Corr�a una tarde de invierno, el cielo estaba nublado, desde
el atrio de mi casa observaba el viento que soplaba, la lluvia era inminente,
por la calle miraba como los vecinos se preparaban para la tormenta, muchas
parejas corr�an para llegar a sus casas antes del chaparr�n.

Despu�s de terminar mi carrera decid� pasarme un a�o ayudando
a mis padres en su negocio, antes de contratarme para una empresa, a mis 22 a�os
la vida es tranquila y gracias a Dios mis padres me han apoyado mucho, soy hijo
�nico y mis obligaciones consisten en abrir la tienda y cubrir el turno de la
ma�ana, por las tardes mi padre se hace cargo y mi madre se dedica ha realizar
las cuentas en su oficina, yo en cambio camino visito a mis amigos o me dedico a
disfrutar mi pueblo.

De pronto estaba en mis pensamientos, cuando o� el timbre,
eran mis t�as Karime y Malena, dos hermanas de mi madre, solteras las dos, de 40
y 46 a�os, que acostumbraban los jueves tomarse el caf�, por lo que pasaban por
mi madre a las siete, eran las cinco.

-�t�as? Mi madre no esta.

-No es que con eso de la tormenta, mejor nos adelantamos,
como nosotras no manejamos.

-P�senle �mientras les daba el acostumbrado beso-

Karime venia con su t�pica minifalda a media pierna, y su
blusa pegada, mientras que Malena �ahora mas delgada- tra�a un pantal�n amplio y
su chaqueta no mostraba nada de su cuerpo, incluso al darme el beso tenia
cuidado en que no fuera a ver su camisa.

Las invite a pasar a la sala, nos sentamos, -mientras
observaba los grandes pechos de Karime- yo me acomode placidamente, mis t�as
empezaron a platicar entre ella, les dije:

-Si quieren le hablo a mi mama, para que sepa que ya estan
aqu�

-No te molestes, se trata de no presionarla

-No es problema �las nalgas de Male a pesar del pantal�n eran
grandiosas-

-Que termine sus cosas, total ella trae el coche y no se moja

-Tienen raz�n

El clima presagiado era realidad, la lluvia de invierno
arremet�a contra el techo, su ruido peculiar era nuestro compa�ero. Note que mi
t�a Karime que esta enfrente de mi, cruzaba varias veces las piernas como si
estuviera nerviosa, sus movimientos �lentos-, me mostraban sus bien cuidadas
piernas, as� como un tanguita de color rojo que al moverlos dejaba ver, mi
aparatito reaccionaba, al principio lentamente, pero su nerviosismo me
transmit�a tensi�n por lo que se endureci� r�pidamente, desgraciadamente yo
tra�a un b�xer amplio por lo que mi pantal�n parec�a volc�n en erupci�n.

Mis pensamientos me traicionaban, me pare para ir a mi cuarto
y cambiarme de calzones.

-Ahora regreso, voy a mi cuarto un momento

-Estas en tu casa

Me dirijo a mi cuarto, me meto en mi ba�o, me quito el
pantal�n y me quito el b�xer, mi erecci�n no bajaba, me inicie una pajita, en
eso oigo ruidos. Salgo del ba�o a mi cuarto, era mi t�a Karime.

-Que buen espect�culo �en ese momento me doy cuenta que tengo
el p�jaro en el aire-

-Perd�n �tap�ndome con mis manos mi erecto instrumento-

-No te preocupes, hijito �me voltee para dirigirme al ba�o-

-�adonde vas? �Ven ac�?

-Disc�lpame

-Ven para ac� sino quieres que se lo platique a tu madre

-No, por favor �mi mama siempre me ha hostigado-

Me voltee, ella me indico con sus manos que lo dejara libre,
mi verga estaba muy dura.

-Ven hijito

-�Qu� quieres?

- Ya sabes has de haber tenido muchas novias en la uni

-�C�mo crees? �Se me acercaba sin dejar de ver mi falito-

-Debes de hab�rtela pasado bien con ella, debemos compartir
la experiencia

-Deber�s t�a, sigo siendo quintito �su cara de sorpresa
inundo su rostro-

-����VIRGEN????

