Relato: Mexico lindo y querido (I: El metro) M�xico lindo y querido
Aquella ma�ana llevaba prisa, me dirig�a a la terminal de
autobuses a Puebla, eran las 8.35 a.m. y el vag�n del metro que abord� aunque no
ten�a asientos vac�os iba bastante despejado por lo que decid� acomodarme junto
al estribo de la puerta que no se abrir�a en el trayecto que yo viajaba, en las
siguientes dos estaciones el vag�n se llen� a tope, no hab�a ni un solo hueco
que permitiera movilidad, yo qued� recargado en el tubo que separa y protege al
asiento sin poder moverme, percib�a los olores de la gente, sent�a cuerpos en mi
entorno, nada especial pero de pronto un cuerpo frente al m�o, cara a cara,
empez� a hacerse notorio, qui�n aprovechando los empujones de la gente se situ�
frente a m�, me dio un empuj�n mas y como no ten�a para donde moverme, lo recib�
directamente con el frente de mi cuerpo, as� de pronto, tenia sus piernas junto
a las m�as, su pecho casi en el m�o, excepto porque llevaba mi propia mano al
frente sujetando mi saco, que ahora solo sent�a la presi�n de su panza, su cara
a unos cent�metros, sent�a su aliento, escuchaba su respiraci�n....
Alc� la mirada y lo que vi no fue nada especial, un tipo
com�n, incluso con un poco de barriga, no atractivo, pero con ojos ardientes, me
miraba a los ojos y yo lo ve�a, la corriente el�ctrica cruzo en nuestra mirada,
ve�a su cara que empezaba a te�irse por la circulaci�n, su respiraci�n comenzaba
a hacerse agitada, sent� el chocar de los cuerpos, el calor inundando el m�o,
como puede quite mi brazo que ten�a al frente y lo alc� hacia el tubo que
soporta el techo del vag�n, acto que el aprovech� para rozar mi brazo con su
cara, afortunadamente llevaba la camisa arremangada y continuamente el juntaba
su cara a mi brazo que reci�n hab�a levantado, produci�ndome la lija de su
barba, peque�a descargas el�ctricas en el antebrazo que pon�a mis m�sculos en
tensi�n; una vez eliminado el obst�culo, los sexos se unieron a trav�s de la
sensible mezclilla de los pantalones, roz�ndose, humedeci�ndose....
No pude continuar vi�ndole, sent�a que me ard�a la cara, la
excitaci�n que me provocaba el acercamiento era incontrolable, baj� la mirada,
vi su cuello con las venas hinchadas, percib� su olor dulce de almizcle, su
camisa desabotonada, me dieron deseos de abandonarme al placer cerrando mis ojos
pero ten�a temor de que la gente que nos rodeaba se diera cuenta, con disimulo
voltee la mirada, pero era tanta la gente que hab�a que parec�a que nadie se
percataba de lo que nos suced�a.
Al principio pens� que solo yo era el que iba sintiendo estas
cosas, pero mi verga erecta empez� a sentir la presi�n que la suya ejerc�a, su
verga tambi�n dura y palpitante, y de a poco se fue haciendo mas evidente su
roce suave y firme al ritmo del vaiv�n del tren, que por instantes presionaba
m�s, como si ambos intentaran penetrarse a trav�s de la ropa, era evidente lo
que suced�a, y aunque nadie pod�a ver el bulto que formaban nuestros pantalones
si era notoria la excitaci�n en las caras, en las nalgas que se contraen cuando
el miembro esta trabajando; no importaba ya, la posibilidad que alguien se diera
cuenta ahora a�ad�a un nuevo grado a la calentura de mi cuerpo.
Mi miembro hab�a alcanzado la m�xima erecci�n, casi dol�a al
no poder moverse con libertad, aprisionado en la ropa, vibrante, poderoso,�.
lentamente soltaba su pegajoso liquido,... sent�a que de un momento a otro
lanzar�a un potente chorro, mis piernas temblaban, jadeaba en susurros, en mi
cabeza solo exist�a ya solo las sensaciones y lo estaba disfrutando con
intensidad, lo mejor era que ambos est�bamos sintiendo igual, se notaba porque
hac�amos intentos desesperados de comunicaci�n, su cara se pegaba mas a mi
brazo, las hebilla de los pantalones chocaban entre s�, los miembros enhiestos
se entend�an y mov�an, con impulso propio, se mojaban, uno en honor a otro
Una estaci�n antes de mi bajada, quise abrazarme a �l me
estaba corriendo intensamente, fueron movimientos notorios, chorros de semen
derramado en mi truza, me estaba viniendo en el vag�n del metro, me percataba
del olor del esperma.., sin voluntad mi cuerpo se impulso hacia el, mi cabeza se
inclino y casi llego a su hombro, mord� mis labios�, tome un profundo respiro y
como pude me libre de su cuerpo tratando de alcanzar la salida, momento que
aproveche para detener mi mano en su verga dura, d�ndole un peque�o apret�n de
agradecimiento, le mire a los ojos vidriosos y sal� entre apretones al anden,
camine sin prisa, sent�a que no pod�a coordinar mi cuerpo, todav�a me sent�a
tembloroso; de pronto alguien me toco el hombro, era el, estaba radiante, pienso
que el tambi�n alcanzo el placer como yo, ahora si pude verlo completamente,
tenia buen cuerpo y el paquete de su entrepierna segu�a abultado, caminamos un
tramo juntos y quedamos de vernos a mi regreso de Puebla, me dio una tarjeta con
su nombre y tel�fono que sin darme cuenta perd�.
Aunque no recuerdo su cara, si le guardo en mis mas
especiales experiencias.
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Relato: Mexico lindo y querido (I: El metro)
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