LO QUE HACE INTERNET�III
Como recordar�n, la vez pasada tuvimos un delicioso fin de
semana en Cuernavaca, es obvio comentar que tard� unos d�as en reponerme
completamente de las exprimidas a las que fui sometido, pero ya repuesto, volv�
a encontrarme con mi linda travesti para continuar nuestro paso por los senderos
del sexo. Nuevamente decidimos hacerlo con alguien m�s, la idea de hacer tr�o
rondaba los nuestras calientes mentes y buscamos precisamente a qui�n llenara
nuestras expectativas de placer, as� las cosas ella llam� a su amiga Ingrid que
todav�a conservaba la facultad de tener erecci�n y nos encerramos en casa de
Carmelinda dispuestos a hacerlo de una y mil formas, nos encontramos el s�bado
por la ma�ana, y hab�amos decidido salir hasta en la noche, tiempo m�s que
suficiente para tener por lo menos 2 o 3 ricas venidas, por supuesto que le ped�
a Carmelinda que se pusieran la lencer�a que tanto me calienta, lo hicieron con
agrado porque ya se sent�an mujeres, la vista de los dos trasvestis hizo que mi
pene reaccionara levant�ndose en su totalidad, Ingrid, que es el nombre de
batalla del otro participante, bail� sensualmente y fue despoj�ndose de la
escasa ropa, la lanzaba hacia mi cara y yo la ol�a con detenimiento para
apreciar su dulce perfume, Carmelinda por su parte, se puso a su lado y la
acariciaba con la punta de la lengua, esto hac�a que Ingrid se estremeciera de
vez en cuando por la excitaci�n, yo me saqu� el pantal�n y la camisa, quedando
�nicamente en calzones, dejando ver veladamente mi lanza en toda su extensi�n,
sigui� el baile y las ropas volando por todos lados, no aguant� mucho solamente
de espectador, me un� a ellas y me quitaron con los dientes la ropa interior,
terminando esto se turnaban para chup�rmelo, primero una, luego la otra,
mientras, yo buscaba sus nalgas para acariciarlas y meter, si pod�a, un dedo en
cada uno de los hoyitos, no me cost� trabajo ya que acercaron sus rosados
cachetes a mis costados, los sob� con cuidado, pellizqu� a cada una de ellas y
su reacci�n fue inmediata, la chupadas a mi herramienta se hicieron m�s
profundas y ricas, me estaban acercando a la explosi�n de placer, ped� que se
detuvieran y cambiamos de posici�n.
- Son excelentes mamadoras, si dejo que siga haci�ndolo, me
van a dejar seco � dije con algo de trabajo.
- De eso se trata papito, de que nos des toda la leche que
tengas y no andes buscando otros culos para meterla � coment� Ingrid.
- Adem�s recuerda que eres m�o � dijo Carmelinda � y
solamente te voy a compartir con mis amigas y nadie m�s, s� que ellas van a
respetar a mi amante, no tratar�an de alejarte de m� nunca.
Ante ese razonamiento no me qued� m�s remedio que asentir en
silencio.
Carmelinda se coloc� el consolador que gan� en casa de Joao y
se acomod� con Ingrid en un rico "69" las mamadas eran mutuas, tanto el
artificial como el verdadero desaparec�an hasta la empu�adura en su respectiva
boca, el chile de Ingrid creci�, no era muy largo, unos 12 o 14 CMS pero estaba
dispuesto a meterse en donde pudiera, me coloqu� tras �sta �ltima y le lubriqu�
su ano dispuesto a darle una buena cogida en la posici�n el la que estaba,
Carmelinda se dio cuenta de mis intenciones y se acerc� a mis huevos para
chuparlos mientras le insertaba mi lanza a su amiga, mi herramienta de introdujo
f�cilmente en el anillo que ten�a a mi disposici�n y comenc� con la cabalgata,
Ingrid mov�a sus paraditas nalgas para aumentar el placer, las chupadas que me
propinaba mi Carmelinda eran deliciosas, primero met�a un huevo totalmente en su
boca y mov�a su lengua para calentarme m�s, cambiaba hacia el otro y repet�a la
operaci�n, �estaba en el para�so!
Luego cambiamos de lugares, Carmelinda se acost� y,
poni�ndose un coj�n bajo su trasero y levant� las piernas en forma de "V", le
dijo a Ingrid que se hincara para meter la lengua y se regocijara con su
estrecha abertura posterior, yo segu� penetrando la cola que me ofrec�an; la
lengua hizo un trabajo excelente, los gemidos de Carmelinda eran de un tono
bastante subido, la otra no se quedaba atr�s, tambi�n emit�a unos sonidos que
denotaban el gozo que estaba sintiendo, le di unas nalgadas para ver su
reacci�n, no pod�a fallar, se levant� y en tono suplicante pidi�:
- Carmelinda, d�jame cogerte, �l te la puede dar para que se
la chupes, ya casi me vengo � dijo Ingrid en tono apenas audible.
