Mis mentiras me llevaron a tener mi primera relaci�n sexual a
los 14 a�os.
En la escuela siempre se habla de sexo con las compa�eras.
Todas, una mas que otras tienen sus amores escondidos en su cabeza y fantasean
con ello. Yo me fui nutriendo de los relatos de mis amigas mayores y llegu� a
ser una experta en sexo para mis compa�eras del colegio.
Pero era una mentirosa. Una comediante que sent�a placer con
inventar historias de amor y sexo que jam�s ten�a, porque en realidad nunca
hab�a estado con un chico a solas y los noviazgos fueron jueguitos de dimes y
diretes y s�lo un chico me beso por una apuesta. Mi conducta desenfadada alejaba
a mis compa�eros del cole y en las fiestas mas hac�a sociales que bailar. Una
amiga y yo �ramos las chicas terribles del secundario. Nos d�bamos aires de
rebeldes y nos burl�bamos de las compa�eras t�midas y alent�bamos a nuestras
amigas que se tiraran a sus novios y nosotras les aconsej�bamos sin saber un
pito del tema.
No nos sac�bamos el uniforme ni para dormir y siempre en la
calle con nuestras polleras a cuadros o nuestras camisas al qu� me importa, un
poco despeinadas y con goma de mascar todo el d�a, nos reun�amos en casa de
compa�eras y en plazas, estudiando poco y mintiendo mucho.
Con 14 a�os y la libertad que nos dan los padres separados
hac�a de mi vida lo que quer�a respetando s�lo algunos horarios.
Los primeros d�as de Septiembre del a�o pasado en una plaza
cerca de casa conocimos a un grupo de chicos algo mayores que se acercaron y en
forma natural nos hicimos amigos.
Yo conoc�a a algunos que iban a otro colegio y nos
encontr�bamos en el baile y nos empezamos a encontrar seguido en ese lugar.
Pronto nos integramos al grupo de la bandita de "los chicos
malos", como todos los conoc�an y a nosotras nos encantaba que nos llevasen con
ellos para presumir con nuestras amigas ya que casi todos ten�an motocicletas de
las grandes.
Nos esperaban a la salida del cole y nosotros invent�bamos
noviazgos te culebrones, para nuestras compa�eras. Nos encantaba ir con ellos a
tomar cerveza en los bares y nos prestaban sus camperas de cuero y nosotras
s�per.
El d�a de primavera, el 21 de septiembre, empez� la semana
del colegio y los chicos nos fueron a buscar y eran como veinte motos que hac�an
un ruido infernal a las cuales orgullosas delante de todo el colegio nos subimos
y partimos por al parque de la ciudad.
Era un festival de roqueros y all� pasamos toda la ma�ana
hasta las 18hs.
Fabi�n, nos dijo que se marchar�an al cerro y nosotras en el
acto nos aprestamos a ir con ellos. Este chico gustaba de mi y me dijo que no
porque se tomar�a mucho y no sab�a cuando se volver�a a lo que yo le dije que si
no me quer�a llevar estaba bien y chau.
Me fui enojada y un joven que estaba con casco en una moto
s�per me dijo que me llevaba y yo me sub� sin saber qui�n era porque nunca lo
hab�a visto pero era conocido por todos.
Partimos a mil al cerro y en menos de media hora ya est�bamos
todos arriba mirando la ciudad y tomando cerveza en latas. El muchacho que llev�
no se separaba de mi y era bien parecido pero muy mayorcito lo cual me daba
cierto no s� qu� que se fijara en mi. Nunca supe la edad pero ten�a m�s de 25.
Yo era para el re-canchera y me comportaba como siempre
coqueteando con todos.
Cuando empezaron a prenderse las luces de la ciudad me di
"ven, vamos a comprar m�s cerveza" y subiendo a su moto nos alejamos para ir a
un almac�n que dista dos kil�metros de donde est�bamos. Llegamos al almac�n y
cuando entramos me llevaba de la cintura y eso me gustaba. Me sent�a bien con el
al tiempo que protegida.
A la vuelta el tom� una cortada y al preguntarle yo d�nde iba
me dijo que me mostrar�a una cosa. Pronto llegamos a un balc�n natural donde se
pod�a ver una magn�fica vista de la ciudad. Me pregunt� que si me gustaba y le
dije que s� .Me pas� su brazo por los hombros y me dijo que quer�a ser mi novio.
Yo sorprendida lo mir� y con un gesto de "qu� me importa" le dije que por qu�
no. El me abraz� y me bes� de una forma que me dej� sin aliento. Me sorprend�a
la suavidad con que lo hac�a y cada vez me sent�a mas rara y sin fuerzas. El con
sus besos en los labios y en el cuello no paraba y me dec�a que me quer�a desde
hac�a mucho tiempo pero no se animaba a hablarme. Que era feliz y que quer�a
hacerme muy feliz.
Sus manos en mi espalda bajaron a mi cintura y me acariciaba
la cola y mis muslos por atr�s.
