Recientemente, mi esposa y yo nos fuimos de vacaciones por el
Caribe, con el fin de celebrar nuestro aniversario de bodas. As� que nos
embarcamos a divertirnos como hac�a muchos a�os no lo hac�amos.

Estuvimos en varias islas, casi todas visitadas por turistas
y parejas como nosotros con ganas de descansar y divertirse. Con lujosos
hoteles, restaurantes, discotecas, casinos, playas hermosas, etc.

Fue la oportunidad para mi esposa de desinhibirse totalmente.
Se llama Sof�a y a sus 28 a�os se conserva muy bien, mide 1,65 mt, de cintura
delgada, cabello liso y corto, pechos medianos y erguidos, rostro hermoso de
ojos color miel y labios muy sensuales y provocativos.

Se vest�a muy sexy con vestidos ajustados y cortos, mostrando
sus atributos m�s de la cuenta. En la playa y la piscina levantaba miradas, cada
vez que pasaba, ya que para la oportunidad, se compr� unas tangas con hilo
dental tan diminutas, que hasta tuvo que depilarse casi totalmente, dejando s�lo
una peque�a hilera de vellos sobre su rajita. Aprovechaba el sol para broncearse
y de vez en cuando se soltaba la parte superior de su tanga dejando ver sus
hermosos senos. La verdad es que a trav�s de los a�os de casados, nunca la hab�a
visto tan lanzada., pero eso no me disgustaba.

Aquello me daba cierto morbo al ver la mirada deseosa de
otros hombres sobre su semidesnudo cuerpo y cuando estaba sola, algunos hasta le
dec�an piropos. A ella no le molestaba la cosa y al contrario parec�a gustarle
mucho.

En una de esos descansos en la piscina entabl� amistad con
una pareja y cuando yo llegu�, me los present�. El tipo era un moreno espigado,
de porte atl�tico y unos 35 a�os. Se llamaba Joseph y nos coment� que eran de
Aruba y con su esposa Isabella, se encontraban en viaje de negocios, pero
tambi�n hab�an sacado un rato para descansar. Mientras habl�bamos, no dejaba de
mirar a mi esposa, tratando en lo posible de adivinar lo poco que ella tapaba
bajo su tanga. Ella parec�a entenderlo y con movimientos er�ticos se acomodaba
en la silla de la piscina, para darle cierto picante a la situaci�n.

Yo tampoco me qued� atr�s y observando de reojo a Isabella,
not� lo buena que estaba. Era una preciosa morena de cabello negro rizado, ojos
muy negros y cuerpo casi perfecto.

Terminaron invit�ndonos a salir a bailar esa noche y nos
pusimos de acuerdo para vernos all�.

Al anochecer, nos arreglamos para salir a divertirnos. Me
duch� y me estaba vistiendo, cuando Sof�a, mi esposa, entr� a ba�arse. Al salir
de la ducha, la observ� a trav�s de la puerta entreabierta. Empez� a ponerse un
diminuto hilo dental semitransparente por el frente, que dejaba ver su pubis
recortadito, acomod�ndose el fino hilito entre sus nalgas. Luego se visti� con
un traje corto de color blanco, muy descotado, sin brassier, de espalda
destapada y apretado en las nalgas, donde se marcaba claramente, el panty. Se
pein� y se maquill� resaltando sus sensuales labios con un rojo intenso. Se ve�a
tan deseable, que hasta me dieron ganas de tir�rmela ah� mismo

Como a las 9 de la noche, nos fuimos a la discoteca, donde
nos hab�amos citado con la pareja, la cual se encontraba muy concurrida. Era un
sal�n bastante grande y hab�a m�s de un centenar de personas bailando. El
ambiente estaba muy caliente y pronto nos encontramos con Joseph e Isabella
Despu�s de pedir unos tragos, nos integramos con el resto de gente, bailando y
tomando, mezclados con todo el mundo y por momentos nos perd�amos uno del otro,
al rato nos encontr�bamos otra vez y as� estuvimos casi hasta medianoche. Como a
las 12, me percat� de que hac�a rato no ve�a a Sof�a y empec� a buscarla. A lo
lejos observ� a Isabella bailando entre un grupo de gente y con los brazos me
salud�. Segu� buscando en la penumbra y aprovechaba cuando las luces giratorias
de los reflectores me lo permit�an hasta que la encontr�.

