Celeste III.
Quien ya ha le�do mis anteriores relatos sobre esta historia
conoce los personajes y el modo en que todo tuvo un inicio, a quien no lo
conoce, s�lo puedo decirles a modo de introducci�n que yo soy el protagonista,
FRANCISCO o Paco y Celeste es la segunda esposa de mi padre y que lo nuestro
comenz� en mi adolescencia y sigui� por unos 18 a�os m�s aproximadamente y por
m�s detalles les sugiero que busquen mis otros relatos de la historia.
Hoy quiero compartir con Ustedes un cap�tulo m�s de mi
historia, un momento que compartimos con Celeste en el cual pasamos dos d�as
juntos saciando nuestro mutuo deseo hasta caer rendidos.
Despu�s de la primera vez con Celeste todo entre nosotros
pas� a ser m�s intimo, compart�amos m�s las cosas que viv�a cada uno, ella en su
rutina de la casa y su relaci�n con mi padre y yo de mi vida, cont�ndole de mis
estudios, de eventuales mujeres que conoc�a y esas cosas de adolescentes.
Llev�bamos m�s de un a�o y unos meses de nuestra relaci�n,
ella no quer�a dejar nuestros encuentros y tampoco su matrimonio y yo, la verdad
sea dicha, tampoco pens� jam�s en que podr�a construir una relaci�n estable ante
la sociedad junto a Celeste y no porque la edad fuera un tab� o impedimento, ni
porque pensara en el que dir�a la familia o los amigos o la gente en si misma
sino porque la relaci�n era amplia y abierta y ella me dec�a siempre que
conocer�a una mujer para formar una familia y que ella lo aceptaba as�.
No obstante ello, ambos ten�amos el deseo de pasar alguna vez
varios d�as juntos, sin otras personas, como marido y mujer, novio y novia, sin
que terceros interrumpieran nuestro momento y darnos as� el gusto de compartir
mas cosas juntos.
Los encuentros con Celeste eran siempre intensos y
apasionados pero espaciados seg�n que las circunstancias permitieran disponer de
unas horas para el encuentro y eso era altamente frustrante para los dos, pues
cuando ya comenz�bamos a sentirnos c�modos deb�amos separarnos hasta otra vez.
As� fue todo el primer a�o hasta que una circunstancia cambio
nuestro destino y no desaprovechamos nuestra oportunidad de satisfacernos
completamente uno al otro. En un encuentro de sexo, Celeste me coment� que por
una cuesti�n de arreglar contratos inmobiliarios de unos bienes que ella ten�a
en el interior del pa�s se deb�a trasladar por dos d�as y que, teniendo que
hacer tr�mites en la ciudad de destino no pod�a viajar con sus hijos (mis medio
hermanos) y que ir�a sola porque mi padre quedar�a a cargo de ellos en la casa.
Siendo as�, ella ide� que para acompa�arla le pedir�a a mi
padre que me dijera a mi, que s�lo significaba faltar dos d�as a la universidad
que reci�n empezaba y que no me afectar�a y que en aquel lugar pod�a ayudarle
tambi�n con los tr�mites y evitar complicaciones o acelerar las cosas para su
pronto regreso. Qued� acordado que no dir�a nada y que esperar�a a que mi padre
me pidiera que la acompa�ara.
Lleg� aquel d�a una semana despu�s de nuestro encuentro, mi
padre me pidi� e, incluso, rog� que la acompa�ara a Celeste en su viaje y yo
simulando cierto desagrado termin� acept�ndolo como si fuera una obligaci�n
familiar cuando en realidad era una invitaci�n al desenfreno y la lujuria. Todo
quedo arreglado y el viaje se program� para la semana siguiente, desde el
mi�rcoles hasta el s�bado, ir�amos con su auto para no depender de horarios de
transporte p�blico y facilitarnos la movilidad en nuestro destino y nos
alojar�amos en un hotel no muy caro.
Aquel mi�rcoles salimos temprano en la ma�ana desde la casa
de Celeste, ella conduc�a el autom�vil y yo a su lado y varios minutos despu�s
nos encontr�bamos ya en la ruta hacia nuestro destino, un par de d�as para
entregarnos a nuestra pasi�n.
Desde que salimos a la ruta parec�amos una pareja en viaje
rom�ntico, ella cada tanto me hacia una caricia, record�bamos nuestros
encuentros y nos dec�amos lo mucho que disfrutar�amos esos d�as.
