No confundas presa con cazador .-
Todo comenz� cuando ten�a 13 a�os. Yo era una ni�a muy t�mida
y estudiosa. Hasta que un d�a en el colegio religioso donde iba, mis amigas
llevaron una revista porno. Nos escapamos en el recreo, de la vista de las
monjas y fuimos con mis compa�eras hasta el ba�o. Eran dos hombres mayores que
estaban con una jovencita. Primero la llevaban a un parque de diversiones, la
ten�an en sus faldas, y luego la convenc�an para que se la chuparan, y se la
cog�an por todas partes entre los juegos del parque.
Est�bamos todas con nuestro uniforme azul, camisa blanca y
trenzas, bien prolijas, pero todas con las bombachitas por las rodillas,
amontonadas en un retrete, con las manos en nuestras conchitas mojadas,
ensimismadas por lo que estabamos viendo.
Qued� tan impactada por el tama�o de esos miembros, que
entraban terribles en esa peque�a vagina y en su ano, que comenc� a transpirar y
a tener tal calentura que me puse a hacer la paja desesperadamente. Mis
compa�eras se re�an de m�, qued� sentada en el inodoro con las piernas
totalmente abiertas, meti�ndome dos dedos. Pero yo estaba como pose�da, de ver
el placer final de esa jovencita al recibir toda esa leche de esos hombre en su
cara.
Y a partir de all�, me d� cuenta que cuando me calentaba,
perd�a toda conciencia y me transformaba como en otra persona. As� tambi�n, que
era una pervertida, que me encantaban esas cosas sucias y a escondidas. A partir
de ese d�a qued� calentona para siempre, hab�a descubierto mi locura por ese
tipo de sexo y mi doble personalidad.
Tan fuera de m� hab�a quedado, que ese d�a esper� a mi
compa�era fuera del colegio. Le ped� que me contara como la hab�a conseguido y
que me prestara la revista. Como ella se neg�, comenc� a tirarle de los pelos y
a golpearla enloquecida, hasta que la obtuve. Me cont� que se la hab�a prestado
un amigo de su padre, que la hab�an estado viendo en secreto en el vestuario del
club de tenis, que �l se paje� junto con ella y que se la prest� con la
condici�n de que le contara lo que hab�an hecho sus amigas. Seguro que se
volver�an a pajear juntos contandole lo calentonas que somos sus compa�eritas de
colegio. Luego, cuando me d� cuenta de lo que hab�a hecho, le ped� disculpas.
Pero me qued� con la revista.
Al pasar unos d�as, segu�a tan caliente, que tuve la primera
experiencia con mi hermano, unos a�os menor que yo. Con �l, desde siempre,
dorm�amos en la misma habitaci�n de nuestra casa.
En mi cama y en la oscuridad me estaba pajeando con lo que
ten�a en ese momento a mano, un peque�o frasco de desodorante que introduc�a en
mi vagina salvajemente, para que me lastimara, como si fueran las terribles
pijas de la revista. No me d� cuenta y mi hermano lo not�, ya que sent� que se
mov�a en su cama y se quejaba por mis ruidos, pero yo segu� igual. De repente y
sin ver, por la oscuridad, siento que est� al lado de mi cama parado y me dice :
- Clarisa, te sientes bien?....
- S�...(contest� sorprendida)
- Y que es todo ese ruido?...
- Pues nada vuelve a la cama...
- Pero dime ....que te pasa..
- Me estoy haciendo una paja, Manuel, no lo ves estoy muy
caliente!!...
Pens�, Dios m�o que estoy diciendo!, pero estaba enloquecida,
no ten�a control de lo que dec�a, solo quer�a una pija. Pero �l enseguida me
dijo..
- "Clarisa, no s� lo que siento ...pero a m� me gusta...se me
par�..."
- "....Quieres que te lo chupe?"....le contest� sin pensar.
Manoteando en al oscuridad, le baj� su pijama, tom� su
peque�a pija y me la puse toda entera en la boca, hasta los huevos. Era peque�a
y suave (yo quer�a algo mucho mas grande), pero igual la chup� con ganas, como
la pendeja de la revista. Y acab� una y otra vez y me sent�a una puta, muy puta,
chupando la pija de mi hermano y con el frasco de desodorante en mi vagina.
