Nunca me han faltado mujeres en mi vida. Afortunadamente
la vida me otorgo una buena facha, buena pinta, f�sico bastante normal y el
resto lo he conseguido gracias a mi personalidad.

Desafortunadamente, mi hermana, no corri� la misma
suerte. Ella desde chica, fue muy gorda, por que, no lo se, mis padres son
de contextura normal.

Aparte de eso, era muy alta. Hubo mucho tiempo que siendo
mas joven que yo, por dos a�os, lleg� hacer mas alta que yo.

Debido a sus complejos, ella no sal�a nunca de casa y
amigas ten�a muy pocas, a diferencia m�a que tenia muchas amistades y sal�a
casi todos los d�as.

Fue un verano, cuando yo ten�a 16 a�os, y ella 14, cuando
nuestros padres se fueron de viaje y nos dejaron solos todo un fin de
semana. En esa oportunidad, me lleve una de mis amigas a la casa. Eran como
las 4 de la tarde, yo sab�a que mi hermana no estar�a, por lo que entramos y
luego de cerciorarme que ella no estaba, me fui directo a mi dormitorio.

Sin perder tiempo comenc� a meterle mano a mi amiga. Como
me fascina el sexo oral, r�pidamente me hab�a metido entre sus piernas y
comenc� a darle una sesi�n que llen� la habitaci�n de gemidos, que no
terminaron, hasta que la hice acabar en mi boca.

Ahora fue ella la que quiso devolverme el favor y sentada
en la cama y yo de pie delante de ella con los pantalones a la altura de mi
rodilla, dejaba que mi amiga se llenara con mi verga su boca. Fue en ese
instante, en que escuch� un leve sonido proveniente de afuera de mi
dormitorio. R�pidamente me sub� los pantalones y abr� la puerta. Grande fue
mi sorpresa al encontrarme a mi hermana, con sus manos metidas bajo su falda
masturb�ndose ante mi actuar.

Nos quedamos viendo directo a los ojos, por un segundo y
ella dio la vuelta y se encerr� en la habitaci�n.

Yo qued� helado, no supe que hacer ni que decir. Me volv�
a la habitaci�n, y despach� a mi amiga.

Sal� de la casa junto con mi amiga, y no volv� hasta
entrada la tarde. Me acost� a dormir un rato. Mi hermana en todo ese rato no
hab�a salido de su habitaci�n. Supongo que al igual que yo, debe haber
estado muerta de verg�enza y no nos atrev�amos a mirarnos a las caras.

Esa noche sal� con mis amigos a beber unos tragos y al
parecer se me anduvieron pasando las copas. Al llegar a casa, pas� por el
dormitorio de mi hermana y pude ver bajo la puerta que su luz aun estaba
encendida.

Me dirig� a mi habitaci�n y me acost�. Sin embargo no
pude conciliar el sue�o. Se me ven�a a la mente la imagen de mi hermana
masturb�ndose afuera de mi habitaci�n.

Tomare unas breves l�neas para describir a mi hermana.
Como mencione anteriormente, ella es mas alta que yo y su f�sico es grande,
sus espaldas son anchas, sus brazos son mas gruesos que los mios. A sus 14
a�os, ya tiene un busto que se lo quisiera cualquiera, generosas y grandes
tetas, redondas. Sus piernas son gruesas, pero muy bonitas y apetecibles. Se
gasta un culo, tremendo de grande, con anchas caderas. Su pelo corto y
casta�o claro, ojos color verde y facciones bonitas.

Me puse solo unos pantalones cortos y me dirig� al ba�o.
Al salir y al pasar por su dormitorio, nuevamente me di cuenta que estaba
despierta.

Con un poco de verg�enza, toqu� a su puerta. Ella me hizo
pasar.

Le pregunt� que hac�a a esa hora despierta. Me dijo que
ten�a mucho calor y que no pod�a dormir. La verdad, la noche estaba bastante
calurosa, y ella se encontraba con solo una camisa de dormir blanca,
recostada sobre la cama, escribiendo su diario de vida. Se notaba como sus
grandes tetas colgaban sin la presi�n de sus sostenes.

