Relato: De tal palo tal astilla DE TAL PALO TAL ASTILLA
Mi madre era la mujer m�s depravada del mundo. Una vez,
tendr�a yo 12 a�os, la espiamos mi hermana �de 13 a�os- y yo mientras follaba en
el jard�n con el mayordomo, el jardinero y el mozo de cuadra. Era aficionada a
chupar pollas, a las dobles penetraciones y a que se corrieran en su cara�ten�a
exhausto a mi padre y agotados a los hombres del servicio dom�stico, les
orde�aba los huevos a todos hasta dejarles secos, era terrible.
De observar y observar a mi madre �siempre a escondidas-, a
mi hermana, a nuestra prima �de 14 a�os, similar edad- y a m� nos dio por
imitarla, as� que me follaba a menudo a las dos ni�as, con gran alegr�a por su
parte y por la m�a, en la cama, en la piscina, en la ba�era, en el suelo del
desv�n �llen�ndonos de polvo y telara�as los cuerpecitos desnudos-, en el
jard�n, en cualquier parte.
Me com�a sus morritos de ni�a, sus culitos respingones, sus
tetitas apenas prominentes, sus chuminos casi imberbes, se la met�a por sus
chochetes de seda y por sus tiernos ojetes prietos, me corr�a hasta quedar
rendido�
Un d�a mi hermanita se insinu� al jardinero, un hombre fuerte
con edad para ser su padre, con una polla el doble de gorda que la m�a. Apenas
le cab�a en la boca ese mazacote de carne a mi pobre hermanita, pero chup� y
chup�, y lami� las gordas y peludas bolas, mientras �l agarraba su cabecita de
rizos dorados. Pronto esa polla enorme traspasaba a mi querida Elisa, que se
arqueaba pose�da por el placer, y yo, recordando a mi madre, pens� "de tal palo,
tal astilla" o de tal puta tal putita, como prefieran�mientras observaba lleg�
mi prima y se uni� a m�.
Pronto se me puso tiesa y mi primita, percat�ndose, se hinc�
de rodillas, me la sac� con sigilo y empez� a chup�rmela con gula. No par� hasta
que me corr� en su �vida boca, mientras el jardinero hac�a lo propio en el ojete
de mi hermanita.
Pronto, pese a seguir foll�ndome a las dos ni�as, quise
probar manjares m�s maduros, as� que empec� mi asedio a Danuta, una criada
polaca que ten�amos, de 25 a�os, rubia, de firmes nalgas e inmensas tetas. Era
la novia del mozo de cuadra, uno de los gara�ones que se follaban a mi madre.
Empec� a sobarle los carnosos muslos o el orondo culo en cuanto se descuidaba.
Ella protestaba, pero en el fondo disfrutaba de mis caricias. Un d�a, mientras
limpiaba, met� la mano bajo su falda, desde atr�s, buscando su co�o. Ella
protestaba "pero, �se�orito!", pero mientras abr�a las piernas para facilitar mi
tarea. Yo tentaba la raja entre las dos mitades hinchadas de su co�o, sobre la
tela empapada de sus bragas.
Ella se abr�a m�s, se inclinaba hacia delante, gem�a
suavemente. Yo hund� la cara, subi�ndole la falda, en la raja de su culo, sobre
las bragas blancas de algod�n. "Vaya con el ni�o", dijo ella, mientras se daba
la vuelta y se agachaba ante m� para sacarme la polla del pantal�n.
Me la chup� como nunca han vuelto a hac�rmelo, yo le com� la
boca, las hermosas tetas, el co�o hermoso, hinchado, peludo. Se la met�, al fin.
Apenas hab�a dado cuatro o cinco culadas cuando apareci� el mozo de cuadra, el
novio de ella.
Nos mont� una escena, pero ella, a base de caricias, logr�
que se uniese a nosotros. Acabamos foll�ndola al un�sono, yo debajo foll�ndole
el co�o, ella sobre m� y �l sobre ella rompi�ndole el culo. Nos corrimos en su
cara y en sus tetas, fue genial.
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Relato: De tal palo tal astilla
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