A medio viaje hicimos un alto para reponer combustible, ir al
sanitario y cambiar el turno para conducir. Despu�s de 20 minutos en ese parador
de ruta est�bamos otra vez en camino y Celeste sentada a mi lado me daba
conversaci�n y me acariciaba casi sin interrupci�n.
Sus manos acariciaban mi hombro, cuello y base de la cabeza,
entrelazando los dedos en mis cabellos, pasando sus u�as largas sobre la piel
provoc�ndome un estremecimiento en cada movimiento. El tono de la conversaci�n
iba subiendo a cada momento y ella estaba recordando los momentos que
compartimos juntos hasta entonces, diciendo cuanto la excitaba cada vez que lo
hac�amos y esas cosas y todo ese ambiente de intimidad produjo su efecto
haciendo que mi pene se me erectara formando un bulto de consideraci�n bajo mis
pantalones que ella advirti� inmediatamente.
Sin m�s, ella bajo su mano y comenz� a acariciarme la verga
sobre el pantal�n mientras que yo intentaba concentrarme en el manejo. Celeste
no dejaba de acariciarme y cada instante era una dulce tortura aumentado mi
deseo por tenerla ah� mismo y cuando intentaba parar a un costado ella me dec�a
que siguiera que no quer�a demorar el viaje pero, a la vez, no dejaba de
acariciarme con su mano en un movimiento descarado de sube y baja a lo largo de
mi verga por sobre el pantal�n o apret�ndolo como queriendo estrujarlo entre sus
dedos.
Yo segu�a al volante conduciendo el veh�culo y ella con
palabras dulces segu�a excit�ndome, dici�ndome como deseaba comerme la verga en
ese instante y de solo tenerme as� ya tenia sus calzones totalmente mojados y su
entre pierna ardiendo.
Sin dejar de mirarme y de tocarme, bajo su otra mano hacia
mis pantalones y bajando el cierre introdujo sus delicadas manos entre la tela
buscando tomar mi verga en forma directa y yo sin poder moverme ya que a cada
intento de detener el veh�culo ella se retiraba y dec�a, "segu� manejando, dale
que tenemos que legar temprano." y yo obedec�a porque tambi�n quer�a llegar y
tenerla sin limites para mi.
Como segu�a manejando, ella segu�a jugando conmigo y ya con
su mano dentro del pantal�n y mis boxer ella aferraba mi verga que estaba dura
como una estaca de madera y comenz� a darme una paja descomunal, pasaba sus
dedos todo a lo largo de ella, cuando llegaba a la punta jugaba con el glande y
sus yemas que resbalan deliciosamente gracias a la gran cantidad de liquido
preseminal que estaba soltando. La sensaci�n era exquisita, un cosquilleo me
recorr�a todo el pene y se instalaba entre mis huevos y el ano haci�ndome
retorcer en el asiento de tanto placer que me produc�a.
Llev�bamos como unos 10 minutos en esa situaci�n y los dos
sent�amos que nuestra excitaci�n crec�a de una forma incontrolable, yo comenc�
entonces a suplicarle que no siguiera, que quer�a parar y cogermela en ese
instante y ella me dec�a que no, que deb�amos llegar y faltaban a�n m�s de 200
km de viaje.
Entonces Celeste saco mi verga de debajo del pantal�n al cual
ya le hab�a abierto el cintur�n y el boton dej�ndolo abierto como las hojas de
un libro y comenz� a pajearme sin descaro, subiendo y bajando sus manos con
suavidad, bien lento, apret�ndome la verga que parec�a estallar en cualquier
momento y, en un movimiento sutil sobre su asiento, se coloc� de costado dando
la espalda a la puerta y se reclino sobre mi metiendo mi pene en su boca para
comenzar a chuparlo.
Mi dios, nunca me hab�a pasado algo igual, sentir el contacto
de la boca de Celeste con mi sexo me descoloc� e intente frenar y ella
inmediatamente se retir� y dijo: "Segu� manejando Paco, vos podes y as� no
perdemos tiempo en el viaje".
Obedec� y comenc� a rezar que nada nos pasara, reduje un poco
la velocidad a la que conduc�a hasta unos 90 km/h y Celeste se volvi� a reclinar
volviendo a iniciar la mamada ya con una voracidad indescriptible.
