Hola lectores de TODORELATOS.
Soy Andr�s, con un nuevo relato de mis aventuras con hombres
maduros
Lo que les voy a contar sucedi� cuando tenia 16 a�os,
actualmente tengo 38.
Uno de mis mejores amigos de mi juventud, Ricardo, viv�a muy
cerca de mi casa, y nuestras familias manten�an una amistad de muchos a�os dado
el tiempo que ten�an de ser vecinos.
El padre de mi amigo es un se�or de 57 a�os, muy velludo,
alto (1.85), un poco gordo, con barriga, medio calvo y con algunas canas. Voy a
llamarlo Carlos para no dar el verdadero nombre. Tenia un trabajo de oficinista
en una gran empresa. Es un hombre muy callado y tranquilo.
Desde que descubr� mis inclinaciones sexuales (homo), me
gust� mucho el Sr. Carlos y me conformaba con verlo de cerca cuando visitaba a
mi amigo en su casa. Disfrutaba de esos momentos ya que siempre que estaba en
casa, estaba con el pecho descubierto y yo pod�a admirar su cuerpo velludo,
velludo.
Un d�a estaba jugando en casa de mi amigo cuando me dijo su
madre que ten�a que llevar a Ricardo al medico, que si no me importaba quedarme
en su casa esper�ndolos. Que no se demorar�an mucho y que pod�a quedarme jugando
hasta que regresaran.
Esa era mi oportunidad y no la desperdici�.
El Sr. Carlos estaba en el jard�n trasero leyendo el diario y
me acerqu� diciendo que ya estaba aburrido de jugar y que si hab�a alguna
noticia interesante. Me puse detr�s de la silla donde estaba sentado (y con los
pies apoyados en un banco) y empece a leer el diario. Me dijo: "mira por ti
mismo".
En un momento dado empez� a masajearse los pectorales
velludos y le dije:
-Yo: �Le duele?
-�l: No, es que me gusta sentir entre los dedos los vellos.
�Alguna vez lo haz hecho?
-Yo: No, no soy velludo, y menos como Ud.
-�l: �quieres probar?
Y lance mi mano directamente a su pecho. Que sensaci�n tan
especial. Le pasaba mi mano por todo su pecho, barriga, axilas y cuando le toque
las tetillas, solt� un suspiro de satisfacci�n. Eso me hizo repetirlo m�s veces.
Y dice:
-�l: mira esta noticia.
-Yo: �cu�l?
-�l: la que esta aqu� debajo de la pagina.
Al mirar, era un anuncio de jabones de ducha que no
interesaba nada. Lo interesante era que debajo de la noticia se le notaba una
gran erecci�n.
-Yo: Que noticia m�s grande, me gustar�a leerla m�s de cerca.
-�l: vamos a la habitaci�n para que la veas mejor.
En el camino a su habitaci�n, �l venia detr�s de mi, me
levanto la camiseta y toco mi espalda dici�ndome que no tenia nada de vellos.
Ya en la habitaci�n se bajo el pantal�n corto que tenia y me
dejo ver su miembro erecto cubierto de pelos negros y blancos. Tendr�a unos 16
cm., grosor normal, con la cabeza un poco m�s grande que el resto la cual
brillaba por el liquido que le sal�a de la punta. Me arrodille y empece a chupar
ese miembro delicioso.
Se acost� en la cama y abri� las piernas. Que hermosura de
hombre. Desnudo y erecto proced� a darle una gran mamada de huevos, miembro,
ingles, tetillas, cuello, todo lo que pod�a chupar. �l guiaba mi cabeza a donde
quer�a que le chupase, gimiendo y respirando profundamente.
En poco tiempo obtuve mi premio: una buena raci�n de leche
blanca y viscosa. Segu� chupando hasta dej�rsela bien limpia.
Nos quedamos un rato en la cama y me dijo que tenia muchos
d�as que no eyaculaba ya que su esposa estaba disgustada con �l y yo sal�
beneficiado.
Quedamos que cuando se quedara solo en casa, me avisar�a para
repetir.
No hizo falta esperar mucho, ya que desde ese d�a, permanec�a
mucho tiempo en casa de mi amigo y con relativa frecuencia nos dejaban solos. De
esta forma seguimos por un a�o y medio, hasta que se mudaron a otra ciudad.
De los otros encuentros, les dar� m�s detalles en un relato
pr�ximo.
Muchas gracias y suerte a todos los lectores.
Hasta pronto.