De modo que me fui alejando de ellas, haciendo amistad con
otra ingresante, dos a�os mayor que yo, que ven�a del interior, a quien admiraba
porque era muy bonita, flaca, de ojos claros, y con ese tono provinciano tan
encantador. Un d�a que estaba algo bajoneada porque la relaci�n con mi novio iba
de mal en peor, le cont� mi encuentro con el profe, sin guardar detalles, y no
s� porque empec� a ponerme mal y a lagrimear. Est�bamos en el bar de la
facultad, y ella trat� de levantarme el �nimo, me dijo riendo "no jodas, no
sab�s c�mo te envidio lo que te hizo. Adem�s si me imagino como lo hicieron en
su estudio, se me pone la carne de gallina��".

No tuve m�s remedio que reirme por la salida, y aunque no lo
crean, al rato el profe entr� al bar, fue a pedir un caf� y se sent� en otra
mesa, ya que no me hab�a visto.

-�viste quien entr�? Pregunt�.

-Si, lo v�, and� y llamalo a nuestra mesa, me dijo Lidia, que
as� se llamaba mi amiga.

Cruce el sal�n lleno de estudiantes, humo y ruido, le toqu�
el hombro y le dije, "hola, Doctor".

-Romina��, c�mo andas?

-M�s o menos, estoy con una amiga en aquella mesa, quiere
acompa�arnos?

Vino con nosotros y le present� a Lidia. El la mir�,
pregunt�ndose seguramente si ella conoc�a nuestra relaci�n, pero no hizo gesto
alguno al respecto, lo cual me tranquiliz�. Parec�a estar de buen humor, y me
dijo "ten�s una compa�era muy simp�tica". Me pareci� que Lidia lo miraba con
cierto inter�s, y cuando el profe se dio vuelta para pedir le traigan el caf� a
nuestra mesa, ella me mir� y me gui� un ojo. En ese momento no entend� porqu� me
hac�a la se�a.

Pero acto seguido Lidia mostr� sus intenciones: quer�a
aprovechar mi amistad para ver si pod�a aprobar la materia rindi�ndola libre con
el profe, sin tener que hacer el curso regular, ahorr�ndose el a�o de cursado.
Sin decir agua va le pregunt� si pod�a ayudarla con la materia, orientarla con
los textos que hab�a que utilizar, el programa de estudios, y cosas de ese tipo.
El mostr� buena voluntad, le dio algunas explicaciones y le dijo que los alumnos
libres rend�an un ex�men escrito, y si lo pasaban se les tomaba una evaluaci�n
oral.

Mir�ndome a m�, el profe me pregunt� "Lidia es muy amiga
tuya?, remarcando las palabras, como dando a entender que el apoyo depend�a �en
mucho- de tal amistad.

-Si, es gran amiga, y adem�s me est� ayudando con otras
materias.

-Bueno, si es as� creo que le podemos dar una mano, as� que
cuando te decidas hablame y vemos qu� hacemos. Ahora me voy porque tengo clase.
Nos vemos.

Cuando se fue el profe, Lidia me mir�, y me pregunt� si la
ayuda que me ofreci� ser�a desinteresada, o tendr�a que dar algo a cambio.

-En ese caso, s�lo con tu aprobaci�n�, me dijo ri�ndose.

-Mir�, no s� con que te puede salir, pero por m� no te hag�s
problemas, nuestra relaci�n vos sab�s c�mo es, no es mi novio ni nada parecido.
En el fondo creo que no era tan as�, porque el profe me gustaba de verdad.

-Cuando rendir�as?, pregunt�.

-en quince d�as, as� que tengo que arreglar esta semana. Dud�
un momento y me pregunt� "seguro que no te molesta?"

-No� quedate tranquila, hac� lo que te convenga, si?

Nos despedimos, y no volv� a verla hasta despu�s del ex�men,
ya que ella no era alumna regular como yo. Pero ocurri� que un d�a despu�s del
turno libre, al salir de la clase el profe me llam� aparte.

-Quer�s que charlemos un rato? Tengo algo que contarte, me
dijo.

Fuimos a un bar, y lo primero que me dijo fue "ustedes s� que
son un peligro..."

-Quienes?

-Vos, tu amiga Lidia y esta manga de turros que hay en esta
facultad...

-Que pas�?, pregunt� con curiosidad, ya que ni imaginaba lo
que me ir�a a contar.

