Relato: Siguen las historias del Nono Renato



Relato: Siguen las historias del Nono Renato

HISTORIAS INCESTUOSAS Y DE LAS OTRAS


(Inicio)



Son decires del Nono Renato. Embustes de un jovato, nacido de
una leyenda. Se unieron pecaminosamente, los hermanos, Gazapo y Ladina. Fueron
tal para cual. Farsantes y camanduleros. Entre maledicencias y falsedades.


CON MAMA Y MIS HERMANITAS



(Pero esto reci�n comienza)


Original de EROS_69


***********************************


Como producto de una incestuosa tarde de siesta de dos
hermanos- mis padres- prorrump� en este mundo lujurioso. En este mundo
incontinente, voluptuoso y desenfrenado, con una enorme carga sical�ptica,
vicioso desvergonzado, capaz de "pelar" los 300 mil�metros y presentar lucha
ante el menor atisbo de ataque, eso s�, en defensa propia.


Soy un ardiente s�tiro, un libertino irreductible, un
faldero, mujeriego, un maravilloso y excitable imp�dico insolente. Todo eso a mi
edad. �Se imaginan en mi juventud?


Soy un consuetudinario libidinoso, de eyaculaci�n tard�a y de
gran digitaci�n - en mis buenas �pocas he sido un excelente pianista, admirado
por el largo de mis dedos y las deliciosas ejecuciones de las variaciones
musicales del tango "La Comparsita" y "El Vuelo del Moscard�n". Adem�s,
desentra�ando a las mil maravillas, cada nota de la partitura del bello tango de
Clinton:"En el sal�n Oval" - que �l, ejecuta en saxof�n. De m�s, est� decir que
es admirada mi experta dicci�n, por saber colocar muy bien mi lengua, cuando
digo poemas y canto � eso lo hago permanentemente � gracias a las lecciones
recibidas, cuando joven, de una excelente maestra que me adiestr� en mis
primeros pasos... en un taller literario... � brillante profesional!


--00�


Pienso, y as� a de ser, que ustedes quieren saber qu� tanta
experiencia hay en un experto que muestra sus armas, pero, �Y?, pensaran... ��la
historia!!... �d�nde est� la historia?


--00�


Siempre fui un malcriado, un mimado por todas las mujeres de
mi casa, comenzando por mis hermanas, nacidas del primer matrimonio de mam�, no
incestuoso. Por ser el �ltimo de los tres hijos, y var�n para m�s, mi mami era
muy condescendiente y permisible al m�ximo, conmigo.


Desde mi nacimiento, mi madre, loca de alegr�a, hizo docencia
conmigo, mostr�ndoles a mis hermanitas, primitas y vecinitas- y tambi�n se
prend�a mi t�a, un poquito mayor que mis hermanitas- la diferencia que exist�a
entre un var�n y una mujercita.


Cada vez que me ba�aba en el viejo font�n enlozado, mam� les
permit�a mirarme. Era toda una ceremonia. Yo tambi�n me divert�a. Doce brazos,
doce manos jugaban conmigo, toqueteando mi cuerpo y todas se re�an excitadamente
cuando mi organito, endurecido vaya a saber por qu�, largaba fuertes chorritos
de pis.


Luego ven�a el secado. Con la calentita "toallota", las doce
manos me frotaban, seis agujeros con dos labios, me besaban por todos lados. Mi
pil�n estaba en su gloria, iba de boca en boca y mis test�culos vomitaba or�n,
siempre alguien recib�a el regalito. Era una fiesta.


Pasaban los d�as, los meses y los a�os, siempre el ba�o, e
invariablemente acariciado.


A los seis meses, al a�o.... a los dos y a los tres.... las
cosas iban mejorando. Los jueguitos eras m�s lindos, m�s agradables. Y m�s
grande el organito. Ya a los siete a�os, todav�a jugando, jugando todas segu�an
llenando sus bocas, con mis casi ocho cent�metros, entonces, comenc� a entender
para qu� serv�a mi pil�n, que ya estaba pas�ndose de organito.


