Por despecho.
Era la v�spera de mi cumplea�os y mi pareja de entonces, me
llev� a un sauna del centro de Buenos Aires. Es un lugar bastante discreto,
ubicado en un hotel tradicional, y a �l concurren tanto heterosexuales como
gente de ambiente, en este �ltimo caso con particular �nfasis en hombres
mayores.
Gonzalo, mi entonces pareja, ten�a predilecci�n por los
hombres maduros y yo era en cierto modo la excepci�n a su larga lista de parejas
cincuentonas.
No fui al lugar con demasiado gusto, no me gusta el ambiente
de los saunas, y hasta el excesivo calor de los ba�os me descompone, pero para
darle el gusto fui. Tambi�n esperaba ver algunos cuerpos desnudos, pijas
hermosas, culos peluditos y formados, pectorales. Sab�a que en el sauna habia
una discreta actividad sexual que se desarrollaba dentro del sauna,o del ba�o
finlandes y en sus proximidades, y estaba seguro que Gonzalo buscar�a varios
viejos durante la tarde para que le chuparan la pija.
Yo no esperaba tener actividad sexual alli, salvo como voyeur
y aun asi, no ten�a demasiada esperanza de ver nada.
Llegu� alli y un empleado del sauna me dio la llave de mi
locker y me alcanz� una suerte de delantal muy corto que apenas cubr�a mis
partes pudendas y mi trasero, Al rato apareci� Gonzalo algo excitado pues un
tipo con el que ven�a le habia hecho una mamada. A �l le gustaba alardear de sus
conquistas, de sus traiciones como si yo no fuera nada ni nadie. Tras una r�pida
recorrida por la zona de los ba�os, que me caus� mucho calor, pude advertir
miradas libidinosas, gestos y se�ales de la existencia de actividades sexuales.
Pero la gente que hab�a no me atrajo. Gonzalo me llev� hasta la zona de
descanso, que estaba rodeada de los lockers, y alli hab�a sillas y camas de
reposo.
Me sent� al lado de un hombre de unos sesenta y pico de a�os,
moreno , no demasiado canoso y de grandes ojos negros. Estaba cubierto como yo
por el delantal que nos habian dado y nos empezamos a mirar furtivamente. Yo fui
muy discreto, pues mi pareja estaba cerca. Al rato Gonzalo desapareci�,
seguramente para dirigirse al sauna y segu� mir�ndome con el viejo. Su mirada
ten�a una extra�a atracci�n para m�, pues nunca me hab�a pasado algo asi con un
hombre mayor. Para disimular mi excitaci�n me recost� en una de las camas de
reposo y vi pasar todo tipo de hombres, algunos decididamente feos, gordos o muy
mayores y otros mas j�venes y atractivos.
En un momento un muchacho de unos treinta a�os paso a mi lado
y lo segu� con la mirada, era hermoso. Moreno , bronceado y atl�tico, con unas
piernas y un culo espectaculares, me atrajo enseguida y me olvid� del viejito de
la silla.
Tal fue la atracci�n que me incorpor� y me acerque a la cama
donde se hab�a acostado el joven, quien en la semi penumbra del sal�n me vi� y
comenz� a desnudarse para excitarme. Lo hac�a con gran indiferencia, y dejaba
ver su cuerpo peludo y bronceado de b�ceps perfectos y abdominales marcados y
hasta se dio vuelta para mostrar ese hermoso trasero blanco redondo y turgente
que me hizo parar la verga muy a mi pesar
Me miraba y bajaba las toallas que lo cubr�an y yo comenc� a
masturbarme mientras el se exhib�a y me provocaba. Ninguno de los dos se atrevi�
a mas, y yo qued� caliente e insatisfecho. Regres� mi pareja y me dijo que le
hab�an "tirado la goma" otra vez en el sauna, y me pregunt� como me hab�a ido a
mi. No le contest� y me dirig� a la zona donde estaba el viejo.
Segu�a sentado sobre su toalla, y al verme me mir� con
inter�s e intenci�n y cruz� sus piernas no muy peludas pero fuertes. Nos
estuvimos mirando intermitentemente y por fin el decidi� ir a las duchas para
ba�arse. Supuse que luego de las duchas se ir�a y me dio pena perderlo, quiz�s
porque hab�a sido la mejor oportunidad para vengarme de
Gonzalo que hab�a vuelto a desaparecer en las sombras.
Despu�s de unos minutos segu� al viejo a las duchas y vi que
estaba completamente enjabonado, al verme su enorme pija cubierta de agua y
jab�n se par� a�n mas, y hasta tuvo un movimiento involuntario que me volvi�
loco. Me par� enfrente de la ducha donde estaba y el sigui� paje�ndose mientras
me miraba con ojos so�adores, y llenos de deseo. Era una de esas pijas grandes
esponjosas y bien duras, gruesas y hermosas, y no pude resistir la tentaci�n de
extender mi mano y acariciarla una y otra vez. Era una situaci�n riesgosa pues
habia otra gente pero esa verga descomunal me atra�a como loco.
En ese momento el hizo algo muy especial, que aunque
interrumpi� la situaci�n sexual me impresion�. Sac� mi mano de su pija y la
llev� a la boca y la bes� con mucho cari�o y ternura.
Me dijo lo esperara afuera, y el sali� y termin� de secarse
cerca de m�, y luego me dict� el tel�fono, que record� de memoria. Esa noche lo
llam� y fui a su casa, era un departamento antiguo , decorado como si el tiempo
se hubiera detenido, lleno de fotos de muertos, con una mesa llena de remedios y
un olor a viejo , a humedad y hasta orines.
Cuando fuimos a la cama nos besamos tiernanmente y yo comenc�
a tocar su enorme instrumento, y el comenz� a excitarse, mientras se largaba a
llover torrencialmente, entonces tom� esa pija tan sensual en mis labios y
comenc� a mamarla con pasi�n, era una verga suave dulce hermosa, como jam�s
imaginar�a un hombre mayor podr�a tener.
Me dijo me llamo Alberto, y me puso en cuatro , y con mucha
paciencia , crema y delicadeza me dio la cogida mas hermosa de mi vida. Por d�as
no pude caminar del dolor, pero me sirvi� para cortar con Gonzalo para siempre.
Nunca m�s lo v� a Alberto pero sigo pensando que tiene la verga mas hermosa del
pa�s..