LLEVAME A TU CASA
Llevaba casado dos a�os. Soy calvillo, regordete, con gafas,
algo bajito. Tengo 33 a�os.
Fui con mi mujer a la playa. A la zona de Castell�n.
Un d�a est�bamos en la playa, tomando el sol, cuando vi que a
nuestro lado hab�a una mujer formidable, rubia, bronceada, diosa, bella, alta.
Maciza. Estaba en top less y ten�a todo el cuerpo untado de aceite.
De pronto la diosa hizo un movimiento y se me qued� mirando a
m�. Yo la miraba boquiabierto. Y entonces va y me dice:
- Ll�vame a tu casa.
Lo primero que hice fue mirar a mi mujer. Pero vi que no
estaba. Estaba chapoteando en el mar.
Y no me dijo nada m�s.
Esa noche le di vueltas a la cabeza. Aquella afrodita me
hab�a dicho aquello: "ll�vame a tu casa". Deb�a ser ninf�mana. Deb�a pasar algo
raro. �Se tratar�a de una broma de alg�n amigo o compa�ero del trabajo?. El caso
es que no me atrev�a a hacer nada. De momento.
Dos d�as despu�s volvimos a sentarnos a su lado.
Esta vez no me dijo nada. Pero es que mi mujer, Loli, no se
march� ni por un momento de all�. Maldita.
Cuando regresamos al apartamento Loli va y me dice:
- No te has dado cuenta.
- �De qu�?.
- De esa mujer que ten�amos a nuestro lado.
- Pues no.
- No te diste cuenta de que era un hombre. No te fijaste en
su tanga.
�As� que ese era el gran secreto!
Dos d�as despu�s pensaba que por eso me hab�a dicho aquello
de "ll�vame a tu casa". Lo que significaba que era verdad. Era una transexual de
esas. Que quer�a estar con un hombre. Y ese hombre era yo. Lo que en un
principio pod�a hacer que me inhibiese se convirti� en todo lo contrario.
Aquella "mujer" me deseaba. Nunca estuve, ni estar� con una mujer as�. Ten�a que
aprovechar la oportunidad. Estaba empalmado. Y estoy bien dotado. Es lo mejor
que tengo. Mide 19 cent�metros. �Posiblemente se hab�a dado cuenta de eso!.
Mi mujer se march� a misa de 6.
Mir� por el balc�n y me sobresalt�. All� estaba ella, tumbada
en la arena. �Que cuerpazo! �Que culamen! � Que tetazas! �Que tatuaje en un
brazo! �Que leona! �Que Venus de las estrellas!.
De pronto se levant� mir�ndome y me hizo un signo con el
brazo dici�ndome que si sub�a. Y con un movimiento de labios. Era una mujer
perfecta. Una playmate de revista.
Dije que s� pero luego baj� lo m�s r�pidamente posible. Le
dije que ten�amos que ir a su apartamento porque mi mujer podr�a venir en
cualquier momento de misa de 6.
Me tropec� con el ascensor, las escaleras, y la puerta de su
casa. Eran los nervios. Me sacaba la cabeza de estatura.
Se quit� el tanga y efectivamente vi su cosa colgando. Me
daba igual.
Me apret� a ella por detr�s. Y hac�amos como si foll�ramos.
S�lo que era una polla contra otra polla. Las dos se pusieron duras. Ten�an la
misma talla.
Ella se puso a chup�rmela: "joder". Despu�s se la met� por su
culo. Toda dentro. �Que tiarrona!. Aunque peque�o soy bastante robusto y me la
sent� sobre la cama. "Ay, ay, ay", hac�a ella. Se la saque del culo y me la
sent� encima apretando nuestras pollas. Nuestras respiraciones eran calientes.
Se la clav� en su culo, aceitoso y aromatizado. Ella comenz� a menearse
demostr�ndome lo experta que era. Consegu� tumbarla y moverme encima. Estaba a
punto de correrme dentro. Se la saqu� y se puso a pajearme muy r�pidamente. Se
dio la vuelta y me dijo:
- Apri�tame tu polla sobre la m�a.
As� lo hice, corri�ndome y llen�ndola de esperma, al mismo
tiempo que ella tambi�n se corr�a. �Qu� calientes nuestras leches juntas!