No pod�a concentrarme en ninguna de las dos cosas que
suced�an, ni en la ruta (en la que por suerte no hab�a mucho transito), ni en la
mamada que me estaban dando, ten�a ganas de tomarle la cabeza para ayudarla y
acompa�ar sus movimientos d�ndome placer y no pod�a soltar el volante, era una
locura todo lo que pasaba y no deseaba que terminara, me estaba excitando como
nunca antes por esa sensaci�n de estar dominado e impedido de hacer que ella
hab�a provocado.
No tardo mucho en que estuviera listo para soltar mi carga de
semen y se lo hice saber diciendo: "Celeste, no doy m�s, me vas a hacer acabar,
por favor que esto me esta matando" y ella me contesto: "Dale Paco, termina en
mi boca que la que se muere por tu leche ahora soy yo y la quiero toda aca".
No me pude aguantar mas y sent� como todo mi cuerpo se
tensaba, como el estremecimiento del orgasmo sal�a desde mi espalda, desde la
misma m�dula espinal y pasando por estado de ebullici�n en mis bolas provocaba
que soltara los chorros de mi leche en su boca.
Ella en ese instante hundi� mas su cara en mi entrepierna
meti�ndose la verga en garganta y recibiendo cada gota de semen que fue tragando
sin soltar nada. Fueron tres o cuatro chorros potentes que solt� en su boca y
los espasmos del orgasmo duraron como un par de minutos mientras que celeste
segu� all� abajo limpiando mi verga hasta dejarla reluciente y se volvi� a
sentar, con delicadeza la meti� bajo la ropa, cerr� el pantal�n y el cierre y
luego mir�ndome, me dijo:
"Desde hace una semana que tenia planeado hacerte eso. Me
mor�a de ganas de tenerte as� y de volver a saborear tu leche y me supuse que
por tu edad nunca hab�as vivido esto, �o me equivoco?
"No. No te equivocas. Nunca se me hab�a ocurrido algo as� ni
en las loca de mis fantasias y la verdad, me encant� y vos sos la mejor
chupandomela."
Ella sonrio, se relamio un dedo con cara de sarcasmo y
picard�a y dijo, "Gracias, que halago" y acto seguido se acomod� en el asiento y
seguimos el viaje hacia nuestro destino.
Llegamos al hotel como a las 16 horas despu�s de pasar por el
estudio de unos abogados y de que concert�ramos la entrevista para el d�a
siguiente a las 10 en una escriban�a. Nos registramos y nos fuimos a la
habitaci�n que era doble, con dos camas una de dos plazas y otra de una a un
costado y ba�o privado, nada de gran lujo pero limpia y ordenada con televisi�n
y tel�fono.
Despu�s que dejaran las valijas en la habitaci�n y el
personal saliera de all�, Celeste llam� a mi padre para decirle que llegamos
bien y donde est�bamos alojados, yo salude a mi padre y nos despedimos.
Acomodamos las ropas fuera de las valijas, colocamos los
art�culos de higiene en el ba�o (cepillos, shampoo, etc.) y yo me eche en la
cama a ver la televisi�n mientras Celeste continuaba con sus cosas, revisaba
papeles y preparaba todo para el d�a siguiente.
Cuando ella termino sus cosas, se acerc� a mi y me dio un
beso en la boca, simplemente un beso de amor y despu�s comenz� a desvestirse
dici�ndome que tomar�a una ducha para luego ir a cenar.
Verla desnudarse fue un placer, mi propio acto de nudista de
la mujer mas sensual y excitante que conoc�a. Se saco unos pantalones de hilo
color negro que llevaba puestos para lo cual desaboton� la cintura, bajo el
cierre y con sus manos a cada lado de sus caderas comenz� el movimiento de
descenso haciendo mover sus nalgas de un lado a otro con un suave movimiento de
sus piernas y reclin�ndose para adelante mientras su culo apuntaba a mis ojos y
ella mir�ndome de reojo con una sonrisa.
Cuando la tela hab�a pasado las caderas y el culo hasta los
muslos se incorpor� y simplemente lo dej� caer en el suelo de la habitaci�n y
sac� una primero una pierna y luego la otra para quedar solamente vestida con su
camisa color crema y su ropa interior.