Qued� tendida en mi cama, sin dar m�s. Mi hermano, que era
muy t�mido, no me dijo nada, volvi� a su cama y escuch� como el tambi�n se paje�
hasta acabar y dormirse.
Cuando despert� pens� en lo que hab�a hecho y me puse muy
nerviosa. Corr� a la cama de mi hermano y le dije "perd�name, no deb� hacerlo,
ni una palabra de lo de anoche....." a lo que me contest� "quedate tranquila a
m� tambi�n me gust� mucho....ser� nuestro secreto".
A partir de ese d�a, casi todas las noches, mi hermano me
ped�a que se la chupara antes de ir a dormir. Dec�a que le hac�a mucho bien y lo
tranquilizaba. Si bien a mi me gustaba, el peque�o se hab�a aprovechado de mi
calentura de un d�a para tenerme siempre como su puta particular. Una "peque�a
terapia" pens� yo.
Mis padres viajaban mucho por cuestiones de negocios, as� que
con mi hermano est�bamos casi siempre solos, con una ni�era � en la casa de
alg�n familiar. Ese a�o fuimos a la casa de mis t�os, la hermana de mi madre,
que ten�an una amplia y se�orial casa de varias plantas en las afueras de la
ciudad. Era tan grande que mi hermano y yo ten�amos cuartos contiguos pero
separados, y hasta un ba�o cada uno.
Mis t�os no ten�an hijos, porque viajaban bastante, por
lugares extra�os, pero desde ni�os siempre nos trataban muy bien y nos daban
todos los gustos. Mi t�o era un hombre robusto, deportivo y de negocios exitoso.
Mi t�a una mujer elegante y muy recatada, ama de casa. Era bastante bella y de
buenas curvas. Yo segu�a como siempre con mi fuego interior y un d�a, ya en la
casa de ellos, y aprovechando que est�bamos solas, quise calentarla a ella.
- T�a, te puedo hacer una pregunta..
- S�, como no hija,...
- T� te introduces cosas en la vagina?...
- Que ??? ..me contest� asombrada y como enojada....
- Disculpa t�a no quise molestarte....
Me hice la inocente, ella entonces se relaj� y comenzamos a
hablar del tema. Me intent� explicar, con aire maternal, que era l�gico a mi
edad que tuviera estas sensaciones, que si ya lo hab�a hablado con mi madre, y
todas esas estupideces.
Pero yo la miraba con otra cara de la de querer escuchar un
serm�n. Ella intuy� lo que yo pretend�a. Se la notaba inc�moda y nerviosa.
Hablamos un largo rato, ella se fue relajando a�n mas. Me
pregunt� si sal�a con chicos de mi edad, a lo que le contest� que lo intent�,
pero que me parec�an unos pendejos est�pidos, siempre pensaban en el f�tbol �
estaban borrachos, que no sab�an tratarnos, eran torpes y atolondrados. Aparte,
mis padres, son muy estrictos y no me dejaban salir mucho en casa, ya que dec�an
que en la calle hab�a muchos peligros.
Pero bien guarra, le coment�, que lo que s� me hab�a gustado,
es que varias veces unos se�ores mayores, me hab�an apoyado en el tren con el
que iba al colegio, y que me hab�a consolado masturb�ndome bastante seguido,
meti�ndome diferentes cosas en mi conchita. Su cara y el tono de su voz
cambiaron....."Ten cuidado me dijo...es peligroso", pero me pidi� que le contara
todos los detalles, como me hab�an manoseado, si se hab�an masturbado frente a
m�, etc.
Le expliqu� que iban siempre de traje, muy correctos, se
pon�an muy cerca de m� y que con el movimiento del tren me frotaban sus bultos y
me levantaban a veces un poco mi pollerita para tocarme la cola y que yo me
quedaba tranquila dejando que ellos hicieran, porque me mojaba toda, y que
siempre eran delicados.
