La carrera
Despu�s del doloroso proceso de anillado al que fui
especialmente sometida , tuve que estar mas de una semana exenta de
entrenamiento , pues hubo complicaciones en el proceso de cicatrizacion de mi
tabique nasal . La cara se me hincho monstruosamente y padecia unos dolores
atroces . Durante todo ese tiempo estuve confinada en mi seccion del establo ,
tumbada sin apenas moverme , y tuvieron que administrarme potentes antibi�ticos
, pero con los solicitos cuidados de Josefa , que hasta llevaba la comida
directamente a mi boca , poco a poco fui restableciendome hasta sanar del todo .
Cuando consideraron que me habia restablecido y habia
recuperado mis fuerzas , decidieron que el dia de nuestro debut como yeguas de
tiro , despu�s del retraso forzoso habia llegado .
A tal fin decidieron organizar una carrera de resistencia
entre Lucerita y yo , para calibrar nuestras respectivas cualidades ,
resistencia , velocidad , respuesta a las maniobras , etc .
La carrera consistia en un recorrido de 25 km a traves de la
hacienda y los senderos colindantes a ella . Saldriamos a intervalos de media
hora para evitar choques e interferencias y tambien para evitar que tuvi�ramos
referencia de c�mo ibamos en relacion a la otra . Se cronometraria la hora de
salida y de llegada para saber quien habia efectuado el trayecto en el menor
tiempo . Asi que a las 9 de la ma�ana nos colocaron nuestros arneses y utiles de
monta , nos engancharon a sendos carros de paseo y nos vendaron los ojos para
que confiaramos ciegamente en nuestros conductores y solo atendi�ramos ordenes
acusticas y t�ctiles . Mi carro lo guiaria el amo , que debia pesar unos 90
kilos , y el de Lucerita seria guiado por una se�ora de porte elegante que
rondaria los 45 a�os a la que acompa�aria una mujer joven de id�ntico porte y
que no tendr�a mas de 20 . Por el parecido entre ambas se diria que eran madre e
hija , e imagine que serian la familia del patron .Calculando el peso de las dos
juntas , estaria mas o menos parejo con el del amo .
Se decidio que yo saldria primero , asi que resta�ando las
riendas secamente sobre mi espalda desnuda a la vez que decia un potente �
Arreeeeee ! , se me insto a comenzar la marcha . Al principio empece a marchar
con paso lento e inseguro , el hecho de correr a ciegas me llenaba de temor ,
por miedo a lastimarme , pero el fustigamiento continuado mas los gritos de
aliento del amo , poco a poco , hicieron que fuera recuperando la confianza y a
los pocos kil�metros ya corria todo lo que mi cuerpo daba de si , sin importarme
donde pisaba o por que terreno corria . Constantemente agudas piedrecillas iban
clav�ndose en mis plantas desnudas y de vez en cuando , alguna rama que
interceptaba el sendero me azotaba sin piedad en el rostro y el pecho
provoc�ndome dolorosas escoceduras, pero no por ello aflojaba el ritmo de mi
carrera . Un par de veces cruzamos peque�os arroyos que me cubrian de agua hasta
las rodillas , pero no sin dificultad , yo seguia corriendo y corriendo .
Cuando debia llevar la mitad del camino recorrido , el
cansancio empezo a hacer mella en mi , y el amo no tuvo inconveniente en empezar
a azotarme duramente con el latigo . Una y otra vez iba descargando golpe tras
golpe con furia , azuz�ndome e inst�ndome a no bajar el ritmo .
Ante tal brutal castigo no me quedo mas remedio que sacar
fuerzas de donde ya no me quedaba ninguna y correr a toda velocidad con el
corazon sali�ndoseme del pecho .
Despu�s de un tiempo que me parecio una eternidad for fin
llegue a la meta . Estaba hecha una pena . Mis pies totalmente recubiertos de
sangre y barro , mi cara recubierta de una pel�cula de babas secas , y mi
espalda..... mi espalda era la que se habia llevado la peor parte . Estaba
totalmente cruzada a latigazos desde el culo hasta el nacimiento del cuello y
sangraba profusamente alli donde el latigo habia hecho mella . Habian sido dos
horas y media de infernal carrera .
