EL SECUESTRO.
Aquel parec�a una d�a normal, cuando despert� aquel s�bado de
verano no pens� que iba a terminar como termin�. Me llam� Marina, tengo 23 a�os,
soy una chica bastante normal y hace 4 a�os me sucedi� algo que ha cambiado
totalmente mi vida.
Entonces estaba estudiando la carrera de derecho. En verano
sol�amos ir a pasar el mes de agosto en una casa que mis padres ten�a en las
afueras de la ciudad, a unos 50 Km. en una peque�a urbanizaci�n junto al bosque.
No puedo decir que mis padres sean muy ricos, pero mi padre tiene una empresa de
transporte que nos permite vivir con cierta comodidad. Hab�a tenido un novio con
el que hab�a perdido la virginidad, y con el que hab�a roto hac�a unas semanas,
porque �l se hab�a enrollado con otra.
Aquel d�a, como cada d�a me levant�, desayun�, estudi� y
despu�s decid� ir a dar un paseo por el bosque ya que me encantaba observar las
plantas, escuchar a los p�jaros, etc. As� que cog� el camino que me llevaba
hac�a el bosque, por el que transitaban muy pocos coches. Cuando a penas hab�a
caminado unos kil�metros apareci� una furgoneta tras de m�, iba despacio y al
llegar a mi altura se detuvo; de la parte trasera salieron dos hombres con la
cabeza tapada, me golpearon en la cabeza y perd� el sentido, con lo cual lo
siguiente que puedo recordar es que despert� en una habitaci�n vac�a. Estaba
desnuda y atada con unas cadenas que bajaban desde el techo hasta mis brazos y
otras que estaban en el suelo juntos a mis pies, en los tobillos; con mi cuerpo
formando una equis y adem�s estaba amordazada, por lo que no pod�a gritar. Mir�
a mi alrededor y frente a mi hab�a un par de c�maras, una en cada esquina, yo
estaba en medio de la habitaci�n, detr�s hab�a una puerta y a cada lado una
ventana, ambas cerradas con unas persianas que dejaban pasar la luz por sus
peque�as rendijas.
Entonces o� que abr�an la puerta.
�Hola, querida! � me salud� la voz aguda de un hombre con
la cabeza tapada con un pasamonta�as, que se dirigi� hac�a a m� � Siento mucho
esto, pero es necesario. Ya hemos hablado con tu padre y le hemos ofrecido un
acuerdo que esperamos que cumpla. Mientras, t� ser�s nuestra "putita". Para
empezar te he tra�do uno regalito � dijo extrayendo un vibrador de su bolsillo
de un tama�o normal.
Lo conect� y empez� a restregarlo por mi cuerpo desnudo. Lo
pas� por mi cuello descendiendo hac�a mis pechos, primero lo restreg� por uno de
ellos en circulo, y luego por el otro, yo sent�a la vibraci�n sobre mi piel.
Luego descendi� por mi vientre hasta mi pecho y al sentirlo sobre mi pubis sent�
una sensaci�n placentera, un cosquille� que aceler� mi respiraci�n, luego lo
llev� hasta mi sexo restreg�ndolo por mis labios vaginales y haci�ndome sentir
aquel cosquilleo torturador. Seguidamente lo introdujo en mi sexo y me orden�:
Cierra las piernas.
Hice lo que me ordenaba cuando tuve el aparato apresado entre
mis piernas lo solt�. Luego se alej� de m� y sali� de la habitaci�n. Al
principio sent�a la vibraci�n dentro de m�, pero luego y poco a poco, empec� a
sentir como en mi vagina se produc�an espasmos. Primero eran cada cinco o seis
segundos, luego poco a poco fueron haci�ndose m�s seguidos hasta que no pude
evitar correrme. Tras lo cual entr� en la habitaci�n otro hombre tambi�n con un
pasamonta�as en la cabeza, este era m�s alto y m�s rudo que el que hab�a venido
anteriormente. Se acerc� a m� dici�ndome:
Muy bien, has sido muy buena chica, ahora vas a probar una
de verdad. Seguro que lo esta deseando.
�Ummmm, ummmm! � trat� de protestar.
