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LOS JUEGOS PROHIBIDOS DE CAMILA ( II )

Camila y su hermanita, solas en casa

Frente a la pantalla del computador Camila esperaba
ansiosamente que su misterioso amigo entrara a internet para poder disfrutar una
vez mas de sus indicaciones y as� ser guiada a distancia en las delicias del
sexo solitario.

Su ansiedad se deb�a al hecho de que estaba con su hermanita
Karina, de quince a�os, con la cual estaban solas en casa, disfrutando de la
libertad que les brindaba la ausencia de sus padres ese d�a. Pero no era
solamente el hecho de poder entregarse a la lujuria con su hermanita cerca lo
que la ten�a ansiosa esperando la conexi�n. Lo que la ten�a en ese estado era la
posibilidad que vislumbraba de poder hacer alg�n acercamiento mas intimo con la
muchacha.

Ya antes le hab�a comentado a su misterioso amigo su gusto
por Karina, describi�ndole la colita parada que tanto la entusiasmaba y sus
peque�os senos, duros y altivos, que mas de alguna fantas�a despertaron en ella
cuando los ve�a desnudos. Y sus piernas, que aun no terminaban su desarrollo
pero que ya se notaba que ser�an las delicias de los hombres por lo bien
formadas y por unos muslos que luc�a generosamente en sus llamativas minifaldas.

El le pregunt� si le gustar�a tener algo con Karina y ella no
dudo en su respuesta afirmativa. El le pregunt� lo que le gustar�a hacer con la
muchacha y Camila concentr� su atenci�n en los senos, el sexo y la cola de su
hermanita como objetivos en el caso de poder tener algo con ella.

Y ahora ambas estaban solas en casa, en el dormitorio de
Camila, despu�s de haber jugado sobre la cama, donde Karina recibi� un beso en
la boca que la sorprendi� pero que no la molest�. Es m�s, cuando Camila le
pregunt� si le gust�, la muchachita pens� unos instantes y con un moh�n
encantador le dijo "me agrad�"

"Bueno", repuso Karina con estiramiento de sus brazos
sobre la cabeza, recostada en la cama, que a Camila le indic� claramente que la
muchacha estaba en condiciones adecuadas para sus intenciones. Estaba segura que
su hermanita tambi�n estaba ansiosa porque hubiera algo entre las dos.

Al cabo de unos minutos se hizo la conexi�n.

Le dijo a su amigo distante que estaba con su hermanita y el
entendi� inmediatamente lo que eso significaba pues en la sesi�n anterior, de
hac�a tres d�as, Camila le hab�a comentado de sus intenciones para con Karina.

El le pidi� que pusiera a su hermanita en el computador, a lo
que Karina accedi� con gusto.

Despu�s de una breve presentaci�n y las frases de rigor en
estos casos, el le pregunt� si le agradaba Camila.

"Es muy bonita. Me gusta mucho"

Escribi� con evidente intenci�n. Y a la pregunta de "describe
como anda vestida Camila", escribi�:

"Anda con minifalda azul y una blusa blanca que hacen
resaltar sus piernas y sus senos"

Era evidente que Karina estaba lanzada.

El hombre estaba llevando la conversaci�n a un l�mite del que
no habr�a retorno. Y Karina se dio cuenta de ello, de que de su respuesta
depend�a el destino de la conversaci�n y de su relaci�n con Camila.

"Son exquisitas"

Camila, leyendo sobre el hombro de su hermanita, comprendi�
que el camino que le estaba forjando su amigo virtual la llevaba inexorablemente
al cumplimiento de sus deseos.

Camila acerc� su rostro a Karina y puso sus labios con los
suyos, a lo que la muchacha respondi� abriendo su boca y sacando su lengua, que
fue a perderse en la boca de su hermana mayor.

Fue un beso largo, intenso, apretado.

"Soy Camila. Acabamos de besarnos"

De aqu� en adelante todo ser�a m�s f�cil para Camila.

"Si", escribi� Karina, mirando a Camila que asinti� con
una sonrisa de complicidad.

"Camila, �est�s dispuesta a hacer todo lo que te diga?"

Ya no hab�a camino atr�s. La suerte estaba hechada.

Camila estaba encantada con el rumbo de la conversaci�n pues
era espectadora en primera l�nea del espect�culo que estaba dando su hermanita
con sus muslos al aire y el promontorio amarillo que formaba el sexo de Karina.
Pos� una de sus manos sobre el hombro de la muchacha y empez� a bajarla
lentamente.