Y as�, la fu� calentando cada vez m�s. Hasta que al final, la
hice ceder. Me llev� hasta su dormitorio y me dijo. "Mira, veo que ya est�s
grandecita, pero tiene que ser nuestro secreto, ok? . Te voy a prestar mi
juguete...cuando quieras puedes usarlo...pero no te pongas cualquier cosa ah�
abajo....que puedes lastimarte....., eres tan salvaje como tu madre".
Un hermoso consolador el�ctrico blanco, guardado escondido en
un caj�n, era el juguete preferido de mi t�a. Lo sac�, me lo mostr� en detalle,
me lo lo puse un poco en la boca, como jugando a que era una pija de verdad. Nos
re�mos juntas, nos dimos un beso c�mplice y luego preparamos la cena para la
familia.
Cuando estaba sola, le robaba el consolador a mi t�a e iba a
pajearme al ba�o despu�s de ducharme. Esa sensaci�n y la vibraci�n era muy
placenteras, era menos salvaje, pero extra�aba como me lastimaban mis primeros
frascos de desodorantes.
Entonces rapidamente quise m�s. Le coment� a mi t�a que hab�a
estado usando su consolador, que me hab�a gustado mucho, pero le ped� sin
reparos que me contara de las pijas reales de los hombres......como la pija de
mi t�o....
- "Mira", me dijo," yo tuve mucha fortuna, la pija de tu t�o
es grande y hermosa... es lo que mas puede desear toda mujer que se precie....ya
vas a tener una toda para t�....a un verdadero hombre con eso y con una
situaci�n acomodada tienes que darles todos los gustos..."
- "T�a, quiero versela .... conocer como es una pija de un
verdadero hombre". Le dije con mi aire mas inocente.
- "No s� si es lo correcto, no vayamos demasiado lejos....."
- "Pero t�a, ya viste que puedo guardar este secreto, por
favor...me muero de ganas.."
- "Si ya veo, eres tan calentona...sales a la familia,
..dejame pensar...."
Estaba muy excitada, hab�a comenzado realmente a pervertir a
mi t�a. Me cont� entonces que los viernes a la noche mi t�o tra�a unas pel�culas
porno muy exclusivas de europa oriental, no las americanas comunes, para ver en
el televisor y que a la madrugada le encantaba que ella le hiciera la paja con
aceites mientras miraban "esas" pel�cula en el living. Me dijo que ese viernes
me pusiera al borde de la escalera y los podr�a mirar. Despu�s nos
encontrar�amos en el ba�o de arriba.
Fue as�, que ese viernes, con mucho recaudo me ubiqu� en la
escalera y v� como sentados en el sill�n, mi t�a sacaba la hermosa pija de mi
tio afuera de su pantal�n y empezaba a pajearla mientras se sent�an los gemidos
de la pel�cula.
Mi t�a ten�a raz�n, ten�a una verga enorme y unos grandes
huevos pesados, que har�an la felicidad de cualquier mujer. Como un preparado
ritual mi t�a, pacientemente le hech� aceite a su pija, y estuvo un largo rato
masaje�ndolo y haciendola crecer, acariciando y llenando esos inmensos huevos
con leche. De a ratos miraba hacia la escalera, c�mplice, tratando de verme. �l
cada vez mas caliente, miraba ensimismado la TV, acariciaba los pechos de mi
t�a, y a veces hac�a alg�n comentario como "mira ese hijo de puta, a esa pobre
ni�a.. como se la est�n cogiendo....". Y ella le contestaba ".....Pero a ti te
gusta eso no? cerdo asqueroso...te gustar�a estar en su lugar, dandole todo
esto, no?".
Si bien no pod�a ver la tv, no parec�a una porno normal como
las que hab�a podido espiar alguna vez. Pero en ese momento no le d�
importancia.
En un momento mi t�a se par�, trajo una toalla y con mucha
experiencia, la puso en la base de sus huevos, le envolvi� la verga y lo termin�
de pajear haciendolo acabar sobre ella.