El coraz�n me empez� a latir aceleradamente. No pod�a cree lo
que ve�a. Estaba con Joseph en la parte m�s oscura y lejana de la pista de
baile. Bailaban abrazados y se besaban apasionadamente. El tipo la abrazaba por
la cintura y le sobaba las nalgas. Ella le correspond�a abraz�ndolo por el
cuello y pegando su cuerpo al de �l. Me acerqu� un poco m�s y me qued�
petrificado durante unos minutos observando el tremendo morreo que se estaban
dando Joseph y mi esposa. Ahora el tipo ten�a metida su lengua en la boca de
Sof�a que entrecerraba sus ojos, acarici�ndolo por la nuca, al comp�s del largo
y profundo beso.

Me qued� medio escondido para averiguar que m�s se tra�an
entre manos pero las intermitentes luces hicieron que se separaran y disimularan
con el resto de gente que bailaba alrededor.

Me regres� a donde est�bamos y decid� esperar a que Sof�a
apareciera. No demor� mucho y al cabo de unos 10 minutos, regres� dici�ndome que
hab�a ido al ba�o a retocarse. La not� muy cachonda y decid� enfrentarla.

Le dije que la hab�a visto con Joseph, a lo que ella
sorprendida me contest� que no sab�a que le hab�a pasado, pero que desde que
llegamos de vacaciones all�, el deseo desenfrenado de hacer el amor con otro
hombre la ten�a desesperada y que al conocer a Joseph, supo que �l era el tipo
adecuado. Adem�s de que �l se le hab�a insinuado varias veces en la piscina y en
la playa, donde al parecer hab�an coincidido.

Yo le coment� que la verdad ya la hab�a notado muy lanzada y
que aquello me ten�a tambi�n con una morbosa ansiedad. Si ella quer�a aquello,
lo aceptar�a, pero intercambiando con Isabella, porque la verdad es que ella
tambi�n me gustaba mucho. Adem�s, est�bamos en otro pa�s y nadie nos conoc�a.

En eso aparecieron Joseph e Isabella y �l, con mucho disimulo
nos salud� como si no hubiera pasado nada y nos sugiri� irnos a un lugar m�s
privado donde hubiera menos gente. Le respond� que fu�ramos a la suite de
nuestro hotel, que era muy amplia y all� estar�amos m�s c�modos. Todos estuvimos
de acuerdo y en el fondo s� que mi esposa estaba m�s que encantada ya que as�
podr�amos realizar lo que hab�amos hablado de intercambiar parejas. Me imagin�
que lo mismo pensaba Joseph y s�lo faltaba lo que dir�a Isabella.

Sin embargo, salimos de la discoteca y tomamos un taxi, para
llegar al hotel. En el camino, mi esposa Sof�a, no dejaba de hablar, pero era
quiz� por el nerviosismo. La verdad es que nunca hab�amos hecho algo as� y
aunque ella ya hab�a tenido sexo antes de conocernos, en nuestros 8 a�os de
casados s�lo se hab�a acostado conmigo.

Llegamos a nuestra suite que era muy espaciosa y una vez en
ella entablamos confianza. Mientras convers�bamos, colocamos m�sica y ofrec�
varias rondas de tragos. Mi esposa se ve�a ansiosa no pudiendo ocultar la
desesperaci�n sexual que la pose�a. As� que haci�ndome un gui�o, le propuso a
Joseph que la acompa�ara a la cocineta a preparar algo de comer. Me qued�
hablando con Isabella en la sala con el prop�sito de seducirla, y al rato me
dijo que ir�a a su habitaci�n y que ya regresaba, pero un sue�o pesado me fue
venciendo y me qued� dormido.

No s� cuanto dorm�, pero al despertar, todav�a era de
madrugada. Busqu� a Isabella y no la vi. Evidentemente no hab�a regresado Al
mirar a la cocina, tampoco estaban mi esposa y Joseph, por lo que decid� ir a
ver si ella estaba durmiendo en la habitaci�n. Me asom� por la puerta
entreabierta y la sorpresa que me llev� fue tremenda. La alcoba estaba
semioscura, s�lo con la l�mpara de noche encendida, pero, se pod�a ver lo que
suced�a.

Mi esposa estaba boca arriba sobre la cama completamente
desnuda y arrodillado sobre ella , estaba Joseph. Tambi�n estaba desnudo y su
tremenda verga cabeceaba frente a la cara de ella, tratando de metersela en la
boca. Los sensuales labios de mi mujer se entreabrieron y con la punta de la
lengua acarici� la negra cabezota de Joseph, dej�ndola brillante con su saliva.

