Al cabo de un a�o de vivir en casa de mis suegros, me aflijo
por mi situaci�n actual, desde que descubr� lo placentero que era masturbarme
con las pantaletas sucias de mi cu�ada Susana, no he parado de hacerlo, ahora es
mas frecuente, creo que no ah quedado pantaleta alguna de su ajuar sin recibir
las embestidas de mi miembro. El deseo por estar con mi esposa Valeria ha
desaparecido por completo, no siento ni una pizca de placer en su cuerpo, al
penetrarle muerdo mis labios por no pronunciar el nombre de su hermana.

Hace una semana al salir de m� habitaci�n ve�a como Susana
sal�a r�pidamente del ba�o al asecho de mi presencia, no permite que la vea en
toalla, los pocos segundos que vi su blanca espalda y sus deliciosas piernas
corriendo hacia su habitaci�n, hizo que mi miembro se disparara por completo
hasta lograr una perfecta erecci�n; mi verga medir� de algunos 16 a 18
cent�metros, siendo considerable su grosor y su disposici�n, ya que de inmediato
se endurece y retoma ese fabuloso color rojo que hace que me reviente de placer,
sintiendo una gran carga por dentro, la efervescente calor que fluye en el
glande, el cosquilleo y frenes� de mis test�culos; todo esto sumado al deleite
de mi visi�n, ver el cuerpo de Susana mojado, que excitaci�n!

En ese momento como deseaba que ella resbalara y cayera al
suelo, para as� poderme mostrar su vulva, su hermoso sexo que impregna con
exquisitos jugos su ropa interior, esa vulva que tantas noches imagino, frondosa
en su parte p�bica de negros y largos pelos, que en mas de una ocasi�n eh
encontrado en su ropa interior y los cuales atesoro; sus dos pliegues de piel,
de tejido adiposo, cubiertos por su vello p�bico que cubren su vulva, esos
labios vaginales aun sellados, poder abrirlos y encontrarme debajo del punto
donde los labios menores se encuentran, el centro de placer de la vulva, un
peque�o y rosado cl�toris.

Que deseo! Poder saborear su sexo, deseaba que cayera y de
inmediato lanzarme sobre esa peluda cuca, lamiendo toda su parte externa (labios
exteriores), sin importarme tragar sus vellos, hasta posar mi h�meda lengua
sobre lo que divide a los labios el uno del otro, esa peque�a rajita, a la que
de a poco y suavemente introducir�a mi musculosa y potente lengua, dando
lametazos, saboreando esa cuca interminablemente, como quien devora un manjar,
buscando la punta de mi lengua ese peque�o y rosado cl�toris, el cual chupar�a
afanosamente, como una puta chupa la verga de su cliente; extasiado en su centro
de placer, introduciendo mi lengua en su cavidad vaginal hasta hacerla acabar,
para luego bajar hasta su rosado ano y comenzarlo a desequilibrar con potentes
leng�etazos.

Ah� estaba, parado frente al cuarto de ba�o y la habitaci�n
de Susana, pensativo y sin saber que hacer, Una violaci�n, NO!!!, echar�a a
perder todo. Me met� al ba�o y comenc� a jalar mi dura y roja verga tan fuerte
como pod�a, sent�a los huevos (test�culos) duros y pesados, mis pies no pod�an
sostener el peso de mi cuerpo, mis piernas temblaban sin parar, cuando por fin
de mi verga salio un gran chorro de semen, caliente y espeso, pero no paraba de
jalar mi verga, segu�a dura como una roca, poco a poco fui bajando la intensidad
de mi pajazo y mi gemir era mas entrecortado que acelerado, pare al escuchar que
se abr�a la puerta de la habitaci�n de Susana, la espi�, llevaba un jeans azul,
que marcaba su hermosa figura, su blusa sin mangas dejaba ver su cuello y
hombros, que placer seria besarle.

Ella se maquillaba frente al espejo que hab�a en la sala,
entre dudas y nerviosismo me introduje a su cuarto, entre sus prendas de ba�o
sustraje el panty que hab�a tra�do puesto antes de ducharse, la lujuria era
inmensa, una tanguita color rojo, que exped�a un suculento aroma a cuca de mujer
caliente, o por lo que reci�n la tra�a puesta, sent�a esa tanguita h�meda, cerr�
mis ojos y lleve la prenda hasta mi miembro donde la enrolle, colocando la punta
de mi pija sobre la telita de la tanga que cubre la cuquita, la parte donde
hab�an restos de los jugos vaginales, jale y jale mi mazo pretendiendo romper
aquella prenda.

Imaginaba que era la vulva de Susana, tal cual estaba
penetrando.-

- Ohhh, Susana que cuca mas rica tienes, que placer poderte
penetrar, uuumhhh, aaahhh�

Ya no solo gem�a, sino tambi�n me expresaba, mis expresiones
eran incontrolables, mi respiraci�n era fuerte y me quede sumergido en un
tremendo � aaahhh!!! Cuando mi verga exploto, depositando todo mi semen en la
tanguita roja de SUSANA, corri� por todo mi cuerpo un toque el�ctrico similar al
de mi primer pajazo, que ya hacia varios a�os atr�s, que sensaci�n, esa tanga
seria mi trofeo a tan exquisita paja.

�Este relato es 100% real. Si se preguntan porque lo publico.
- Disfruto con el hecho de saber que alguna mujer pueda leerlo y excitarse, o me
excita el simple hecho de hacerlo�

Tengo muchos relatos reales que pienso publicar, de diversas
categor�as, como los siguientes:

? La mama de mi compa�erito. ? La criada de mi t�a ? Noche
compartida ? En el Parque ? En el elevador con la gordita ? En la oficina con mi
jefa

Y de todos los que me pueda acordar, pero los que si quedaron
impregnados en mi mente son esos, que ya d�as pensaba escribir, por ahora solo
pienso en comerme el conejito de Susana.

Si gustan de mis relatos escr�banme y h�ganme saber sus
comentarios. Mujeres me gusta tener cybersexo, escr�banme. SOLO MUJERES, NO SOY
GAY.