-Si t�a, no te niego que me dado fajesines y muchos besos,
pero�

-�no te creo? -Mientras tomaba mi instrumento con sus manos-

-Si t�a �sus movimientos me pon�an a mil-

-Soy tu t�a�. d�jate

-D�jame t�a �mientras corr�a para el ba�o-

Cerr� la puerta, r�pidamente me volv� a vestir, -del susto se
me bajo- o� como mi T�a cerraba la puerta �mi cuerpo tenia un calor que nunca
hab�a sentido-, Sal�, me encamine a la sala, en el pasillo o� como ambas
discut�an.

-Male te digo que creo que si �mi cuerpo sinti� un toque
el�ctrico-

-No, Kari este muchachito ya debe estar muy barrido

-Yo vi. Como se pon�a rojo y todo le temblaba

-Estaba actuando

-�si hubiera actuado! Me hubiera cogido �mi verga se volvi� a
endurecer-

-Es un cabr�n

-Te digo que esta tierno, �es lo que siempre quer�as?

-Pero no de la familia �la disputa era yo-

-�Qu� importa? �la verdad mis t�as estan buenas-

-Ya Kari el que tu seas una verdadera puta a mi no me importa

-Ya d�jate de chingadera el muchacho te tiene con calentura y
�ahora no?

-�tu crees que quiera? �sus nalgas en su discusi�n se
agitaban lo que me aceleraba-

En eso suena el timbre, era mi madre, abrieron la puerta, mis
t�as la saludaron, me gritaron dici�ndome adi�s y r�pidamente se encaminaron a
la camioneta para irse a su tarde de caf� con todas sus amigas, yo me quede con
la verga muy dura, me encamine a mi cuarto donde me duche, mientras me fulmine
una pajota larga a cargo de mis t�as.

Por la tarde me fui de ronda con mis amigos, como a las diez
regrese mi padre refunfu�aba porque mi madre no hab�a regresado para darle su
cena, mas tarde llego mi madre, calmo a mi viejo, cenamos los tres, en el caf�
de sobremesa.

-Tus t�as quieren que ma�ana en la tarde las ayudes en su
casa

-�pero mami? �Es viernes? Si te dije que iba a ir con Roberto

- �Que no puedes ayudarlas! �pensando en las palabras de mis
t�as mi muchacho reacciono-

-Bueno, d�jame hablarle a Roberto.

-Te quieren a las cuatro.

-Ah� estar�.

En la noche mi coraz�n palpitaba mucho, la verdad en la uni,
tuve dos novias pero con ninguna lo hice, si nos dimos nuestros chupetes,
incluso en los sexos pero nada de coito.

A las cuatro llegue a casa de mis t�as, vivian en un casco de
una hacienda en las afueras de la ciudad, como eran solteras no ten�an gente que
las ayude, solo los campesinos que labraban el campo y atend�an la pizca, mi t�a
Karime me recibi� con una gran beso, mientras sus manos sobaban mi cuerpo,
vest�a una bata corta de color violeta tenue, sin ropa interior, sus amplios
pechos se notaban adem�s el pliegue de la bata se pegaba a la uni�n de sus
nalgas, por lo que estas de muy buen tama�o despertaron a mi pajarito. Me
introdujo a la sala, abri� sus piernas �su vulva sin braga brillaba- y me dijo:

-Pues bien, te necesitamos

-�para que?

-Como has o�do a Malena su novio la abandono un d�a antes de
casarse

-�y? �Mientras sus piernas mostraban su rajita bien
recortadita de pelos-

-Pues tu t�a esta con calentura por ti.

-�mi que�.

-lo que oyes�

-�no puede ser!

-Ella siempre dijo que solo con un quinto la har�a y desde
que volviste de la uni anda que no puede dormir� se fue al gym� ha bajado ocho
kilos de peso� corre todos los dias�. En fin que no se le baja con nada�

-�yo que? Yo tambi�n tengo sue�os�.

-Tu t�a es tan inexperta como cualquier jovencita�.

-�Pero�.

