Relato: La Isla (1: Mi llegada) La isla.
Este es mi primer relato de todo lo que me
ha pasado en la vida, desde que deje el orfanatorio hasta estos dias, debo decir
que hasta mi llegada a la isla, solo habia tenido una relacion, fue con un
compa�ero del orfanatorio y yo me lo cogi a el, lo violamos mis compa�eros y yo.
Debo empezar desde el principio.
Mi nombre fue Alejandro,nunca conoci a mis
padres, desde que me acuerdo estuve en un orfanatorio en la capital. Todo iba de
manera normal, hasta que un dia, cuando tenia 17 a�os, me mand� llamar la
directora y me dijo que faltaba un a�o para que fuera mayor de edad y que
tendr�a que irme, pero que ya ten�a un trabajo esperandome.
Me cont� que era de mayordomo en una
hacienda y que a partir de ese momento iban a educarme para desempe�ar mi
trabajo. Lo primero fue que me pusieron a una dieta rigurosa y me hicieron hacer
ejercicio todos los dias, pero era un ejercicio diferente, iba a nadar, y hacia
aerobics, usaba pesas muy peque�as y cosas asi, mientras mis amigos jugaban
Futbol o hacian cosas para mi mas divertidas, pero no le di importancia.
Lo siguiente fue que ya no me cortaron el
pelo, me dijeron que mis patrones lo deseaban asi, y que me empezaron a medicar,
no lo sabia entonces, pero me estaban dando hormonas. Asi pase un a�o, hasta que
llego mi cumplea�os 18, fue una fiesta en grande, parecia que al orfanato le
hab�an dado mucho dinero, y asi fue, pero no sab�a que hab�a sido por m�. A la
ma�ana siguiente me despert� y fui a desayunar, me dieron unos huevos con jam�n
y un vaso de leche, recuerdo que cuando me tom� la leche, me dorm�.
De ah� solo recuerdo im�genes difusas de
un hospital, doctores, salas de cirug�a y enfermeras. Cuando despert� estaba en
una habitacion blanca y yo estaba cubierto de vendas, parec�a momia, pens� que
hab�a tenido un accidente, me inquiete mucho e intente pararme, pero me dol�a
todo el cuerpo, rapidamente lleg� una enfermera y me detuvo, le pregunte que que
me hab�a pasado y grit� del susto al oir mi voz, mucho mas aguda que de
costumbre, parec�a de mujer,, y me dijo: �nada amiga, solo se te han hecho
algunos cambios que te encantar�n, no grites que te puedes lastimar tu
garganta�, en ese momento me dio un ataque y quise liberarme de mis ataduras,
pero me dolia demasiado el cuerpo y no pude hacer otra cosa que llorar, hasta
que la enfermera me inyecto y cai rendido.
Desperte y seguia con vendas en todo el
cuerpo y cara, y ah� estaba un se�or maduro, con mirada apacible y me dijo:
Buenos dias princesa! Ya era hora que depertaras, intente decir algo, pero
continuo: mi nombre es Sr. Jones, soy el que te compro, se que no sabes cual es
tu trabajo asi que te explicare: Tengo una isla, en donde se cumplen todas las
fantas�as sexuales que cualquier humano que tenga suficiente dinero para
lograrlo, y tu ser�s la que va a cumplir las de algunos de ellos.
Estaba muy asustado pero con mucha
curiosidad el porque se dirigia a mi como femenino y le pregunte, nuevamente con
esa voz agudisima. Me dijo: Estas vendada, ya que a partir de este momento te
llamas Alejandra, eres una dama con pene, eres una de las fantasias mas pedidas,
te rebajamos los pomulos, y afinamos tu nariz, estas depilada completamente,
tambien operamos tus cuerdas vocales, te pusimos senos grandes, te quitaron
costillas para una cintura peque�a e implantes en las nalgas para darte una
linda forma femenina. �No lo podia creer! Me empece a mover de una manera brutal
para zafarme, pero me dijo al mismo tiempo que me volvia a sedar: cuidado
alejandra, te puedes lastimar, cuando despiertes estar�s en la isla.
Desperte y ya no tenia ninguna venda, pero
estaba cubierta con una sabana de seda, muy rica, estaba en una habitacion muy
bonita y con una vista al mar incre�ble, y ah� estaba el Sr. Jones, y me dijo:
�muy bien alejandra, buenos dias, antes que intentes algo te debo decir que
estas en una isla, el verdadero para�so, y no puedes salir de aqu� hasta que
cumplas con tu trabajo� �Nadie sabe de su existencia, ya que la hemos comprado a
un pa�s del tercer mundo, y pol�ticos de todo el mundo y hombres muy ricos,
pasaran por tu boca y probaras su leche�, intente huir pero al ver a los dos
guardaespaldas la verdad me dio mucho miedo y me quede ah�.
Continuo mi patron: �Tendras que trabajar
por 15 a�os para mi, ya a los 33 a�os ser�s una mujer libre y con dinero
suficiente para no preocuparte nunca mas.� O bien, si no lo haces por las
buenas, podemos hacerte desaparecer y nadie sabria nada nde ti, no dejas de ser
una puta que nadie conoce, asi que te dejo aqu� y regres� en unos dias. �Ese
hijo de puta! Pens�, no me va a ganar y me voy a escapar de aqu�. Lo que nunca
pens� es que esos 3 dias que pasaron antes de que el regresara los pasar�a sin
comer y encerrado en ese cuarto. Al cuarto dia regreso y yo estaba hecho un asco
y con mucha hambre, y me pregunto, �Que has decidido?�, el hambre es muy
traicionera asi que le dije, �si se�or� �acepto�. Me dijo, bienvenida Alejandra,
ver�s que esta isla es un para�so, vamos! Te invito a cenar, pero ponte esto.
Me dio un bikini muy peque�o y me indico
una puerta para que me cambiara. Hasta ese momento realmente me vi desnudo(a) ya
que el miedo y la frustraci�n habian hecho que no me fijara en ningun momento de
mi cuerpo.
Ten�a la melena larga rubia, mi cara
estaba increible, si no fuera un espejo me hubiera enamorado inmediatamente, vi
mis senos y eran realmente perfectos, tenia un cuerpo que sin duda envidiarian
millones de mujeres, y gracias a Dios mi pene seguia ah�, era obvio que al verme
as� me excite de una manera tremenda, asi que me masturbe mientras me agarraba
mis tetas y sentioa riquismo, me ba�e en un jacuzzi que habia, me puse crema y
me puse el bikini, habia unas sandalias bajas, asi que las use y sali a
encontrarme con el Sr. Jones, me dio su brazo y asi salimos a Cenar, me dijo que
no me preocupara del bulto de mis piernas, que era lo que me delataba, me dijo
que pronto en mi entrenamiento me ense�arian a esconderlo. Cenamos muy rico y
aunque pense que me iba a obligar a hacer algo no fue asi, al despedirse solo me
dijo: Ma�ana comienza tu EDUCACION.
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Relato: La Isla (1: Mi llegada)
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