Desde mi primera experiencia zoo no pude con el secreto y
recurr� a internet para contarlo y aliviarme de esa extra�a necesidad, pero
aunque me gust� compartirlo, no sent� el desahogo completo como esperaba.
Despu�s de aquella fiesta en que me inici�, he tenido otras aunque escasas
experiencias y cada una de ellas iba incrementando mi morbosa necesidad de
cont�rselo a mi esposo, hasta hacerse, esta necesidad inaguantable; Muchas
lectoras pensar�n: "Deber�a cont�rselo abiertamente, sin rodeos", pero si
conocieran a mi esposo entender�an mis dificultades.

Mi esposo es un hombre serio y muy correcto en todas sus
actuaciones, me ama sinceramente y compartimos este lindo sentimiento. �l es
Ge�logo y su trabajo lo lleva fuera de la ciudad con frecuencia, a veces por
temporadas largas, esta circunstancia ha favorecido que yo haya descubierto la
zoofilia. Tenemos una excelente relaci�n y esto junto con su seriedad me
empujaba a ese conflicto de querer ansiosamente cont�rselo y sentir un miedo
tremendo de hacerlo. El solo pensar en hablarle de mis aventuras me pon�a
caliente.

Un d�a, en sus recientes vacaciones, despu�s de hacer el amor
apasionadamente, en esa calma siguiente charl�bamos sobre sexo, saltando de un
tema a otro y entonces le solt� un comentario aparentemente sin importancia, le
cont� que hace poco fui a visitar a nuestra amiga Katty para luego salir a
caminar, mientras ella se arreglaba para salir yo me sent� en el recibidor y me
llam� la atenci�n que Anubis, su perro, comenz� a olisquearme y sacando la punta
de su miembro se me encaram� tratando de taladrarme las rodillas y que a pesar
de que yo lo retiraba bruscamente, insist�a en hacerle el amor a mis piernas.
Mientras le hablaba lo observaba como descuidadamente pero sin perderme detalle
de su reacci�n y not� que el tema, nuevo entre los dos, suscitaba su atenci�n.

Me cont� cosas que, seg�n �l, comentaban acerca de relaciones
sexuales con perros, practicadas por algunas mujeres, unas conocidas por �l,
otras an�nimas; me platic� de algunos chismes relativos al tema que hab�a o�do
en esta u otra ciudad a donde ha ido por su trabajo. La charla flu�a y Yo le
cont� una historia ficticia en la que hab�a sorprendido a nuestra vecina y amiga
Katty haci�ndolo con su perro en su departamento le dije que casualmente yo
ten�a una llave que ella me hab�a dado el d�a anterior para ir a buscar mi
bolsito que se hab�a quedado all� y hasta ahora iba a por el, entonces fue
cuando la sorprend� en esos placeres. Alonso, mi esposo se entusiasm� con mi
relato y me apremiaba a describirle detalles, finalmente me pregunt� que hab�a
sentido yo ante esa visi�n y le dije que aunque me daba un poco de asco me hab�a
excitado, le refer� tambi�n que Katty, lejos de sorprenderse y sentir turbaci�n,
continu� haci�ndolo ahora m�s excitada y que luego me cont� que lo hac�a desde
los 17 a�os. Alonso estuvo en silencio algunos minutos con el ce�o fruncido y en
tanto yo, sent�a crecer mi preocupaci�n, desde luego lo que le hab�a contado era
mentira en parte y ahora comenzaba a arrepentirme de haberme ido de la lengua,
tem�a que censurara mi amistad con Katty. De pronto me pregunt� si ve�a posible
que Katty, crey�ndome sola, accediera a traer a Anubis a nuestro piso y tener
una relaci�n. �Oh Alegr�a!, la cosa iba tomando su buen rumbo; le respond� que
era probable, pero tendr�a que darle la seguridad de que estoy sola. Alonso se
call� nuevamente, yo lo observaba y vi que su pene se hab�a puesto erguido e
invitador. �Que poco conoc�a yo a Alonso!

Mi esposo hizo su plan y me propuso invitar a Katty con su
perro a nuestro piso, dijo que se le hac�a dif�cil creer que esas cosas se
dieran y solo se convencer�a si lo viera personalmente, agreg� que permanecer�a
oculto en la alcoba de visitas y desde all� podr�a observar sin ser visto,
siempre y cuando la escena se realizara en nuestra salita. Yo no me esperaba
esta reacci�n y me apresur� a prometerle que traer�a a Katty, que sabiendo que
�l estaba presente me sentir�a mejor observando la acci�n. Luego hicimos el amor
con mayor energ�a y pasi�n.