Hasta los seis a�os, siete, mi madre por las noches, me daba
el pecho, siempre cre� que lo hac�a, porque le era m�s c�modo que levantarse
para hacerme la mamadera, ya que me acostumbr� de esa forma, y yo con mis
afilados dientes, mord�a sus pezones.


Primero la o�a quejarse y darme unos chirlos en la cola, m�s
luego se calmaba... ya no pegaba, ni gritaba, la notaba agitada y apretaba mi
cabeza con fuerzas contra sus tetas, que parec�an almohadones, donde yo
c�modamente me recostaba y era tanta la leche que chupaba y tragaba r�pidamente
para no atragantarme, que notaba como ella se contorsionaba, dej�ndome por
momentos debajo de su cuerpo y por momentos sobre sus pechos, pero yo, siempre
chupando.


Con una mano apretando mi cabeza siempre contra sus senos y
la otra la sent�a perdida entre las s�banas. Por momentos frot�ndome el
organito, para luego revolcase y meterla entre sus piernas gimiendo como una
loca.


Por fin, me arrancaba de la teta, ya casi asfixiado, y me
tiraba a su lado en la cama, donde me dorm�a hasta que llegaba pap� del trabajo,
entonces �l, amorosamente, me levantaba, mientras mam� roncaba y con mucho amor
me llevaba a la otra habitaci�n y me met�a en la cama de mi hermana mayor..


Ella ten�a 14 a�os, y antes de volver a la habitaci�n con
mam�, ve�a como, pap� se recostaba junto a Rosal�a y a m� me separa con la
almohada, peg�ndome contra la pared.


Comenzaba a acariciarla y a besarla por todo el cuerpo, �l
tambi�n chupaba las peque�as tetitas de mi hermana, como lo hac�a yo con mama.


Rosal�a, al igual que mam�, se revolcaba en la cama con
peque�os gritos ahogados, hasta que pap�, se arrodillaba frente a ella,
enloquecido por los gemidos gozosos de mi hermana, y se desbraguetaba, y
aparec�a su organito, �Dios! �Veinte veces m�s grande y grueso que el m�o!


Su mano derecha sub�a y bajaba desde la punta de su organito
hac�a sus test�culos, cada vez con mayor rapidez, hasta que le tomaba la cabeza
rubia de Rosal�a, y hac�a lo mismo que mam� conmigo, le met�a semejante cosa en
la boca, como mam� a m� su teta, hasta gemir como si lo estuvieran degollando y
quedar rendido sobre ella, tratando de calmar su llanto casi ahogada por tener
la boca llena de leche. Lo mismo que me hac�a mi mam�.


Luego, se bajaba de la cama, me quitaba la almohada que me
aplastaba contra la pared, nos tapaba bien, y amorosamente nos daba un beso a
cada uno, se cruzaba a la otra cama, algo mas chica que la nuestra, donde mi
otra hermana Julieta, un a�o menos que Rosal�a, se hac�a la dormida.


La acariciaba un rato, sus manos se mov�an fren�ticamente
debajo de las s�banas y por fin parado, de pie junto a ella, volv�a a
desbraguetarse, sacaba el enorme pil�n, se lo ensartaba en la boca de Juli, que
se atragantaba con tanta cosa en su garganta, que la ten�a que retirar para no
asfixiarla. Luego, nuevamente su gemidos ahogados, m�s de pap� que de ella y la
cabeza de mi hermana, que se perd�a entre las manotas de mi padre y su ombligo.


Cuatro suspiros profundos de pap�, como relinchos de caballo,
luego retiraba la cabeza enrulada de mi hermana de entre sus piernas y le
frotaba la cabezota del organito en la cara de ella, hasta dejarlo limpio.