�l grit� ronco, bien de macho caliente y tir� una enorme
cantidad de leche sobre la toalla. Ella, con los pechos al aire, ten�a la cara
transformada de lujuria como nunca yo hab�a visto en una mujer. Dobl�
prolijamente la toalla empapada y bes� la cabeza de su pija, comiendo los restos
de leche que le hab�a quedado en la punta. El qued� con sus piernas abiertas y
su miembro todo aceitado colgando. Pens�, miren al sobrio hombre de negocios, me
re� y disfrut� de haber podido descubrir a mi t�o en esa situaci�n.
Yo qued� excitad�sima. Y tal como acordamos, r�pidamente como
pudo, mi t�a fue a encontrarme en el ba�o de arriba. Yo estaba en camis�n,
apoyada en la pileta, meti�ndome dos dedos, mirando mi cara de pajera en el
espejo del ba�o....so�ando con esa pija....
- Viste todo..?...entr� pregunt�ndome mi t�a.
- S� me encant� ....estoy muy caliente (le contest�, a�n de
espaldas a ella)
- Yo tambi�n ...me qued� caliente sabiendo que nos estabas
mirando, sos una pendeja puta!, te gusta la verga de tu t�o, no?, perra.....me
dijo, me abraz� empuj�ndome contra la pared , me corri� la bombachita y as� de
atr�s, me meti� tres dedos salvajemente. "Sos una puerca, te gust� ver la paja
que le hice...mientras ve�amos esa sucia pel�cula"....me dijo al oido, con sus
dedos dentro m�o.
Cuanto mas me dec�a "perra, puta, sucia" yo mas me calentaba.
Se dio cuenta. Jadeando, instintivamente me puse de rodillas en el suelo y qued�
en cuatro patas, y ella detr�s de m� segu�a metiendome los dedos con mas
violencia y humill�ndome m�s.
"�Te gusta as� de atr�s como una perrita, no?, perrita puta,
tu t�a, la hermanita de tu madre, te va a sacar la calentura, pendeja de
mierda...." Acab�, no s�, infinidad de veces.
Ella me dej� tendida en el ba�o chorreando de flujos. Se fue
sin decir palabra. Me hab�a encantado.
Al d�a siguiente, mi t�o y mi hermanos fueron de pesca, y nos
quedamos en la casa solas. A la tardecita, ella se acerc� a mi cuarto, yo estaba
estudiando como una buena ni�a, y timidamente entr� y me pidi� que la disculpara
si hab�a estado un poco brusca conmigo. Pero que cuando se calentaba se pon�a
fuera de s�.
Debe ser de familia, le dije, que a m� me suced�a lo mismo.
Nos re�mos juntas. Yo entonces al verla as�, tan sensible, me anim� a
pervertirla a�n m�s.
- T�a, quiero contarte algo muy secreto, ahora que ya estamos
en confianza. Yo la �nica pija real que conozco es la de Manuel, mi hermano. A
veces se la chupo en el dormitorio. (Mi t�a abri� los ojos asombrada...)
- Ah!..., eres todav�a mas puta de lo que supon�a...
Nos seguimos riendo y le cont� en detalle. Como hab�a
comenzado todo con mi hermano. Su cara se iba transformando, me ped�a que le
contara como era su pijita, si era cari�oso y cada m�nimo detalle de lo que
hab�amos hecho. Yo le cont� entonces las "peque�as terapias" que le hac�a a mi
hermano. Ella ri�. Te est�s calentando?", le dije, "s� mucho....", me contest�.
Entonces me anim� y le propuse, ya que ella me hab�a mostrado
como le hac�a la paja al t�o, pues yo entonces le mostrar�a como se la chupaba a
mi hermano. Ella a�n en su calentura, dud� un poco. Pero despu�s acept�. Le dije
que hiciera como que se iba de la casa as� mi hermano creer�a que est�bamos
solos y no se acobardar�a, ya que era muy t�mido.
Luego del colegio, mi hermano y yo estudiabamos en el living
de la casa, en el mismo lugar donde ellos ve�an la porno en la tv!. Ese era un
excelente lugar, ya que mi t�a se escondi�, donde lo hab�a hecho yo, sobre la
escalera, y podr�a vernos muy bien.
Estando all�, le dije a mi hermano:
- Y que tal como te encuentras?, ahora que dormimos
separados, ya no me pides nada.....
