Sin ser para nada mal parecido era mas bien algo gordo, med�a
175cm y 87 kilos de peso, la tez blanca y, en esa �poca ostentaba algunos granos
o acn� juvenil, el pelo largo por debajo de los hombros casta�o muy claro, casi
rubio ceniza.

Sal� del colegio secundario a las 7 de la tarde. Hab�a
terminado una larga, tediosa y desastrosa clase de gimnasia. A esa edad la
gimnasia no era mi fuerte mas bien era una asignatura que deb�a superar para
terminar mi educaci�n media en mi pa�s. Era un d�a de invierno bastante fr�o y
se avecinaba una tormenta bastante dura, ya que desde la ma�ana el cielo se
hab�a puesto gris oscuro.

Me retir� de la clase de gimnasia bastante adolorido y muy
traspirado, no me hab�a ba�ado en el colegio porque el agua caliente no
funcionaba y decid� ba�arme en mi casa, as� que me dirig� caminado hacia la
parada donde se detiene el colectivo que me acercaba a mi casa.

A metros de llegar a la parada comenz� la tormenta e hizo su
presentaci�n de gran manera porque la cantidad de agua que cay� en pocos minutos
fue como para ba�arse y as� mojado esper� el micro.

Estuve en la parada media hora rogando que llegara el
transporte porque con el fr�o que ten�a y lo mojado que estaba ya hab�a empezado
a tiritar. Me cans� de esperar y decid� hacer dedo para ver si alguien me
alcanzaba cerca de mi casa.

Al cuarto coche que le hice se�as se detuvo un Renault 21
azul oscuro(tengan en cuenta que en esa �poca, reci�n hab�a salido al mercado
este autom�vil y su valor no lo hacia accesible a cualquier persona). Se bajo la
ventanilla y me pregunt� hacia donde me dirig�a, le contest� y me dijo el
conductor que me pod�a acercar a unas cuadras de mi casa, as� que sin pensarlo
me sub� al coche.

Dentro del coche el hombre se present�, se llamaba Ramiro y
tendr�a mas o menos 45 a�os (muy bien llevados porque aparentaba bastante menos)
ten�a el pelo negro y ojos marrones bien oscuros, su tez era blanca y vest�a de
sport. Me pareci� era una persona muy bien parecida.

Me pregunt� que hac�a y le cont� que reci�n sal�a de la clase
de gimnasia cuando me tom� por sorpresa esta furiosa tormenta. En ese momento
cambi� el sem�foro y puso en movimiento el auto. Conduc�a muy despacio porque no
se ve�a nada de nada en la calle.

Mientras Ramiro conduc�a me pregunt� que hac�a, que estudiaba
y esas cosas como para pasar el rato. Ramiro me cont� a que se dedicaba
mir�ndome a los ojos cuando el manejo del auto lo permit�a. Les cuento que en
esos pocos minutos que vi a Ramiro me pareci� una persona agradable e
inteligente, cuando hablaba gesticulaba mucho con sus manos y en cada momento
que respond�a alguna pregunta hacia un chiste en el cual re�a y mostraba una
bella sonrisa. Durante buen parte del trayecto a velocidad de tortuga por temor
a alg�n accidente entre en confianza con �l y yo tambi�n comenc� a bromear y
seguirle las charlas muy graciosas por cierto.

Al parar en el siguiente sem�foro Ramiro se quej� diciendo
una serie de malas palabras por la lentitud con que deb�a conducir e insultando
aun m�s a los sem�foros que lo deten�a. En ese instante pos� su mano en mi muslo
y yo que continuaba ri�ndome por el insulto que hab�a dicho y me quede
inmediatamente mudo, casi petrificado. El sem�foro se puso en verde y sac� su
mano de mi pierna, puso el cambio, despu�s otro y volvi� a apoyar su mano en mi
pierna movi�ndola despacio casi como acarici�ndome.