Lo guardaba, abrochaba la bragueta, se acomodaba la ropa y la
cubr�a a Juli, para que no sintiera fr�o, la besaba, pap� era muy cari�oso y se
iba hacia su habitaci�n, cerrando la puerta al salir...


--00�


Cuando o�amos cerrarse la puerta de su dormitorio, luego el
ruido de la cama al acostarse, Juli ven�a corriendo a nuestra cama y nos
junt�bamos abrazados los tres, como para defendernos de algo.


Escuch�bamos los rezongos de mam� pidi�ndole algo que pap�,
no le daba. Entonces, comenzaba la gran discusi�n que terminaba con un fuerte
ronquido de �l y un llanto cargado de maldiciones de nuestra madre hasta
quedarse dormida.


--00�


Las chicas me colocaban en medio de las dos, se abrazaban a
m�, mientras sus manos iban recorriendo y acariciando cada parte de mi cuerpo,
hasta que en silencio se disputaban mi endurecido organito, para meterlo en sus
respectivas bocas, succionando como queriendo sacar algo por �l.


Juli y Rosal�a, tomaban cada una de mis manos y las llevaban
a sus entre piernas, haciendo frotar mis dedos en un pil�n m�s chiquito que el
m�o, cada vez con mayor rapidez, hasta que mordi�ndome el organito me chupaban
de tal manera que me daban lindas sensaciones.


Y entre sus gemidos contenidos y mi ansiedad por "eso" que
sent�a, se hac�a la ma�ana, deb�an levantarse para ir a la escuela, pero se
quejaban de que les dol�a la cabeza y mi madre, les llevaba el desayuno a la
cama, mientras yo dorm�a.


--00�


As� fue mi vida. Desde muy peque�o me cri� entre sabrosas
nalgas, peludas entrepiernas, carnosas bocas, deliciosas lenguas y como
almohadones, unas tetas de maravillas. A los 16 a�os, estaba cursando el
secundario y mi madre descubri� que mis hermanastras iban recorriendo su mismo
camino incestuoso. Mi padre falleci�, mi madre de tristeza enferm� a�os despu�s
y termin� sus d�as en un albergue para gerontes, y yo era atendido por mis
hermanas, hasta que estas se casaron e iniciaron una nueva vida y yo sal� de la
casa materna con mi hermano, hijo de mi padre, de su primer matrimonio, unos
a�os mayor que yo, pero que no se hab�a criado con nosotros sino con su madre.


--00�


El mismo d�a en que cumpl� 20 a�os, me convert� en t�o y mi
hermano fue un feliz padre. Tres a�os despu�s, ya mi madre internada, comenc� a
sentirme ardiente y descaradamente acosado por mi cu�ada, una bella mujer
descendiente de alemanes. Una tarde, estando solos los dos en la casa, Nadia, la
ni�a de tres a�itos, dorm�a y Juli�n mi hermano trabajaba en una ebanister�a
haciendo horas extras. Dolores, que ten�a mi misma edad, estando yo en plena
tareas de preparar dibujos de electromec�nica, ya que estaba por recibirme en
cursos especiales de turno noche, entr� a mi dormitorio muy liviana de ropas. No
comprend� en primera instancia nada. Estaba muy ocupado con mis tareas y ella
siempre ven�a a preguntar si quer�a tomar algo. Pero esa tarde, luego me di
cuenta, est�bamos solos. Resultaba sospechoso, aunque nunca me hab�a demostrado
nada, pero mi hermano no estaba. Vino por detr�s a mi tablero de dibujo y apoy�
sobre mis hombros esos hermosos senos que yo siempre desee y pugnaba `por
hacerlos m�o, pero solamente lo pensaba. Trataba de respetar el hogar fraterno:


- �Qu� haces cu�adito?... � la escuch� suavemente hablar en
mis o�dos. Sent� su aliento caliente en mi cuello. Mis 30 cent�metros se
sacudieron y comenz� a palpitar. Trat� de ignorarla:


- Terminando esta carpeta de dibujos, esta noche tenemos una
prueba y debo llevarla� - Me estremec� cuando su lengua comenz� a jugar dentro
de mi o�do derecho, luego mordi� el l�bulo de mi oreja. Cerr� los ojos. Ella
estir� su brazo derecho para se�alar un tornillo grueso y largo, dejando sus
sobacos junto a mis narices. Sent� un fuere perfume de hembra, excitante y
morboso, que casi acabo en ese momento. Intent� mirarla para explicarle que se
trataba de un bul�n para m�quina ferroviaria, y nos encontramos casi boca a
boca. Fue la primera vez que no supe salir de una situaci�n tan delicada. Me
dijo con iron�a y mucha suavidad, ardientemente:


- �Se parece a algo que vi� no hace mucho en tus manos�
mientras te ba�abas� �en qui�n pensaba mientras te masturbaba, cu�adito?..


- Por favor, Dolores� �c�mo pod�s hablarme as�? �Por qu� te
abusas de m�?� tu marido es mi hermano� - gir� y se coloc� a mi izquierda y
apoyando su caliente mano sobre mi pierna, apretando con fuerza mi verga me
gui�� un ojo:


- Parece que ello, el parentesco, no te impide calentarte�
Mira como est� esta hermosa verga Renato. No me han mentido cuando me hicieron
saber que en mi casa viv�a el hombre m�s fuerte, del pueblo�


- Por favor, Dolores� ��Qui�n te ha dicho tal mentira?!...


- Alguien que sabore� tal exquisitez� y la sinti� muy
profundamente�


- No he sido yo� Jam�s hago esas cosas� Nunca lo hice, ni lo
volver� a hacer y por favor te lo pido, quiero terminar mi trabajo�


- �y yo, c�mo hago para terminar con el m�o?... �O acaso no
sabes que hace a�os que deseo probar esto enorme que tienes entre tus piernas?
Mis amigas se burlan de m�, dici�ndome, que "c�mo es posible que teni�ndote aqu�
no te haya probado? , mientras que algunas de ellas, s� lo han hecho... - y me
cabalg� sent�ndose con las piernas abiertas sobre mi rodilla izquierda. No tra�a
nada abajo. Sent� el calor y la humedad de su sexo. El palpitar de su vagina.
Apretaba mi pene con ambas piernas masturb�ndome enloquecida. Gir� su cabeza y
volvi� a enfrentar su boca con la m�a. Con sus dientes se prendi� de mis labios
haci�ndolos sangrar. No pod�a abrir mi boca. Ella galopaba y gem�a. Luego se
arrodill� y se engull� mi pil�n con pantal�n y todo, devor�ndolo, hasta que
fuertes chorros de una eyaculacion anunciada, fueron a dar a su boca, filtrado
por la tela de mi ropa, que ella chupaba y saboreaba enardecida y lo hizo hasta
que el pantal�n qued� limpito. R�pidamente, me desbraguet�. Luego sac�, aun
goteando, mis 30 cent�metros, duro como una pieza de hierro de las que yo
dibujaba. El espesor en ese momento casi redondeaba los 85 mil�metros. Eso la
enloqueci�:


- �por qu� tu hermano, no tiene una carne tan hermosa,
cu�adito? Por favor, entr�mela toda� - volvi� a montarme. Coloc� mi punta en su
velludo montecito, con sus dedos forz� sus labios vaginales y se sent� de golpe
sobre mi lubricada verga, fue un grito de hembra hambrienta que se trag� todo
llorando de felicidad. Est�bamos nariz a nariz. Aliento con aliento. Con los
dientes le quit� el cubre tetas que tra�a. Abr� mi boca y comenc� a mamar con
desesperaci�n. Sus pezones se endurec�an cada vez m�s. Eran enormes. La sent�
acabar como si nunca hubiera tenido una verga en sus entra�as, una� dos� tres
veces�Mi cu�adita estaba desfalleciente, cuando mi monstruoso pil�n, comenz� a
escupir latigazos de esperma en esa ajustada entrada que continuaba apretando y
apretando. Vino el momento del relajo. Apoy� su cabeza en mi pecho y comenz� a
temblar, mientras apretaba mis carnes con fruici�n.