Se acomodo el cabello hacia atr�s y comenz� a desabrochar la
camisa, primero las mangas en un movimiento delicado frente a sus grandes pechos
y de all� desde arriba fue bajando uno a uno los cinco o seis botones de la
camisa y cada uno se le abr�a m�s la tela dejando ver su cuerpo y piel. Concluy�
bajando los brazos y con un movimiento de los hombros dej� caer tambi�n la
camisa al piso.
Llev� una de sus manos con delicadeza hacia la espalda hasta
alcanzar la traba de su sost�n y, girando sobre si misma un poco, lo desabroch�
mientras con la otra mano y brazo lo sosten�a, me miro sobre su hombro y
simplemente lo dej� caer igual que el resto de ropa.
Vistiendo s�lo sus calzones que por el viaje y la actividad
del d�a se le met�a entre las nalgas dej�ndome ver su hermoso y portentoso culo,
camin� al pie de la cama donde estaba yo y entr� al ba�o sin cerrar la puerta,
se dirigi� a la ducha y dej� correr el agua.
Se imaginan que ante semejante funci�n mi mente y sexo ya
estaban totalmente predispuestos a otro encuentro con Celeste y la erecci�n que
me provocaba era ya evidente por lo cual tuve que acomodar mi verga bajo el
pantal�n porque comenzaba a dolerme.
Ella me vio en el movimiento de hacer eso desde el ba�o y se
acerc� a la puerta y dijo: "Paco. �Te vas a quedar ah� s�lo mirando o vos vas a
entrar al agua conmigo? Y ni lerdo ni perezoso me comenc� a desvestir como
pod�a, con la impaciencia y la excitaci�n que llevaba encima, trastabille en el
cuarto quit�ndome los pantalones y arrojando mi camisa a no se donde me dirig�
al ba�o donde Celeste repet�a la ceremonia de quitarse el pantal�n con sus
calzones y arroj�ndomelos al cuerpo y riendo se met�a bajo el agua que ca�a en
la ba�adera.
Termine de desnudarme y me met� de inmediato junto a ella que
ya estaba bajo el agua haciendo correrla por su rostro, pechos y vientre y se
frotaba delicadamente mientras la invad�a esa sensaci�n de calor que da ese
momento. Me acerque por detr�s con mi verga en erecci�n y la abrace por la
cintura acercando mi rostro a su cuello para besarlo y provocando que mi pene
calzara entre sus nalgas para que lo sintiera.
La bese en el cuello, luego en sus orejas y ella reclinaba su
cabeza hacia atr�s dej�ndose llevar por ese instante y con un sutil movimiento
de nuestras cabezas nuestras bocas se juntaron permitiendo a nuestras lenguas
jugar una con la otra comi�ndonos la boca en un beso caliente. Mientras la
besaba, Celeste movi� su mano hacia atr�s hasta tomar mi miembro erecto y
comenz� a pajearlo y frotarlo por sus nalgas aumentando nuestra excitaci�n.
Solt�ndose del beso, se gir� hacia mi de frente y me dijo
"Desde que salimos que te necesito as�, al fin los dos solos" y se peg� a mi
abraz�ndome con sus manos por el cuello mientras yo hacia lo mismo por su
cintura y volvimos a besarnos. Segundos despu�s nuestros cuerpos comenzaron una
danza de a dos, ella refregaba su pelvis contra mi haciendo que mi pene le
recorriera el vientre, el pubis y rozara su vulva de vez en cuando y a esa
sensaci�n se le sumaba el calor del agua que golpeaba en la espalda de Celeste y
nos empapaba tanto como nuestros propios fluidos.
Un par de minutos despu�s ya me encontraba yo en una de las
actividades que m�s placer me causaban junto a Celeste, comi�ndole esos pechos
que tanto me alucinaban y que no hab�a otros como ellos. Ella los juntaba con
sus manos haciendo que sus pezones queran uno junto al otro y yo con mi boca,
dientes y lengua pasaba de uno a otro queriendo com�rmelos a ambos juntos.
Ella Solt� sus pechos y se apoyo con sus manos en la pared
para sostenerse mientras sus gemidos ya se hac�an sentir por toda la habitaci�n
y al darme cuenta del alto grado de excitaci�n que ella ten�a me arrodille en la
ba�adera buscando comerle su sexo. Ella not� mi movimiento y para ayudarme en la
tarea levant� una de sus piernas al borde y con ello quedaba abierta de piernas
y su sexo a mi entera voluntad y yo simplemente abr� mi boca y comenc� a comerle
el cl�toris como sab�a que a ella le gustaba.