La verdad es que qued� como congelado. Mi cabeza funcionaba a
gran velocidad, pensaba que hacia esa mano en mi pierna y que adem�s � me
acariciaba! .�l segu�a hablando como si nada y mientras conduc�a me miraba de
vez en cuando. Yo lo escuchaba y nada m�s. Las caricias se hicieron m�s r�pidas,
abarcando la totalidad de mi muslo izquierdo y con mayor presi�n; las yemas de
sus dedos empezaron a rozar mi pene que comenzaba a reaccionar pese a mi
sorpresa muy lentamente.

La verdad es que no sabia que pensar, en mi vida hab�a tenido
alg�n acercamiento con ning�n hombre y para esa �poca con ninguna mujer. Era el
tipo de adolescente que estaba en perpetuo estado de excitaci�n y a la espera de
poder tener su estreno sexual en cualquier momento. Mi acercamiento al sexo era
a trav�s de revistas y videos pornogr�ficos y las innumerables pajas que me
hacia eran el resultado de aquellas lecturas o secciones de cine casero en
alguna casa de amigos. Pero volviendo a ese momento lo que realmente me �xito
era el contacto de una mano que no era la m�a, pero a la vez era muy extra�o que
esa mano fuera la de un hombre.

Ramiro h�bilmente me segu�a rozando con las yemas de los
dedos mi pene que estaba creciendo poco a poco. La pasividad que yo manten�a
hizo que �l fuera un poco m�s osado. Con maestr�a empez� a acariciar mi pene con
su mano derecha por encima del pantal�n haci�ndolo crecer a su m�ximo tama�o,
que en esos momentos era de 15cm. De a poco su mano subi� y tiro del el�stico de
mi pantal�n de gimnasia tratando de meterse en mi interior. Su mano se acerc� a
mi slip que trataba de contener mi pene erecto y con habilidad meti� su mano
entre los el�sticos de la pierna y lo tom� por primera vez. Creo que di un
suspiro, despacio, inaudible y el calor que me invadi� super� todas mis
experiencias masturbatorias.

En un sem�foro en rojo gir� su cuerpo y con la ayuda de la
otra mano, mientras me miraba y re�a p�caramente, baj� un poco mi pantal�n
dejando libre mi pija. Puso en marcha el coche y acerc� de nuevo su mano y me
empez� a pajear. Era una mano caliente y suave que se mov�a como una experta,
como sabiendo donde tirar y donde apretar. Cerr� los ojos y con una vos sin
ninguna convicci�n dije que esto estaba mal, Ramiro me mir� y me dijo que mi
pene no cre�a lo mismo y dando una vuelta de volante dobl� en una calle
desierta, estacionando a mitad de cuadra.

Afuera segu�a lloviendo much�simo y no se ve�a nada, las
luces del alumbrado p�blico apenas se pod�an ver. Ramiro estacion� el coche,
subi� el volumen de la radio y aument� un poco mas la calefacci�n del auto cosa
que hizo empa�ar los vidrios .