--00�


Lentamente Dolores se fue reponiendo. Me quit� la camisa,
comenz� a morder mis pezones y a rasgu�ar mis carnes. Luego moj� mis espesos
vellos pectorales, pasando su lengua por toda mi piel. Nuevamente el rey m�stil
se enderez� con furia, justo en el momento que ella saboreando mi dermis llegaba
a mi pelvis. Fue un encuentro fortuito. Lo tom� con ambas manos. El glande
estaba tremendamente inflamado. Lo mir� casi con adoraci�n. Abri� su boca.
Imposible, no entr�. Comenz� a pasarle la lengua ante los estertores de mi
bestia. Se esforz� y mi cabezota, morada y venosa penetr� hasta que la asfixia
comenz� a notarse y nuevamente en los momentos m�s controvertido del ser humano,
mi verga comenz� a regurgitar fuertes e hirvientes chorros de mi lefa tan
querida por mis adorables pacientes. Tuve que quit�rsela de la boca para darle
aire, pero su rostro que hab�a comenzado a ponerse morado por falta de oxigeno,
ten�a una expresi�n de felicidad incomparable. Era aproximadamente las cinco de
la tarde, cuando me dijo:


- Juli�n reci�n comienza con las extras� y hoy, me dijo, que
hasta las 11 de la noche no regresa� - descontrol� mis pensamientos. Me olvid�
de todo y todos mis estudios. Me puse de pie, la alce en mis brazos y la coloqu�
sobre mi cama. Cerr� la puerta con llave. Volvi� a mamarme hasta ponerla dura
como de costumbre. Un 69 se dibuj� sobre mi frazada y gust� de esa gruta que yo
tambi�n deseaba desde hac�a tanto tiempo. Mis dedos trabajaron en su punto negro
de tal manera que termin� pidiendo por favor que quer�a que la desvirgara por
atr�s. Su marido, mi hermano, nunca quiso tocarla analmente. Era tanta la
presi�n ejercida sobre su libido, que lleg� a suplicarme que se la introduzca
por el ano:


- Por favor, Renato� no escuches mis gritos� as� me desmaye,
haz lo que quieras� pero penetrame� �costara trabajo entrar semejante potra,
pero hazlo, te lo suplico� ��Por favor cu�adito!!�


- Te va a doler� �Es muy dolorosa, al principio, luego la vas
a querer tener adentro eternamente, y no sacarla!... Pon esta toalla en la boca
y muerde con fuerza� - y comenc� a lamer su recto y a ablandar su entrada�
gozaba. Era incansable. La fiebre uterina era lo m�s parecido a lo que estaba
sintiendo mi rubia y hermosa cu�ada. Cuando cre� que los cuatro gruesos y largos
dedos de mi mano derecha ya entraban bien, le palmee las nalgas como si fuera a
aplicar una inyecci�n. Puse mi verga en esa entrada y la empuj� despacio�.


- ��Maaaassss!!� Maaaassss� - me exacerb� y empuj� casi con
bronca. Un grito y luego el silencio� Se desvaneci�.