- Pues s�, me dijo, te extra�o de cuando dorm�amos juntos en
casa...
- Seguro que me extra�as? ...� ya te olvidaste de las cosas
que haces con tu hermanita..(le dije con una sonrisa burlona)
- (El se sonri� y me dijo).. Si claro que te extra�o, quieres
ver...Se baj� los pantalones y me mostr� su pijita ya parada.
"Ven..." le dije, se sent� en la mesa, corrimos los libros y
empec� a chup�rsela despacio.....
- �Esto extra�abas no...?.
- Si mucho...dijo suspirando,.y agreg�....sab�s Clari?, ahora
en el colegio nos vamos con los chicos a pajear juntos al ba�o y me acuerdo de
vos...de las cosas que hacemos. Hasta hice que mi amigo Pablo me la chupara.
- Si?....contame todo dale..
Mientras el me contaba, yo ya me imaginaba en el medio de
todos esos pendejos viendo como se pajeaban y se chupaban entre s�, me empezaba
a calentar y a salirme de m�....mas sabiendo que mi t�a nos estaba observando.
Lo empec� a pajear despacio hasta que empec� a hacerlo con mas y mas fuerza,
como pose�da, ten�a mis bombachas todas mojadas ..hasta que me dijo :
- Clari, mas despacio.... me lastimas...
- Dale tu maldita leche a tu hermana ....pendejo puto!
Estaba fuera de m� ...el me agarr� de los pelos, con mezcla
de placer y dolor, y acab� sobre mis manos y el pecho. Su pobre pijita blanca
estaba ahora toda colorada e hinchada. Me relaj� y le dije.....
- "Perdona...... te lastim�..."
- "No, mas � menos......pero me gust� mucho, nunca me lo
hiciste as�.."
Quedate ac� que yo ya vengo. Corr� hasta arriba a buscar a mi
t�a. Entre al ba�o pero no estaba. Entonces fui hasta su dormitorio. Estaba
sobre la cama, con su elegante vestido, con la pollera levantada y su bombacha
corrida, acostada sobre un lado metiendose nuestro consolador blanco....
- "Sos una perra...", me dijo..."que paja que le hiciste al
pendejo!.."
- Te gust�?....viste todo?..
- S� no ves como estoy, recaliente, no paro de acabar...es
tan tierno y hermoso.......y vos tan puta....lo mataste con esa paja......
- Vos tambi�n sos una perra sucia....metetelo mas
adentro..dale!...
Con cada palabra m�a gem�a y se revolcaba en la cama.
"Mir�..", le dije, "tengo su leche en mi mano todav�a, la quer�s, no?" Y se la
refregu� por la boca y la cara. "�Te gusta la leche de pendejo, no? , lechita
nueva ....virgen.... sos una puta". Le empuj� el consolador con fuerza hasta que
sent� la pared de su matriz.
Ella peg� un grito de hembra como cuando acaba realmente,
termin� despatarrada en la cama, con el l�piz de labios y el rimel desparramado
y refregado por m� en toda su cara, junto con la leche de mi hermano. Pens�,
miren la se�ora bien y refinada, como una reventada, con un consolador todo
metido adentro.
Volv� en m� y mas calma, me sent� a su lado y la abrac� como
disculpandome. Ella me dijo que nunca hab�a gozado tanto y que sab�a como nos
pon�amos cuando nos calent�bamos. Nos dimos un beso y la dej� dormir.
Unos d�as despu�s de tranquilidad, iba a cambiar todo. Era de
noche tarde , nos ibamos a dormir cuando paso por el escritorio de mi t�o. Veo
entonces a mi hermano en las faldas de mi t�o. Me qued� observando y no s�
porqu� present� algo..... Me acord� cuando esos se�ores me apoyaron en el tren.
Despu�s de un rato fui al cuarto de mi hermano y le pregunt�
si pasaba algo con mi t�o, algo como de lo que hac�amos nosotros. El me dijo
primero que no, pero cuando le grit� e insist� un poco, me cont� que seg�n mi
t�o era un secreto entre hombres. Que cuando fueron a pescar juntos, en un
momento mi hermano le pregunt� a mi t�o si pod�a mostrarle su pijita a ver si ya
era grande. Mi t�o se ri� y asinti�, y al verla paradita le dijo que s�, que la
ten�a grande por su edad.
