La Masajista
La historia comienza cuando conversando con mi marido David,
le dije que me gustar�a mucho que alguien me hiciera masajes de relajaci�n, ya
que ten�a todo el cuerpo tenso, y qued� en buscarme una persona que lo hiciera.
Contact� con una amiga que en su tiempo fue su amante, Luisa. Ella tiene 27 a�os
y un cuerpo buen�simo. En fin, la cosa fue que la contact� y le dijo que si le
gustar�a hacerle masajes a su esposa en su casa, por supuesto ella dijo que si
estaba loco.
Despu�s de hablar un buen rato, y decirle que a parte de hacerle masajes a su
esposa, si tambi�n se atrev�a aparte del masaje tratar de excitar a su esposa,
ya que una de sus fantas�as era verme excitada por otra mujer. Luego de pensarlo
ella accedi�, todo ello sin que yo me diese cuenta de sus intenciones, y
quedaron de vernos el s�bado en la tarde en mi casa.
Lleg� el d�a s�bado, �l fue a buscar a la masajista a su casa
(su amante antigua), llegaron a mi casa y me la present�. Por supuesto todo el
trato con la masajista fue de usted, para que yo no me diera cuenta que exist�a
algo entre ellos, lo �nico que yo sab�a, era que mi marido la conoc�a de su
trabajo y que le hac�a masajes a sus jefes.
Luisa me pidi� que me duchara y que me recostara en la cama
boca a abajo, para iniciar la sesi�n de masaje. Despu�s de una relajante y
fresca ducha, obedec� sus indicaciones y me recost� en la cama, pero con s�lo
las bragas puestas. Unt� sus manos con crema y empez� a recorrer mis hombros
suavemente, bajando poco a poco por mi espalda, me estuvo masajeando el cuerpo
por unos 15 minutos en esa zona, pero mientras masajeaba la parte de la cintura,
de vez en cuando rozaba su codo en mis gl�teos, la verdad estaba bastante
relajada.
Luego me pidi� que me sacara las braguitas para seguir con el
masaje, quede totalmente desnuda y se me ve�an entre las piernas mis labios
vaginales y unos pocos pelos negros. Luisa lentamente empez� a acariciar los
muslos bajando hasta los tobillos, eso duro cerca de 20 minutos en cada pierna,
poco a poco empez� a rozarme entre las piernas los labios vaginales sin que yo
notara la intenci�n. Me hizo abrir un poco mas las piernas, dejando a la vista
mis labios vaginales, los cuales, seg�n me coment� David que estaba escondido y
observ�ndonos, daban ganas de penetrar. Una vez en aquella posici�n Luisa sigui�
con los gl�teos, donde en principio yo no quer�a, pero despu�s de mucho insistir
y convencerme que aquella zona era la m�s importante para que me relajara,
acced�.
Me hecho bastante crema en ambos gl�teos, y que sobre todo
not� cuando una mano de Luisa se escurri� por entre ambos gl�teos, Luisa
astutamente la dej� estacionada en aquel lugar, yo creo que empec� a excitarme
con tanto roce y con aquella crema que se desliz� por mi ano, no dije nada.
Luisa continu� con su trabajo, yo tambi�n notaba como sudaba su frente y como me
miraba, mientras trabajaba en la zona de ambos gl�teos. Poco a poco empez� a
meter sus dedos por donde se hab�a escurrido la crema, meti� toda su mano
toc�ndome el ano. Autom�ticamente presion� mis gl�teos y volv� a soltarlos, s�lo
pude decirle a Luisa "que gusto". Basto esa palabra para que siguiera en el ano
la mano, y poco a poco metiera un dedo en aquel orificio virgen, yo gozaba de
placer y recog�a mis piernas. Yo misma me met�a mis dedos en mi sexo que a esa
altura estaba totalmente lubricado.
Luisa al verme caliente, se quit� su bata de trabajo y se
abri� de piernas y me cabalgo, tom�ndome una de mis manos y se la meti� entre su
tanga y su vagina. Estuvimos unos minutos en esa posici�n, y en esos momentos
entr� David en la habitaci�n por sorpresa, supuestamente. Al verle me puse roja
y nerviosa, menuda verg�enza encontrarme en esa situaci�n. �l con una amplia
sonrisa, se acerc� y me bes�, sin decirme nada.
Luego nos dijo que nos sent�ramos y se acomod� entre ambas,
bes� a Luisa en mi presencia y tom� mi cabeza y me la acerc� a su pene para que
se lo chupase, yo estaba muy caliente. Mientras la masajista se abr�a de piernas
para facilitar a David que metiera sus dedos en su sexo totalmente h�medo.
Dej� de chupar el pene y me acerqu� a Luisa y le met� mi
lengua, luego la recost� e hicimos un 69 de pel�cula.
Mientras est�bamos en esa posici�n., David aprovech� para
meter su pene en mi vagina que estaba encharcada. Pero en esos momentos, la
sorpresa fue aun m�s grande al ver que David mientras me met�a el pene, lo sac�
r�pidamente y me lo meti� en mi virgen ano. Bast� unos segundos para que me lo
llenara de semen espeso.
Luisa se puso atr�s m�o, agach�ndose meti� su lengua en mi
ano, yo gritaba de placer y ella limpio todo el semen que sal�a de aquel
orificio, mientras David ya reestablecido de su eyaculaci�n, penetraba a Luisa
por su sexo, la avis� que se corr�a. Luisa se volte� y le pidi� que acabara en
nuestras bocas, dejando caer su leche en ambas bocas, lo chupamos y tragamos su
semen sin dejar una gota y luego ambas nos besamos y entrelazamos nuestras
lenguas quedando todos exhaustos y dormidos.
Fue mi primera experiencia en masajes y mi primer tr�o.