-Bueno, Lidia me habl� por el ex�men hace un par de semanas.
Fue por tel�fono. Te la hago corta: arreglamos una salida, y quedamos que se
presente en el ex�men libre. Imaginate qu� me dio a cambio. Lleg� el d�a, se
present� a rendir el escrito, entregue los temas y despu�s de un rato v� que no
escrib�a una l�nea. Te imagin�s que los otros alumnos pod�an darse cuenta de
eso, de modo que iba a ser muy sospechoso si despu�s la ve�an en el ex�men oral
posterior.

-�Y que hicieron?, pregunt�.

-La llam� fuera del curso, con una excusa, y le dije "escrib�
un par de p�ginas, porque sino pueden darse cuenta tus compa�eros��"

-Pero si no s� nada de nada, profe�, me contest�.

-Yo no sab�a que hacer, hasta que se me ocurri� una idea:
"Mir�, and� y cont� todo lo que pas� la otra noche en el motel, si?. Escrib� un
cuentito con los detalles del caso, llenando un par de p�ginas, as� los otros
alumnos creen que est�s haciendo el ex�men, si? Bueno, as� lo hizo, escribi�
varias p�ginas relatando nuestro encuentro. Mir� lo que me dio.

Sac� unas cuantas hojas de carpeta, donde con letra pareja y
redonda (Lidia era maestra jardinera), cont� su salida con el profe.

Las fui leyendo, y la verdad me dio un poco de celos.. Pero
bueno, este relato es para que conozcan lo que cont� Lidia de su experiencia con
mi profesor. Espero les interese. El relato termina de improviso, porque
seguramente no tuvo tiempo de terminar. Yo lo modifiqu� apenas, quit� alguna
cosa y agregu� otra, pero solo detalles. El texto dec�a lo que sigue:

"Hola, Romi. Aunque no lo creas, estoy "rindiendo". Si, el
profe me dio como "tema �nico" te cuente que pas� el d�a que salimos. No te vas
a enojar��. Sos mi mejor amiga, supongo que no. Aqu� va".

El d�a que acordamos encontrarnos fue en su horario de clase.
Dej� a cargo del curso a su ayudante de c�tedra, y me pas� a buscar con su auto.
Me dijo que a pocos minutos de la facu hay un lugar que deber�a conocer, que es
algo as� como hist�rico. Yo no entend� bien, porque en definitiva me llev� a un
motel, pero result� que en ese lugar, hace muchos a�os (a principios del siglo
20), los rufianes jud�os y polacos llevaban a las mujeres que tra�an enga�adas
de Europa, y las vend�an en remate. "Veinte pesos por la rubia, cincuenta por la
morocha".

Cuando entramos, imaginar ese ambiente me dio como
escalofrios. Dej� el auto en un gran patio, que debimos cruzar antes que nos
saliera al cruce un empleado, que nos pregunt� qu� tipo de habitaci�n quer�amos.
"Una especial", pidi� el profe.

Subimos dos escaleras por ese edificio tan antiguo, y
llegamos a una habitaci�n extra�a: ten�a una gran cama, y alrededor cuatro
columnas cubiertas de espejos, como tambi�n hab�a espejos en las paredes
laterales y el techo, todo con una iluminaci�n muy tenue que se prend�a y
apagaba por sector, dando al lugar un clima raro, como de fantas�a.

Yo imagin� que el profe se me echar�a encima apenas
lleg�bamos, como hacen los chicos calentones con los que una a veces ha salido.
Pero no fue as�. Se tir� en la cama, cruz� los brazos detr�s de la cabeza, y me
pidi� un cigarrillo, aunque �me dijo- no es de fumar habitualmente. Cerr� los
ojos, tirando el humo despacito, parec�a que iba a dormirse.

-Se aburre, Doctor? Le pregunt�.

-Para nada� c�mo me voy a aburrir con una preciosura como vos
al lado�.

Me tom� la cabeza, y la apoy� sobre su pecho. Yo empec� a
desprenderle los botones de la camisa, y cuando termin� le ped� que se la saqu�.
Me dijo que por favor le sacara los zapatos y las medias, qued�ndose solo con el
pantal�n.

-�Me desvisto?, le pregunt�.

-mmm, a medias, quedate con la blusa, y los zoquetes, s�, me
gusta de esa forma.

Hice como me pidi�, dej�ndome una remera verde de mangas
cortas, y las medias deportivas blancas. Me inclin� para lamerle el pecho, y mi
trasero se reflejaba en los distintos espejos del lugar.

Le saqu� los pantalones y la ropa interior, y se cubri� el
miembro son la s�bana. Yo me fui acercando con mi boca, quise lamerle el ombligo
pero me pidi� que no, que eso le molesta. As� que segu� hacia abajo, apart� la
sabana, y reci�n all� pude apreciar eso de lo que tanto me hablaste ese d�a.