Habl� con Katty y le refer� lo que acabo de relatar, ella
accedi� alegremente a hacer una demostraci�n para mi esposo, fingiendo creer que
�l no estaba, agreg� que ser�a m�s emocionante sabi�ndose observada no solo por
mi sino tambi�n por mi esposo y me felicit� por haber logrado preparar el
terreno para revelarle mi secreto.

Siguiendo el plan Alonso llam� a Katty para contarle que
estar�a fuera una semana, despedirse y pedirle como siempre que cuidara de mi
como lo ven�a haciendo, etc.... Lleg� el d�a de la demostraci�n y Katty llam�
para anunciarme su visita, mi esposo dispuso su observatorio y cuando llamaron a
la puerta se refugi� en el. En efecto era Katty que ven�a acompa�ada de Anubis,
un cari�oso y juguet�n Labrador. Nos acomodamos en el recibidor y fingimos
charlar descuidadamente pero la tensi�n se iba haciendo tan s�lida que podr�a
contarse con cuchillo, La situaci�n era nueva para los cuatro, para cada cual a
su modo, Katty estaba nerviosa y excitad�sima y yo a su altura al sabe que mi
esposo compartir�a conmigo lo que se avecinaba, �l tendr�a ya su miembro en la
mano y hasta el perro se notaba inquieto y echado sobre la alfombra dejaba ver
la punta roja de su resbaloso miembro.

De pronto Katty lo llam� y el perro como si esperara la se�al
vino hacia ella recostando su cabeza en sus piernas y gimiendo complacidamente
ante las caricias que su bella ama le prodigaba, como pude le indiqu� a mi amiga
que se cambiara de puesto para que Alonso pudiese apreciar mejor la escena, ella
comprendi�, se levant� pretextando ir al WC y al volver ocup� el puesto
indicado, en tanto se hab�a pasado los dedos por su ya h�meda concha y luego
frot� con ellos el hocico de Anubis; �ste reacciono como movido por un resorte,
comenz� a gemir y trataba de atacar sus piernas, Ella lo tom� de la cabeza y
llev� su nariz a su concha bajo la falda, el perro se impacient� m�s, entonces
Katty se sac� sus panties y qued� expuesta a la lengua del can; �ste comenz� a
lamer con fruici�n y excitaci�n, se puso m�s inquieto, arqueaba el espinazo y ya
lam�a, ora se retiraba y miraba atentamente a Katty como rog�ndole que se diera
la vuelta. Ella jug� con �l un poco m�s y luego se sac� completamente el vestido
quedando desnuda, Anubis salt� sobre ella sin darle tiempo a agacharse y trataba
de clavarle una pierna, mi amiga se coloc� en posici�n y el can, bien entrenado
encontr� pronto la rajita h�meda e hinchada que lo esperaba, el perro
sinti�ndose en camino empuj� a fondo arranc�ndonos un gemido, luego aceler� su
mete y saca durando en ese vaiv�n unos minutos en los que Katty excitad�sima
alcanz� un orgasmo pleno, luego por acomodarse mejor levant� las nalgas haciendo
que el instrumento del can se saliera, entonces muy sol�cita tom� ese miembro
para acomodarlo nuevamente en la entrada y en mi excitaci�n cre� o�r un
entrecortado suspiro procedente del cuarto de las visitas.

El animal capt� el calor de la concha de su amante y
arremeti� de nuevo con m�s vigor ganando velocidad de pronto se detuvo, se
balance� en sus patas buscando apoyo firme y empujo con fuerza metiendo su ya
crecida bola, Katty dio un gritito de dolor y placer, se ech� hacia delante por
la fuerza del envi�n pero ya lo ten�a todo adentro, entonces el can renov� sus
embestidas alcanzando cada vez mayor velocidad y en el momento en que Katty
aullaba de tan intensa y larga corrida, se detuvo, arque� el cuerpo y penetr�
a�n m�s qued�ndose quietecito en esa posici�n mientras llenaba de semen la
vagina de mi amiga, en tanto yo, superexcitada me masajeaba a gran velocidad el
cl�toris asegur�ndome de que mi esposo me viera, el pobre deb�a estar como un
volc�n a punto de erupci�n.