-No hay peros, hoy eres nuestro y si te rajas me quejo con mi
hermana y ya veras�

-Bueno!!!! � Mi verga y la curiosidad me tra�an loco-

-Vamos a merendar y ah� platicamos, quiero que veas a tu t�a
como una presa, no como una solterona no apacible, buscale el �ngulo.

-No si esta rebuena, he visto como no le quedan los vestidos
y los pantalones que ya no llena

Nos encaminamos al comedor, Male vest�a un vestido corto de
una sola pieza, sin tanga pero con un bra, ya que se notaba en su espalda los
tirantes, sus pezones se notaban en su escote ligero, que enso�areaba el
canalillo, sus pompas que siempre han estado tremendas, ahora se ven firmes y
redondas y su monte es abultado, sus piernas muy bien torneadas destacan sobre
su falda y sobre todo muy bien depiladas, un muy buen cuero, a pesar de sus 46
a�os se ve que esta para estrenarse.

Durante la merienda los besos de Male y las sobadas de Kari
abundaron, al rato nos fuimos a caminar Male y yo, platicamos sobre todo, sobre
la necesidad que ambos ten�amos, sobre como so�amos la primera vez, sobre novios
y novias, en fin, por primera vez mi t�a me tomo en serio y a mi se me antojaba
mucho ella, nos acariciamos, nos fajamos un buen rato, nos toqueteamos nos
besamos y seguimos una muy buena platica, pero lo mas importante nos gustamos,
nos acomodamos el uno con el otro, y nuestra temperatura subi� mucho.

Cuando nuestros cuerpo lo sent�an, nos fuimos al casco, me
gui� hasta su cuarto, una habitaci�n medieval, con una gran cama matrimonial en
estilo austero, la cama tenia un poste en cada esquina y sobre ella un velo
transparente, sus buros de ambos lados estaban coronados con dos veleros, con
dos grandes velas que iluminaban el cuarto, sus muebles incitaban al
recogimiento, en el centro del cuarto una peque�a sala de tres muebles, que en
circunferencia rodeaban un tapete en forma de circulo, que belleza, mi
anododamiento no sabia si era por su habitaci�n o por ella, me sent� en el
sill�n, mientras ella fue a su ba�o, o� como corr�a la perilla del WC, sent�
como un aroma inundaba el cuarto, se apareci� ella totalmente desnuda, se
aproximo hacia mi, sus pechos si se sent�an hermosos en el faje, en perfecta
armon�a, con un abdomen muy bien cuidado, su vulva totalmente depilada y sus
nalgas incre�bles. Se acerco a m�, nos besamos, me fue desnudando lentamente, mi
camisa, mis pantalones, sus manos recorr�an todo, mis yemas saturaban mis
sentidos, su piel estaba sedosa.

Mi cuerpo sent�a a esta hermosa en celo, mi sexo revoloteaba,
me quito mi b�xer, mi pene se desbordo, ella lo tomo, lo estuvo masajeando,
hasta llegar a excitarme fuertemente, nos acomodamos desnudos en el tapete
circular, chupando el sexo del otro, la textura de sus labios, la fortalezca de
su cl�toris, sus chupes, hicieron que en breves minutos ambos llegaron
simult�neamente al cl�max, ella absorbi� mi semen, mientras mi boca deglut�a sus
l�quidos que en tres chorritos inundaron mi cara.

Despu�s nos abrazamos, nos besamos en un largo beso que duro
varios minutos, mientas nuestras manos recorr�an las colinas y valles del otro,
las yemas despertaban nuestros sentidos, nuestros cuerpos se fortalec�an, mi
falo retomaba el camino.

Nos levantamos, brindamos con nuestras copas de champ�n, la
suerte estaba echada, nuestra virginidad terminar�a, ambos est�bamos dispuestos,
nos sent�amos con el correcto, nuestro momento era ese.