"Cuentame m�s!!...", le grit�. Yo ya estaba calentandome. Fue
ah� que �l le pidi� a mi t�o que le mostrara la suya, y que luego de negarse un
poco lo hizo y le mostr� su enorme pija. Entonces, empezaron a pajearse juntos.
Mi t�o le pidi� que se pusiera frente a �l, que estaba
sentado, y que le acabe en sus huevos, y �l despu�s hizo lo mismo. Le tir� toda
su espesa leche en su pijita. Despu�s lo sent� sobre �l y se la paso por toda la
cola, refregandole las leches. Me dijo que le hab�a gustado mucho, pero que mi
t�o le insisti� que deber�a ser un secreto entre hombres.
Yo no lo pod�a creer, mi t�o con mi hermano!. Pens� en la
situaci�n, mi t�o refregandole su enorme pija por el culito, lleno de leche de
ambos y me calent�, moj�ndome terriblemente. Pero tambi�n pens� que esto hab�a
llegado demasiado lejos.
No pude dormir por la situaci�n, de tan caliente y enojada.
Al d�a siguiente, esper� que se fueran a dormir mi t�a y mi hermano, yo fing�
que tambi�n lo hac�a y baj� despacio por la escalera, en camis�n, al escritorio
de mi t�o. Era un escritorio elegante y sobrio. Apenas entr�, sent� ese olor
cautivante a madera y tabaco, propio de un verdadero hombre.
Cuando me vi� se levant� de su silla y me sonri�. Yo le dije
que ten�a que hablarle, que no me parec�a correcto lo que hab�a hecho con
Manuel, a lo que me contest� que los hombrecitos son curiosos a esa edad y nada
mas que eso, que no ten�a que preocuparme.
Yo enojada le grit� "Te parece que le muestres la pija as�
porque s�...a lo que me contest�.."Clarisa, ni�a, yo conozco esa mirada, tienes
la misma mirada que tu t�a y s� lo que deseas, no?". "No..." ,le contest�
haciendome la rebelde, pero �l insisti�:
- "Creo que en este momento te est�s muriendo por ver mi
pija, no?."
- " No!....que dices?, estoy muy enojada..."
- "Vamos putita, ....lo noto en tus ojos.."
Cuando me dijo as�, me empezaron a temblar las piernas, ten�a
raz�n, lo que mas deseaba en este mundo era su pija. Me qued� callada. El puso
su mano en el cierre de su pantal�n y empez� a bajarlo, yo me qued� muda, la
notaba ya un poco parada debajo de su pantal�n.
La sac� toda con esfuerzo, ya que era muy grande y por fin
qued� toda frente a m�. La mene� un poco y se empez� a hinchar m�s. Puso sus
manos sobre mis hombros y delicadamente me hizo arrodillar frente a �l.
Instintivamente la agarr� con las dos manos y me la puse en la boca, no me
entraba. El me agarr� una mano y me hizo palpar tambi�n sus pesados huevos.
El acariciaba mi cabello, mientras yo solo quer�a chup�rsela,
y empec� a meterme los dedos freneticamente, ya no me importaba nada. Poco a
poco fui sintiendo sus gemidos de macho caliente y el correr de su sangre por
las venas para poner esa cabeza mas morada y caliente.
"Eso mi ni�a....as� se hace....eres muy buena..", me dijo, y
empez� a moverse cada vez mas r�pido y fuerte, me ahogaba llevandola al fondo de
mi garganta. Era fuerte pero delicado a la vez y me encantaba. Yo sacud�a mi
cabeza para atr�s y adelante y estaba totalmente mojada y caliente, pens� que
iba a acabar en mi boca.
Pero la sac� de golpe, y empez� a pasarmela por mi cara
transpirada. "Te gusta, no? Mira que grande, estas son las que te gustan, no es
la de un pendejo.....si!..te est�s pajeando, puta, debes estar empapada...Sacate
las manos del co�o cochina y ponelas que te voy a dar mi leche". Hizo poner mis
manos juntas como una taza, se paje� y me hizo recibir sobre ellas su abundante
leche blanca.