- Ves como soy m�s vulnerable que t�. No te he hecho casi
nada y me he corrido- me dijo.
Me hab�a enloquecido. Ser�a capaz de pedirle el divorcio a mi
mujer.
Le dej� mi tarjeta y mi tel�fono y quedamos en que me
llamar�a en Madrid.
Meses despu�s, ya en invierno, recib� una llamada de
tel�fono. Era ella.
De nuevo fui a su casa. Hab�a un espacioso sal�n y luego un
gran dormitorio con una inmensa cama de agua. Creo que no era su casa sino un
picadero. Estaba ella. �Pero que sorpres�n me llev�! �C�mo lat�a mi coraz�n!.
All� sentadas en los sof�s hab�a tres mujeres m�s. Y no trans sino mujeres.
Hab�a una chica muy jovencita, de unos 19 a�os llamada Laura.
Otra de unos 26 0 27 llamada Patricia. Ambas eran de pelo casta�o, muy
atractivas, delgaditas pero pechugonas. Pod�an ser hermanas. Pero no lo eran. Y
la tercera mujer era Eva, de unos 48 a�os y una t�a espectacular. Tan corpulenta
o m�s que mi transexual a la que llamare Nadia. Esto se deb�a a que Eva era una
fan�tica del fitnes. �Que cuerpazo! �Qu� brazos! � Que diosa!. La verdad es que
parec�an una trans acompa�ada de tres tortilleras. Pero la verdad es que eran
unas salidillas bisexuales. Las cuatro.
Al verlas ah� mir�ndome de arriba abajo a un chico como yo,
me pareci� que estaba como en una trampa. Me dio miedo. Pero tambi�n deseo. Me
fije en sus bocas, sus gestos, sus miradas babeantes y obscenas. Sus tatuajes de
piratas.
- �Que me vais a hacer? � les dije.
- Que te vamos a follar el culo- me dijo la m�s jovencita.
- Eres como un cerdito � me dijo Patricia
- Te vamos a hacer de todo, hombrecillo- me dijo la musculosa
Eva.
- Y te vamos a poner perdido de semen � me dijo mi trans.
- M�teme la polla entre las tetas � me dijo la jovencita
Laura.
Se la met�. Y ella las apretaba bien.
- Eres un maric�n de mierda.
Desde luego que una cr�a tan jovencita te diga esas cosa.
Patricia me puso el cl�toris en la boca y se lo lam�.
- Mereces que te d� una hostia � me dijo.
Eva, la fuerte, se acerc� y me peg� un cachetazo en mi cuerpo
desnudo, gordete, blancuzco y libidinoso. Y luego Laura. Y tambi�n Patricia. Y
mi trans. �Que pervertida era Laura!. Era la que m�s fuerte pegaba.
- Te vamos a dejar de pegar porque sino te vamos a matar.
Frot� mi polla sobre el cl�toris de Eva.
- Te vamos a emputecer � me dijo.
- A m� m�temela por el culo � me dijo mi trans.
Y as� lo hice. Mientras las otras abiertas de patas se
acariciaban y se met�an las manos en los chochos. Y se corr�an aunque no lo
dec�an pero se notaba por sus gestos y lamentos.
Se levant� Laura y me aterroriz�. Se hab�a puesto un pene de
esos de pl�stico atado a su cintura. Y lo estaba untando de vaselina.
- Ahora te vas a enterar de lo que es bueno...Ven aqu�...He
dicho que vengas cerdito...Pero ponte de rodillas- dec�a gritando hist�rica pero
con la voz de una ni�a-. Abre el culo...Que abras te he dicho...
Y lo abr� y me meti� aquella cosa por el culo. No me gustaba.
Me dol�a pero aquella oportunidad de estar en una org�a con mujeres desnudas no
la pod�a desaprovechar.
Gracias a Dios tras hurgar un rato me dej� el culo en paz.
Para tirarse sobre la alfombra a masturbarse compulsivamente.
- M�teme la mano en el co�o � me dijo Patricia.
Se la met�. Me lleg� a dar asco.
Eva se acerc� a m� y se frot� su cl�toris sobre mi polla. Y
mi trans me la meneaba.