Ya estaba duro, y te juro que me impresion� el tama�o de esa
verga� Record� lo que me dijiste que te hab�a desvirgado el culito, y pens� que
me hab�as mentido, que no pod�a ser que "eso" te entrara por atr�s. Me espant�
la idea que pudiera pedirmelo a m��� Te juro que empec� a arrepentirme de haber
venido, sent� temor de verdad, aunque luego �te aclaro- se me pas� totalmente.

Tom� su pija y me la puse en la boca, y empec� a lamerla de
arriba abajo. El profe me pidi� que pusiera la cola hacia su cara, como haciendo
un sesenta y nueve, aunque no encima de �l, sino al costado. Le obedec�, y
apenas lo hice sent� sus dedos rozando mi vagina. No me meti� los dedos como un
bruto calent�n, de esos que vos sab�s, sino que fue rozando los labios hasta
encontrar el botoncito rosado, al que acariciaba en circulos muy suaves, que me
gust� tanto que le ped� que no pare, profe, que divino, siga, si, si, si, y
acab�, y me d� cuenta lo caliente que me hab�a puesto.

En un momento levant� la vista, y me v� en el espejo de atr�s
de la cama con esa tremenda verga entre mis labios, y me encant� la imagen, que
aparec�a y se desvanec�a seg�n el juego de luces.

Pens� que ya me iba a montar, pero no fue as�. No s� c�mo se
contiene tanto�� Se sent� en la cama, y tomo un trago de la ginebra que hab�a
pedido. Me convid� de su vaso, y me dijo lo hermosa que yo era. Te imagin�s c�mo
me puse��. Terminamos de beber, y empez� a besarme, en la boca, en el cuello, en
las tetas, me fue recorriendo hasta llegar a la conchita, y ah� se detuvo, y me
enloqueci�, te lo juro, acab� dos o tres veces, agarr�ndolo de los cabellos y
apret�ndolo contra mi vientre.

Se acost� al lado m�o, y me habl�.

-Vos sabes lo de Romina y yo, me dijo.

-No s� de que me habla, le juro, ment� sin mucha convicci�n.

-Yo s� que vos sab�s c�mo, cu�ndo y de qu� forma la cog�,
vamos, son amigas, v� como se miraban y qu� dec�an esos ojos, ese d�a en el bar.
Es una piba genial, como vos, no andemos con rodeos.

-Bueno, s�, algo me cont�.

-Algo nada m�s?

Era muy astuto, no ven�a a cuento hacerme la tonta con �l.

-S� lo que le hizo, pobrecita�� que hombre tan cruel��, dijo
medio en broma.

-Pero qu� te cont�? Quiso saber, curioso y excitado al mismo
tiempo.

-mmm, ud. sabe, lo que le hizo, s�, le gust� un mont�n, y le
doli� todav�a mas�� O acaso no le destroz� el culito, exager� para calentarlo.

Creo que eso lo excit� much�simo, no s� porqu�. Me cubri� con
su cuerpo, y me habl� quedamente al o�do "te cont� de verdad c�mo le romp� el
culito?". S�ii, respond�, viendo que la cosa ven�a por ese lado. Me puse un
poquit�n nerviosa.

-Mostrame el tuyo, quiero lamerlo, dale, ponete en cuatro
patas, s�?

Me di vuelta con el trasero para arriba, me mir� por el
espejo lateral. El profe se inclin� sobre �l, y me meti� la lengua, mordi�ndome
los bordes de los cachetes, y apret�ndolos y clavando sus u�as, pasando su
lengua desde el culo a la conchita, provoc�ndome un escalofr�o que ni te das
idea... Luego se subi� encima m�o, acerc� su boca a mi o�do y me habl� con voz
suave "ya sab�s lo que me gusta, y sab�s c�mo lo hago, me lo das ya?

Mientras me hablaba su verga descansaba sobre la raya de mi
culo, era como un animal viviente que palpitaba a la puerta del trasero, sent�a
su peso y su calor. Ten�a miedo de decir que s�, y una calentura atroz que no
imaginaba qu� hacer si no acababa, y pronto.

-�Y si me lo rompe, y si me desgarra y me sangra, que
hacemos? Pregunt� asustada.

-No seas sonsa, c�mo va a pasar eso�� Solo ten�s que ponerle
mucha saliva, afljarte, y aguantar un poquito al principio, si?

Resignada y caliente a la vez, tom� la verga y la llen� de
saliva, dej�ndola chorreando y caliente. Me puso dos almohadas bajo el vientre,
y me llev� hasta el borde de la cama, y �l se par� sobre el piso, me abri� las
piernas y se meti� en medio de ellas, pidi�ndome que levantara el culo todo lo
que pudiera.