A los veinte minutos mas o menos llego el carrito arrastrado
por Lucerita , que llego mas o menos en las mismas lamentables condiciones que
yo , aunque su espalda no estaba tan maltratada . Venia llorando por efecto del
cansancio , el dolor y la degradaci�n sufridas , pero habia conseguido terminar
el trayecto con una ventaja de 10 minutos sobre mi .
Yo, en el fondo me alegre de esto , si habia de llegar algun
castigo , y seguro que llegaria , preferia mil veces ser yo quien lo padeciera ,
que mi pobre hija .
Premios y castigos
Despu�s de ser desenganchadas , fuimos llevadas a los
establos donde se nos procedio a curar las heridas y se nos lavo como de
costumbre . Pr�cticamente antes de acabar el proceso caimos en una especie de
sopor y nos quedamos dormidas vencidas por el agotamiento en un sue�o reparador
. Llev�bamos unas horas descansando en nuestros cochones de paja cuando entro
Josefa y me comunico que el amo , disgustado por el "bajo rendimiento"
demostrado durante la prueba habia decidido un cambio temporal de destino para
seg�n sus palabras , endurecer mi cuerpo y mi capacidad de resistentencia . Yo
inmediatamente empece a temblar temiendome lo peor , el amo habia decidido
venderme o traspasarme . Afortunadamente no fue asi aunque tal vez ese destino
hubiese sido mejor que aquel al que fui destinada . Se decidio que hasta nuevo
aviso , trabajaria de sol a sol atada a un arado en los campos de siembra que
colindaban la plantaci�n . No se que era eso pero debia ser un destino terrible
por el gesto de pena que tenia Josefa al comunic�rmelo .
Al dia siguiente me llevaron al otro extremo de la hacienda ,
donde trabajaria y residiria hasta que mi amo ordenara lo contrario . Alli me
acoplaron un arnes especial compuesto por dos gruesas correas de cuero mucho mas
grueso y aspero que mi antiguo arnes de paseo , que me cruzaban la espalda y que
iban enganchadas a un pesado y primitivo arado de hierro forjado . Detr�s de �l
, gui�ndolo iba un robusto esclavo de edad indefinida y que al igual que yo iba
totalmente desnudo . Mi tarea consistia en tirar y tirar con todas mis fuerzas
abriendome camino en la dura tierra sin labrar hasta que iba abriendo profundos
surcos en ella . De normal era bastante duro , pero a veces tropezaba con una
raiz o alguna piedra enterrada y entonces el arado se atascaba , entonces yo
tiraba y empujaba hasta que por fin cedia . A veces estaba tirando mas de tres
horas con el mismo obst�culo . Si me entraban ganas de hacer mis necesidades ,
no me quedaba mas remedio que hacermelas sobre la marcha , porque no
descans�bamos hasta que llegara la hora estipulada . Asi que no era raro verme
estirando del arado mientras las heces salian incontroladas de mi ano , abonando
la misma tierra que iba surcando .
Invariablemente lo llevaba siempre sucio , cagado y
maloliente . Pues al contrario que en mi anterior dependencia , en mi actual
destino no me lavaban ni higienizaban nunca . Al cabo de pocos dias , parecia
una cerda inmunda toda cubierta de barro , sudor y mierda , y hasta yo misma me
mareaba de mi propia hediondez . Mi alimentaci�n tambien sufrio un cambio a peor
. Mi dieta se componia de una mezcla de lombrices que sacaban de la tierra, y
una pasta de cereales amargos . Y dormia encadenada por el cuello a un arbol con
las manos atadas , como siempre atr�s . Casi todas las noches era violada
sistem�ticamente por algun esclavo de la plantaci�n . Pese a mi aspecto poco
atractivo y a toda la capa de suciedad , no parecia importarles demasiado a
juzgar por el entusiasmo con que me taladraban por el co�o y por el culo
indistintamente . Estuve desempe�ando aquella tarea mitad burra de carga , mitad
puta del campamento durante unos tres meses , hasta que un dia mi adorada Josefa
vino a recogerme para llevarme a "casa" .
Mientras ibamos de camino , yo unos pasos por delante y
Josefa llev�ndome de una correa atada al cuello como una perra , me contaba las
novedades en el establo .
