Actualmente me he mudado de departamento. Hacia tiempo viv�
en un sector muy exclusivo en tanto se terminaba la construcci�n de mi casa.
En aquel tiempo, lleg� a la puerta contigua a la m�a un
hombre muy atractivo, sumamente alto, quiz� algo m�s de 1.90 y de cuerpo de
tentaci�n, ancho de espaldas, sin barriga, pies grandes, piernas largas, cuello
macizo y grueso..... piel morena, grueso y abundante bigote..... ufff.... verlo
en aquel tiempo y recordarlo ahora me pone a miles de grados cent�grados de
calor acumulado.....Todo un tipazo.
Abel, que era su nombre, estudiando un posgrado en Medicina
en una Universidad local y realizaba sus pr�ctica en el hospital comunitario
cercano a nuestro domicilio.
Cierto fin de semana coincidimos en la piscina del deportivo
de nuestra comunidad y fue cuando vi como se quit� el pants y qued� en una tanga
blanca que resaltaba su virilidad, y esas nalgas que sin querer me di cuenta que
me gustaba. Lo vi nadar y me dediqu� a admirar a ese adonis tan suculento.
De improviso sent� un empell�n.... aquel motivo de mi
calentura me avent� dentro de la piscina y quiso sumergirme; yo luch� con �l
pero en un momento su pene roz� y se desliz� por mi pierna, eso me puso nervioso
y sal� del agua corriendo con miedo de que �l se enterara de que mi propia verga
estaba a todo su esplendor..... es decir, yo me encontraba super caliente por el
solo contacto con su pecho y sus piernas peludas. Pens� que intentaba jugar,
pero nunca que coincidiera en mis intenciones.
Pasaron casi tres semanas hasta que un viernes me invit� a su
departamento para tomar la copa y platicar... me dijo que siendo vecinos no nos
d�bamos tiempo para conocernos. Acept� desde luego, y cuando llegu� a su puerta,
abri� enfundado en un short blanco ajustado que se transparentaba y se ve�a su
bikini blanco de ropa interior que enseguida hizo que se pusiera dura mi verga,
s�lo de imaginar que bajaba sus calzones y su verga pod�a llegar a mi boca para
mi deleite.
Sirvi� el primer par de copas y la charla tom� diferentes
derroteros: empezamos a jugar y bromear y �l tom� la iniciativa de hablar de
sexo y me dijo que en los dos a�os que ten�a en mi ciudad no hab�a tenido sexo,
y que s�lo fajes con algunas chicas porque nadie se atrev�a a acostarse con �l
porque ten�a el �defecto� de tener un enorme garrote entre las piernas... not�
cierta lujuria en su mirada, y le dije yo s� qui�n se acostar�a contigo y no le
importar�a que tuvieras una verga de caballo, es m�s es su mayor deseo.
Intrigado me pregunt� quien era esa persona, yo le dije que investigara y como
est�bamos tan cerca, empezamos a juguetear hasta estar casi abrazados, y me
volvi� a preguntar qui�n y yo me arm� de valor y le dijo yo soy, me solt� y se
me qued� viendo sin decir nada, yo apenado me fui al ba�o temiendo su reacci�n,
pero mi calentura me ped�a arrojarme al abismo y pagar mi culpa, fuese cual
fuese.
