Relato: La primera vez de Tamara Al fin en ese 2 de noviembre obtuve aquello por lo que hab�a
estado luchando desde hace cierto tiempo.
En ese entonces contaba con 20 a�os y mi novia Tamara con 18,
morena, delgada, de senos peque�os y firmes, cadera ancha, rica en pocas
palabras, su car�cter era alegre y extrovertido, no le faltaban pretendientes,
no fui su primer novio pero si qui�n la ense�� a besar.
En los dos a�os que ten�amos de novios solo me hab�a dejado
tocarla, era de esas chavas de un modo de ser muy rom�ntico, al estilo del
pr�ncipe azul, en varias ocasiones le ped� que tuvi�ramos relaciones pero ella
se negaba, en su fantas�a quer�a que fuera especial, despu�s de un d�a en el
cine, luego a comer, a bailar y que en la noche ocurriera lo que ten�a que
pasar.
Ya me hab�a visitado varias veces en mi casa, por esta raz�n
ten�a cierta confianza con mi familia, ese d�a hab�a una fiesta de Hallowen en
la casa de mi abuela que se encuentra al lado de la m�a, la invit�, me dijo que
ten�a que regresar temprano pero que ir�a un rato, lleg� alrededor de las tres
de la tarde, la fiesta a�n no hab�a comenzado, entramos a la sala de mi casa
donde platicamos un rato con mi hermana y mi mam�, vimos la televisi�n, un rato
despu�s mi madre y mi hermana se fueron a la fiesta diciendo que las
alcanz�ramos pronto, al quedarnos solos comenc� a besarla suavemente,
acariciando su rostro, su cuello, su espalda, peg�ndome a su cuerpo, ella
correspondi� levemente, le ped� que fu�ramos a mi cuarto, me dijo que no quer�a
pasar por algo bochornoso con mis padres, la tranquilic� coment�ndole que no
saldr�an de la fiesta.
Tomando su mano y llev�ndola escaleras arriba entramos, al
acariciarla la not� excitada, la sent� en la cama, me retir� un poco para
apreciar su rostro inocente, le dije que la deseaba mientras las palmas de mis
manos se posaban en sus pechos sobre su playera, pude sentir sus pezones
erectos.
-yo tambi�n te deseo pero no es el momento! Dijo mientras
intentaba retirar mis manos de sus senos, mantuve una presi�n suave pero firme,
con lo que consegu� que se acostara en la cama, como ten�a sus manos en mis
mu�ecas en un r�pido movimiento fui yo qui�n la tuve con sus manos entre las
m�as, usando un poco mas de fuerza llev� sus manos hacia atr�s de su cabeza
donde las aprisione con una mano mientras la otra se met�a debajo de su blusa y
su brasier, acarici� sus senos pellizc�ndolos suavemente mientras la besaba, sin
soltar sus manos met� la mano que ten�a libre bajo su falda, la met� debajo de
su pantaleta y acarici� su vulva, la sent� h�meda y al presionar levemente sent�
que su himen no permit�a la entrada de mis dedos, ella solt� varios gemidos
mientras mov�a en c�rculos las yemas de mis dedos en su entrada.
Al soltar sus manos ya no opuso resistencia, la tom� de las
rodillas levant�ndolas hasta su pecho y abriendo levemente sus piernas con lo
que pude darle varios arrimones a su h�meda pantaleta con el bulto que para ese
momento ten�a en mi pantal�n, entre gemidos me dijo "lo que tenga que pasar que
pase", con lo que me quedaba de cordura baj� r�pidamente las escaleras hacia la
sala donde estaba mi mochila sacando un cond�n ya maltratado por varios meses de
estar junto a las plumas y l�pices que usaba en la escuela.
Al entrar de nueva cuenta a mi cuarto la observ� tendida en
la cama, me mir� con una sonrisa dulce, de un tir�n le quit� la pantaleta, ella
mir� con desconfianza el cond�n que ten�a en la mano, le quit� la envoltura y lo
puse donde deb�a, le abr� las piernas y mir� su entrada, el cuadro que se
pintaba ante mis ojos era de lo mas espl�ndido, su rostro reflejaba cierto
miedo, su naturaleza pudorosa no hab�a desaparecido del todo, cr�anme amigos que
si ustedes hubieran estado en esa posici�n de tomar esa flor que se encontraba
frente a m� no la habr�an rechazado por nada, colocando la cabeza de mi pene en
la entrada de su vagina y di un fuerte empuj�n que la hizo lanzar un grito de
dolor que tambi�n se reflej� en su rostro, esa �ltima barrera que me imped�a
robarle su virginidad se resisti�, no pude penetrarla en el primer intento la
cabeza de mi pene descansaba sobre los vellos que poblaban su entrepierna, en un
segundo intento ocurri� lo anterior, comenzaba a desesperarme, me coloqu� por
tercera ocasi�n en su entrada y con una embestida mas fuerte que las anteriores
logr� introducir unos tres cent�metros, ella grit� mientras unas l�grimas
corr�an por sus mejillas, su rostro no reflejaba placer sino dolor, sus
expresiones y gritos hicieron mas evidente el dolor que estaba experimentando,
habiendo perdido en control de m� me mov� a placer en su interior, su rostro que
en un principio reflejaba cierto dolor se convirti� en placer, me di gusto
besando y succionando sus pezones, acariciando todo su cuerpo, introduciendo los
dedos en su ano, cuando me corr�, y saqu� de su interior mi ensangrentado
miembro, observ� que el cond�n se hab�a roto, ya no me importaba, las s�banas
manchadas de sangre me hicieron disfrutar a�n mas el momento, de pronto me
percat� que mi madre estaba gritando desde la sala que ya nos fu�ramos a la
fiesta, baj� lo mas r�pido que pude y le dije que ya nos �bamos, como ella no
bajaba, sub� por ella, estaba sentada en la cama, me pidi� un abrazo, luego la
levant�, se abroch� la blusa, le puse su pantaleta blanca que se mancho con algo
de sangre, me dijo que no quer�a irse pero ten�a hora de llegada, eran las nueve
de la noche, la llev� a la parada del micro.
Los siguientes encuentros fueron mas ricos, se fue
desinhibiendo poco a poco, al grado de en una ocasi�n decirme en la escuela, soy
tu bella genio, pide un deseo y te conceder� lo que quieras, sugiero ir a los
ba�os, imaginen lo dem�s.
Meses despu�s terminamos, a�n recuerdo su promesa de que si
alg�n d�a le pido que seamos amantes ella acceder�, falta ahora que la
encuentre, no la he visto pero como dice cierta canci�n "si hay un reencuentro
un mal d�a de estos puede, puede que pueda ser.
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Relato: La primera vez de Tamara
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