La primera noche de mis vacaciones, mientras mi pareja duerme, yo intercambio leche caliente con un chaval sin mayores complicaciones que el sexo en la playa.
Un chico de 19 casi virgen y muy caliente, un corte de luz en una noche de luna llena, y el cu�ado de su hermano, un semental de esos, compartiendo su cama.
Esta vez, impulsados por las visiones que el creativo inquilino les regala al otro lado de la pared, los viejos amigos llegar�n a la c�spide del placer hosexual sin hab�rselo propuesto.