Ese mediod�a sali� antes de que su mama volviera de trabajar
hasta tarde en el Hospital del pueblo, all� todos se conoc�an y no hacia falta
que se le advirtiera a las muchachas en pleno desarrollo, de que algunos hombres
adultos, podr�an tener fantas�as demasiado perversas con las ni�as de 13 a�os
(eso no ocurr�a en aquel lugar). Todo parec�a cotidiano, y comenzaba a caer una
llovizna demasiado molesta como para no llevar paraguas, pero lamentablemente
Sofia (as� el nombre de la ni�a) lo hab�a olvidado en la casa de una amiga.

Ya eran las 12.40 hs, llegaba tarde al colegio, llevaba su
falda gris, un poco mas arriba de las rodillas, pero trataba de enrollarla un
poco en la cintura para que se le notaran sus lindas piernas, una camisita
blanca (que hab�a comenzado a trasparentarse por la lluvia)y su corbata bordo,
faltaba solo una cuadra para llegar, cuando se le cruzo un auto de color verde
oscuro, con dos hombres adentro, primero se sobresalto, pero al instante
reconoci� la risa de uno de ellos que re�a a carcajadas por la cara de susto de
sofia. Era su t�o Ernesto, el hermano de su padre, quien hab�a fallecido cuando
ella tenia 5 a�os y desde ese momento viva en su casa, para poder ayudarlas a
mantenerse, ya que con el sueldo de su madre eso era casi imposible. Se le
acerco a saludarla y despu�s de un rato de insistencia, el accedi� a dejarla no
ir al colegio, a pesar del examen que se iba a perder. Llegaron a la casa, junto
con el amigo de su t�o; mientras ellos se hac�an el almuerzo, ella pon�a la
mesa, pero decidieron no comer sin antes tomar alg�n aperitivo.

- Sofi, trae la cerveza de la heladera.

- Bueno. Dijo sofia

As� comenzaron a tomar, una, dos, tres... hasta que sofia no
pudo mas y decidi� ir a acostarse, para el t�o y su amigo, dos mayores de casi
40 a�os, eso no era mas que mojarse los labios, pero ella una ni�a de 13, le
faltaba demasiado alcohol para que su cuerpo se acostumbre a no sentirse en las
nubes. Despu�s de 1 hora aproximadamente, alguien entro a su cuarto en
penumbras.

- Shhh, no hagas ruido, que la nena se puede despertar...

- �Te parece?, yo dir�a que bebi� como dos botellas y no se
va a acordar de nada

Definitivamente esto era cierto, Ernesto tomo su mano que
colgaba a un extremo de la cama y la dejo caer. Nada en su brazo indico que
pod�a llegar a despertar.

- mmmmhhhh... no se. Dijo el al instante

- Dale, no seas boludo, no se va a acordar te digo. Dijo el
amigo, casi desnud�ndose.

- Espera!!! �Que haces?��� La puerta esta sin llave!!!

Ernesto sali� de la habitaci�n a los saltos, y mientras se
sacaba la remera meti� llave y traba a la puerta de calle, pero igualmente sabia
que su cu�ada no volv�a hasta las 22 hs.

Cuando volvi� a entrar, vio a su amigo desabroch�ndole la
camisa a Sofia.

- Espera, desesperado, aclaremos algo. No quiero que la
desvirguemos. Ok?

- Pero vos sos un bot�n! Dejate de joder! Si no se va a
enterar!

-ya lo se, pero yo me voy a quedar con cargo de conciencia,
as� que todo lo que quieras... menos penetrarla.

- Bueno... esta bien, total la calentura me la saco con una
paja.

As� comenzaron a tocarla por todos los sitios de su cuerpito,
sin que ella se diera cuenta, primero le vieron sus pechos que ten�an los
pezones muy parados, y el amigo de su t�o, se encargo de mojarlos con la punta
de la lengua, con gran delicadeza.

- Mira boludo, que tetas tiene esta pendeja!, esos pezones me
encantar�a morderlos todos

Su t�o se acerco y de a poco los comenz� a morder, mientras
Sofia empez� a dar peque�os gemidos entrecortados. Su pollera ser iba levantando
a medida que se mov�a por la excitaci�n inconsciente, esto hacia que al amigo de
Ernesto, se le pusiera la pija cada vez mas dura, y sin avisar, saco su miembro
mientras que agarro la mano de la ni�a.