El tipo se balance� y comenz� meter sus 12" de carne,
mientras Sof�a resbalaba sus jugosos labios a trav�s del largo tallo, en un
er�tico juego sexual que se prolong� durante unos 10 minutos. Joseph la agarraba
por la cabeza y se la follaba profundamente por la boca y por momentos su verga
desaparec�a por completo dentro de ella, que le orde�aba las pelotas,
provoc�ndole gemidos de placer y poni�ndolo al borde del orgasmo.

Yo no lo pod�a creer. Ah� estaba mi mujer mamandole la verga
a este desconocido, a punto de tragarse su leche y yo con una morbosa necesidad
de ver m�s!!!!!!

De pronto el tipo lanz� un grito ahogado y pens� que se hab�a
venido, pero no fue as�. Sac� su verga que destilaba ya un l�quido pre
eyaculatorio, de la garganta de mi mujer y se acomod� entre sus piernas
abiertas. Por Dios!!!!! Iba a penetrarla en mi presencia !!! Y ella se lo iba a
permitir !!!

Dicho y hecho!!! Mi esposa agarr� el erecto pene del tipo y
coloc� su negra cabezota a la entrada de su lubricada vagina.

-"M�temela ya, mi amor, que quiero sentirla adentro!!! -
susurraba ella levantando sus caderas para recibir la estocada.

El tipo empuj� hacia dentro y se la fue metiendo poco a poco.
Sof�a cerr� los ojos y se mordi� los labios al sentir el torpedo de carne
abrirse paso dentro de ella. Nunca la hab�an penetrado tan profundamente y pens�
que lo iba a detener, pues parec�a que semejante verga no cab�a en su estrecha
rajita, pero por el contrario, el placer que estaba sintiendo hizo que colocara
sus manos en las caderas de �l atray�ndolo hacia ella hasta que el tipo se la
incrust� por completo, dibujando en el bello rostro de mi esposa una expresi�n
de triunfo sexual. Y yo sent�a una morbosa sensaci�n.... otro hombre estaba
dentro de mi esposa!!!!!

Inmediatamente Joseph empez� bombear en su estrecha raja
metiendo y sacando el largo pene y sus cuerpos se acompasaron en profundos
vaivenes, buscando el ansiado orgasmo. El tipo arremet�a con su pelvis, el
diminuto pubis de mi esposa, al tiempo que ella le cruz� sus piernas por las
nalgas de �l, buscando una mayor penetraci�n. Mientras tanto sus labios se
buscaron y comenzaron a darse apasionados besos de lengua

Me acomod� a mirar bien y pude observar como su dilatada
rajita alojaba por completo el brillante pene mojado con los jugos de ella,
dejando afuera s�lo sus huevos cargados de leche y pr�ximos a vaciarse en sus
ovarios.

- "Uyyyy !!!... dame m�s verga, co�o...!!!
....assssii...!!!....hasta el fondo ...!!!!"- Ped�a Sof�a mientras Joseph, se la
enterraba hasta el fondo y sintiendo venir un tremendo orgasmo, pues el tipo le
estaba entrando hasta donde nunca le hab�an llegado

-"As�, mi amor, m�temela toda !!!! Quiero sentirla bien
adentro.....aaaahhhhh!!! que ricoooooo!!!!!! "- le dec�a mi mujer bajo sus
labios mientras sus jugos le inundaban su vagina, mojando la verga de Joseph,
que entraba y sal�a completamente brillante.

Aquella escena me puso la verga bien dura, viendo como mi
esposa se entregaba a aquel desconocido que se gozaba su cuerpo. Sent� una
extra�a sensaci�n de celos y morbosidad al verla c�mo disfrutaba haciendo el
amor con este tipo y tambi�n me preocupaba porque ni Joseph ten�a puesto cond�n
ni Sof�a estaba usando ning�n tipo de anticonceptivo y pod�a embarazarla, pero
aquello no parec�a importarle a mi esposa en ese momento, pues estaba
irreconocible, jadeando bajo el cuerpo desnudo del tipo que ahora se dedicaba a
darle lamidas y ligeros mordiscos en los brillantes pezones de mi esposa y luego
se los met�a en la boca mam�ndoselos, provocando en ella intensas oleadas de
placer.