El hombre sac� el vibrador de mi sexo, se desabroch� los
pantalones, y sac� su sexo largo, erecto y grueso, se puso frente a m� y sin m�s
me penetr�.
�Ummmm, ummmm! � volvi� a protestar. Quer�a gritar, empujar
a aquel hombre, pero no pod�a. Dos l�grimas empezaron a recorrer mis mejillas.
Mientras el hombre empujaba con fuerza produci�ndome un
desagradable dolor, yo trataba de pensar que aquello acabar�a pronto. El hombre
se mov�a con rapidez, sujet�ndome por las caderas a la vez que besaba mi cuello.
Me dol�an los brazos por la posici�n y los tirones que el hombre pegaba de mi.
Deseaba que terminara cuanto antes. De repente sent� como daba dos fuertes
empujones y me llenaba con su semen. Me sent� sucia y dese� escupirle, pero no
pod�a. Sac� su sexo de m� y tras vestirse dijo:
Te has portado muy bien, cari�o.
Conect� de nuevo el vibrador, lo restreg� por mi culo, luego
lo movi� por mi sexo haci�ndome abrir las piernas y finalmente, empez� a
introducirlo en mi culo con cierta dificultad, ya que por ah� era virgen.
Vaya, vaya, tenemos un culito virgen. Mi amigo el negro
estar� muy contento � dijo.
Cuando termin� de introduc�rmelo me orden�:
Aprieta el culito. Luego vendremos a cambiar el aparato,
hay que dilatar ese culo para el negro.
Hice lo que me ordenaba y luego volvi� a dejarme sola. De
nuevo sent�a el aparato vibrando en mi interior y como anteriormente mi culo
empez� a contraerse una y otra vez, hasta que tuve un nuevo orgasmo. Dej� de
apretar el culo, para relajar mis m�sculos y el vibrador cay� al suelo.
Enseguida entr� alguien en la habitaci�n.
Muy bien putita, te has portado muy bien. � Era el hombre
que hab�a entrado la primera vez � Te traigo un nuevo juguetito, un poco m�s
grande.
Efectivamente en la mano tra�a un nuevo vibrador unos tres
cent�metros m�s grueso que el primero que me hab�an introducido, pero este
llevaba un arn�s. Lo introdujo en mi culo tambi�n con cierta dificultad.
�Uhmmmm, ummmm! � protest� al sentir el dolor que me
produc�a al ser introducido.
No te preocupes pronto pasar� � dijo el hombre.
Lo at� a mi alrededor y luego lo puso en marcha, el dolor se
intensific� un poco. El hombre sali� de nuevo de la habitaci�n dej�ndome sola.
El aparato vibraba en mi culo y poco a poco el dolor iba dando paso a nuevos
espasmos en mi ano que me produc�an placer, un placer que cada vez se iba
intensificando m�s hasta que de nuevo estall� en un orgasmo. El aparato sigui�
oscilando en mi interior haciendo que tuviera otro nuevo orgasmo y gimiera:
�Uhmmmm!
Entonces volvi� a entrar el hombre diciendo:
Te est�s portando muy bien.
Me desabroch� el vibrador y me lo quit�. Sent� una sensaci�n
de alivio que me permiti� descansar unos segundos.
Pero no creas que hemos terminado. El negro est� deseando
desvirgarte el culito, pero necesitas m�s entrenamiento. Por eso he tra�do
esto. � me indic� ense��ndome una bolsa, de la cual sac� un nuevo vibrador a�n
m�s grande que el anterior y tambi�n con un arn�s.
�Nnnnnnn, nnnnn! � intent� protestar, pero haciendo caso
omiso el hombre me enchuf� el aparato en el culo con cierta dificultad.
De nuevo sent� dolor y ante la impotencia volv� a llorar. El
hombre apret� el aparato hac�a el interior de mi ano, luego lo at� y lo conect�.
No llores putita, seguro que te gusta. � dijo alej�ndose de
nuevo.
Sola en la habitaci�n y con aquel aparato movi�ndose en mi
culo me sent�a extra�a y impotente. Estaba a merced de unos desalmados que
har�an conmigo lo que quisieran. Mi culo empez� a contraerse de nuevo, yo sent�a
mis m�sculos entumecidos, est� vez y debido al cansancio el orgasmo tard� m�s en
llegar pero como las anteriores veces en cuanto me estremec� sinti�ndolo el
hombre volvi� a aparecer por la puerta. Se acerc� a mi y sacando el aparato
dijo:
Ahora ya est�s preparada para el negro.
