Por mentirosa II
Lo peor de todo era que me gustabas, tonto. Pero la verg�enza
me impidi� verte de nuevo y desapareciste de mi vida. Al otro d�a no me pod�a
mover pues tenia desgarrada mi conchita y me ard�a mucho. Sal� de mi casa camino
al colegio y me quede en el parque pensando en lo que me hab�a pasado. No pod�a
contarle a nadie, ni a mi mejor amiga porque era a ella a qui�n yo m�s ment�a.
No me hab�a gustado para nada. El sentimiento de impotencia, dolor, y miedo me
hac�a pensar que nunca m�s tendr�a relaciones sexuales.
Con el tiempo me invent� un novio celoso y misterioso que
pretend�a ser mayor y eso me permit�a estar mas bien sola y ocultar mi miedo a
los hombres. No era miedo pero si un poco de respeto e inseguridad ante ellos y
mis amigas, que siempre me buscaban para que les cuente mis aventuras y pedirme
consejos. Es para risa.
En realidad me sent�a frustrada y enojada con todo el mundo.
Pero m�s con mis amigas a las que inconscientemente les echaba la culpa.
Cuando comenzaron las clases de nuevo me puse de novia. Un
chico de mi misma edad del colegio Sagrado Coraz�n que se llamaba Luis. Todo lo
t�mido y lo tonto, y lo pesado que se te puede ocurrir. No era feo pero me
serv�a para no estar sola y poder ir a bailar sin que me molestaran los hombres
que no s� porqu� siempre me asediaban. No soy la mujer perfecta ni mucho menos.
Mi figura es la est�ndar para mi edad.
La cuesti�n es que Luis me cuidaba y no me molestaba
demasiado y con unos besitos lo dejaba tranquilo y todo normal.
La "mocha" se nos un�a para salir juntos, pero siempre sola,
lo que molestaba a Luis y para mi era una bendici�n.
Se nos hizo costumbre salir con el hermano de Luis y sus
compa�eros de Rugby del Lawnt Tenis Club, a festejar el Tercer Tiempo como ellos
lo llaman, y que no es otra cosa que salir a divertirse y tomar, tomar, y tomar
cerveza.
Cuando salimos del club despu�s del partido nos fuimos todos
a bailar a un boliche al pie del cerro y all� nos re-divertimos con las
tonter�as de nuestros amigos.
Cuando salimos nos llevaron hasta el "bac�n" y all� se
apearon todos a seguir tomando, escuchar m�sica y algunos que fueron con sus
amigas se perdieron en la noche a mimarse lejos de sus amigos.
Nuestro grupo era peque�o ya que la camioneta ford de uno de
los chicos no pod�a para m�s. Yo estaba bastante chispiadita y no lo aguant� al
tonto de Luis y nos peleamos. El aprovech� una moto que bajaba y nos dej� solas
a la mocha y a m� con su hermano mayor y un amigo de este que era pilar en el
juego.
La Mocha se subi� a la camioneta y yo me qued� conversando
con el hermano de Luis que como estaba un poco tomadito se me insinu� de golpe.
Que no sea tonta, que Luis era un entupido. Que el no dejar�a nunca una chica
como yo sola. Y de pronto nos encontramos bes�ndonos apoyados en la camioneta.
Yo la verdad es que no sab�a qu� hacer pero no me desagradaba para nada la
situaci�n.
De pronto se abri� de golpe la puerta de la camioneta y la
Mocha dec�a que la dejara, pero fue jalada de adentro y la puerta se cerro de
golpe.
El hermano de Luis se ri� y me dijo que no hiciera caso a los
tortolitos mientras sus manos quer�an sacarme mis tanguitas mientras me besaba
acrob�ticamente.
No niego que me gustaba las manos fuertes que me ten�an pero
de eso a hacer sexo ni loca pensaba yo. Cuando ya la situaci�n se pon�a bastante
inmanejable vino a mi socorro la vos de la Mocha que dec�a que no, en forma
bastante angustiante.
Aprovechando la situaci�n me saf� de mi hombre y nos paramos
cerca de la ventanilla para ver qu� le pasaba la Mocha.
Con la camisa desprendida y la cabeza bajo el volante de la
camioneta, la mocha soportaba el peso del "Pilar" que se hab�a sacado su
pantaloncito de juego y sus nalgas blancas brillaban a la luz de la luna.
Me dio un ataque de risa al verlos ya que estando un poco
bebida la situaci�n me parec�a de lo m�s c�mica.
La Mocha me miraba sin poder creerlo y trat� de salir de esa
situaci�n pero mi amigo empez� a golpear el cap� de la camioneta mientras lo
alentaba a su amigo a seguir.
En sus ojos vi. un pedido de ayuda, pero no se por qu� lo
ignor� y me qued� muda, quieta y mirando lo que estaba pasando.
Fuerza Rody,dale� Y dale Rody dale� Gritaba mi amigo como en
un partido.
De pronto vi. que las nalgas blancas del jugador se tensaron
y empujando a mi amiga con fuerza sacaron un quejido de la boca de la Mocha que
me miraba. En la segunda embestida sus manos se agarraron del volante y del
respaldo del asiento mientras sus ojos se llenaban de l�grimas. La tercera
embestida hicieron que sus manos se agarraran de la camiseta del jugador como
para detener sus tremendas arremetidas.
Pronto fue un meter y sacar r�tmico y constante sin
resistencia de parte de ella y s�lo su mirada en la m�a pero sin expresi�n
alguna.
Mi amigo se par� detr�s de mi y empez� a apretarme contra su
cuerpo mientras me besaba el cuello. Yo estaba a mil ante el espect�culo que
ve�a, y cuando sus dos manos entraron a mi conejito por debajo de tanguita me
vine en un orgasmo que me quitaron todas mis fuerzas y doblaron mis rodillas.
Cuando volv� en mi, el hombre de la Mocha se levantaba y se
arrodillaba sobre ella y pude ver su pija blanca y gorda que escup�a sobre su
cuerpo que parec�a en trance.
Fui a ver si la Mocha se encontraba bien, y despu�s de un
rato de burlarme de ella se enoj� y me dijo que era una degenerada y no me habl�
m�s hasta el d�a de hoy. Mi amigo me dijo que era yo una putita de mierda y que
hab�a acabado y se ensucio todo el pantal�n.
La verdad es que ese fue mi primer orgasmo a los 15 a�os. Me
cost� un novio, una amiga, y una fama de putita insoportable.