Nos recostamos en la cama, me hab�a dicho que siempre so��
que seria desflorada en misionero, me acerque a ella, la bese, trabaje sus
pezones con mis manos, su cuerpo se cimbraba cada caricia era nueva, su
iniciativa disminuyo, quer�a que yo hiciera, mi lengua se asent� en su rajita,
cultive su cl�toris, su cuerpo se estremeci�, cuando sent� que estaba listo, me
puse arriba de ella, ella acariciaba mi espalda, nuestros labios se fundieron,
mi pene se acerco a su puerta, sus labios estaban abiertos, introduje suavemente
mi pene, cuando iba a la mitad, sent� algo duro que imped�a, su cuerpo estaba
relajado, su boca no quer�a separase, su respiraci�n era r�pida, sus gemidos
inundaban el cuarto, de un solo golpe, retire mi verga de la entrada, segu� con
mis besos, sus gemidos se hac�an mas frecuentes, volv� a introducir mi falo, sus
latidos eran mas fuertes, retire de nuevo mi falo, mis besos y mis caricias
aumentaban de intensidad, coloque mis rodillas a su lado, tome con mi mano mi
pajarito, recorr� sus labios, cuando sent� que su cuerpo lo pedia, sus gemidos
eran explosivos, introduje firmemente mi falo, rompiendo su himen, un poco de
fluido sent�, sus gemidos se opacaron con un grito de dolor, mis labios besaron
sus labios, deje de moverme, sus besos apasionados buscaban mis labios, sus
gemidos suavemente y lentamente retornaron haci�ndose mas frecuentes, su cuerpo
retorno sus movimientos, sus u�as se clavaban en mi espalda, mientras mi cuerpo
quer�a mas, su vulva se contra�a sintiendo mi falo totalmente hundido en su sexo
unos roces de mucha intensidad, sus gemidos aumentaban, mis movimientos de mete
y saca eran altos pero profundos, su cuerpo se estremec�a, sus jugos inundaban
mi falo, mientras mis manos recorr�an sus nalgas hirvientes que incitaban a lo
mas, nuestros cuerpos quer�an, nuestras miradas no hund�an en un deseo profundo,
me avisa que esta punto, mi verga tambi�n, nos venimos en un estallido profundo
donde nuestros cuerpos se agitan nuestros gritos inundan el cuarto y nuestros
sexos se funden mezclando jugo y semen que concluye con una gran agitaci�n
violenta.

Durante dos horas nos amamos retozando y buscando nuestro
mutuo placer, como dos reci�n aventureros, al final ambos desnudos, rendidos nos
fusionamos en un beso que termino en un largo sue�o, me despertaron las primeras
luces de la ma�ana, eran las siete de la ma�ana, voltee vi. A Male acostada
hermos�sima, me levante fui al ba�o, al regresar:

-�como nos fue? �Me dice Karime que venia con una bata
transparente mostrando lo maravilloso de sus senos-

-Muy bien

-Con que la recien cogida sigue retozando �mi verga tomo su
rumbo-

-�Madga?

-Si cre�a que te lo iba a dejar para ti solo �tomo mi verga
se puso a mamarla-

-�Ah� Kari!

Sigui� mamando por un buen rato, Male se acerco a m� y me
beso

-Quiere que cojamos juntos

-�pero mi mama?

-Ya le hable le dije que te necesitamos hasta el lunes

-�Qu� cabronas?

-Ven para aca

Despu�s los tres en la cama de Karime, que recorrimos nos
dimos un tr�o monumental mi verga tuvo que descargar dos veces en sendos culos
que estaban hambrientos, Karime quer�a que me la culeara primero, por lo que
met� mi lengua en su hoyito para que segregaran sus jugos y luego usarlos en su
ano, que hoyo de vieja, en cuanto se calent� la elasticidad del esf�nter era
macabra, mi verga entro completa a la primera, sus movimientos y su experiencia
nos llevaron a un orgasmo r�pido, Male aprovecho para ducharme papacharme y
darnos un muy buen palo de perrito, las formas y los tiempo as� como la
participaci�n de ambas nos permiti� disfrutar de ambas sin tropiezos, mientras
las lecciones de libro de kamasutra se hicieron verdad, cogimos mas de cuarenta
horas en ese fin de semana, prob� todos sus hoyos y continuamos hasta la
madrugada del lunes.

Male y yo hemos puesto nuestro apartamento en Madrid y
vivimos como t�a y sobrino con el benepl�cito de nuestros padres, Karime nos
visita cada quince d�as practicando nuestras habilidades terciarias y ella se
encarga de administrar la finca.