Relato: dominadas
Tengo una capacidad mental extrema. Supongo que si pudiera vender mi don, si pudiera ense�arselo a alguien estar�a forrado de dinero y no tener que estar en un despacho aguantando problemas conyugales de mis clientes. Soy capaz de conseguir que las mujeres hagan todo lo que yo quiera, donde yo quiera y cuando yo quiera. Y hablo de sexo. Lo descubr� desde peque�o y con el tiempo fu� perfeccion�ndolo. He probado todo m�s por curiosidad que por necesidad pero hay quien dice que hasta de mujeres se cansa el hombre. !qu� raz�n tienen!. Ya tengo menos inter�s, pero a�n recuerdo con alegr�a mis principales "logros" con mujeres a las que le ten�a ganas, incluyendo las que no me ca�an bien. Aquella que entraba en los ba�os de la facultad de derecho y que cada ma�ana me la chupaba por el simple hecho de que yo se lo pidiera. La profesora ya madura que me suspendi� y quise que se masturbara delante de m� meti�ndose un rotulador, la doctora que me abri� su culo para m� y un largo etc�tera. S�lo tengo que ponerme delante de la susodicha, mirarla a los ojos y pedir. El caso m�s escabroso que recuerdo y el �nico que contar� con detalles fue la juez de la sala de lo civil que no voy a pronunciar, tan perra como buena f�sicamente a la que me dirig� tras una desastrosa sentencia para mis intereses y los de mi cliente en que le dije: "Su se�or�a, me gustar�a que me llamase cuando usted crea que su co�o est� m�s mojado para que se meta usted los dedos, cuantos m�s mejor y se los chupe luego para que as� se de el gustazo de probar y tragar sus propios flu�dos. A ser posible, me gustar�a que se corriese de gusto y se lo limpie posteriormente. Ah! y si me ve excitado, luego me gustar�a que me la chupara y evidentemente sin dejar rastro de mi corrida. Me llam� 4 d�as despu�s, cuando yo cre�a que mi "don" estaba desapareciendo o al menos que no funcionaba con elementos de la justicia ordinaria, me cit� en su estudio del centro de M�laga y me recibi�. Sin previo aviso me sent� en un butac�n enfrente de la cama, se tumb�, se baj� sus bragas pegadas a su co�o y mojadas como nunca hab�a visto, se abri� de piernas y me lo ense��. Estaba tan cerca que pod�a verlo mojado hasta la pastocidad. Se acarici� el cl�torix y pronto empez� a emanar flu�dos y sin decir nada, porque ya sab�a perfectamente lo que hacer, empez� a meterse 2 dedos. Los sacaba empapados y los chupaba con deleite, luego repiti� la actuaci�n varias veces, tantas que hasta que por su boca sobresal�a su humedad, que lam�a con su larga lengua. El culmen vino pronto acompa�ado de un peque�o chorrito que cay� por su mano pl�cido y lento y que tambi�n chup� y trag�. Vino hacia m�, que estaba al borde de la locura, me baj� los vaqueros mis slips y se la meti� en la boca, me puso sus manos en mis gl�teos y engull�a mi polla hasta que muy pronto estall� no dentro de su boca, sino m�s bien de su garganta. Cerraba la boca con ansia con mucho cuidado para no dejar caer ni una sola gota de mi semen y olo trag� todo. Me la dej� tan limpia como tras una buena ducha y no pareci� molestarla nunca. Y lo mejor del don es que tal como desaparezco de delante de �stas mujeres, al instante no recuerdan lo ocurrido. �soy o no soy afortunado?
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Relato: dominadas
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