Hola, soy yo de nuevo. Quiz� me recuerden de relatos como
"" o "". La historia de hoy,
crean o no, es tan real como lo fueron las anteriores. Esta me la envi� una
amiga que vive en Santa Fe (Argentina) y que me dijo que ella no sabia que yo
estaba publicando las vivencias de mis amigos, y me cont� que ella tuvo una
historia con su hermano, a quien yo hab�a conocido hace unos 3 o 4 a�os.
En fin, la protagonista de esta historia es mi amiga Roxy
(Roxana) y, aunque el relato es estrictamente de su propiedad, debo admitir que
le he a�adido unos toques narrativos personales que ayudan a la dramatizaci�n
exacta de los sucesos descriptos en la historia:
Hola, soy Roxy y tengo 18 a�os. Espero que les guste la
historia que le he enviado a Pablo para que me la publique.
Todo sucedi� hace dos a�os, al poco tiempo de haber cumplido
yo los 16. Andr�s es mi hermano que tiene 22 a�os, pero en ese entonces tenia
20. Desde que tengo memoria con Andr�s nunca nos hemos llevado mal, aunque
tampoco nos llev�bamos muy bien. Ten�amos una relaci�n de hermanos muy t�pica y
muy com�n, digna de unos hermanos con 4 a�os de diferencia. Si tengo que hacer
una descripci�n f�sica de Andr�s solo puedo decir que es un chico muy com�n, de
estatura media, un f�sico bien formadito (juega al f�tbol desde los 7 a�os)
tiene ojos oscuros y pelo casta�o oscuro, como yo. En realidad es en eso en lo
�nico que me parezco a Andr�s, en eso y en la cara, que tenemos facciones muy
similares. Pero en el resto no, ya que yo soy mas baja que �l, mas delgada y,
obviamente, con un cuerpo menos deportivo y mucho m�s femenino.
Una ma�ana de verano, como dije al poco tiempo de haber
cumplido los 16, yo me levante de la cama cerca de las 11 de la ma�ana. Estaba
un poco enfadada, ya que hac�a unos d�as me hab�a peleado con mi novio, mejor
dicho, hab�amos terminado. Hac�a mucho calor y no tenia ganas de vestirme. No me
puse sost�n, s�lo me puse una camisa que tenia a mano y un pantaloncito corto,
tambi�n si ropa interior debajo.
Noto enseguida la ausencia de mis padres, pero escucho la
tele encendida en el comedor. En el mismo estaba mi hermano Andr�s desayunando y
viendo tele.
�Y pap� y mam�? � pregunto.
Se fueron a lo de los t�os, van a pasar el d�a con ellos.
� responde Andr�s que
estaba sentado en la mesa comiendo leche con cereales. S�lo
vest�a un pantal�n corto, que es el que usa para jugar al f�tbol. Pero no
llevaba nada m�s, estaba en cuero y descalzo, comprensible considerando el calor
que hac�a.
Pero �por qu� no me avisaron? � digo con tono prepotente.
No quer�an despertarte, a parte, me qued� yo para
cuidarte.
Ja! Yo no necesito que nadie me cuide, ya soy bien
grandecita.
Entonces el efect�a una inspecci�n de mi cuerpo con su
mirada, observ�ndome de arriba a bajo.
Eso es verdad.- dijo sonriendo.
En principio yo me mostr� enfadada por su atrevimiento, de
mirarme de ese modo. Pero en el fondo sent� un no s� que... pero me di cuenta
que... me hab�a gustado lo que hizo, y mucho.
Me sent� en el asiento que estaba junto a �l y me puse yo
tambi�n a mirara la tele. No daban nada interesante, de todas maneras, no era la
tele lo que me interesaba en ese momento. Coloqu� las piernas sobre la mesa,
diciendo "Puf, que calor".
Not� que �l comenz� a mirarme las piernas de reojo, aunque
cada vez mas detenidamente. Y no pude evitar mirar hacia sus pantalones. Y ah�
vi exactamente lo que esperaba: de su pantal�n sobresal�a notablemente el bulto
producido por su verga que se hab�a puesto tiesa como una roca.
Debo reconocer que eso me hizo excitar un poco. Y por lo
visto a �l tambi�n. As� que decid� seguir con ese juego.
- Uf, que calor! � dije y relevante de la silla para
dirigirme hacia la nevera.
No pudo disimular seguirme con la vista y yo, al notar eso,
comenc� a caminar un poquito m�s provocativa. Lo mir� a la cara y vi como me
miraba el culo, parec�a hipnotizado. Eso me dio un poco de risa.
Llegu� a la nevera y sequ� de dentro un botella con agua
fr�a. Comenc� a beber agua directamente del pico de la botella, dejando adrede
que cayera agua por los costados de mi boca y se deslizara por la camisa, de
esta manera, la camisa se mojar�a y se transparentar�a, dejando en evidencia mis
frescas tetitas. Exactamente eso fue lo que sucedi�.
Dej� la botella en la nevera y gir� para quedar frente a mi
hermano otorg�ndole todo el paisaje que le hab�a preparado. Andr�s pareci�
ponerse un poco nervioso al verme as�. Parec�a no decidirse si mirarme a m� o
mirar la tele, porque los ojos le iban y ven�an.
Yo no pude evitar sonre�r y le pregunt�:
�Qu� pasa Andr�s? �hay algo que te molesta?- sus nervios
no parecieron cesar.