E inmediatamente apareci� un t�o con la piel m�s oscura que
jam�s huviese visto y con el torso desnudo, era un tipo alto como de unos dos
metros, con el cuerpo perfectamente musculado y unas manos grandes que me
desataron la mordaza de la boca.
Quiero o�r sus gritos cuando le desvirgue ese culito � dijo
el negro que iba con la cara descubierta.
Por favor, dejadme marchar, ya es suficiente � supliqu� yo.
No, hasta que t� padre no pague el rescate ser�s nuestra
putita � dijo el otro hombre � os dejo solos.
El hombre sali� de la habitaci�n dej�ndonos solos al negro y
a m�. El negro acarici� mi culo con un dedo y luego dijo:
As� que est� precioso culito es virgen. Me encantan los
culitos blancos v�rgenes.
No, por favor, por favor. � supliqu�.
Me abraz� y me bes� introduciendo su lengua en mi boca, sent�
asco y repulsi�n, pero el negro sigui� bes�ndome, mientras me abrazaba, yo me
sent�a min�scula entre sus grandes y fuertes brazos.
Bien, vamos a ver ese culito � dijo solt�ndome y poni�ndose
a mi espalda.
Enseguida sent� uno de sus dedos acariciando mi sexo, busc�
mi cl�toris y lo acarici�, luego introdujo �l dedo en mi sexo.
� Ayh! � grit�.
Tranquila. � dijo �l � Los orgasmos te han dejado muy
mojadita, ser� f�cil.
Por favor � volv� a implorar.
El negro se quit� el pantal�n corto que llevaba, y poni�ndose
ante m� me ense�o su descomunal verga.
Este instrumento va ser s�lo para tu culito. � Me dijo, yo
al verlo me asust�, era el doble de grande gruesa que el �ltimo vibrador que
me hab�a introducido en el culo y 4 o 5 cent�metros m�s larga.
No, por favor, me va a doler � me quej�.
De eso se trata � a�adi� el negro situ�ndose tras de m�.
Empec� a llorar desconsoladamente, deseando que aquello
terminara pronto. Sent� dos de sus dedos moj�ndose en mi sexo, luego los llev�
hasta mi ano y los introdujo, los movi� circularmente y me estremec�.
Muy bien, el entrenamiento ha funcionado. � dijo �l negro.
Tras eso sent� como acercaba su pene a mi sexo y los
restregaba, luego con delicadeza lo introdujo hasta la mitad y dio un par de
embestidas mientras yo silenciosamente aguantaba. Seguidamente sent� como
dirig�a su sexo a mi ano y sin contemplaciones me penetr�.
�Aaaaaayyyyy! � grit� - �Nnnnnooo!
Sent�a un gran dolor en mi culo que no pod�a resistir, sent�a
que me iba a desfallecer.
Tranquila � dijo �l negro peg�ndose a mi o�do. � S�lo te he
metido la mitad, falta la otra mitad.
�No, por favor, d�jalo! �Me duele mucho! � me quej�.
De eso se trata � dijo c�nicamente el negro, luego me
sujet� firmemente por las caderas y empuj� nuevamente produci�ndome m�s dolor.
�Aaaaayyy! � volv� a gritar - �S�cala, por favor, me duele
mucho!
Pero haciendo caso omiso a mis gritos empez� a arremeter con
fuerza contra m�, lo que agudizo el dolor. Deseaba que terminara, la situaci�n
se hac�a insoportable para m� y repentinamente mis ojos empezaron a nublarse y
en pocos segundos perd� el mundo de vista.
Cuando despert� estaba tumbada sobre una cama, atada, en otra
habitaci�n un poco m�s peque�a que la anterior, no sab�a cuando tiempo hab�a
pasado. El negro estaba sentado en una silla a los pies de la cama leyendo una
revista.
�Cabr�n! � le grit� furiosa.