Cuando menos me di cuenta estaba acostada en el c�sped y
medio rendida y luchando porque un temblor se apoder� de todo mi cuerpo. El
introdujo su mano bajo mi corta pollerita del colegio y me acariciaba el abdomen
y apretaba suavemente la ingle. Entre asustada y curiosa ante esta nueva
sensaci�n le ped� que parara por favor. Entonces el m e dijo "No aremos nada que
no ayas hecho antes mi amor". Me sent� atrapada. No pod�a decirle que era virgen
y que todo era fantas�a y coqueteos. Mi cuerpo temblaba cada vez mas y el no
paraba de besarme el cuello y mis pechitos que quedaron al aire cuando me subi�
mis corpi�itos hasta el cuello.
Ya estaba segura que suceder�a. Nunca lo hab�a pensado as�
pero esto era realidad. Sent� miedo.
El ya estaba encima m�o y con su peso me inmovilizaba
totalmente y una de sus rodillas separ� las m�as. Sent� la dureza de su miembro
hinchado sobre mi ropa y se me antoj� inmenso.
Su otra pierna entr� entre las m�as y me las separ�. Yo ten�a
ganas de decirle que parara, que ten�a miedo, que era virgen, que no sab�a
hacerlo, pero mis mentiras me lo imped�an.
Sent� cuando el, sin levantarse desabroch� su cinto y baj� la
cremallera de su pantal�n. De un solo movimiento levant� mi faldita y pude
sentir su palo caliente en mi vientre y el matorral de vellos de su pierna y su
sexo.
Yo ten�a mis manos en su cuello y el no me dejaba de besar y
chupar el m�o
Yo sent�a como sus test�culos colgaba sobre rajita.
Cuando de pronto el de un tir�n rompi� la tirita de mi
braguita, sent� miedo...Le dije que no, pero el me dijo que me comprar�a otra y
no me interpretaba. Yo quer�a que parase, pero no me animaba a decirle nada.
Quedar�a como una tonta en todos lados. Y ya era terror cuando con la otra mano
me las baj� hasta las rodillas por la pierna. Yo estaba seca y con p�nico.
Respiraba r�pidamente y un calor intenso se apoder� de mi.
Quer�a que todo terminara r�pido. Estaba entregada.
El se arque� de pronto y con una mano tom� su pica y la
coloc� en mi rajita. Una punta gruesa y candente me acariciaba la vulva que
nunca nadie hab�a tocado y visto.
La barra de carne caliente separ� mis labios secos y
peque�itos y se aloj� justo en la entrada. Sent�a como ten�a vida esa v�bora con
enorme cabeza.
El estir� sus brazos elevando el torso sobre mi, dio un
empuj�n fuerte y seco. Un quejido sali� de mi boca sin que me lo proponga y
sent� c�mo se estiraba mi conchita al m�ximo.
Puse mis manos en su velludo pecho para pararlo pero el
empuj� con m�s fuerza que me arranc� otro quejido. "Est� bien mi amor, ya te a
entrado la cabecita me dijo".
Yo no lo pod�a creer. Sent�a una sensaci�n de ahogo terrible
y el dolor era insoportable.
Cre�a que ya hab�a entrado todo, pero no era as�. All� me
desesper� y agarr�ndome de sus mu�ecas quise salirme de esa dolorosa situaci�n
pero no pude.
El presionaba m�s y m�s hasta que de un empell�n tremendo
sent� que entraba dentro de mi desgarrando toda resistencia y parti�ndome en
dos. Mi cuerpo se arque� de pronto y un grito me desgarr� la garganta. Ara�� el
cuerpo que me penetraba sin piedad y s�lo logr� que me tomara de mis mu�ecas y
las inmovilizara sobre mi cabeza. El dolor me hac�a llorar y suplicar que me la
sacara pero el no paraba de empujar y empujar. Sent�a como palpitaba el miembro
dentro de mi y luego fue todo un terrible escozor en mis partes bajas. El la
met�a y la sacaba r�pidamente al comp�s de mis quejidos mis ruegos y llanto.
Tranquila putita, me dec�a. Apuesta que nunca tuviste una como esta en tu
concha, verdad mamita?
A los cinco minutos todo hab�a terminado. El cerrando los
ojos y tratando de traspasarme con su verga me dijo "acabo mamita dentro tuyo,
te lleno la concha de leche mi amor", y se qued� quieto encima de m�. Ya era de
noche cerrada. Se levant� y se limpi� con un pa�uelo y lo tir�. Me levant� como
pude porque una puntada en el vientre no me dejaba estar derecha. El ya
arrancaba la moto cuando me di cuenta que ten�a la pollera manchada, y le ped�
que me dejara cerca de mi casa a la que entr� sin que me vieran pues estaba echa
un desastre y me acost� en mi cama.
Despu�s de un rato de dormir me duch� pero el olor a sexo de
ese hombre me acompa�� varios d�as.
Si lees esto est�pido, yo era virgen.