Mis manos manten�an abierta su vagina y mi lengua jugaba
sobre el cl�toris con furia, quer�a que ella sintiera lo mismo que me hizo a mi
en el viaje de ida. Mi lengua iba desde la parte superior y el cl�toris hasta la
entrada a su vagina donde poni�ndola en punta la met�a todo lo que pod�a y luego
mas abajo y hacia atr�s hasta encontrar su ano donde jugu� un buen rato dando
c�rculos y metiendola un poco para volver hacia delante.
Celeste gem�a en un total descontrol, mientras que con una
mano se apoyaba en las cer�micas de la pared, con la otra me tomaba de la nuca
apret�ndome la cara contra su sexo y solo dec�a cosas desconexas o balbuceaba mi
nombre entre gemidos. Tras unos cinco minutos comi�ndole el sexo Celeste me
anunci� su orgasmo mientras que se apoyaba con la espalda sobre la pared y me
tom� la cabeza con sus dos manos. Yo ah� me deleite bebiendo los abundantes
jugos que comenz� a soltar desde el interior de su vagina mientras sus piernas
temblaban y se le aflojaban y sus manos ejerc�an tanta fuerza atray�ndome hacia
ella que casi me imped�a respirar.
Segundos despu�s y cuando ya hab�a recobrado un poco la
estabilidad y el sentido, me dijo "Veni" y tom�ndome de la mano salimos de la
ducha sin cerrar los grifos y me llevo a la habitaci�n sin siquiera secarnos los
cuerpos, se recost� en la cama y me jalo hacia ella. Yo segu�a con mi verga
completamente dura y con una excitaci�n descomunal encima.
Ella abri� sus piernas por el costado de mis caderas, tomo mi
pene con la mano y lo gu�o hacia su vagina y de un solo movimiento de su cadera
lo introdujo completamente de una sola vez. Dio un grito entre placer y dolor
que retumb� en toda la sala y que seguro se sinti� del otro lado de la puerta de
la habitaci�n y se aferr� a mi espalda con ambas manos.
Sin esperar comenc� los movimientos de penetraci�n y ella se
entreg� tambi�n a eso facilit�ndome la tarea. No fue como todos podr�an pensar,
lento, pausado y esas cosas, era puro instinto animal de ambos, los dos sab�amos
que quer�amos y lo fuimos a buscar sin m�s demoras. Yo bombeaba dentro de la
vagina de Celeste sin piedad, tom�ndome de sus pechos que estrujaba sin
controlar mis fuerzas (despu�s comprob� las marcas de mis dedos en ellos que
duraron hasta el d�a siguiente) y ella se aferr� de mis nalgas y con ello se
ayudaba en sus movimientos frontales ante cada envestida haciendo que la
penetraci�n fuera tan profunda como era posible y con una sensaci�n de estar
entrando hasta las entra�as mismas de ella.
Su vagina apretaba con las paredes laterales mi miembro con
una fuerza que hasta parec�a que fuera una mano y le daban una sensaci�n de
estrechez como si hubiera estado mucho tiempo sin tener sexo o ser casi virgen.
Est�bamos los dos completamente pose�dos, las respiraciones
agitadas, gimiendo a los gritos y los cuerpos empapados de agua y sudor sobre
unas sabanas que estaban inundadas, el ruido del rechinar de la cama haciendo
una m�sica orquestada con las palabras que flu�an de nuestras bocas.
Celeste dec�a "Siii, as� mi bebe, damelo m�s fuerte" y yo le
respond�a "Que buena sos" y ella anunciando su orgasmo que no tardar�a en llegar
" Con fuerza, dame con fuerza mi amor que me haces acabar aaahhhggg" y yo "Toma
puta, tomate mi leche que te va a llenar, uuffff" y vino, estallamos los dos al
un�sono, de un modo bestial como si estuvi�ramos conteniendo una energ�a inmensa
acumulada por mucho tiempo dentro de un envase peque�o. Yo le clave mis dedos en
los pechos dejando mis marcas y ella rasgo con sus largas u�as mis nalgas y la
espalda hasta llegar a los omoplatos donde tambi�n me dejo la marca de ellas al
calvarlas.