- Vos crees que podr�? Dijo ri�ndose

- Hacete la paja vos! No la enchastres toda!

- Pero a que carajo viniste vos? Pelotudo? No te la queres
coger?

- Si infeliz, pero no quiero crearle un trauma.

- Ok. Dijo el amigo.

Ernesto sigui� bes�ndola y manose�ndola un poco, estaban los
dos acostados uno de casa lado de la cama.

- Voy al ba�o. Dijo el amigo

Al rato Ernesto sinti� algo fr�o en su cuello.

- �Qu� haces? �Te volviste loco?

- levantate despacio, y sentate en la silla

- Para! Para! � que te pasa? Dijo Ernesto ya algo asustado

-Hace lo que te digo si no queres que te clave el cuchillo en
el cuello

Ernesto agarro la silla que estaba frente a la cama y se
sent�. Su amigo, casi su mejor amigo, le tomo los brazos por detr�s y lo amarr�,
mientras el no dec�a una palabra. Se dio cuenta que sus intenciones eran violar
a Sofia, y no manosearla un poco. As� que se resigno para que no hubiera un
accidente mas grave, sabiendo que la verdad Sofi, no se iba a enterar de nada.

- Ahora vos vas a presenciar lo bien que lo pasa tu
sobrinita. Total , no podes ni moverte, ni hablar, y menos que menos disfrutar.
Boludo!

El degenerado comenz� amarr�ndole los pies y llev�ndola mas
al extremo de la cama, le quito la bombachita blanca y la olio...

- Que rico olor a pendeja!

Le abri� las piernas y casi no le subi� la pollera. Sofia
estaba ya sin camisa, as� que comenz� a hacerse la paja entre sus pechos
delicados y suaves, pero ella no se inmutaba, el le agarro la mano y le empez� a
chupar la palma, luego se la apoyo en la verga caliente y dura, su manito era
peque�a y casi no apretaba, porque ella segu�a medio dormida, entonces comenz� a
moverla y a moverse, a excitarse tanto que casi a punto de acabar...la dio
vuelta y la solt�.

- Ahora vas a ver como no la desvirgo. Jajajaja

Saco de la c�moda que tenia a un costado, un desodorante de
medida standart, le abri� las pierna lo mas que pudo y la inclino hacia la vista
de Ernesto, que si bien se hab�a rehusado a colaborar con eso, estaba mas
excitado que nunca. Empez� a pasarle el desodorante por la rajita, de arriba
hacia abajo y Sofia comenz� a gemir despacito... mientras un juguito sal�a de su
chochita, con la lengua comenz� a succionarle el cl�toris y a meterle el
desodorante en la entrada del ano... as� lo hizo hasta que se lo introdujo de
golpe, y Sofia despert� gritando, entonces le tapo la boca, mientras se le
montaba encima, aun con el desodorante dentro de la cola, le ensarto su verga
algo fl�ccida por no estar en movimiento y comenz� a moverse hasta que recobro
dureza. Ella se contorsionaba para sacarse al amigo de su t�o de encima, pero le
era imposible, estaba demasiado mareada. Y su t�o empez� a mover un poco la
pelvis, porque asi rozaba su pija contra el pantal�n.

- Ahhh, pelotudo, ahora te gusta!

Entonces sali� de ella y le acabo en la comisura de los
labios. Sin casi terminar de sacar toda su leche, la alzo de los cabellos y casi
arrastr�ndola, la alzo entre sus brazos, y la sent� encima de su t�o, le
desabrocho la bragueta a Ernesto y se la meti� en la conchita h�meda de su
sobrina, pero ella no tenia fuerza para moverse (estaba como drogada), as� que
el la ayudo, poniendo sus manos en sus tetas y levant�ndola de arriba hacia
abajo, para que entrara y saliera la verga de Ernesto. As� Ernesto no duro mucho
y acabo en sus piernitas mientras su amigo le manoseaba las tetas y le chupaba
los pezones a mas no poder.

La dejaron tirada en la cama, llena de leche, durmiendo hasta
el atardecer. Luego, cuando se despabil�, entro al ba�o algo confundida,.
Dolorida y pegajosa, se dio una ducha y cuando sali�, sinti� como su t�o y el
amigo la miraban riendo a carcajadas.

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