Desde aquel d�a en el que el abuelo Pepe, le restregara la
polla a la peque�a Nieves, las caricias y los juegos no cesaron, al contrario,
se volvieron m�s �ntimos y c�mplices. Ahora dorm�an juntos en la misma cama
estrechamente abrazados y el hombre no perd�a la ocasi�n de meter la mano por
cada rinc�n del cuerpo de su nieta, momentos en los que ella disfrutaba con
deleite.
Aquella tarde, estaban tranquilamente sentados en el sof�
mientras el viejo, le pellizcaba los pezones a la chica con la yema de los
dedos. Charlaban y re�an animadamente, �l le cont�: "Esta tarde, va a venir un
amigo que quiere conocerte, si eres buena con �l te va a dar 10 euros, que te
parece"?"mmm no s�, lo que t� digas"
Ambos siguieron con sus risas y su conversaci�n hasta que de
pronto, son� el timbre de la puerta. Pepe se levant� a abrir y entonces entr�
Tom�s, un setetent�n delgaducho y jorobado, con aspecto sucio y tremendamente
deleznable en sus formas y �l propiamente dicho.
"Esta es Nieves. Tiene 18 a�os, que te parece? Nieves, dile
hola a Tom�s" Ella contest� un escueto "Hola" y su abuelo continu�, ver�s como
lo pasamos muy bien los tres juntos, Nieves es una chica muy buena y quiere
mucho a su abuelo, verdad que si?(ella asinti� con la cabeza)
"Vaya (suspir� Tom�s) es mejor de lo que pensaba, pero ella
lo permitir�?" a lo que su colega le contest� con un "claro que si, lo har�
encantada, adem�s, ella disfrutar� como una posesa, ya ver�s tu� Ven, mi ni�a,
ven que vamos a jugar"
La levant� del asiento y le levant� la corta faldita mientras
que meti�ndole la mano por entre las piernas (sin bragas, por supuesto) le dec�a
al otro: "ves? Lo ves t� como se deja?" Dec�a esto mientras los dedos tocaban el
cl�toris de la nieta que movida por un resorte abri� las piernas al paso de la
mano del anciano, mientras el otro hombre, t�midamente, le subi� el peque�o top
de flores hasta tener sus pechitos al aire.
Qu� cosa tan divina! Pens�. El hombre no paraba de temblar de
la calentura que llevaba encima. A causa de su joroba hac�a a�os que ninguna
mujer osaba acerc�rsele porque daba grima su chepa y lo sucio que era.
Con ese aliento a vino que sal�a de su boca, bes� a la ni�a
impregn�ndola de saliva maloliente. Todo aquello era bastante escabroso, su
propio abuelo masturb�ndola y su maltrecho amigo toquete�ndola y bes�ndola y
ella all� con las piernas abiertas, d�ndole su blanco y delicado cuerpo a
aquellos dos seres.
Abuelo Pepe se quit� la ropa mientras que su amigo Tom�s
ocup� su lugar en la entrepierna de la muchacha pero la tocaba con tan poca
delicadeza a causa de los nervios que le hac�a da�o y se quejaba "Ay! M�s
despacio, por favor, que as� me duele" Bajaba la intensidad de los tocamientos,
pero enseguida se olvidaba, no era para menos, a su edad, tener despatarrada una
jovencita tan pura, era como para perder la cabeza.
El gordo Pepe, se sent� en el sill�n y situ� a su nievecita
ante �l, a la que hizo lamerle un dedo para acto seguido intentar met�rselo en
su aun cerrado, redondito y prieto culo, mientras el otro segu�a ahora ya
lami�ndole el co�ito a la nena que no dejaba de gemir un poco haciendo como la
que disfrutaba, supon�a que era lo que se esperaba de ella, pero Tom�s no
acababa de darle el gusto que le proporcionaba el abuelo cuando la tocaba, pero
se dejaba obediente. Este la cogi� en brazos, aun llevaba la falda puesta y se
la arremang� a la cintura, pero el top s� que se lo quit� dejando al aire
aquellas tetitas juveniles tiernas como bizcochos. La cogi� entre sus piernas,
de modo que dejaba ante los ojos del compa�ero un chochito bien abierto, de
poqu�simo vello a�n y, abri�ndolo con una mano le dijo: "Mira bi�n, so cabr�n
que otro as� no pillas en tu puta vida, jajajajaja"
El jorobado volvi� a besarla con mucha saliva mientras se iba
quitando ropa, dejando ver una polla m�s bien peque�a pero muy gorda, pero como
ten�a fimosis, para sacarse el capullo, el t�o ten�a que tirarse hacia atr�s del
pellejo para dejar ver el prepucio para dirigirlo hacia el agujero que su amigo
le mostraba.