Lo siento � dijo levantando su vista de la revista � No
cre� que fueras a desmayarte. Pero no creas que te vas a librar de que mi
polla disfrute de tu culito, por eso te he hecho traer aqu�, en esta cama y
con el culo en pompa ser� m�s f�cil. � dijo.
Sois unos cabrones � le dije yo rabiosa.
El negro, que segu�a desnudo se acerc� a m�. Su polla estaba
fl�ccida y parec�a m�s peque�a de lo que hab�a visto anteriormente, casi no
pod�a creer que aquello pudiera crecer tanto. Se puso sobre m� con una rodilla a
cada lado de mi cabeza y apuntando con su nabo en mi boca me orden�:
�Anda, ch�pamela para ponerla a tono!
No ten�a otra alternativa, as� que elev� mi cabeza hasta su
sexo y empec� a lamerlo y chuparlo. Poco a poco el aparato fue adquiriendo su
tama�o normal, mientras el negro se excitaba y suspiraba.
�Uhm, s�, s�, zorrita!.
Cuando la verga estuvo en total plenitud, el negro la sac� de
mi boca, me dol�a la mand�bula de tanto chupar aquel enorme instrumento.
Bien, ahora viene lo bueno. � dijo el negro solt�ndome las
manos y orden�ndome:
Ponte a cuatro patas.
Hice lo que me ordenaba y volvi� a atarme las manos a los
barrotes de la cama.
Este vez iremos con m�s cuidado y m�s despacio �de acuerdo?
De acuerdo � acept� sabiendo que no ten�a otra alternativa.
El negro se unt� la polla con una crema y tambi�n mi ano.
Luego dirigi� su pene hac�a mi culo y muy despacio empez� a penetrarme. Gracias
a la crema el aparato se desliz� suavemente hac�a el interior de mi agujero,
pero solo una parte. Esta vez s�lo sent� un peque�o resquemor y me quej�:
�Uf!
Bien, ya he metido la punta - me avis� el negro � ahora va
el resto.
Me prepar� y apret� con fuerza la almohada. El negro me
sujet� por las caderas e introdujo un poco m�s, un nuevo resquemor me hizo
sollozar:
�Uf, ay!
Tranquila � dijo el negro � solo queda la mitad.
El negro se mantuvo quieto unos segundos para que mi culo se
acostumbrara a su sexo y cuando consider� que hab�a pasado suficiente tiempo
volvi� a empujar terminando de meter su sexo en mi ano.
�Ay! � me quej� al sentir aquel nuevo tormento.
Venga, ya est� � dijo el negro que de nuevo se qued�
inm�vil un rato.
Luego sujet�ndome por las caderas comenz� a arremeter muy
despacio. Poco a poco fue aumentando el ritmo y poco a poco fue desapareciendo
el tormentoso dolor. Aguant� a que el negro disfrutara con sus embestidas. De
vez en cuando se recostaba sobre mi espalda y sobaba mis pechos diciendo:
Tus tetitas blanquitas tambi�n necesitan cari�o.
Luego volvi� a incorporarse y sujet�ndome por las caderas
arremet�a una y otra vez mientras dec�a:
�Toma, putita, tu culito est� desvirgado! �Toma, toma,
zorrita!
Y as� embisti�ndome sin parar el tipo alcanz� su orgasmo
llen�ndome con su semen. Cuando termin� sac� su sexo de m� y yo ca� desfallecida
y agotada sobre el cama. �l sali� de la habitaci�n y me qued� sola de nuevo.
Supongo que durante los siguientes minutos o horas estuve
durmiendo. Luego me despert� y estuve a solas durante bastante rato en aquella
habitaci�n, hasta que el hombre del principio entr� en la habitaci�n con un
tel�fono m�vil en la mano.
Tu padre quiere o�r tu voz � me dijo acercando el auricular
a mi o�do.
�Pap�, s�came de aqu�! � le grit� nerviosa.
Tranquila, mi vida. � me dijo �l con voz calmada � Tu madre
y yo estamos tratando de reunir el dinero, no te preocupes mi amor. Te
sacaremos de ah�, pronto terminar� todo.
Pap�, me han violado. � solloc� y el hombre me quit� el
auricular de la oreja.
Ya lo ves, esta viva. Ahora hablaremos de las condiciones �
sigui� hablando con mi padre mientras sal�a de la habitaci�n.