Que sensaci�n indescriptible fue, intensa, eterna, con mezcla
del placer del acto junto con el dolor de aquellos actos reflejos donde la
violencia del orgasmo dej� sus huellas en la carne y arranc� algunas gotas de
sangre en mi. Fue un momento completamente m�gico y eterno, quedamos los dos en
completo silencio, las respiraciones agitadas era lo �nico que se sent�a en el
ambiente junto a la ducha corriendo el agua y la televisi�n que hab�a quedado
encendida en volumen bajo al entrar al ba�o y as� permanecimos por largo rato
d�ndonos caricias, bes�ndonos y sin mediar palabra alguna.
Como med�a hora despu�s est�bamos otra vez listos para
amarnos acarici�ndonos, bes�ndonos, ella con su sexo mojado y yo con mi pene
erguido. Me dispuse a jugar con su sexo metiendo dos y hasta tres dedos en su
interior y ella jalaba mi verga con ambas manos d�ndome una paja suave y firme.
Mi boca jugaba con su cuello, orejas y segu�amos bes�ndonos y
nuevamente la calentura de ambos estaba por las nubes. Sin decirle nada, la hice
girar en la cama y la coloqu� boca abajo y me dedique a besarle su espalda,
bajar por su columna vertebral y morderle los gl�teos delicadamente. Ya ubicado
entre sus piernas, le abr� las nalgas y comenc� a besar su ano. Inici� suave,
dando c�rculos por los pliegues y cuando se fue relajando intent� introducir mi
lengua en ese culito apretado y estrecho que ten�a.
Mientras me deleitaba con ello, mis dedos segu�an jugando con
su vagina y cl�toris y sac�ndole todos los jugos que le chorreaban. Altern�
entre el ano y la vagina varias veces, tomando los jugos de su sexo y con ellos
lubricando su ano. Le pregunt� si eso le gustaba y ella dijo que s� pero, que no
le gustaba el sexo anal, que lo hab�a intentado varias veces pero que no le
agradaba pero que si le gustaba la sensaci�n que le estaba dando.
Un rato despu�s y notando que ella estaba lista para gozar
otra vez, se sali� de debajo m�o y acost�ndome de espaldas se coloc� sobre mi
para un delicioso 69, se sent� sobre mi rostro, restreg� con fuerza su sexo en
mi cara acomod�ndose y se lanzo por mi verga tom�ndola en su boca.
Celeste era tan buena chupando vergas, lo hacia con la ayuda
de sus manos y luego de lubricarla bien la soltaba y literalmente te cog�a con
la boca haciendo que la verga le llegara hasta la garganta misma dando una ritmo
y velocidad igual a la del acto sexual y pod�a hacerlo hasta hacerte acabar sin
volver a tomar la verga en sus manos y tragarse toda tu leche.
Yo me dedique a jugar con su sexo con mi boca y dedos,
mientras lam�a su cl�toris le met�a los dedos en la vagina y con los dedos
h�medos de sus propios jugos me dirig�a a su ano donde s�lo alcanzaba a meter el
dedo �ndice una o dos falanges y ella de inmediato con su mano me hacia sacarlo.
Su resistencia me hacia calentar m�s y con la mamada que me
daba ya no pod�a aguantar y se lo hice saber, diciendo:" Celeste, quiero meterte
mi verga ya, no doy mas" y ella dijo: "SIII damela, la quiero tambi�n ya".
Me sal� de debajo de su cuerpo y la hice quedarse de cuatro
patas sobre la cama y me acerque a ella de rodillas desde atr�s, la tome de las
caderas y con la otra mano gu�e mi verga hacia la entrada de su sexo y, esta vez
si, lentamente la deje irse adentro hasta que hiciera tope en el fondo.
Ella dio un largo gemido mientras la penetraba y cuando ya
estuve dentro empujo m�s con su cadera hacia atr�s enterr�ndome por completo en
su interior. Solt� sus caderas y me aferr� a sus gl�teos y comenc� el cl�sico
movimiento de entre y saca y a cada vez aumentaba el ritmo de ambos con frenes�.