--00�


Obviamente no fui al curso. Desde esa tarde archiv� mis
libros y apuntes. Cae de maduro, no me recib� y comenc� a quedarme m�s horas
para trabajar extras yo tambi�n. Segu� viviendo en casa de mi hermano unos a�os
m�s. A partir de ese d�a, compart� con Juli�n los favores incontenibles de la
insaciable y fogosa Dolores, mi ardiente cu�adita. Primero lo vaciaba al marido,
al que luego le daba todas las noches un vaso de leche tibia, con unos
comprimidos que lo dorm�an profundamente. Ven�a a mi habitaci�n con esos ojos
sensuales, cuya mirada pon�a caliente a cualquiera. Era pura lujuria. El sentido
er�tico de su vida era estar en la cama conmigo. Su incontinencia ya se estaba
volviendo obscena. Lo maravilloso de esa relaci�n fue que Dolores, cada d�a
estaba m�s apetecible y no quer�a que fuera al trabajo. Me quer�a para ella. Me
entreg� a una hermanita de 17 a�os con tal de que no me fuera. Recuerdo que vino
de visita para un cumplea�os de Juli�n y ella la emborrach� y me llev� a mi
habitaci�n como a las tres de esa madrugada. Yo dorm�a. La acost� a mi lado
totalmente desnuda. Le tom� la mano a la hermana y la puso sobre mi verga y ella
con sus dedos le juguete� el cl�toris, haci�ndola contorsionarse imp�dicamente.
Al despertarme, por el contacto con lo desconocido, la vi a Dolores mam�ndole la
vagina a la peque�a Lul�. Salt� como un resorte y puse mi pil�n en la boca
virgen de la peque�a, que ante la calentura y los orgasmos que le proporcionaba
su hermana mayor, abr�a tremendamente la boca gimiendo deleitadamente. Se
despert� asustada. Se estaba asfixiando. Agarr� mi pedazo con ambas manos, la
retir� algo de su ardiente boca, la mir� detenidamente, tom� aire y sonriendo
volvi� a introducirla, succionando con maestr�a mi poderosa verga que no tard�
en vomitar torrentes de semen hirviendo, que trago sin ning�n trabajo. Dolores,
dej� la vagina de Lul� y se tom� de mi, pene, engull�ndolo hasta dejarlo limpito
y duro. Me desnud� y me met� yo entre las duras nalgas de esa casi ni�a y mis
dedos comenzaron con su trabajosa faena de ir ablandando el ano, peque��n
oscuro, que se negaba a dilatarse, mientras mi gruesa y �spera lengua, heredada
vaya uno a saber de qui�n, creada especialmente para estas contingencias,
comenz� a extraer el rico caldito vaginal de la hermanita menor de mi cu�ada que
segu�a prendida de mi verga. Por atender a Dolores ya no sab�a de nuevos
sabores. Me enloquec� y me prend� de ese cl�toris emergente casi tan grande como
mi me�ique, lo mam�, lo mord� mientras la peque�a apretaba con ambas manos mi
cabeza como queri�ndome introducir en esa rubia argolla que yo absorb�a y sus
carnosos belfos me mord�an entre gritos de placer inflamado de las dos hermanas.
El recuerdo m�s hermoso de esa noche fue cuando Lul� me pidi�:


- �Renato� por favor, quiero sentirla por atr�s!... No quiero
que me embaraces� soy virgen todav�a� �sta es mi primera vez� �Pero decile a
dolores que nos deje solos, quiero sentirte m�o� m�o�


M�o�Ahhhhgggg�.- el orgasmo fue tremendo. Dolores, se meti�
en el ba�o de mi habitaci�n y yo con suavidad, casi con piedad, acomod� a Lul� y
le di el gusto. Hasta el d�a de hoy, cuando nos encontramos, recuerda el hecho.
Aunque lament� siempre no haberme permitido desvirgarla, porque termin� en las
garras de su padre un alem�n bebedor, que una noche, ebrio, la viol� sin
consideraci�n, haci�ndole una hija�


--00�


Pasaron unos a�os. Nadia, la mayor de las hijas de mi
hermano, estaba cumpliendo ya los 12 a�os. Tuvo tres nenas. No, no eran m�as.
Tal vez mi �nica desgracia, ha sido no poder procrear. Dios, es sabio, me hizo
un poderoso semental, con una enorme herramienta para satisfacer a quien fuera,
no me dio la virtud de reproducir. Tal vez si eso hubiera sido factible, hoy
tendr�a mi propia familia y no prestada. Una cosa por otra. Volviendo a los doce
a�itos de Nadia la hija de mi hermano y Dolores, vi�ndola crecer d�a a d�a. Su
desarrollo era casi exasperante. Venia con las mismas formas de su madre. Yo ya
ten�a 32 a�os y decid� alejarme de la casa fraterna, al ver que el peligro de la
preciosa criatura se me presentaba d�a a d�a. Rubia, bell�sima, ten�a el mismo
color de mis ojos, lo hab�a heredado de Dolores que tambi�n tenia ojos celestes
fuerte. Tom� la decisi�n de irme una tarde, en que estaba solo en casa
acical�ndome. Me rasuraba con una espl�ndida navaja. En pleno verano. A pecho
descubierto. Me estaba secando de la ducha despu�s de afeitarme, cuando escucho
a Nadia llamar a la madre. Me asom� y le dije que la mam� hab�a salido con las
dos hermanitas y su padre, bueno como siempre, haciendo horas extras y cerr� la
puerta del ba�o de mi dormitorio. Me puse ropa limpia y en pijama sal�. Iba
hac�a mi la sala a ver el noticioso, cuando Nadia, me llama. La busqu� y por fin
la encontr�. Estaba en su dormitorio.


- T�o�


- �Si, preciosa� �qu� quiere mi sobrina predilecta?... - yo
les hablaba as� a todas ellas, era muy costosa esa relaci�n pues cada vez que
volv�a de donde fuere, deb�a traerles algo para cada una. Y me dijo que por
favor le alcanzara otro toall�n para secarse. Entr� a su alcoba, donde hab�a
tres camas, una para cada hermana y la muy pilla estaba recostada sobre su
camita, cubierta por una s�bana.


-� �para qu� me llamaste?...


- Alcanzame esa toalla verde, Ti�to� Todav�a no me he secado�
�Ven�, mir�!... � me acerqu� como siempre lo he hecho cada vez que me precisaba.
Al llegar junto a ella, abri� la s�bana, mostr�ndose totalmente desnuda -� �No
ves que estoy mojada?... � y tom� mi mano y la llev� a su pecho, pas�ndola sobre
sus senos, notando sus pezoncitos duros y ardientes. Era una monta�ita de carne
hirviendo. Intent� quitar mi mano y me tomo con las dos y la llevo a su entre
piernas, apret�ndola con furia en su vagina, vello casi invisibles. Sinceramente
me enceguec�, no quise pensar y sal� corriendo de la habitaci�n de la peque�a
hembrita que ya comenzaba a sentir las necesidades de su madre. Me sent� en la
sala a mirar televisi�n. Estaba realmente preocupado. �Qu� deb�a hacer? Me
dormit� unos minutos, estaba apenado y dolorido. Pero algo dentro de m�, como
una maldici�n, me hac�a pensar en ese cuerpito de �ngel puro y mi instinto
animal sacud�a mi verga, que estaba endureciendo. Pero, no� no deb�a hacerlo� De
pronto, siento algo muy suave que se apoya en mi pierna izquierda, apretando el
miembro. Nadia, comenz� a frotarse sobre mi rodilla, mientras me dec�a:


- Ti�to� no me eches� - su voz estaba jadeante. Gem�a con
cierto placer. La tom� con fuerza de los brazos para quitarla y me dijo - � Si
no me dejas hacerlo, le digo a mi pap�, como lo hacen siempre, t� y mam� - �qu�
pod�a hacer? Me estaba extorsionando... Me cabalg�. Jam�s cre� que una ni�a
pod�a tener orgasmos. Sent� humedad sobre mi pierna, adem�s estaba sin
bombachita. Pas� su mano bajo su pierna y tom� con fuerza mi verga y comenz� a
masturbarme hasta que me hizo acabar ya con violencia. La tom� de los hombros y
le met� mi lengua en su boca hasta que enloqueci�, me tom� de la mano y me llev�
al ba�o del pasillo, me hizo sentar en el inodoro, me saco la verga del pantal�n
pijama. Se qued� asombrada y comenz� a lamerme, luego me pidi� al o�do -�
��Ti�to� quiero que me la pongas adentro, como lo haces con mam� yo siempre los
miro� - bueno no puedo continuar, porque esa misma noche, empaqu� dici�ndole a
mi hermano que me iba a y trabajar a la capital. Me fui despu�s de cenar� Volv�
a verlos 5 a�os despu�s�




final de inicio de LOS CUENTOS DEL NONO RENATO. Comentarios a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO


********




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 0
Media de votos: 0


Relato: Siguen las historias del Nono Renato
Leida: 1690veces
Tiempo de lectura: 15minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados





















cuentos cornudosmadre se masturbachocho pollarelato erotivo hijastraRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatochicas folladas a la fuerzarelatos porno con alumnas chikitasmis sobrinitas relatosporno mujeres malloresRelatos porno misrelatosRelatos eroticos gay entre hermanosRelatos porno de amor filial relatos mi particular iniciacion xxxEl viejo de los autitos 3 relatos de sexorelatos gay me coje mi padrinome acuesto con mi tia relatorelato de sexo no consentidos con viejos5relatos caliente conmaduro y un jovenamor filial pornorelatos eroticos filial gratis madres hijos marquez sadeRelatos de hermano cogiendo a su hermanadaniel el travieso pornomi suegro me chupa el clitorisRelatos eróticos mamadora expertacon mi hijita de 1en una playa nudista misrelatospornomi suegro me pone los cuernos relatos eróticoslesbico relatos madrastraRELATOS MI ABUELO Y MI PAPA ME COJIERON POR MI VAGINITA Y ME GUSTOpeliculas porno gratis lesbicolas tangas de mi tia relatos eroticosrelatos xxx de venezolanasrelato erotico de verga granderelatos porno de amor filial con imajenessoy el putito de mi abuelo relatos pornosRelatos me cogi a mi hermanita con sindrome daumrelatos follada en la piscinaorgías bisexualesRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelato erotico gay caballero del sodiacohistorias eroticas de nenas de 8 gratisRelato mi madre culasoRelatos de amorfilialgranjera relatos pornoporno lesbico sadoLesbianasMimadre y yorelatosrelatos eroticos sexo en escuelas primariasAbuelito aprovechadocenicienta pornRELATO DESVIRGANDOLE EL CULO A MI PEQUENA VECINITA COLEGIALAmi hijita de 9 añitos relatochochos peludos de abuelasIncesto con la abuela relatadosincestorelatos.comrelatos eroticosme folle al profesor de mi hijo relatos pornohistorias porno gratisilrelatos de sexoMe coji a la esposa de mi amigo relato pornorelato sexo en rancho mi hijita relatos verdesRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatomi primo daniel y mama follaron salvajementerelatos erotico con mi sobrinaactriz porno sordomudame doli� la primera vez con mi t�o/1-Amor-filial.htmmi hijita de 9 añitos relatopor el culo desde pequeña relato eroticopor el culito a mi sobrinita relato eroticorelatos eroticos encontre a mi esposo con mis hijashermana xxx 100realahijada y padrino pornoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelato erotico soy muy putarelato transexual su polla no entraba en mi culorelatos eróticos de la veterinariamama hijo indecente relato eroticorelatos swingersrelatos eroticos con sacerdote relatos eroticos de conciertosmi vecina y sus 2 pequeñas relatos pornorelatos gay nenito afeminadorelatos eróticos en familiarelatos banando mis.hijas xxxabuelas con coño peludorelato incesto lesbico tia sobrina