Encantada, Camila la ayud� a desprenderse de la prenda,
mir�ndola fijamente a los ojos. Karina vio en ellos el deseo y le agrad�.

Y Camila puso su mano sobre el sexo de la muchacha, apretando
la mano de Karina. Gui� la mano de su hermanita arriba y abajo sobre el canal ya
humedecido, lentamente, con suavidad. Su otra mano fue a uno de los senos de
Karina, el que apret� sobre la blusa, mientras sus ojos fijos en los de su
hermanita eran una invitaci�n a la lujuria.

Y Karina no la defraud�.

Apart� la mano de Camila de su pecho y metiendo la propia en
la blusa sac� los dos senos para que su hermana pudiera masajearlos a gusto.

Camila acerc� su boca a los senos que se le regalaban y
empez� a besarlos y chuparlos con delicadeza, alternadamente, mientras su mano
en el sexo de Karina apart� con suavidad la mano de su hermanita y continu� el
masaje directamente, dejando a la muchacha un papel pasivo mientras toda la
iniciativa quedaba en las manos y boca de Camila.

Como Camila no pod�a escribir, Karina se encarg� del dialogo
con el instructor sexual.

Pero Karina no estaba en condiciones de escribir ahora. Toda
su atenci�n estaba centrada en Camila, que entre sus piernas le besaba el sexo,
meti�ndole la lengua en busca de su cl�toris, en tanto sus piernas se subieron y
quedaron sobre los hombros de su hermana, a la que tom� de la cabeza y apret�
contra su vulva.

Nuevamente su pregunta qued� sin respuesta. Y no pod�a ser de
otra manera ya que Karina estaba con la cabeza hacia atr�s, los ojos cerrados y
sus manos apretando la cabeza de Camila, le regalaba a su hermana un torrente de
l�quido que se escurri� por la comisura de los labios de esta.

Escribi� Karina cuando logr� calmarse.

El comprendi� lo sucedido y que no habr�a barreras para lo
que vendr�a.

Se desnudaron con el deseo reflejado en sus rostros. Karina
de espaldas en la cama y con las piernas abiertas, esper� a su hermana que sobre
ella le puso el sexo a la altura de la boca mientras met�a la lengua en el t�nel
de amor de la muchachita.

Karina, en forma instintiva, llev� su boca a la vulva de su
hermana y sacando la lengua la llev� al interior en busca del bot�n dorado. Se
abraz� a las nalgas de Camila en tanto su lengua sal�a y entraba de su sexo.

Karina por su parte tambi�n se apoder� de las nalgas de
Camila y las apret� de manera que uno de sus dedos qued� a las puertas de su
culo, lo que molest� a la muchacha que removi� su trasero, lo que la oblig� a
apartar su dedo y olvidar por ahora sus intenciones.

Karina se concentr� en la vulva de su hermanita, a la que le
brind� una mamada con todas sus fuerzas, con la intenci�n de brindarle una
segunda venida. Karina por su parte, con menos t�cnica pero con el mismo
entusiasmo, met�a y sacaba su lengua del sexo de Camila con furia tal que de
pronto sinti� que el cuerpo de esta perd�a control y que ya no le era posible
sujetarle las nalgas debido a los movimientos espasm�dicos de su hermana, que
entre suspiros y contorsiones solt� sus liquidos seminales sobre la boca de la
muchachita, la que la cerr� para evitar tragarlo, con lo que cay� desde su boca
a la sabana, donde form� un peque�o charco.

El comprobar que hab�a logrado hacer acabar a Camila fue
incentivo suficiente para Karina que, por segunda vez, se derram� en la boca de
su hermana, la que esta vez bebi� todos sus efluvios no dejando escapar ninguna
gota.

Despu�s de un rato lograron levantarse y se dirigieron al
computador a contarle al amigo misterioso la experiencia vivida. Karina era la
mas entusiasta en contar el goce que hab�a tenido, algo que experimentaba por
vez primera.

Pero la comunicaci�n se hab�a cortado debido a una llamada
telef�nica que ninguna de las dos escuch� debido a lo concentradas que estaban
en brindarse goce mutuo.

"No te preocupes que ma�ana o pasada volveremos a contactarlo"

Le dijo Camila a Karina mientras estampaba un beso apasionado
en su boca.