-"Que ricas tetas tienes!!!...." � le dec�a mientras se las
chupaba

- "M�mamelas, son todas tuyas...!!! ....aaahhhh..!!!...."-
segu�a susurr�ndole mi mujer, con los ojos completamente en blanco, mientras
mov�a sus caderas intensamente al encuentro de los densos bombeos del hombre,
que sacaba su chorreante pene, ba�ado por los jugos de ella y volv�a a
clav�rselo hasta los mismos cojones que rebotaban contra sus nalgas

Pronto, sus sudorosos cuerpos, adquirieron un ritmo
enloquecedor. Sof�a levant� sus piernas hacia �l, coloc�ndoselas sobre los
hombros, dejando su vulva completamente de frente a las embestidas del tipo y
sus caderas empezaron a vibrar al comp�s de movimientos m�s r�pidos. El tipo
met�a y sacaba su larga verga a toda velocidad en la lujuriosa raja de mi
esposa, que ahogaba sus gritos en d�biles sollozos, al tiempo que sent�a venir
otro orgasmo voraz.

- " Ohhhhhhh.... me voy a venir !!!!! ........ me
vengooooooooo!!!!.... dame tu leche.... toda dentro de
mi..........yaaaaaaa!!!!!!"..... � gimi� Sof�a.

- "Tomaaaaaaa !!!!!!!!!! cabrona!!!!!!.... cogela....
aaaaaahhhhh....!!!!!!" - gru�� el tipo y se contrajo contra las caderas de mi
esposa, mientras sus pelotas descargaban su espesa y caliente leche en lo m�s
�ntimo de sus entra�as.

Sus bocas se unieron fundi�ndose en un largo y profundo beso
y sus cuerpos se sacudieron simult�neamente durante varios minutos con los
espasmos de tremenda venida, hasta que no qued� una sola gota de l�quido en los
test�culos del hombre, mientras los gemidos de ella se ahogaban bajo los labios
de Joseph, que aplastaba su cuerpo contra el de mi mujer en los �ltimos
movimientos de semejante sesi�n de sexo que acababan de tener.

Luego permanecieron abrazados descansando, mientras se
acariciaban mutuamente y not� c�mo los jugos de ambos sal�an de la empantanada
vagina de mi esposa, corri�ndole por los muslos y las nalgas hasta mojar las
s�banas.

-"Mi amor que polvo tan espectacular!!!! ....Nunca hab�a
sentido tanto placer haciendo el amor !!!! - Dec�a Sof�a � Que verga tan rica y
grande!!!...casi me atraviesas toda!!!....No me la saques todav�a...!!!!

-"Y t� tambi�n eres salvaje!!!! Tienes una raja bien profunda
y sabrosa.....!!!!! � Le dec�a �l sin dejar de besarla.

"Ch�pamela otra vez, que quiero sentir tus deliciosos labios
enroscarse alrededor de mi verga !!! - Rug�a el tipo sacando su tremendo cipote
de la empantanada vagina de mi mujer y acerc�ndolo a su boca.

No quise ver m�s...Mi coraz�n lat�a fuertemente de la
impresi�n al verla disfrutando como nunca antes de semejante sesi�n de sexo y
con un extra�o.

As� que sal� con sigilo de la habitaci�n y me volv�a acostar
en el sof�, imaginando los juegos sexuales que segu�an haciendo y me dorm�
nuevamente.

Cuando despert� ya eran casi las 10 de la ma�ana. Entr� a la
habitaci�n y observ� que Joseph, se hab�a ido y mi esposa estaba desnuda en la
cama, profundamente dormida.

Me acost� a su lado y Sof�a se despert� abraz�ndose a m�. Nos
besamos y empezamos a acariciarnos.

- "Mi amor, quiero que me lo hagas t� ahora....M�temela
ya!!!"- Me pidi� ella, mientras yo me quitaba la ropa y de inmediato la penetr�.

Ten�a su vagina suave y lubricada. La sensaci�n de placer fue
indescriptible al sentirla a�n con la leche del otro macho dentro de ella.
Empec� a bombearla, mientras ella me ofrec�a sus labios y comenc� a besarla
larga y profundamente. Su cuerpo era m�o nuevamente a pesar de que hacia un rato
otro tipo hab�a disfrutado de ella y de s�lo pensarlo me vine en un tremendo
orgasmo, vaciando mi leche en su rajita y revolvi�ndola con la de Joseph.

Nos quedamos recostados hasta el mediod�a conversando sobre
la experiencia y despu�s nos duchamos, nos arreglamos y bajamos a almorzar.

Al llegar al lobby del hotel, encontramos varios polic�as que
caminaban a todos lados. Le preguntamos a la recepcionista lo que suced�a y nos
cont� que hab�an capturado a un famoso estafador y su compinche, los cuales en
ese momento tra�an esposados. Nuestra sorpresa fue tremenda cuando los vimos:
eran Joseph e Isabella !!!!