"Ahora mete tus manos de nuevo en tu concha", me dijo. Cuando
sent� su leche caliente en mi vagina y mi entrepierna tuve una acabada terrible.
Suavemente tomo mi cabeza y as� como estaba arrodillada, la apoy� sobre la
silla, mientras yo segu�a haciendome la paja.
Se puso detr�s de m�, corri� mi bombachita y meti� sus dedos,
mezcladose mi flujo con su leche. Yo segu�a acabando sin parar.
"Ya lo s�, te gusta por atr�s como si fueras una
perrita....", me dijo.
Ah� entend� que mi t�a le hab�a contado todo, la muy perra lo
hizo!, �l ahora tambi�n sab�a todos mis secretos!. Pero ya no me importaba,
estaba gozando como nunca.
Met�a sus gruesos dedos cada vez mas fuerte y me lastimaba,
pero acariciaba mi pelo dulcemente. Yo ya entregada, sin darme cuenta levant� mi
cola y dobl� mi espalda como una gata en celo. Me d� cuenta de mi error, �l sac�
su mano de mi concha y salvajemente me introdujo su dedo mas grande en mi culo,
que estaba latiendo esperando ser desvirgado. Mi ano ten�a espasmos, se contra�a
y se encontraba con el grueso dedo adentro, h�medo de mis flujo y de su leche, y
yo sent�a un placer enorme, por primera vez sent� lo que era acabar por mi culo.
Sab�a tratar a una hembra. �l sinti� por su experiencia, mi
orgasmo final, qued� tumbada casi desmayada al lado de la silla. Unos segundos
despu�s me ayud� a levantarme, nos arreglamos y me dio un paternal beso en la
mejilla..."Ha sido maravilloso....", me dijo,..."anda.....duerme tranquila,
ma�ana hablaremos...". Y me dio un paternal beso. Cuando me alejaba, palme� mi
cola como jugando, y cada uno se fue a su dormitorio.
Exhausta, comenc� a subir las escaleras, solo quer�a dormir.
Cuando estoy llegando a mi dormitorio, me sorprendo al ver a mi t�a en camis�n
saliendo del cuarto de mi hermano, sigilosamente como sin querer hacer ruido.
Ella tambi�n se sorprendi� al verme, rapidamente se subi� los breteles el
camis�n, y se acomod� los senos.
Vino hacia m�, cambi� su compostura y d�ndose cuenta de la
situaci�n, se acerc� y me dijo que esperaba no me molestara que, de vez en
cuando, ella tambi�n le hiciera como yo, una "peque�a terapia" a mi hermano.
Not� su camis�n empapado por la leche de Manuel y algo de semen tambi�n en su
cara.
Habr� notado mi cara de asombro, ya que r�pidamente quiso
irse, despidiendose con un beso. Pero antes me dijo... "Es muy tierno...sabes?,
estuvimos abrazados un rato y le ha encantado chuparme los pechos mientras le
hago la pajita......despu�s te cuento bien... ahora me voy ya....estoy con mi
conchita toda empapada y tu t�o me est� esperando.....".
Que puta! pens�.....seguro que se contar�an todo lo que
hab�an hecho y pasar�an una noche muy movida.
Yo estaba sorprendida y agotada que no pude contestarle nada
en ese momento. Me fui a dar una ducha tibia, y mientras sacaba la leche seca de
mi t�o pegada a los pelos de mi concha, todav�a dolida (igual que mi ano),
empec� a pensar....Yo que cre� que era la pervertida de la familia, la que usaba
a todos para mi puro placer y diversi�n!.
Pero recapitulando, al final, result� ser utilizada por los
mas bajos instintos de todos ellos, tanto de mis t�os, como de mi hermano,......
me re� sola.
Entonces me vino a la memoria haber le�do una vieja moraleja
en un libro de las clases de literatura del colegio (que para algo sirven), que
d� cuenta de mi grave error ..."no confundas presa con cazador"....
FIN