�Roxy! �Que pregunta! Mirate un poco como estas. Soy tu
hermano pero no soy de hierro, y lo que estas haciendo provoca a cualquiera!
Que �hay algo en mi que te moleste?- una pregunta tonta,
ya lo se, pero me gustaba ese jueguito.
Que me moleste no. Pero como vos misma dijiste antes: ya
no sos una nena y, con ese cuerpito, cualquiera te desear�a, cualquiera te
tendr�a ganas.
Eso no me lo esperaba, pens� que Andr�s iba a ser mas sutil
con lo que dec�a. Pero no es que me haya molestado, al contrario, me
enloqueci�.
Marque una peque�a sonrisita en mi cara, me sent� a su lado
cruzando las piernas, y le pregunte:
As� que me deseas, as� que vos me tenes ganas. No lo
sab�a...
No te hagas la inocente. Vestidita as�, movi�ndote como
te mov�s calentar�as hasta a pap�.
�A pap�? No lo hab�a pensado... pero no es mala idea...�
abri� los ojos muy grandes y se qued� con la boca abierta, pero luego sonri�
y me dijo:
�Qu� dijiste?
Lo que escuchaste.
Roxy... te estas comportando como una putita. - eso me
excit� al punto de que me entraran unas ganas inaguantables de coger con
Andr�s, unas ganas que no hab�a sentido nunca, ni con mi novio.
�Si? No me digas.... y eso... �tambi�n te molesta? �o
estas dispuesto a no dejar pasar la oportunidad?
Despu�s de decir eso acerqu� mi boca a la suya y ambas se
fundieron en un beso apasionado en donde nuestras lenguas se enredaron a m�s
no poder.
Yo sin poder evitar la tentaci�n le agarr� su verga la
cual, al bajarle los pantalones a Andr�s, sali� brutalmente endurecida.
Comenc� a chap�rsela mientras mi hermano colocaba una mano en mi cabeza
apret�ndome contra su verga, y con su otra mano intentaba llegar hasta mi
culo. Lo consigui�, me meti� la mano dentro del pantaloncito y con toda su
fuerza introdujo un dedo en mi culo. Debo reconocer que eso me doli� un poco
al principio, pero estaba tan excitada que el dolor comenz� a convertirse en
placer.
Yo me acariciaba mis tetas por sobre mi camisa mojada y ya
transparente del todo mientras el dedo de Andr�s pasaba del agujero del pulo a
introducirse en mi conchita que ya estaba mojadita de antemano.
Entonces mi hermano me agarra de los pelos y tira de ellos
separ�ndome de su sabrosa pinchila y me dice:
Vayamos a donde estemos m�s c�modos...
Se levanta de la silla y me agarra de la mano, llev�ndome
con mucha prisa. La verdad es que yo tambi�n ten�a prisa, ya que ese momento
de placer era �nico y no pensaba dejarlo pasar.
Yo pens� que �bamos a su habitaci�n o a la m�a, pero en vez
de eso me fue llevando hasta la habitaci�n de nuestros padres. Creo que eso
nos excitaba todav�a m�s, coger sobre la cama de mam� y pap�.
En efecto. Subimos a la cama matrimonial de nuestros
padres, nos arrodillamos uno frente a otro y continuamos bes�ndonos mientras
yo le manoseaba la verga, que no se hab�a ablandado para nada. Entonces Andr�s
me arranca la camisa destrozando los botones para as� poder chuparme las
tetas. Mis pezones estaban paraditos y muy duros desde el chorro de agua fr�a.
Andr�s estaba como loco y gritaba:
�Puta! �que linda puta que tengo!
Si mi amor, soy tuda tuya hermanito. � fue lo primero que
se me ocurri� pero a mi hermano le gust�.
Entonces no aguant� m�s, me gir� dej�ndome a espaldas a �l
y poni�ndome en cuatro, me baj� los pantaloncitos con la misma furia con que
me rompi� la camisa, y as�, por detr�s, me meti� su matrac�n hasta el fondo.
Yo gem� de placer.
Esa bestialidad de verga entraba y sal�a sin darme respiro
alguno.
Mi hermanita �que putona! Qu� ganas ten�a de cogerte,
hija de puta.
�Si mi amor? Aprovecha, rompeme la concha.
Entonces ocurri�... en pleno orgasmo m�o, �l derrama su
caliente leche dentro m�o. Parec�a como un litro. Fue hermoso.
Se recost� a mi lado con la verga hacia arriba y yo
aprovech� para chuparle las �ltimas gotitas de semen que posaban sobre ella.
Cuando termino esto, lo miro sonriente y le digo:
Bueno hermanito, fue espectacular, cuando quieras lo
repetimos.
�l parec�a preocupado, y a la vez se lo ve�a cansado,
agitado. Pero sonri� y me dijo:
Cuando vos digas, hermanita.
Creo que no pas� ni un d�a para que lo volvamos a hacer.
Desde entonces aprovech�bamos cuanta oportunidad se nos presentara: nuestros
padres de viaje; o nos encerr�bamos en el ba�o; nos junt�bamos en la casa de
alg�n amigo (Pablo, entre ellos); nos cruz�bamos de habitaci�n en plena noche
cuando todos dorm�an; en fin, cada vez que pod�amos, cog�amos.
El problema vino unos meses despu�s, al enterarme que hab�a
quedado embarazada de mi hermano, pero eso es otra historia que contar� en
otra ocasi�n. La parte buena de la historia, ya la conocen.