Se acerc� despacio y corri� el asiento de adelante donde
estaba sentado hacia atr�s. Yo iba a emitir alguna d�bil queja pero �l me apoy�
una dedo en los labios y me dijo que cerrara los ojos y disfrutara algo que me
iba a excitar. (no estaba muy equivocado, pero segu�a con miedo y una gran
confusi�n). Cuando todo el asiento estaba tirado hacia atr�s, acerc� sus labios
a mi pene y lo bes� despacio d�ndole una peque�a caricia a mi glande con su
lengua mientras que con su mano sub�a y bajaba la piel de mi miembro. En un
momento impensado abri� su boca y sent� como un calor h�medo rodeaba mi pene y
era engullido por esa diestra boca. As� estuvo unos minutos lamiendo y pasando
su lengua en mi duro pene. Casi como sac�ndome del embrujo en el que hab�a ca�do
sac� su boca de mi pene y me dijo que estaba incomodo y se coloc� en el espacio
que hab�a quedado entre la guantera y el asiento que estaba todo tirado hacia
atr�s. De esa manera con mis piernas abiertas �l volvi� a comerme la pija
solamente con la boca mientras que sus manos acariciaban mis piernas y muslos en
busca del el�stico de mi pantal�n. Lentamente comenz� a tirar de mi equipo de
gimnasia y comenz� a bajarlo, al momento aparecieron mis muslos gorditos y bien
blancos, con pocos bellos rubios. Al principio me resist� me sent� con todas mis
fuerzas en el asiento y as� impedirle bajar mi pantal�n pero con una serie de
leng�etazos y caricias me relaj� un poco y lo baj� hasta las rodillas. De esa
manera, Ramiro comenz� a acariciarme mis robustas piernas, lami�ndome y besando
mis huevos casi cubiertos de bellos. Era realmente incomodo tener mi pantal�n en
mis rodillas cosa que hacia que mis piernas gordas se juntasen y apretaran mis
test�culos, �l se dio cuenta de mi incomodidad y se apresur� a desabrocharme las
zapatillas y comenzar a sacarme el pantal�n, yo me quej� un poco dici�ndole que
estaba traspirado y sucio a causa de la clase de educaci�n f�sica pero el ni
siquiera se dign� a contestarme. Con el pantal�n en el piso del coche, me abri�
las piernas y acerco de nuevo la boca a mi pija comi�ndola de nuevo mientras que
con la mano me acariciaba los huevos; la verdad es que estaba la estaba pasando
muy bien y me recost� en el asiento y deje que hiciera. De un tir�n suave, pero
firme, me acerc� al borde de la butaca del acompa�ante donde estaba sentado
dejando al aire la mitad de mi gordita cola e inmediatamente acarici� la parte
debajo de mis test�culos; su lengua segu�a surcando mi pene con rapidez,
prestancia y firmeza, yo relajado y excitado disfrutaba las nov�simas atenciones
que estaba recibiendo cuando de pronto sent� un dedo humedecido que me
acariciaba la uni�n de mis nalgas intentando meterse despacio en direcci�n de mi
ano. Al momento sent� como la yema de su dedo acariciaba los pliegues de mi ano
virgen produci�ndome un estremecimiento y dando como respuesta algunos gemidos
suaves y vergonzosos. En el cielo de la excitaci�n sent� como el dedo aquel que
me acariciaba intentaba entrar en mi ano, instintivamente apret� mis nalgas y me
incorpor� como si me hubiesen dado un golpe de electricidad, Ramiro me mir�, se
ri� y me dijo que me relajara y apoy� su mano en mi pecho e hizo recostarme en
el respaldo del asiento al tiempo que volv�a a su complicada tarea de introducir
algo por primera vez en mi ano. Meti� la primera parte de su dedo y dej�ndolo
reposar dentro m� continu� con su mamada; cada tanto intentaba empujar mas pero
yo me mov�a demostr�ndole que me molestaba. Mi calentura era de antolog�a pero
�l sabedor de estas cosas segu�a mam�ndome pero sin pajearme para hacer que no
me corriera; en eso estaba cuando retir� su boca de mi pija y llev� la mano con
la que estaba trat�ndome de penetrar la cola a su boca y lami� sus dedos
ensaliv�ndolos mucho, mientras que con la otra mano tomo mi pija y tiro toda la
piel hacia abajo produci�ndome un dolor y placer indescriptible haci�ndome
arquear el cuerpo, ri� y me dijo que el sabor de mi cola era precioso, la
traspiraci�n y el olor a virginidad lo hac�a calentar much�simo, inmediatamente
acerc� su mano a mi cola y con un dedo bien mojado comenz� a metermelo despacio
pero con firmeza, la paja que me hac�a lentamente y el dedo hizo que me relajara
y al final entrara todo el dedo en mi cola. Yo le dije que pod�a estar sucio y
que me daba verg�enza pero me respondi� que lo excitaba mucho y que no le
molestaba eso. Despacio comenz� a meter y sacar el dedo movi�ndolo poco a poco
dentro de m� haci�ndome sentir mucho calor en esa zona y al mismo tiempo comenc�
a mover la cola de un lado a otro refreg�ndome en el tapizado del asiento

.

