Tras dos fines de semana sin ir a la sierra por los ex�menes,
por fin nos fuimos mis padres, mi hermana y yo al chalet para pasar el verano.
Cuando llegamos, un viernes a �ltima hora de la tarde, nuestros amigos ya
llevaban all� una semana, tiempo que hab�amos tardado nosotros en arreglar el
papeleo que supon�a mi primer a�o de instituto.
Tras sacar unas cuantas cosas de la maleta, mi hermana y yo
nos pasamos antes de cenar por casa de Alicia y Manuel, para ver qu� tal estaban
y para quedar para el d�a siguiente. Tras un buen rato contando c�mo nos iba
todo y mil cosas m�s, nos dijeron que volvi�semos a su casa la ma�ana siguiente,
que ya ten�an preparada la piscina mientras que la nuestra a�n no estaba lista,
pues hab�a que tratar el agua para poder ba�arse, lo que iba a tardar al menos
un par de d�as. Aceptamos de buena gana y poco despu�s de cenar, ya en nuestra
casa, nos fuimos a dormir.
El d�a siguiente amaneci� radiante. A las 11 de la ma�ana el
sol apretaba bastante, y mi hermana y yo nos fuimos para casa de los vecinos. A
esa hora sus padres estaban haciendo la compra en el pueblo, y nos encontramos
sentada en el porche leyendo un libro a Alicia, esperando a que lleg�semos. En
seguida se puso a hablar con mi hermana y me dijo que subiese, que su hermano
acababa de levantarse y estaba haciendo su cama. Mientras sub�a o� vaciarse una
cisterna y a Manuel saliendo del ba�o con una carpeta.
- �Qu� pasa Manu! �Se nos han pegado las s�banas? -le dije.
- Ya ves -contest�.
- Joer, �hasta en el tigre aprovechas para estudiar? -dije,
tras una carcajada.
- S�, s�, estudiar... -contest�. Acto seguido se asom� al
rellano de la escalera- �D�nde est�n tu hermana y la m�a?
- En el porche, �por?
- Ven, mira -y se dirigi� a toda velocidad a su dormitorio.
Abri� la carpeta y sac� una revista porno. En la portada aparec�an dos rubias de
infarto con unas tetas enormes mal disimuladas tras los bikinis m�s peque�os que
cre�a recordar.
- Veo que no soy el �nico que dedica a las pajas ma�aneras.
Me la tienes que pasar -comenc� a echarle un vistazo a la revista, deteni�ndome
en una secci�n en la que las rubias de la portada eran taladradas por un cabr�n
con suerte.
En ese momento o�mos a nuestras respectivas hermanas subir
las escaleras en direcci�n al dormitorio. Manu la guard� lo m�s r�pido que pudo
y la escondi� bajo su cama. Al segundo aparecieron las chicas.
- Hale, fuera, que vamos a cambiarnos.
Manu y yo bajamos a la piscina, extendimos las toallas en el
c�sped al borde la del agua y empezamos a comentar las escenas de la revista.
Los co�itos depilados de las rubias centraron nuestra conversaci�n. Al cabo de
un rato, Manu me pregunt�:
- �T� has visto alguna vez un co�o? Me refiero a uno de
verdad, no los de las revistas.
La verdad es que no hab�a visto ninguno, y resign�ndome, se
lo hice saber. Supuse que como yo con 16 a�os no hab�a visto ninguno, �l con 12
tampoco lo hab�a hecho.
- Yo se lo he visto a mi hermana -contest�. Casi todos los
d�as, se cambia en la habitaci�n, y supondr� que como somos hermanos, no hay
nada malo en ello.
El comentario me dej� helado. �Joder con Manu! Contemplar el
moreno co�ito de Alicia tan s�lo una vez podr�a saciar mis fantas�as para un mes
de pajas sin ninguna revista de por medio.
- �Joder con la suerte que tienes! �Y c�mo lo tiene?
-pregunt�, �vido por detalles del asunto.
