Hola, recuerdan mis anteriores relatos? ( y
).
Pues bien he aqu� mi tercera entrega, adem�s les incluyo mi correo, si alguna
mujer sin importar la edad quiere escribir, les contestare.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Hab�a pasado una semana desde que desvirginara el culito de
mi sobrinita y por una celebraci�n familiar nos juntamos en casa de una cu�ada.
Cuando ella llego, no saludamos como siempre, con un beso suave en la mejilla.
Mi panorama se mejoro cuando ella volvi� en un hermoso y
diminuto bikini negro, que vista, se meti� a la piscina y nado un rato. Yo
estaba a tope pensando en su hermoso trasero. Pase todo el d�a vi�ndola ir y
venir, moviendo sus hermosas caderas, mir�ndome.
Cuando en una oportunidad me dirig� al ba�o, antes de cerrar
la puerta, alguien la detuvo, era ella.
Que haces?, le dije.
Nada t�o, solo necesitaba verte a solas. Me contesto.
Antes de cualquier reacci�n de mi parte, se sent� en el
mueble del ba�o y abriendo sus piernas al m�ximo mientras que corr�a su tanguita
hacia un lado, me dijo � t�o lindo, esta muy mojada, porque no me secas?-. Le di
la mejor chupada que pod�a, con el morbo de saber que nos pod�an pillar, estando
toda la familia ah�. Ella mord�a una toalla para que sus gemidos no se notaran,
sus lindos pies estaban en mis hombros mientras no dejaba de comerle su conchita
y perforar su culito con mis dedos. Hasta que sus temblores se hicieron m�s
r�pidos y logro correse de manera muy abundante.
Por mi parte estaba muy caliente, la puse de rodillas en el
suelo del ba�o, r�pidamente saque mi verga dura y con l�quido pre-seminal en la
punta y ella sabiendo que hacer abri� su boca y comenc� a meter y sacar mi verga
de esa boquita tan rica. Tome su cabeza para dirigir el ritmo de la mamada,
hasta vaciar toda mi leche dentro de su garganta, por supuesto que trago todo
sin decir nada, se limpio un poco y sali� del ba�o, yo me quede unos minutos
para reponerme y salir tranquilamente con el resto de la familia.
Termin� el d�a tranquilamente y volvimos a casa con mi
esposa, hicimos el amor como salvajes. Al otro d�a mi sobrinita vino almorzar
con nosotros. Despu�s de almuerzo mi sobrinita se coloco su hermoso tanga negro
para tomar un poco de sol en el patio. Mi esposa se fue a dormir un poco,
producto del vino ingerido durante el almuerzo.
Mi sobrinita verifico que mi esposa dorm�a profundamente y en
la alfombra de la sala, se puso como perrita, se bajo su tanguita y me dijo �
t�o, ven y enculame, lo estoy deseando-
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Me puse detr�s de ella, abr� sus nalguitas y comenc� a pasar
mi lengua desde su cl�toris hasta su ano riqu�simo, haciendo que �ste se abriera
y dilatara, adem�s de ocupar mis dedos h�bilmente en su culito lograba que ella
ahogara sus gemidos mordiendo un coj�n del sof�. Ella tomo sus nalgas y las
abri� y mir�ndome me dijo � ahora, damelo todo-. Lentamente me baje mi pantal�n,
tome mi verga y apunte a ese ano tan riqu�simo, comenc� a empujar lenta pero
firmemente, haciendo que ella arqueara su espalda y empujara hacia mi. Hasta que
toda mi verga logro entrar en ese conducto tan estrecho y caliente. Ah� comenz�
la diversi�n, me mov�a sac�ndolo casi todo y volvi�ndolo a meter firmemente
mientras ella se frotaba como loca su cl�toris.
Que morbosidad, mi esposa durmiendo y yo en la alfombra de la
sala enculando a mi sobrinita caliente.
As� putita, mueve tu culo rico, le dije al o�do mientras le
tocaba sus tetitas y tiraba de sus pezones. Sus gemidos bajitos me encantaban,
no dejaba de morder el coj�n mientras yo estaba como loco movi�ndome.
Hasta que empez� a moverse m�s r�pido y se corri� como una
salvaje, sin poder aguantar le deposite toda mi leche en tu interior. Se la puse
en la boca y ella la limpio dej�ndola brillante.
Nos quedamos unos momentos as� y ella se fue a lavar para
despu�s seguir asole�ndose en el patio.
La tarde transcurri� sin problemas.
Al d�a siguiente me llamo a mi trabajo para avisar que ir�a a
dejar un encargo. Y que iba dispuesta a todo.
Llegu� de mi trabajo y prepare todo para el momento que
pasar� con esa ni�a caliente. Me ba�e y perfume muy bien. Me vest� con un
pantal�n corto que fuese como y f�cil de sacar. Cuando llego quede de una pieza
al contemplar su belleza, pantal�n de jeans ajustado, peto de color negro que
hacia relucir m�s su vientre plano y la curvatura de sus caderas y permit�a
apreciar el hermoso par de tetitas que ocultaba.
Nos saludamos en la sala con un beso donde nuestras lenguas
se encontraron y lucharon entre s�. Mis manos se perdieron en ese cuerpo que me
trastorna.
T�o, me dijo, si�ntate en el sof� que te dar� la mejor
chupada que hayas probado.
Me sent� en el sof� y mi dulce sobrinita me baj� el pantal�n.
Ella se sac� su peto y sus sostenes permitiendo que pudiese ver esos limoncitos
que se son muy deliciosos.