Me qued� a solas un rato m�s, no puedo precisar cuanto. S�lo
s� que tras un buen rato entr� una chica con una bandeja de comida. Me desat�
las manos y me dej� la comida en una mesa. Luego sali� del habitaci�n, no ten�a
mucha hambre, pero decid� comer porque pens� que no tardar�a mucho en entrar
alg�n otro tipo dispuesto a follarme, as� que deb�a reponer fuerzas. Despu�s de
comer volv� a acostarme en la cama y no habr�an m�s pasado m�s de cinco segundos
cuando la puerta volvi� a abrirse. El negro acompa�ado del jefe (el t�o del
tel�fono) entraron diciendo:
Ahora vamos a celebrarlo y a despedirnos de est� putita �
dijo el jefe.
S�, pero ahora yo le follar� el co�ito � agreg� el negro.
Yo me mantuve inm�vil intentando hacerme la dormida. Cuando
estuvieron junto a la cama ambos hombres se desnudaron. El negro me dijo:
Vamos, nena, sabemos que estas despierta, empieza a
chup�rnosla.
Hice lo que me ordenaban, me situ� frente a ellos y tomando
sus fl�ccidas pollas con mis manos empec� lamiendo la del jefe, luego lam� la
del negro y as� alternativamente lo fui haciendo, hasta que ambos penes tuvieron
un tama�o considerable. Desde luego a simple vista se ve�a la diferencia que
hab�a entre los dos. La verga del negro era por lo menos el doble de grande que
la del jefe.
Entonces el negro se acost� sobre la cama y me dijo:
�Anda ven aqu� que te ensarte mi negra polla en tu blanco
co�o!
Hice lo que me ordenaba y me puse sobre �l, con mucho cuidado
y poco a poco descend� sobre la gran polla negra y enseguida sent� como me
llenaba el co�o.
Ahora te toca a ti jefe. � dijo el negro dirigi�ndose a su
compa�ero.
El t�o se situ� detr�s de m�, me abri� las nalgas y sin
ninguna dificultad me penetr� por el ano.
�Guau, como la has dilatado! � le dijo al negro - �y como
siento su gran polla al otro lado!
Entonces el jefe empez� a moverse despacio, lo que hac�a que
yo tambi�n me moviera sobre el negro y sintiera como ambas pollas se rozaban en
mi interior entrando y saliendo, primero una y luego otra. En pocos segundos y
sin saber como mi cuerpo se estaba excitando. Mi sexo lleno con aquellas dos
pollas empezaba a mojarse y a estremecerse, empec� a sentir las contracciones de
mi vagina y de mi culo, mientras aquellas dos vergas me penetraban
alternativamente y no pude evitar empezar a gemir:
�Aaaaaahhhh! .
Sabia que la putita acabar�a disfrutando. � dijo el negro
Y se va a correr � agreg� su jefe.
�Aaaaahhhh! � gem� yo. Era como si durante las �ltimas hora
en que no hab�a tenido ning�n tipo de instrumento en mi sexo este lo hubiera
estado echando de menos.
Ya te dije que esa droga funcionar�a � solt� el negro.
As�, que era eso, pens�. Los muy cabrones me hab�an metido
alguna droga en la comida para que mi cuerpo actuara ante el estimulo al ser
follada.
�Ah, ah, sois unos cabrones! � gimote� a punto de llegar al
orgasmo.
Y te estamos dando el orgasmo de tu vida � dijo �l negro.
Y era cierto. El placer que me estaban proporcionando no lo
hab�a sentido jam�s.
�AAAAAAHHHH� - grit� alcanzando el �xtasis final.
Tambi�n ellos se corrieron inmediatamente, primero el negro y
despu�s el otro llen�ndome ambos con su semen.
Tras eso, la chica me ba�� y horas despu�s me dejaron en un
parque, donde recogieron el dinero.
Tras aquello y unos meses m�s tarde, toda la banda fue
apresada y juzgada por lo que me hicieron, siendo todos condenados a una pena de
30 a�os. Lo mejor de todo aquello es que ahora tengo un precioso ni�o mulato de
tres a�os que es lo que m�s quiero en el mundo.