- Te vas a montar sobre mi y te la clavas de un tir�n � dijo
Carmelinda jadeando � y te voy a masturbar hasta que te vengas.
Decid� que era momento de que alguien me tomara en cuenta,
as� que suger�:
- �Qu� les parece si intentamos una doble penetraci�n?,
Carmelinda est� s�per caliente y necesita que se lo quitemos, adem�s ser�an dos
reatas naturales, y si lo logramos, me dejo coger por ambas � finalic� embargado
por la calentura.
La idea les agrad� podr�an dar y recibir para venirse rico,
inmediatamente Ingrid tom� el lubricante y comenz� a ponerlo sobre mi ardiente
arma, luego puso suficiente sobre su pene y, finalmente, lubric� el aro que
ahora estaba listo para el intento de cogida doble, primero mi acompa�ante se
acost� sobre sus espaldas, mont� a Carmelinda sobre su herramienta y le meti� la
cabecita, luego me acerqu� hacia el ensartado agujero e intent� clavarle mi
caramelo, lo logr� despu�s de varios intentos, en el momento de allanar su
estrecha abertura, la doblemente ensartada emiti� un fuerte grito:
- �Me est�n destrozando las nalgas!, �es demasiado para mi
culo!, por favor s�lganse� - termin� con vos suplicante.
Nos salimos y esperamos a que se repusiera del dolor, su cara
mostraba un rictus de sufrimiento, en verdad le hab�amos causado da�o, le
revisamos su puerta trasera y notamos un leve hilillo se sangre que emanaba de
�l, me sent� apenado por tratar de meterle las dos reatas, Ingrid dijo en tono
de disculpa:
- Si quieres, terminamos con las cogidas por hoy.
- Solo es cosa de que se me pase el dolor, tal vez no me
puedan dar por atr�s pero a�n tengo la boca � respondi� Carmelinda con voz firme
-, a�n puedo dar placer.
Ingrid se qued� viendo a su amiga por unos momentos y volvi�
comentar:
- Pues ahora le toca a tu viejo, dijo que nos lo pod�amos
ensartar si cab�amos los dos por tu culo.
Las dos voltearon hacia mi y sonriendo se me echaron encima,
trataron de ponerme boca abajo y despu�s de unos instantes lo lograron.
- Est� bien, est� bien, ustedes ganan, me toca que me claven
sus respectivas cositas � dije fingiendo la voz a un tono chill�n.
Nuevamente el tubo de lubricante circul� entra las manos de
ellas, solo que ahora iba dirigido a mi humanidad, lubricaron perfectamente mi
aro y abr� las piernas para facilitar la penetraci�n, Ingrid fue la primera en
atacarme, se puso un cond�n y lo hizo suave y despacio, me gust� la forma en que
me cog�a, Carmelinda por su parte se coloc� el arn�s y meti� el consolador en mi
boca para que lo chupara a mis anchas, la invasi�n de mi culo dur� poco, sent�
como se puso tensa y me meti� hasta lo m�s profundo que pudo su instrumento,
supe que se iba a venir, apret� mi ano lo m�s fuerte que pude y mov� mi cola
r�pidamente para que su leche saliera completamente, luego me mont� sobre el
consolador que mi nena y acerqu� a Ingrid para que me la chupara, solo dur� en
esa posici�n unos instantes, un chorro de esperma ba�� el interior de su boca,
mi cogedora se dio cuenta, tom� mi cara y me atrajo hacia ella para besarme
apasionadamente.
No supe de mi hasta que me despertaron bes�ndome en la boca,
era Ingrid que me llevaba una cerveza helada, Carmelinda estaban preparando algo
para comer, definitivamente qued� muerto por tanto sexo.
Carmelinda planeaba operarse para cambiar de sexo y estaba
ahorrando lo suficiente para hacerlo, por esas fechas ya tomaba hormonas
femeninas y sus pechos comenzaban a crecer poco a poco, la idea me excit�
bastante, ya que as� podr�a darle verga tambi�n por delante y sentirla
totalmente mujer. El encuentro de ese fin de semana fue el �ltimo.
Desgraciadamente no volv� a ver a ninguna de las dos, se fueron a Estados Unidos
y nunca m�s se comunicaron conmigo.
Don Pato
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