Cuando salgo del ba�o, me llega por atr�s y me abraza. Con
una de sus tremendas manazas vuelve mi rostro y deja que su lengua ardiente
entre a presi�n en mis labios; yo t�midamente le correspondo, �l r�pidamente se
enciende al igual que yo y abre su boca, cubriendo la m�a, pr�cticamente me
devoraba a besos su lengua se introduc�a en mi boca y provocaba la m�a, me quit�
la playera y yo la suya, yo en una entrega totalmente pasiva me abandon� en sus
musculosos brazos someti�ndome a lo que �l quisiera, lami� mi cuello y descendi�
hasta mis tetillas, las cuales chup� y mordi� como un desesperado mientras yo
s�lo gem�a de placer, y luego baj� mi short y mi trusa y con su lengua recorri�
mi verga que imposibilitada para crecer m�s ped�a palpitante se le diera
atenci�n; Abel empez� a chupar la cabeza, y cuando empez� a bajar y subir mi
prepucio con sus labios, me hizo estallar de placer y se le meti� todo, luego
volvi� a subir y devorarme a besos, y en ese intercambio de �sculos de
permanencia voluntaria, con sus manos tom� mi cabeza y la empuj� hacia abajo yo
con mi lengua recorr� su pecho mordisqueando sus tetillas, y luego recorrer su
duro abdomen y con mis manos quitarle su short, y con mi boca quitarle su bikini
hasta llegar al pie y subir lamiendo ese pie, luego la pierna y muslo hasta
llegar a ese enorme verga que lam� y trate de meterme despacio, porque sus
dimensiones escapaban a todas las vergas humanas que hab�a conocido hasta
entonces: incircuncisa, muy gruesa, muy larga, sumamente cabezona..... enorme,
animalesca, pero rica, deliciosa.... �l me dijo que lo hiciera despacio,
tranquilamente, que todo era cuesti�n de amoldar mi boca a su arma..... cosa que
hice lentamente la iba introduciendo ese pedazo de carne venoso caliente y con
liquido saladito, hasta que �l se dio cuenta y empez� con un vaiv�n en mi boca,
mis labios se deslizaban a trav�s de su tronco y mi lengua jugueteaba con ella
�l buscaba lubricarla con mi saliva hasta que mi boca llegara a sus huevos,
misi�n materialmente imposible.... Cuando aquella cabezota choc� en la garganta
lanzaba unos gemidos de placer, finalmente y en el momento de tenerla tocando mi
campanilla se vino y fue electrizante sentir esa descarga de mecos en lo m�s
profundo de mi garganta.
�l se tir� al suelo y chup� mi culo con enjundia, haci�ndolo
palpitar y dilatarse, para inmediatamente, continuar haciendo un recorrido
ling�al.
Empez� a chuparme la verga; a diferencia de m�, �l la
succionaba desde el principio y yo enloquec�a de placer con la excelsa chupada
que recib�a, mientras dos de sus dedos invad�an mi hoyo trasero hasta que
estall� y en su boca y garganta descargu� los chorros de mecos acumulados.....
�l se levant� y me ayud� a levantarme y volvi� a devorarme a besos mientras sus
manos manoseaban mis nalgas y mi ansioso y excitado culo.
Ya levantados seguimos bes�ndonos apasionadamente, segu�a
hurgando en mi agujero y luego se sent� sobre la cama y me abri� de piernas de
espaldas �l. Se puso un cond�n y me sent� en su tranca que no entr� m�s que la
cabeza y sent� mucho dolor y me dijo: �Tranquilo chiquito, s�lo es al
principio�... y de golpe y porrazo me la introdujo toda yo sent� quebrarme del
dolor pero al empezar el sube y baja de manera lenta el dolor se transform� en
placer yo disfrutaba cuando su verga estaba completamente dentro de m�.
Cuando estaba toda dentro, me besaba y dec�a eres
completamente m�o, haci�ndome sentir que estaba bajo su dominio, al darse cuenta
que ya no me dol�a, empez� con un vaiv�n hacia mi lastimado pero gozoso culo
embisti�ndome como un toro mientras nos devor�bamos a besos, hasta que sent� que
se vino y sac� su vergota de mi interior; se quit� el cond�n y yo se lo agarr�
pero ca�mos al suelo y culminamos con un 69 fabuloso.
Mi hermoso vecino me hizo gozar tanto que no me queda duda de
que los hombrazos altos y vergudos, son excelentes cogedores, aunque lastimen.
Nos despedimos esa noche como si nada, y volvimos a tener
sexo otras veces. �l regres� a su lugar de origen, no sin antes presentarme a
su esposa e hijos y ha vuelto a visitarme, a veces solo, a veces acompa�ado,
pero siempre encontramos la manera de revivir nuestra caliente primera cita. Es
delicioso ser cogido por un hombrazo de esas dimensiones y poseedor de un
atractivo y una ternura que rayan en lo id�lico.
Gracias Abel por esa rica experiencia.