Ella se apoyo m�s en sus brazos y comenz� tambi�n un
movimiento de su cuerpo como cogiendome ella a mi, empujaba cada vez con mas
fuerza, haciendo sonar sus nalgas al golpear con mi pelvis y los gemidos crec�an
en intensidad. Ella dijo: "Que hijo de puta sos y por lo puta que me haces
sentir podr�a ser tu madre" y yo le dije: "si fueras mi mama, te coger�a todos
los d�as as� porque vivir�as en mi casa".
Estaba tan excitado donde mi verga desde atr�s que paso por
mi mente meterle el dedo en el culo otra vez y en ese instante acerque mi mano a
su sexo mojando mis dedos y callando mis reales. La acaricie un ratito mientras
ella aumentaba su excitaci�n y ya daba peque�os gritos de placer y cuando la
note cerca de su orgasmo, retire mi mano del sexo y aumente el ritmo de mis
estocadas mientras volv�a a apoyarme en sus nalgas.
Desde mi posici�n ve�a como ella envest�a mi verga con su
sexo y como sus nalgas separadas me dejaban verle el ano que estaba relajado
pero apretado y tome la iniciativa y apoye disimuladamente mi mano en su gl�teo
derecho y deje mis dedos cerca del culito cerrado de Celeste y segu� cogiendo
con fuerza y ella recibiendo toda mi verga que ya estaba lista para soltar su
leche.
Ella segu� d�ndome placer con sus movimientos y anunciando
que ven�a su orgasmo y yo comenc� delicadamente a acariciarle el ano con mi dedo
�ndice sin meterselo aun y yo le dije que terminar�a en cualquier momento y ella
me pidi� que le soltara otra vez mi leche.
Entonces proced� a fregarme bien contra su sexo mientras
ellas sosten�a los movimientos de penetraci�n y deje deslizar mi dedo en forma
persistente introduci�ndoselo por el culo sin pausa. Inmediatamente al sentir el
contacto de mi dedo que entraba por su culo con mi verga en el interior de la
vagina comenc� a soltar la leche en el sexo de ella y ah� la o� decir: SIIIII,
DAMELA TODA MI AMOR, DAME MI LECHE BEBE y se movi� dirigiendo su mano hasta
tomar la m�a y, contrariamente a lo que pens�, la empujo haciendo que el dedo
dentro de su ano se metiera por completo adentro y me apret� tan fuerte la mano
que hasta me hizo doler.
Cuando estuvo todo mi dedo en su culo y mi leche dentro de su
cuerpo ella estallo en un orgasmo bestial, hundi� la cara en el colch�n y
sabanas y gritando ah� para ahogar el sonido se vino acabando varias veces
consecutivas, siempre apuntando con su culo y sexo hacia arriba y freg�ndose
contra mi. Tuvo tres, o tal vez cuatro, orgasmos, uno mas intenso que el otro
hasta que sus piernas se aflojaron y cayo desfallecida en la cama dej�ndome a mi
arrodillado a sus pies, con la verga chorreando nuestros jugos sexuales y mi
dedo �ndice lleno de su mierda en la u�a pero completamente feliz.
Me acost� sobre ella, la bese y entonces me dijo: "No doy mas
Paco, jam�s hab�a gozado tanto en mi vida". Un rato despu�s, ambos descans�bamos
en la cama uno junto al otro.
Ella se levant� de la cama al rato y volvi� hacia la ducha y
dijo, vamos a lavarnos y salimos a cenar y luego seguimos cuando regresemos si
estas de acuerdo y as� lo hicimos, nos arreglamos y salimos como cerca de las 22
horas.
Ese fue el primer d�a de aquellos tres junto a Celeste los
dos solos para amaros en aquella ciudad y donde lo hicimos en todas las
posiciones, en todos los ambientes y tambi�n fuera del hotel, donde desayunamos,
comimos y cenamos sexo hasta quedar completamente saciados los dos pero, el
resto; lo voy a dejar para otras entregas de esta historia que como ya dije, fue
real y duro cerca de 18 a�os entre nosotros y que aun hoy me provoca dedicarle
mis mejores pajas en su honor y recuerdo.
Gracias a quienes me han escrito a mi correo porque han le�do
mis relatos, a aquellos con los que he conversado en msn y al aliento de que
siga escribiendo mi historia, espero haberles cumplido y cualquier duda,
consulta o deseo de compartir experiencias comunicarse conmigo en
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO. Hasta
nuestro pr�ximo encuentro.