- D�jale joder, haber si se va a correr y me quedo a dos
velas, co�o, me cago en la puta- le dijo Eva enfurecida.
Laura se puso a chuparme la polla.
- Ha sido genial te lo mereces � me dijo.
- Tu recompensa � me dijo Patricia que me oblig� a que se la
metiera por el culo mientras se masturbaba el cl�toris lo menos 5 minutos.
- No quiero que te corras- me dijo Eva con rabia mene�ndome
la polla con la fuerza de sus brazos m�s fuertes que los m�os. As� una y otra
vez -. No quiero que te corras...No te corras todav�a...- �Qu� gesto de rabia
pon�a! Toda la cara se contra�a.
Mi trans se sent� sobre m� d�ndome la espalda y consiguiendo
frotar nuestras pollas.
Luego Laura con un salto felino coloc� su cl�toris sobre mi
polla enrojecida y hecha polvo.
Patricia me segu�a obligando a meterle la mano por el co�o. Y
le sal�a agua. Y se lo hice tambi�n a Eva la gimnasta.
Nadia se volvi� a frotar su polla contra la m�a hasta hacerme
correr. La puse perdida.
- Ahora t� quedas ah� mirando por tonto � dijo Laura.
- Eres un hombrecillo no has aguantado nada � dijo Patricia.
- Te mereces que te peguemos una paliza como al principio,
mira esos cardenales que tienes- dijo Eva, la burra.
- Me voy a correr en tu boca- me dijo mi trans.
Las tres t�as se abalanzaron sobre Nadia.
Me puse celoso.
- Pero que maric�n de playa est�s hecho- me dijo Laura.
Creo que la que m�s me gustaba era Laura.
La trans le meti� el dedo en la boca a la jovencita Laura. Y
le meti� la polla en la boca a Patricia.
Cogi� los pechos duros de Eva.
Comenz� a follarse por el culo a Laura.
- Vas comprendiendo quien manda aqu�- me dijo ella.
Nadia raspo con sus u�as los pezones de Patricia.
- Nadia d�jate hacer � le dijo Eva, que se sent� sobre la
trans introduci�ndose la polla en su vagina. �Qu� dos cuerpos enfrentados!
Parec�an dos panteras. Del co�o de la mujer atl�tica sali� un mont�n de agua.
Nadia al mismo tiempo acariciaba vertiginosamente el cl�toris
de Laura.
Fue en ese momento cuando comente que mi mujer no me
importaba pero que no me gustar�a que mi jefe se enterase de esto.
Y recib� dos contestaciones. Una de Laura y otra de Patricia.
- Giliputa.
- Hijopollas.
Nadia tenia metida la mano en la boca de Patricia. Y media
mano metida en la vagina empapada de Eva. Laura acerc� sus pechos deliciosos a
la trans.
- Estr�jamelos y vu�lveme loca.
Y es lo que hizo.
Patricia masturbaba la polla de Nadia que cerraba los ojos.
- Se me pone la carne de gallina con vuestras delicias- les
dijo.
Eva le cogi� la polla y se la meti� entre las tetas. Las dos
devoradoras de hombres se deseaban ciegamente. Mi coraz�n se aceler� por los
celos. No s� quien quer�a ser. Quiz� las dos. Ambas eran m�s mujeres que yo.
- M�teme la mano por el culo � le dijo la sucia de Laura.
Parec�a una perra rabiosa. Tan jovencita y golfa.
Nadia se la meti�.
Patricia llevaba uno de esos penes de pl�stico y se la meti�
toda a la trans.
Eva no pod�a dejar su boca en paz. Las dos leopardas
morreaban.
Laura estruj� los pechos grandes de Nadia. La trans le com�a
los pechos a Patricia. Y Eva tambi�n le puso las tetas en la boca.
Con la punta de la lengua lam�a los pezones de Laura. Y
acarici� con su polla el cl�toris de Patricia que se revolvi� con un orgasmo. Y
le lami� el cl�toris a Eva que eyacul� agua nuevamente.
Le meti� los dedos con sus u�as rojas a Laura que tuvo un
orgasmazo.
