Quien no a so�ado nunca con una enfermera cachonda solo para
�l.
Hacia poco que trabajaba como enfermera, esa cl�nica hab�a
sido mi primer trabajo despu�s de salir de la facultad. Como podr�n imaginar soy
jovencita,22 a�os, pero no inexperta en todo.
Aquella ma�ana nos avisaron de que trasladaban a nuestra
unidad a un paciente que necesitaba reposo para poder irse a casa sin problemas.
El hombre lleg� por la tarde y yo no le vi hasta la ma�ana
siguiente; nadie me aviso de lo atractivo que era. Cuando pase por su habitaci�n
para tomarle las constantes vitales rutinarias de la ma�ana, el dorm�a, no pude
reprimir los deseos que r�pidamente brotaron en mi cabeza al ver a aquel hombre
all� tumbado, con el torso descubierto. Con mucho cuidado sal� de la habitaci�n
y me dirig� al control de enfermer�a para tratar de enfriar mi mente
calenturienta.
No pod�a quit�rmelo de la cabeza, pase toda la ma�ana
imaginando como seria follar con �l. Cada vez estaba mas caliente.
Llego la hora de repartir las medicinas, su habitaci�n estaba
al fondo del pasillo, cuando entre, no sin antes respirar hondo, estaba
despierto, apoyado en la cabecera de la cama y mir�ndome fijamente, me quede
parada al ver esos ojos fijos en mi, pero no me achante. Al dejarle las
medicinas en la mesita, roce su cuerpo con mis senos, que ten�an los pezones
totalmente erectos. Un escalofr�o recorri� mi cuerpo, el lo noto, sent� su mano
en mi hombro, me gire lentamente y le dedique un mirada en la que se pod�a
palpar la lujuria que llenaba mi mente. Sin pensarlo dos veces le cog� la mano,
se la coloque en mis tetas para que pudiera sentir mis pezones erectos, al
instante note un bulto que sobresal�a de su entrepierna, la tapaba la sabana
pero se pod�a apreciar las dimensiones de aquel magnifico pollon. Le bese
apasionadamente y �l me correspondi� cogiendome por la cintura y acerc�ndome a
el mas y m�s. Mis pechos quedaron a la altura de su cara, ve�a sus ojos
lascivos, me desabrocho el traje blanco y dejo al descubierto el sujetador y los
pezones que se transparentaban, luchando por salir de all�. Me quito el
sujetador y comenz� a mamar mis tetas como si le fuera la vida en ello, iba a
estallar, no pod�a m�s.
H�bilmente me sub� a la cama me coloque totalmente abierta y
mojada encima de el, me levante la falda y le dirig� la lengua hacia mi co�o
chorreante...me absorbi� como nadie lo hab�a hecho nunca, introdujo su lengua en
mi agujero con gran avidez, hasta el fondo, movi�ndola r�pidamente, me iba a
correr, oh, no pod�a all� no, la sensaci�n de que en cualquier momento se
abrir�a la puerta me pon�a aun mas caliente. Quer�a comerle la polla, empec� con
mordisquitos en los huevos, �l suspiraba, gem�a, se los lam� bien lamidos, su
polla estaba dura como una piedra lista para ser mamada, sus venas palpitantes
la hac�an aun m�s atractiva, mmmmh, comenc� con suaves lametazos en la puntita,
le succionaba el frenillo, me la met�a entera y jugueteaba con ella en mi boca,
era deliciosa, cada vez me mov�a mas deprisa, no quer�a que se corriera aun pero
esa imagen ....uffff.
Me sent� enzima de esa polla y me la met� hasta el fondo, que
gusto, estaba caliente, muy caliente, comenc� a botar como una loca y sent� que
me iba, no me pod�a controlar, me derrame encima suyo. �l se incorpor�, me
coloco a cuatro patas y me meti� un dedito por el culo intentando dilatarlo,
pens� que me destrozar�a con semejante aparato, pero solo me doli� al meterlo,
una vez dentro le suplicaba que se moviese, que me partiera el culo, notaba como
sus huevos golpeaban en mi, sent� su respiraci�n entre cortada....En ese momento
se abri� la puerta...era el m�dico que venia a pasar visita, no sabia donde
meterme, se me cayo la cara de verg�enza, pero ante aquella situaci�n el m�dico
ni se inmuto, nos pidi� que sigui�ramos, cogi� una silla y se sent� a
observarnos.
El m�dico era un hombre muy atractivo de mediana edad,
realmente me pon�a mucho y al verlo ah� sentado mirando como me romp�an el culo
me excito aun mas...cuando el paciente se hubo despachado a gusto dentro de mi,
me sent� en la cama con las piernas abiertas mirando al m�dico, el se acariciaba
la entrepierna, no pod�a esconder su excitaci�n. Yo me masturbaba delante de el,
me met�a los dedos y me los restregaba por el cuerpo hasta metermelos en la boca
y chuparlos como si de una polla se tratara, el se levanto, se acerco a mi y me
llevo hasta el borde de la cama, se bajo la cremallera del pantal�n y saco un
polla dura y muy rojita. Me la meti� con fuerza, sent� dolor y placer al mismo
tiempo estaba que no cab�a en mi, segu�a d�ndome fuerte y yo me iba a correr,
aahhhhh, no pod�a parar de correrme, el paciente sentado detr�s de mi me
acariciaba con una mano las tetas y con la otra se masturbaba el miembro otra
vez erecto.
Me coloque de tal forma que �l me pudiera dar por el culo
otra vez, como antes lo hab�a hecho, de tal manera que tenia dos pollas dentro
de mi, me sent�a totalmente llena, fue una sensaci�n maravillosa, el m�dico
empez� a convulsionarse saco su polla y me la puso en la boca donde acabo por
correrse, su leche resbalaba por mi cara y �l lo lam�a, el paciente tambi�n me
la meti� en la boca y se corri� seguidamente....tenia en la boca lefa de dos
hombres distintos....all� est�bamos los tres sudorosos y rebosantes de
placer...O� por megafon�a mi nombre tenia una llamada telef�nica, me vest�
corriendo y sal� de aquella habitaci�n,.
Al dia siguiente al paciente le dieron de alta, nunca supe
mas de el, sin embargo el medico sigue en mi unidad y cuando nos cruzamos por el
pasillo el agacha la cabeza y sigue su camino.