Lo frot� bien, pero la calentura le llev� a m�s y sin poder
ni querer contenerse, en un solo gesto se la meti� a la chiquilla enterita en el
co�ito que acaba de dejar de ser virgen en ese momento haci�ndola gritar y
llorar de dolor, pero el hombre hizo caso omiso a sus quejas y continu� el
vaiv�n haciendo oidos sordos, estaba demasiado caliente como para andarse con
tonter�as.
"Pero que has hecho, hijo de puta? Te la estas follando!! Era
virgen y vas tu y te la follas"(le increp� Pepe) pero Tom�s estaba poco
dispuesto a sacar de Nieves su cipote, m�xime que ya se estaba corriendo y no
era plan de interrumpir por ello tanto gusto como le hab�a dado la cuevecita
caliente de una chiquilla que apenas sab�a lo que estaba haciendo.
Jadeando y gritando como un bellaco, se le vino toda la leche
dentro de ella sin darle tiempo siquiera a haberla disfrutado bastante.
Entonces fue cuando el abuelo se levant� del asiento,
cogiendo en brazos a la peque�a a la que coloc� en el sof� abri�ndola de
piernas. Situado frente a ella, de rodillas y, levantando su culo, apunt� la
polla al co�o de su nieta mientras muy dulcemente jugaba con ella a frotarse
durante el rato suficiente para que ella sintiera el placer conveniente.
Al sentirla vibrar y gemir, el abuelo se dej� caer,
meti�ndole en ese instante toda su polla a lo largo y ancho (m�s bien
estrechito) de tan tierna mujercita que respondi� con ays de placer cuando con
lentos pero cada vez m�s fuertes movimientos iba empal�ndola hasta hac�rselo con
fuerza.
"Lo ves?(dijo al amigo) Si vas a follarla, hazlo bien,
l�stima que la haya desvirgado un desconocido que ni la ha disfrutado siquiera,
pero ahora ver�s como me la voy a follar yo hasta volverla loca"
Y tal como prometi� la atiz� con su cipote haci�ndola gritar
y llorar de gusto, temblando y finalmente corri�ndose de tanto placer por ella
hasta ahora desconocido.
Tom�s que ante el espect�culo se le hab�a vuelto a empalmar
la polla, se la meti� en la boca a Nieves que sin saber muy bien que hacer (ya
que hasta ahora no hab�a hecho mamadas) la lami� como si fuera un helado,
proporcionando al maltrecho anciano un placer hac�a a�os olvidado, de tal modo
que le regal� un chorre�n de su caliente y espeso reques�n en la boquita de
fresa de tan divino �ngel.
Pepe continuaba foll�ndosela fieramente y, cuando su nieta
comenz� a gemir y sollozar sintiendo su segundo orgasmo de la tarde, se la sac�
y se le corri� en la cara mientras bramaba como un toro.
Cuando ambos se quedaron bien satisfechos, se retiraron de
ella que bastante confundida y cansada se qued� dormida en el sof�.
Al cabo de un rato, cuando se despert�, vio a su abuelo que
ante ella se masturbaba, mostrando de nuevo una polla bien dura, gorda y tiesa,
al tiempo que le dec�a, "Toma, tus 10 euros, has sido una ni�a muy buena, si
sigues as� tendras muchos 10 euros como este"
Nieves sonri� y abri� las piernas mucho mucho para que su
abuelo pudiera volver a disfrutar de ella