Me sent� a su lado y ella ocult� lo que escrib�a. En un
r�pido movimiento le arrebate el diario, en se�al de jugarreta. Ella se
abalanz� sobre mi, tratando de quit�rmelo. Me ped�a que por favor no lo
leyera. Ca�mos en su cama y comenzamos un forcejeo. Nuestros cuerpos se
tocaban a trav�s de la delgada tela de su camisa de dormir. El juego sigui�
y los roces aumentaron. Ya a esa altura, mi verga hab�a despertado y
alcanzado un tama�o que muy dif�cilmente se pod�a ocultar a trav�s de mis
pantalones cortos.

En uno de los movimientos, ella qued� completamente
subida sobre mi. Yo levant� mis manos hacia la cabecera de la cama, y ella
al tratar de alcanzarlas, acerc� mas su cara contra la m�a. En un momento,
nuestros labios se juntaron, y nos fundimos en un profundo y apasionado
beso. Mis manos dejaron de lado el diario de ella, y se aferraron a sus
prominentes nalgas. Ella en ves de quitarlas, comenz� a mover su pelvis
contra mi verga.

Luego de amasar muy bien sus generosas nalgas, y subir su
camisa de dormir, mis dedos corrieron su calz�n y encontrando la entrada de
su culo, comenc� a acariciarle suavemente su entrada, sin tratar de entrar.
Ella dej� de besarme y comenz� a gemir con su boca besando y mordiendo mi
o�do. Yo le preguntaba si le gustaba y ella suspiraba que si ............

En un brusco movimiento la dej� a mi lado y subiendo me a
su espalda, comenc� a besar su cuello, mientras mis manos se introdujeron en
su h�meda concha. Para ella todo esas sensaciones eran nuevas y las
disfrutaba al m�ximo. En un r�pido movimiento le sub� la camisa hasta su
cintura, y bajando r�pidamente comenc� a besarle el culo. Ella trato de
detenerme, pero en un abrir y cerrar de ojos, mi lengua ya estaba
introducida en su culo, entreg�ndole placeres que ni siquiera ella hab�a
so�ado alguna vez en su vida.

Mientras con mis manos abr�a hacia los lados sus nalgas,
y me lengua se perd�a en la entrada de su culo, pude notar como ella
alcanzaba su primer orgasmo, el cual ayude metiendo y sacando al m�ximo mi
lengua.

La d� vuelta y corriendo su calz�n a un lado, comenc� a
chuparle la conchita, que hace pocos segundos se hab�a impregnado con sus
jugos. Ella con sus manos a ambos lados de la cama, solo me dejaba hacer lo
que yo quisiera .......

Luego de saborear su h�meda vagina, me sub� hasta dejar
sus tetas a la altura de mi cara. Con unos peque�os forcejeos, logre dejar
libre sus tremendas tetas y comenc� a chuparlas hasta saciarme, nos
descuidando su culo, que nuevamente fue v�ctima de mis manos.

En esa posici�n, logr� bajarme un los pantalones, dejando
mi verga completamente liberada. Quise tratar de penetrarla, pero ella
forcejeando, logr� sacarme de encima. Le ped� que lo hici�ramos , mas me
dijo que no, que eso hab�a llegado muy lejos. Luego le ped� que me la
chupara, y tambi�n me rechaz� y me pidi� que me fuera. Yo segu� insistiendo
y toc�ndola hasta que sin darme cuenta, ella comenz� a gritar que la dejara
y me ech� de la habitaci�n.

Desde ese d�a nunca mas hablamos del tema.

Ahora despu�s de 15 a�os, nuevamente se presenta la
oportunidad de estar con ella, pero esta vez, ser� diferente .......

Si alguna mujer de caracter�sticas similares a la de mi
hermana, le interesa mantener correspondencia con este morenazo, mi correo
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