Me dijo que como "premio" por haber ganado la carrera , el
amo habia decidido pre�ar a Lucerita . A tal fin cada noche durante dos semanas
, fue violada repetidas veces por una docena de esclavos seleccionados de entre
los mas sanos y fuertes . La pobre Lucerita gritaba y gemia entre llantos
histericos , mientras era perforada sin piedad por aquellas monstruosas pollas
avidas de hembra , pues los esclavos eran autorizados a follar muy de tarde en
tarde y en ocasiones como esa , se desahogaban a fondo . Uno de esos dias la
se�ora y su hija se sentaron c�modamente en el establo con el fin de ver el
espect�culo y disfrutar con la violaci�n . Y a Lucerita en un desafortunado
ataque de dignidad , se le ocurrio increparlas e insultarlas dici�ndoles que
como podian disfrutar con un espect�culo semejante , que si no tenian
sentimientos , que eran peores que las fieras .
Las represalias fueron terribles , sigui� cont�ndome Josefa ,
y me dijo que no me sorprendiera cuando viera a mi hija pues su aspecto habia
cambiado mucho .
Llamaron al sadico veterinario que por el mismo brutal
sistema que a mi , procedio a implantarle anillas en su vagina , su nariz , y
hasta en el ombligo . Su hermosa melena rubia fue rapada completamente hasta que
su cabeza quedo pelona como una bola de billar . Pero lo mas terrible que le
hicieron fue cortarle la lengua , y mientras lo hacian , las dos se�oras que
insistieron en estar presente durante todo el proceso de anillado y demas , le
decian : esto te ense�ara a no faltarle jamas al respeto de palabra o acto a tus
amos, peque�a yegua . Pese a su lastimoso estado , durante la convalecencia no
interrumpieron las violaciones . Y asi , hasta que no se cumplieron las tres
semanas estipuladas para su embarazo , fue follada al antojo de los sementales
del amo . Como consecuencia , cuando llegamos por fin al establo , vimos
saliendo de �l a la se�ora guiando un carricoche del que iba tirando Lucerita ,
toda calva , decorada con campanitas por todo su cuerpo y con una incipiente
barriga prueba fehaciente de su pre�ez . Mi hija nunca volvio a ser la misma . A
partir de su traumatica experiencia se movia como una automata sin voluntad .
Obedecia cualquier orden por degradante y vejatoria que fuera , al momento y sin
rechistar y en su rostro tenia una expresi�n ausente como si su alma hubiera
escapado de su cuerpo dej�ndolo como un cascaron vacio .
Epilogo
Han pasado seis a�os desde que llegamos a la hacienda, lo se
por que me lo ha dicho Josefa .
Mi hija ha tenido ya cinco camadas , tres peque�as yeguas y
dos potrillos , que corretean alegremente desnudos por la plantaci�n ajenos a su
terrible destino , pues cuando crezcan , seran vendidos como ganado , o pasaran
a ocupar su lugar en la cuadra . Creo que el amo tiene previsto pre�ar a mi hija
una vez por a�o hasta que esta deje de poder hacerlo . Asi que f�cilmente puede
darle nueve o diez crias mas . Su cuerpo anta�o esbelto y atl�tico ha dejado
paso a uno mucho mas maduro y desgastado , sus tetas han crecido enormemente y
le caen lacias como si fueran las ubres de una vaca , y sus caderas han
ensanchado considerablemente por efecto de tanto parto continuado . Su cabeza
sigue estando pelada , a sus amas les gusto su aspecto y decidieron
conserv�rsela asi . Y pese a tener solo 23 a�os , su fisico se asemeja mas al de
una mujer de 40 . La esposa del amo y en especial su hija , la tienen como su
juguete particular , como su perrita faldera , como su retrete , y dia a dia
disfrutan inventando nuevas vejaciones y torturas para su ya de por si
maltratado cuerpo , que constantemente esta plagado de moratones , hematomas de
un aspecto terrible y profundos cortes .
En cuanto a mi , por fortuna , a causa de algun desarreglo
hormonal parece ser que no puedo tener hijos . Ya casi he olvidado totalmente
como era y como sentia cuando era una persona normal . Ahora no soy mas que una
pobre yegua sin ningun derecho o voluntad , mas que el tirar del carro del amo .
Y asi seguire hasta que muera o mi amo decida lo contrario.......
FIN