- Pues...tiene bastante pelo, aunque ahora en verano cuando
se cambia de ba�ador, mojado, se le ven los bordes de la raja
- Se llaman labios vaginales -apunt� con orgullo por conocer
el t�rmino.
Justo en el momento en que Manu se empe�aba en conocer m�s
terminolog�a sobre la fisonom�a femenina, aparecieron las chicas. Tras casi un
a�o sin ver a Alicia con tan poca ropa, comprob� que hab�a desarrollado sus
pechos un poco m�s, y, aunque peque�os, los deseaba, deseaba quitarla el bikini,
atrapar uno de esos pechos en la boca y lamer los oscuros pezones que recordaba
desde la �ltima vez que los advert�. Llevaba un bikini amarillo, pero cuando me
iba a deleitar con m�s detalles de su fisonom�a me qued� de piedra al ver a mi
hermana. Un peque�o bikini naranja apenas tapaba los lados de sus enormes tetas,
que segu�an desarroll�ndose a un ritmo escandaloso, y a�n m�s llamativo,
destacaba un peque��simo tanga que cubr�a lo justo mientras que un sutil hilo se
hund�a entre sus blancas nalgas, que parec�an campar libres sin prenda alguna
entre ellas.
-�Qu� pasa, Laura, tan caros est�n los bikinis que te has
tenido que comprar el m�s peque�o? -le pregunt� entre risas.
Mi hermana me dedic� una falsa sonrisa y contest�:
- Mira que eres idiota. Me lo compr� hace un mes, pero mam�
no dejaba que me lo pusiese para ir a la piscina con mis amigas, pero aqu�, sin
babosos a la vista me deja.
Tras la aclaraci�n, sorprendido por el hecho de que mi
hermana no me hubiese mandado a la mierda sin tantas explicaciones, Manu y yo
empezamos a hablar de temas intranscendentes para desviar la conversaci�n que
qued� interrumpida por la llegada de las chicas. Esta vez fueron ellas las que
primero se zambulleron en la piscina. A una distancia prudencial del agua, volv�
a preguntarle a Manu por la desnudez de su hermana.
- Como te dec�a, lo hace casi todos los d�as. No le da corte
cambiarse delante m�o. Incluso creo que me da m�s corte a m� estar all� -dijo
Manu, sin quitarle ojo a mi hermana- �T� a la tuya la has visto alguna vez?
- No, y... no creo que le importase �no?, a fin de cuentas
somos hermanos, como dices t� y tambi�n compartimos habitaci�n. Si a�n no la he
visto es porque yo siempre me cambio en el ba�o, aprovechando las pajas que caen
a diario. Ahora que lo pienso, �te la has pelado alguna vez pensando en tu
hermana?
- �Qu� dices! -dijo Manu, sonroj�ndose ligeramente por la
perversidad de la pregunta.
- �Venga, co�o Manu, que hay confianza!
Dud� un momento, separ� la vista de mi hermana para fijarse
en la suya. Tras un momento, dijo lac�nicamente:
- Bueno, s�, alguna vez.
Fingiendo total naturalidad, le dije:
- Yo tambi�n me he masturbado alguna vez pensando en la m�a
-Manu me mir� sorprendido con la alegr�a reflejada en el rostro quiz� por
encontrar a alguien que compart�a lo que consideraba una perversi�n- A fin de
cuentas, mira qu� cuerpo tiene, hace un par de a�os era a�n una ni�a y ahora
podr�a aparecer perfectamente en la revista que me has ense�ado...
- �Ya te digo! -respondi�, con una sonrisa c�mplice en los
labios.
- Pero si te digo la verdad, y despu�s de lo que me has
contado, quien va a ser el centro de mis pensamientos la pr�xima vez que me la
pele va a ser tu hermana Alicia -dije, mir�ndola en la piscina con su bikini
amarillo ce�ido a la piel.
Tras un rato contempl�ndolas, y asegur�ndonos de que ninguno
de los dos iba a dar el cante, nos metimos en el agua con ellas.
Continuar�...