Cuando estaba en la secundaria, ten�a un amigo que era la
persona mas caliente que hab�a conocido en mi vida. Todo el tiempo hablaba de
sexo, comparaba pel�culas porno y revistas, me hacia comentarios acerca de mis
hermanas, de lo sabrosas que estaban. Incluso de mi madre, yo siempre los tomaba
a broma y no les daba mayor importancia.
Era tanta su calentura que en una ocasi�n se cogi� a un perro
tirado en plena calle.
Pero ese no es el punto ahora. Una noche estaba con este
amigo y un vecino, los tres amigos de la misma edad, y jug�bamos normalmente,
cuando como de costumbre surgi� la platica relacionada con el sexo. Empezamos a
contar historias ficticias acerca de las mujeres que nos hab�amos cogido y
muchas cosas por el estilo, nos atravesamos la calle y nos metimos en una casa
abandonada, donde con unas velas seguimos nuestra pl�tica.
En una charla en particular, mi amigo pidi� que me pusiera a
gatas para "representar su historia" y acced�, me coloque a gatas y el se coloco
detr�s m�o, me tomo por la cintura y mientras contaba su historia se pegaba a mi
como si me estuviera cogiendo. Debo decir que su actuaci�n era convincente ya
que me apretaba bastante fuerte. Yo no me asustaba ni nada porque est�bamos
vestidos y todo. Despu�s, para la siguiente historia hizo lo mismo con mi
vecino. Y yo tome el ejemplo y total que cada vez que cont�bamos una historia,
empezamos a seguir los 3 el ejemplo. Notamos que ya los tres est�bamos erectos y
nos dio mucha risa.
Apagamos las velas y venimos a mi casa, donde hab�a una mesa
con una madera rota, la cual colgaba y parec�a una guillotina. El caso es que
las historias volvieron y tambi�n las respectivas actuaciones, y decidimos que
si alguno se negaba a hacer la actuaci�n pasar�a por la "guillotina" de castigo.
Hasta ese momento todo eran risas y encontr�bamos incluso diversas posiciones de
c�mo nos airar�amos a la pr�xima chava que conoci�ramos. De perrito, de lado, de
espaldas, etc, etc. Sin embargo, era obvio que cada vez est�bamos yendo m�s
lejos, acerc�ndonos al l�mite de la actuaci�n y el deleite.
Entramos a mi cuarto y cerramos con llave. Y al igual que
antes, nos turn�bamos para hacer los cuentos. Mi amigo el caliente era el que
mas empe�o pon�a, recuerdo que en una ocasi�n me dijo, acu�state boca abajo, y
se coloco encima m�o y me abrazo fuertemente mientras me embarraba su erecci�n
en las nalgas, y dec�a, toma!!! Toma!!! E incluso se desabrocho el pantal�n, y
yo me levante.
Cuando me pare surgi� su idea de que el que ideara la
historia pod�a quitarse el pantal�n, para que se sintiera mas real, y por
incre�ble que parezca, nos convenci� con el argumento de que si uno tenia
pantal�n era mas que suficiente. Yo fui el primero en untar mi erecci�n, ahora
cubierta solamente con mi truza, en el trasero de mi vecino. Sent� sus nalgas y
lo tome firmemente mientras lo Coria por encima de la ropa. As� nos met�amos en
el closet, debajo de la cama. Cualquier lugar era bueno.
Para no hacer mas tedioso mi relato, al final de cuentas
est�bamos los tres en truzas solamente y cada vez era mas obvio que acabar�amos
fall�ndonos mutuamente, en determinado momento mi vecino quiso retirarse y
llegamos al extremo de amenazarlo con madrearlo si lo hacia. As� que se asusto,
y mi otro amigo, notando su miedo, se decidi� a actuar. Nos metimos los tres
debajo de mi cama y nos colocamos en trenecito, mi vecino primero, mi amigo
despu�s y yo hasta atr�s. Todo fue r�pido, yo untaba mi calz�n contra las nalgas
de mi amigo, y cuando me di cuenta el ya no tenia puestos los calzones. Pude
sentir sus nalgas y el untaba su miembro erecto y desnudo en las nalgas de mi
vecino.
Lo abrazo fuertemente y le quito su truza. Lo intento
penetrar de golpe pero no lo logro por lo cerrado de su ano. Mi vecino se quejo
e intento zafarse y mi amigo lo detuvo, con mi ayuda lo colocamos otra ves en el
trenesito, y en un segundo intento le meti� la cabeza del pene en el recto. Lo
abrazo mas fuerte y de golpe le introdujo el resto. Yo para entonces me hab�a
levantado y observaba mientras mi vecino era deliciosamente pose�do por mi
amigo. Tuvo que aguantarse el dolor y tuvo que ponerse en todas las posiciones
que le dijimos. Se lo copio en el closet, debajo de la cama. Debo confesar que
la que mas me excito fue cuando se lo copio parado contra la pared. Ya que en su
desesperaci�n, buscaba de donde agarrarse y manoteaba mientras el pene de mi
amigo entraba y sal�a de su trasero a gran velocidad.
Yo me vest� y a pesar de que mi amigo me dec�a puto y mil
cosas m�s, no penetre a mi vecino y decid� retirarme antes de que se le
ocurriera cogerme tambi�n.
Esa fue mi �nica experiencia homosexual pero es excitante
cada ves que la recuerdo. Sobre todo porque ahora mi pareja es la hermana de mi
vecino que fue penetrado en mi propia casa por uno de mis amigos.