Ramiro en ese momento se incorpor� sac�ndome despacio el dedo
de mi cola y se coloc� a un costado m�o a la altura de mi cabeza. Recost� el
asiento del conductor y se sent� en el. Y entonces vi como comenzaba a
desabrocharse el cintur�n y a bajar el cierre de sus jeans sacando su pija a
fuera. Estaba hinchada, pero aun no erecta y en su cabeza se observaba un brillo
producto de su pre semen. Me dijo que el no era ya chico y que necesitaba mas
caricias para que se le pusiera dura y tom� mi cabeza y acerc� mis labios a su
pija. Yo estaba nuevamente hechizado por la excitaci�n y no pensaba mucho en ese
momento. mas bien actuaba, abr� la boca como �l hab�a hecho conmigo y de esa
manera entr� a mi boca una pija. Era salada y pegajosa pero rica, en tanto que
su aroma era muy estimulante, profundo, pero no por suciedad, sino mas bien era
un olor maravilloso que no sabr�a explicar con palabras. Mientras mi boca
chupaba esa pija que era bastante m�s grande y gruesa que la m�a, mi boca hac�a
los esfuerzos para tratar de tragar los 19cm de pija que ostentaba. De a poco la
pija fue creciendo hasta ponerse bien dura. Su cabeza sobresal�a de forma
prominente y el tallo de la pija se curvaba hacia arriba. Mientras hacia mis
primeros pasos en el arte de chupar pijas quise como hab�a hecho Ramiro antes
conmigo intentar introducirle un dedo por el ano pero cuando intente acercar mi
dedo a su cola �l me retir� la mano y me dijo que eso era algo que tenia que
gan�rmelo.

Cuando ya hab�a pasado un tiempo con la pija de mi conductor
en la boca retir� su pija y empuj� el asiento del conductor hacia delante y
sent�ndose en el asiento posterior. Ahora que lo recuerdo me r�o al pensar en
esa imagen, un chico de 15 a�os desnudo de la cintura hacia abajo con la pija
parada casi arrodillado en el asiento delantero de un auto mirando a un hombre
mayor mientras se sacaba la camisa y los jeans. Cuando se saco los b�xers que
llevaba puesto me dijo que viniera atr�s con �l. Como pude me incorpor� y pase
una pierna hacia �l tratando de no pisar el tapizado del asiento delantero, la
cosa es que qued� de espaldas a �l. Inmediatamente me abraz� la cintura y sent�
como su cara se enterraba en mi cola, le repet� como tonto que hab�a estado
haciendo gimnasia y que estaba traspirado y que no me hab�a ba�ado pero �l me
dijo que no le importaba que me iba a ba�ar con su lengua cada cent�metro de mi
gorda cola, dicho esto sent� como las dos manos abr�an mis nalgas sintiendo en
ese momento un viento fr�o que me roz� mi ano, acto seguido una lengua caliente,
h�meda y muy afilada comenz� a oradar mi ano virgen pero ya excitado por los
masajes anteriores. Los leng�etazos como pinceladas se suced�an de forma r�pida
y constante moj�ndome cada parte de mi cola; pude sentir como la punta de su
lengua intentaba en vano cruzar el umbral de mi virginidad mientras que la otra
mano me tocaba la pija.