Por el espejo lateral v� esa verga grande y gruesa,
movi�ndose sola hacia arriba y hacia abajo, hasta que la tom� con su mano, y me
la refreg� por toda la raya del trasero, se agach� hacia m�, me saliv�
nuevamente la puertita del culo, y apoy� la pija.

Me tens� totalmente, no imaginaba c�mo podr�a ser. Si ni un
dedo me hab�a entrado por ah�, nunca. (despu�s me dijo que �l no acostumbra a
usar los dedos, porque le gusta que sientan toda la pija tal como es). Sent�a la
cabeza del miembro presionando en la puerta, dos, tres veces, parec�a que no
encontraba un lugar para colarse. Me fui tranquilizando, me afloj� m�s y supongo
que por eso en un momento finalmente la gruesa cabeza de la pija forz� la
entrada.

Si te digo que me doli�, exagero. Sent� una gran presi�n
interna de ese cuerpo grande y duro, pero no era dolor. Cro que la calentura, la
bebida, el lugar, influyeron para ello.

-�Duele?, pregunt�.

-No mucho, respond�

-�Puedo moverme un poquito, seguro?

-Si, pruebe, de a poco.

Me levant� un poco m�s con sus dos brazos, y empez� a
moverse, atr�s, adelante, atr�s, adelante. Yo sent�a que ese enorme pedazo
entraba y entraba, pero no me hac�a da�o, por el contrario, me inundaba de una
sensaci�n extra�a, no s� como explicarte, y sent�a que me calentaba m�s y m�s.
No ten�s idea como estaba, herv�a de calentura��

Cuando se asegur� que ya pod�a seguir sin problemas, el ritmo
se aceler� (bueno, vos sabes c�mo te lo hizo, para qu� te voy a explicar��).
Sent� que me la enterr� toda, porque tir� la mano hacia atr�s y sus huevos
estaban pegados a mi culo, no hab�a ni medio cent�metro entre ambos.

-�Te gusta, va todo bien?

Yo estaba que reventaba. No s� porqu� dej� el Ud., me parec�a
algo rid�culo en la ocasi�n, y me desboqu� un poco.

-Si��, dame, dame m�s, que puto que sos, me estas matando,
siento esa verga hasta los pelos, cogeme por dios, no pares.

Ocurr�a que sent�a una sensaci�n extra�a que se me ven�a
encima, no pod�a creer que pudiera acabar con una pija en el culo, no dicen que
no se puede, por favor, es mentira, es distinto, es una calentura atroz, parece
que no hay pija que te pueda llenar en ese momento��

-Enterrala toda hijo de puta, rompeme toda, dale, dale,
segu���� No pod�a dejar de pedirle cosas, y eso lo enloquec�a a�n m�s.

La meti� hasta el fondo, me clav� las u��s en las nalgas,
abri�ndolas lo m�s que pudo, y cuando la sent� hasta el fondo, bien adentro,
explot�, parec�a que me iba a desmayar, fue como si me reventara algo por
dentro.

-ahhhhhh, me acabo, papito, yaaaa.......

Me afloj� toda, �l no acab�, me solt� y sac� la pija, dura y
enrojecida, se fue al ba�o porque se hab�a ensuciado un poquit�n, me dijo..."

Bueno, hasta aqu� lleg� el relato de Lidia. Despu�s me
coment� que sigui� un rato m�s, pero lo esencial est�. Cuando termin� de leer el
relato, me sent� inc�moda, el profe creo que tambi�n, me pidi� disculpas, le
dije que todo estaba bien, que son cosas que pasan, y as� fue que sac� del
bolsillo del saco una cajita, adentr� hab�a una medalla de otro, hermosa, y
dec�a "vos sos la �nica". Un hijo de puta, pero me encant� de verdad.

Final:

Desde entonces �hace tres a�os- somos muy amigas con Lidia,
estamos ya en quinto a�o, nos falta poco para recibirnos. Guardamos el secreto
celosamente, y yo le ped� autorizaci�n para enviar el relato que me dio el
profe. Me dijo que s�, a condici�n que no diera ning�n dato que pudiera
identificarnos.

La semana que viene regresa de su casa paterna, traer� unos
fiambres caseros y tomaremos unos vinos en su departamento. Me gustar�a
sorprenderla llev�ndole algun mail que me env�e alguna chica que haya vivido
situaciones parecidas.

A los chicos les agradezco los mensajes recibidos, pero no
soy de entablar relaciones de esta forma.

Es mi �ltimo relato, no habr� m�s, y espero les haya gustado.