi reloj y veo que faltan 10
minutos)...cincuenta excusas �todas ciertas- para intentar calmarme y no
demostrarle lo mucho que me atrae, aunque s� que �l sabe que me gusta.
Vuelve a cogerme, pero ahora me abraza m�s fuerte y mir�ndome
fijamente me dice:
Dime que no me deseas y prometo que te dejar�.
Levanto mis ojos y mirando su atractivo rostro, le susurro
que no puedo decir eso y a�ado mi coletilla preferida: "yo casi nunca miento".
Al o�rla, me sonr�e y acto seguido me besa, pero no como antes �un breve roze-
sino que me d� un intenso, profundo y apasionado beso.
Introduce su lengua en mi boca igual que si me penetrara.
El elevador est� a punto de llegar a su destino y �l
separ�ndose de m�, aprieta el bot�n de stop. Al quedarse parado vuelve a unir
sus dulces labios a los m�os y sus grandes manos recorren mi espalda. Me
acaricia con suavidad mientras me dice en voz baja:
Te deseo, quiero poseerte. Desde que te conoc� no hago m�s
que so�ar con estar contigo y hacerte m�a.
Yo empiezo a temblar y suspirar de emoci�n, pero le digo que
no puedo serte infiel porque ser�a traicionar el profundo amor que me tienes.
Entonces me dice:
De acuerdo, pero quiero algo tuyo para recordarte.
Durante un segundo pienso que puedo darle y al momento lo s�:
me alejo de �l y subi�ndome la falda �sin dejar de mirar su cara- me bajo el
tanga, lo deslizo por mis piernas y se lo doy.
Pelayo se acerca a mi cuerpo y acarici�ndome el cabello me
dice con voz muy tierna:
Gracias. Huele a t�: a caramelo. Eres una mujer muy dulce!.
Le sonr�o t�midamente y acerc�ndome a �l, acaricio su mejilla
y beso suavemente sus labios.
Me aproximo al bot�n de stop y lo desactivo. El ascensor sube
un piso m�s y al llegar las puertas se abren; al momento en que voy a salir, me
coge de la mano y me pregunta:
Vendr�s esta noche a la fiesta?. Me gustar�a verte y bailar
contigo a pesar de lo que diga tu marido...
Le respondo que por supuesto que ir� y que me encantar�
bailar con �l y tambi�n le confieso que t� (Marcos) no eres mi esposo que somos
�me sonrojo al decirlo- nov�os. Se r�e y exclama:
S�, eso me dijo un camarero amigo tuyo!. Supongo que sabes
de qui�n hablo o no?.
Pongo las manos en jarras y con cara seria �de broma- le digo
que cuando vea a Joanet (Juanito) le voy a zurrar por tener la lengua tan larga.
Pelayo se r�e a carcajadas y dice:
�l me dijo lo mismo cu�ndo esta ma�ana le ped� informaci�n
sobre t�, y tambi�n me pregunta: parlas mallorqu�?.
Le respondo que un poquet y le cuento en un minuto "la
historia de mi vida". Al ir a recoger el mu�eco, me abraza de nuevo y me dice:
Eres muy bonita y me gustas mucho.
Y vuelve a besarme dulcemente en el instante en que el reloj
suena anunciando las ocho en punto.
Abro los ojos y separ�ndome de su boca �mmm- le digo que debo
irme. Salgo de dentro y al darme la vuelta e ir por el pasillo; antes de que las
puertas del ascensor se cierren exclama:
Tengo tu ropa interior y nunca te olvidar�...Te ver� en la
discoteca.
Doy un hondo suspiro y hecho a correr hacia la habitaci�n.
Enseguida que entro dejo el diablito y la mochila encima de
la cama y lanz�ndome sobre el tel�fono, llamo a recepci�n; Ana descuelga y
tenemos esta conversaci�n:
Hotel Riu Playa Park, d�game?.
Ana, hola soy Pili, de la suite 609...
S�, hola Pilar ya te conoc� por la voz, en qu� te puedo
ayudar?.
Lleg� ya el grupo del IMSERSO?.
No, a�n no, pero no creo que tarden mucho m�s. Por qu�?
Es que tenemos una cita con un matrimonio de abuelitos.
Est� por ah� Marcos?.
Ah, ya s� qui�n: los Guti�rrez; son maj�simos. Dame un
momento...
De fondo suena la melod�a de "Imagine" de John Lennon y
mientras espero me quito la falda, con lo cu�l me quedo desnuda de cintura para
abajo.
Pilar?.
Dime, Anita guapa.
Gracias por el piropo, jajaja!. Marcos me pregunt� d�nde
est�s?.
Estoy todav�a en la habitaci�n cambi�ndome de ropa, es que
tuve problemas en quitarme las sandalias.
Ya v� antes que las cintas son complicadas, pero son muy
elegantes...
Me lo entretienes un ratito?.
Por supuesto, t� no te preocupes...yo te lo cuido. Est�
sentado en un sof� leyendo el "MARCA".
Vale, hasta ahora. Chao.
Pilar, le d� tu recado a Juan y lo not� nervioso, pasa algo
malo?.
No, bonita, todo est� muy bien.
Perfecto entonces.
Gracias.
De nada.
Y as� terminamos la charla.
Cuelgo el aparato y mientras voy hacia el armario me desato
el top y me lo saco tambi�n. Tengo los pezones erectos y duros y mientras pienso
en lo que me ha dicho el director e incluso recuerdo las apasionadas tardes que
pas� junto a Enrique en aquella caba�a, no puedo �ni quiero- evitar tocarme los
pechos.
Me siento en la cama y empiezo a desatar las cintas, tampoco
tardo mucho rato, pero como he usado ese "trabajo" como impedimento, me lo tomo
con calma...
Al descalzarme guardo la ropa en la troley y saco las tres
prendas que me voy a poner ahora: un bustier de algod�n blanco de tirantes
(corto que me deja el ombligo al aire), un pantal�n pirata el�stico en color
lila y la chanclas blancas de ayer. No me pongo ropa interior...
Me visto con r�pidez y cogi�ndo la mochila saco el l�piz
labial y el perfume; me pinto los labios y me aplico unas gotas de "ABRIL" en la
nuca, en el canalillo, en las mu�ecas y en los tobillos.
Me encanta esta fragancia: es dulce, suave, rom�ntica y muy
mimosa. Me identifico totalmente con ella.
Miro el reloj y veo que casi son las ocho y cuarto, voy al
ba�o y en un minuto me peino el pelo en una cola de caballo; y me pongo el
coletero negro que llevaba puesto el viernes por la ma�ana cuando llevaba la
trenza.
Ya estoy lista y al abrir la puerta y salir al pasillo veo a
Paul y Katy �la pareja Inglesa- que vienen muy contentos y abrazados.
Se paran a hablar conmigo.
Continuar�...