De forma imprevista me tomo de la cintura y me recost� contra
el asiento delantero que hab�a quedado tipo cama. Ah� qued� acostado con la cola
hacia arriba y �l se acost� contra mi cuerpo. Ese fue el momento cuando sent� su
pija rozar mis cachetes gordos y blancos, mientras colocaba su pija en mi zanja
comenz� a refregarse moviendo su pene ya mojado por el liquido seminal que hab�a
despedido moj�ndome aun mas la cola. Inmediatamente sent� su mano guiar su pija
hacia mi agujerito que deseoso de ser penetrado lat�a. Cuando sent� la cabeza
frotar mi ano me cop� una sensaci�n de miedo y le dije que no se si quer�a esto,
Ramiro me dijo que me relajara que �l sabia lo que hacia, que no me har�a da�o y
que adem�s me dar�a mucho placer. No les voy a mentir, sent� un fr�o recorrer mi
espalada cuando la cabeza de su pija empez� el trabajo de perforaci�n y el tir�n
que me produjo mi ano al ser invadido fue una sensaci�n muy punzante que extrajo
las primeras muestras de dolor de mi boca. En ese momento Ramiro detuvo su
trabajo de penetraci�n esperando que yo me recobrara y que mi ano se
acostumbrara reiter�ndome que me relajara que eso siempre duele la primera vez
pero la verdad es que yo no quer�a entender nada porque el calor que sent�a en
mi cola era muy fuerte, casi quemaba y si a eso le agregaba el dolor de la
primera vez, realmente no estaba muy a gusto, pero a la vez estaba caliente, muy
caliente. Le ment� dici�ndole que el dolor hab�a menguado y mord� el tapizado
cuando la mitad de su pija entro en mi cuerpo, en ese instante par� de
penetrarme y qued� inm�vil mientras me mord�a el cuello y lam�a mi oreja. Sent�a
muchas cosas como el latir de su pija dentro de m� abriendo aun m�s mi ano, su
respiraci�n en mi nuca mientras lam�a mi cuello, las caricias en mi espalda y
piernas... mientras estaba concentrado en esos pensamientos Ramiro comenz� a
moverse adentro y afuera y con cada embate que me daba entraba aun m�s el
taladro en mi cuerpo, cuando finalmente entr� casi toda la pija apoy� sus manos
en mi espalda y en un segundo que dur� una eternidad empuj� todo su cuerpo hacia
m� rompiendo las ultimas defensas de mi derrotado ano y abri�ndolo por primera
vez dando al mismo tiempo un fuerte grito que aplaqu� contra el tapizado del
asiento mordi�ndolo muy fuerte. Ramiro gru�� como un b�falo y empez� a cojerme
firmemente y bombeando cada vez m�s r�pido; le dije ah� mismo que me estaba
aplastando la pija contra el asiento y me dol�a as� que me tomo de la cintura y
me par�, todav�a empalado, sent�ndose �l en el asiento trasero y yo qued�
sentado arriba de �l penetrado hasta el fondo. Tom� mi pija y comenz� a pajearla
mientras que �l mov�a con poco recorrido su pija, como de esta manera seguro que
no iba a acabar y la calentura que demostraba tener era grande me coloc� de
costado en el asiento trasero y comenz� a moverse mas r�pido al tiempo que
aumentaban sus gemidos y los m�os, hasta que sin tocarme la pija acab� de una
manera sin precedentes en mis incontables pajas. Con cada chorro de semen que
tiraba mi ano se contra�a y creo que eso hizo que Ramiro acabara en mi. Sent� el
liquido viscoso y ardiente que recorr�a mis entra�as ba��ndome por dentro y
produci�ndome un placer indescriptible cuando los cinco chorros de leche
entraron en mi cola. Ramiro qued� inmovilizado dentro de m� y nos quedamos
quietos tratando de recobrando el aire y las fuerzas.

Ramiro sac� su pija de mi cola y con un dedo me tapo el ano
impidiendo que su leche fuera expulsada por mi ano de mi cuerpo con su ayuda me
puso de nuevo el slip, el pantal�n y las zapatillas y me sent� en la butaca que
ya hab�a tomado su posici�n normal ah� sent� como la leche de Ramiro bajaba y me
ba�aba el slip y la verdad es que fue muy lindo. Como cansado Ramiro puso en
marcha el auto y me condujo a mi casa. Durante el trayecto no dijo nada pero se
lo ve�a feliz, llegamos a la esquina de mi casa el par� el coche y me dijo que
era seguro que cuando llegara y fuera al ba�o el semen y un poco de sangre
saldr�an de mi ano y que quiz�s me doliera un tiempo pero que no me preocupara
ya que eso era normal. Se ri�, me dio un beso en la mejilla y me dijo que lo
hab�a disfrutado mucho, acto seguido me entreg� una tarjeta dici�ndome que lo
llamara ma�ana para contarle como estaba y que me quer�a verme de nuevo. Yo me
re� y le dije que lo llamar�a ma�ana mismo. �l me dio otro beso y me dijo que ya
se estaba impacientando para la pr�xima vez que nos encontr�ramos. Pero esa es
otro historia

continuar