Anubis solamente se ve�a mover por lo agitado de su
respiraci�n, con su lengua afuera goteaba sudor sobre el piso y su caja tor�xica
parec�a presa de convulsiones, yo sab�a que segu�a eyaculando dentro de mi
amiga, llen�ndola mientras con su enorme bola adentro tapaba la salida para que
no se escapara ni gota, su mirada era borrosa y si creen que la cara de un perro
no tiene expresi�n les dir� que si la tiene, anubis parec�a transportado,
extasiado, su placer se reflejaba en su cara. Despu�s de unos cinco minutos pas�
una pierna sobre las nalgas de su amante y se volte� quedando cola con cola bien
abotonados, yo, que ya hab�a tenido un explosivo y duradero orgasmo, tom� la
cola del perro y la apart� para que mi esposo pudiera apreciar mejor esta
incre�ble abotonada luego los dej� as� y entr� a la alcoba donde estaba Alonso,
lo encontr� tembloroso, con el pene en la mano a punto de reventar, sin mediar
palabra lo tom� en mis manos, me arrodill�, lo introduje en mi boca y en menos
de treinta segundos, crispando todos sus m�sculos me solt� con fuerza toda su
carga, �Qu� corrida! Nunca le hab�a durado tanto ni hab�a soltado tanta
cantidad.

Me limpi� un poco y fui a asistir a los amantes que
continuaban atorados, Katty estaba a punto de llegar nuevamente, ten�a su concha
inflamad�sima y abombada hacia afuera por la presi�n de la bola que se hab�a
tragado, su cl�toris presionado desde adentro se proyectaba inusualmente, no
pude resistir toc�rselo y al presionarlo entre mis dedos mi amiga empez� a
temblar y a moverse un poquito con lo cual la bola lo empujaba m�s y en pocos
segundos, dando un alarido se abandon� a un nuevo, profundo y sostenido orgasmo,
sacud�a la cabeza arriba y abajo y se mord�a el labio inferior mascullando algo
ininteligible. Pasada la tormenta continuaron pegados unos 10 minutos m�s
mientras el bulbo reduc�a su tama�o y finalmente el perro de un tir�n se solt�
al tiempo que chorros de semen sal�an a gran presi�n de la gruta de Katty, (que
enorme conjunto formaba ese �rgano, su longitud era fenomenal y que decir del
bulbo, era inmenso y pensar que estaba mucho mas gordo dentro de Katty; siempre
me ha asombrado a pesar de que lo conozco muy bien). Ella se tir� al suelo
temblorosa y sin �nimos para levantarse, goterones de semen segu�an saliendo
formando charco en el piso mientras la concha retornaba lentamente a su tama�o
normal.

Mientras Katty se duchaba yo limpi� el piso y orden� la
salita, el perro se desinflam� y pudo guardar su aparato dentro de su funda,
entonces Katty, fingiendo recordar algo urgente se despidi� y se march� con su
mascota y yo retorn� al lado de mi esposo e hicimos el amor salvajemente.
Durante el resto de sus vacaciones no volvimos a hablar del asusnto, se le ve�a
pensativo, como en una confrontaci�n interior, yo me arrepent� de haberlo
inducido a ir contra sus principios. A los pocos d�as recibi� una llamada
urgente donde le informaban del estado de avance de la prospecci�n que estaba
realizando en el norte y como en la etapa final ten�a que estar personalmente al
frente de los trabajos, se march� sin hablar mas del asunto dej�ndome
desconcertada y arrepentida. Pero esto no dur� mucho, tres semanas despu�s
regres� para el fin de semana y �Oh sorpresa! Me tra�a como regalo un Labrador
dorado de unos diez meses de edad, no me platic� nada sobre ese regalo o sus
intenciones y el lunes muy temprano regres� a su trabajo dej�ndome aun m�s
desconcertada y expectante.

Desde hace dos semanas me he dedicado con exclusividad a
regalo como he llamado a mi Labrador poro no he logrado nada, con paciencia y
algunos trucos he hecho que me de unos leng�etazos pero nada m�s, parece que no
le intereso, le doy masajes, lo trato de pajear pero solo asoma la punta roja
por momentos y la vuelve a enfundar, he recurrido a Katty pero ella no sabe como
entrenarlo pues su anubis se lo regal� una se�ora que ocup� su pisito antes de
que ella se trasladara all� y ya sab�a que se esperaba de �l. He consultado en
internet pero los consejos que he encontrado no dan resultado, en tanto mis
ansia aumentan, quiero triunfar sobre �l, esto se ha convertido en un obsesi�n
�Qu� debo hacer?, si alguien sabe realmente como amaestrarlo para esto, por
favor instr�yeme, env�enme sus consejos a:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO. Los espero con verdaderas ansias.