Tom� mi verga dulcemente con sus manos y comenz� a pasarla
por sus tetitas, por sus pezones ricos y duritos, por su cara. Empez� por chupar
mis bolas lentamente, sin dejar de masturbarme. Besaba mi glande dulcemente y
pasaba su lengua a lo largo y ancho de mi verga que hab�a aumentado de tama�o
con tan maravillosa mamada.
Mientras hac�a eso no dejaba de mirarme, lo que me provocaba
m�s excitaci�n y gem�a como loco. Tom� mi verga y se la engull� completamente,
que placer, su cabeza baja y sub�a por todo el largo de mi verga haciendo que se
atragantara al llegar a la garganta. No dejaba de tocar mis bolas y mirarme
cuando me chupaba como loca. No pude aguantar mucho y le dije � toma mi leche
putita, toma, eres una putita � y mi leche sali� disparada dentro de su
garganta, trag�ndosela y mostr�ndome como en su lengua a�n le quedaba y se la
terminaba de tragar limpiando mi verga tiernamente.
La tom� y proced� a terminar de desnudarla besando cada
cent�metro de piel que dejaba desnuda, haciendo que gimiera bajito. Cuando ya la
tenia desnuda la sent� sobre la mesa de la sala y me arrodille bes�ndole desde
los deditos de sus hermosos pies hasta su monte de venus.
C�meme la concha t�o, por favor, no doy m�s. Me grito.
Abr� sus tiernos muslos y mi lengua se arrastro por ellos
hasta alcanzar esa hermosa conchita, mojadita y lista para ser usada.
Mov�a mi lengua como una serpiente por los labios de esa
hermosa conchita, met�a mi lengua en su interior sac�ndole m�s juguitos ricos.
Alcanc� su cl�toris y comenc� a masajearlo con mi lengua mientras met�a un dedo
en su culito y la puntita de otro en la entrada de su conchita, comenz� a
moverse salvajemente mientras gem�a y ped�as m�s.
Como un rel�mpago su orgasmo llego en medio de movimientos de
caderas, gritos y sollozos, fue realmente incre�ble como se corri� tan salvaje,
quedando toda abierta de piernas y jadeando sobre la mesa.
Que rico t�o lindo, me dijo. La bes� apasionadamente.
Nos quedamos descansando un rato y me dijo - t�o, sabes que
aun no tengo menstruaci�n �
Por favor, hazme mujer plena. Mir�ndome a los ojos y
bes�ndonos como dos enamorados.
Que voy hacer, pens�, por el culo no me hago problemas,
quiz�s nunca alguien le pida o revise por ah�, pero por la conchita, teniendo
solamente 12 a�os. Pero ya que estaba en eso, no me saldr�a de la situaci�n.
La llev� tomada de la mano hacia mi habitaci�n, coloque sobre
mi cama una toalla vieja y la puse sobre ella, le bese en loa labios buscando su
lengua, bese su cuello lentamente, baje besando sus tetitas y sus pezones
sintiendo como se endurec�an en mis labios. Bes� su vientre plano, bajando con
mi lengua hasta tu conchita que ya estaba nuevamente h�meda, se la chupe un
momento para lubricarla.
Cuando me di cuenta que esta lista para ser penetrada, abr�s
sus piernas y puse la punta de mi verga dura y caliente en su entrada � ahora
putita, ser�s mia, le dije � y lentamente comenc� a meterla suavemente en su
conchita. Que placer, que estrecho estaba, que rico se sent�a poseer a una
virgencita como ella.
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Tome sus piernas y las coloque sobre mis hombros, y comenc� a
hacer m�s presi�n sobre su conchita tierna.
Ohh, tiito, que rico se siente, me dec�a entre gemidos y
sollozos.
Yo s�lo me concentraba en no correrme sin disfrutar de ese
momento.
Sent� como mi verga topaba con su virginidad y le dije ahora
mi perrita te har� mujer. Y empuje fuertemente haciendo que mi verga entrara
completamente en su conchita. Su grito, mezcla de dolor y placer, me hizo
quedarme quieto y esperar a que su conchita se acostumbrara al invasor.
Cuando dejo de llorar comenc� a bombear como loco mientras
ella frotaba su cl�toris que era tambi�n estimulado por mi verga.
Mov�a sus caderas en busca de mis movimientos � oh t�o que
placer, que rico, as� dame m�s, m�s, por favor no dejes de culiarme, no me
sueltes, hazme m�s fuerte. Dec�a entre sollozos y gemidos. Duramos como 10
minutos, hasta que se tens� y se corri� mojando mi verga y la toalla con sus
jugos y la sangre que demostraba que ya no era una ni�a, sino una mujer caliente
y llena de sexo.
Ya no daba m�s y empuj� con todas mis fuerzas expulsando mi
leche en su interior logrando que corriera nuevamente.
Que rico sent�, me dijo. Fue maravilloso lo que me hiciste.
Entre sollozos.
La abrace fuertemente y nos besamos. Le pase un pa�uelo de
papel y se lo puso en su conchita, me dijo que no se lavar�a porque quer�a irse
a casa y dormir con mi leche en su conchita.
Volvi� por su ropa a la sala, se visti� y nos despedimos con
un gran beso, prometi�ndome que despu�s lo volver�amos a hacer de esa manera tan
rica.
As� fue como ya mi sobrinita no era una ni�a, sino una mujer.
Despu�s les contare m�s
Mujeres escr�banme.