La trans se foll� a Eva. Tumbada sobre ella, apoyando los
brazos a ambos lados del suelo. Las dos diosas hermafroditas. De almas tiernas y
carnes duras. Laura azotaba las nalgas de Nadia, y Patricia la acompa�aba. �Que
ferocidad la de Laura! . Patricia le meti� un dedo en el culo a Eva y Laura a
Nadia. Mientras hac�an el coito. A Eva se le not� una corrida bestial.
Nadia no aguantaba m�s. La diosa se levanto masturb�ndose, se
acerc� a m� y se me corri� encima llen�ndome de semen. Eyacul� mucho m�s de lo
que yo soy capaz de hacer.
- Te has enterado ya hombrecito � me dijo Laura.
Laura sal�a con un chico, un chulito de piscina, que no sab�a
como era su novia. El muy tonto se hab�a tirado a una chica hace poco. Pensar�a:
"le he puesto los cuernos, que hombre soy,jo,jo,jo", el muy cretino. No conoc�a
a su encendida y encelada novia.
Eva estaba divorciada. Era bi. Pero prefer�a las mujeres.
Patricia era less. Bueno a medias. Ten�a una novia que no
sab�a que se apuntaba a org�as en las que participaban tambi�n hombres.
Nadia era trans y bi.
Eran feministas pero lo que me hac�an no era una venganza
sino un juego...Un juego sexual. Les gustaban los hombrecillos y las trans
tetudas.
Nadia y yo nos quedamos sentados en el sof�. Desmadejados.
Laura, Patricia y Eva se fueron a la gran cama de agua.
Me acerqu� parea ver que pasaba.
Laura y Patricia azotaban el cuerpo fibroso de Eva.
- Pero dejadla en paz � dije yo. Era mentira me estaba
volviendo un peque�o pervertido. Dicen mis amigos que soy como Woody Allen y
L�pez V�zquez.
- A esta- dijo Laura-. A esta tortillera...Ni las pipas...En
cambio a Patricia y a m� nos gustan los hombres.
Laura se desga�itaba. Estaba algo af�nica. Era demasiada
agresividad la que pon�a para unas cuerdas vocales tan tiernas.
- Ch�pame la polla que sabe a leche- me dijo a m�.
Laura parec�a la ni�a del exorcista.
Los azotes con las palmas de las manos convert�an a Eva en
una mujer bell�sima; una virgen maltratada por dos chulas.
Vi como Eva le lam�a la vagina a Laura, la de la voz ronca. Y
Patricia le met�a una parte de la mano a la chica fitnes. Y le acariciaba los
pezones con dulzura. Despu�s pas� a lamerle el cl�toris a la jovencita. Y acerco
sus tetas para que Laura las toqueteara. �Qu� pinta de ninf�mana salida ten�a
Laura! Patricia se puso uno de esos penes de pl�stico y se lo meti� a Eva que
tuvo uno de sus habituales orgasmos en los que se mueve todo el cuerpo. Y Laura
le lam�a las tetas. Patricia le acariciaba el cl�toris con fuerza casi
masculina. Laura le estiraba los pezones. Se detuvo para sonarse los mocos con
un asqueroso pa�uelo y sigui� tironeando. Eva se los tironeo a Patricia que pego
un grito. Laura le chupaba los pezones a la madura.
Patricia le meti� algo de la polla de pl�stico por el culo.
- No me castigues con eso- grito Eva.
Eva le puso uno de sus pezones erectos en el orificio medio
abierto del culo de Laura.
Terminaron cans�ndose.
Las o� hablar sobre implantes de pecho. �Si ya los ten�an
grandes!.
La cuatro estaban tatuadas, sudorosas y eran unas guarras con
el sexo.
Cuando salieron les pregunte que porque me odiaban.
Me dijeron que no me odiaban y todas me dieron besos en la
cara y en la cabeza, incluida mi trans.
- Se trata de un juego � dijo Eva.
- Te queremos- me dijo Laura. Y me sonroj�-. Pero queremos
que vuelvas otro d�a.
- �Cuando?- pregunte.
- Ma�ana- dijo Patricia.
- Ma�ana no puedo...Tengo que estar con mi mujer...
Lo comprend�is. Era un lujo estar con aquellas mujeres
bell�simas, transexualizadas, ninfoman�acas, poderosas y llenas de iniciativa.
Si eso le pasa a cualquier hombre har�a lo mismo. Estoy seguro.