No lo perturb� el diagn�stico.
�Hiperplasia, normal a su edad, es evidente que hay una
peque�a infecci�n que le produce el ardor al orinar. Igualmente vamos a hacer un
an�lisis as� eliminamos toda duda.
Tampoco lo perturb� el haber perdido su, celosamente cuidada
durante 60 a�os, virgindad mediante el tacto rectal.
Despu�s de todo hab�a sido con un fin terap�utico y sab�a
que, tarde o temprano, ese momento llegar�a como le llega a la mayor�a de los
hombres, por m�s machos que sean.
��Me puedo vestir doctor?
�No quedes� as� que ahora mi asistente le va a indicar como
hacerse los masajes. Yo lo vuelvo a ver cuando tenga el resultado de los
an�lisis. Tome, esta es la receta del antibi�tico. Buenas tardes.
�Ah� empez� a perturbarse!
�Masajes? Se acord� del cuento* y a pesar de esbozar una
sonrisa no se le calm� la inquietud.
Entr� la asistente del m�dico, una joven bastante bonita que,
luego de saludarlo se puso un guante de latex, y lubricando el dedo central
perpetr� la segunda penetraci�n anal del d�a.
Con todo el dedo adentro comenz� a rotarlo suavemente.
El dejaba hacer mansamente. La joven le iba explicando paso a
paso para que �l supiera como hacerlos y le pudiera explicar a la persona que se
los hiciera en lo sucesivo.
Alarmado, sinti� que estaba teniendo una erecci�n. Trato de
disimularla y la joven, que se di� cuenta, le dijo:
�No se preocupe, es l�gico debido a la estimulaci�n que le
estoy aplicando a la pr�stata, estoy acostumbrada.
No se tranquiliz�, la erecci�n se estaba intensificando y en
un momento, por m�s que hizo lo imposible, no pudo controlarse y acab�
abundantemente embadurnando la camilla con semen.
Evidentemente estaba viviendo el peor momento de su vida,
deseaba que la tierra se lo tragara. La verguenza hab�a te�ido de rojo su cara y
el calor que sent�a no aflojaba.
�El derrame de l�quido seminal es normal y se produce en la
mayor�a de las sesiones de masajes, no se preocupe, estoy acostumbrada. �volvi�
a repetir.
�Que derrame! Era una acabada como hac�a tiempo no recordaba
haber tenido una.
La joven, eficientemente, sac� la sabana que cubr�a la
camilla, le extendi� uno de los extremos para que �l se limpiara los restos de
semen que ten�a en el miembro a�n erecto y di� por terminada su actuaci�n.
��Entendi� bien como hacerlos, no? Ok, buenas tardes.
S�lo y apesadumbrado, se arregl� la ropa y cuando recuper� el
color normal de su rostro sali� del consultorio.
�Que contrariedad! �Quien le iba a hacer los masajes? A su
mujer ni loco se lo dec�a. Se mor�a de verguenza. �Donde ir�a a parar su orgullo
machista!
Pens� mil variantes pero ninguna lo convenci� del todo. Lleg�
a la conclusi�n que �l mismo se los har�a, as� preservaba totalmente su
masculinidad.
La segunda sesi�n fue casi un calco de la primera pero sin la
verguenza ya que no hab�a testigos de lo que all� sucedi�.
En la tercer sesi�n, cuando sinti� que la pija se le estaba
parando, comenz� a masajearsela con la mano libre.
El pensamiento lo inquiet�, �se estar�a volviendo puto?,
porque lo que sent�a le causaba una agradable y placentera sensaci�n.
�Lo que el se estaba haciendo no era una paja homosexual?
�Ser�a cierto que los homosexuales, practicamente no ten�an
problemas prost�ticos por todos los masajes que recib�an al tener relaciones
sexuales?
El incremento de la tensi�n lo alej� de sus pensamientos e
imprimiendo mayor presi�n y velocidad a su mano, acab� intensamente. No dud�,
esa era una de las mejores pajas que se hab�a hecho en su vida.
A partir de ese momento ya no le preocupaba tanto tener que
hacerse los masajes, es m�s, hasta esperaba con un poco de ansiedad el pr�ximo.
Acostumbrado a sacar el mayor provecho de las situaciones,
por m�s adversas que fueran, comenz� a buscar documentaci�n en Internet.
Puso "pr�stata" en el buscador y se desplegaron miles de
p�ginas con informaci�n.
Despu�s de varias horas de navegar, estaba satisfecho con los
resultados. Conoc�a m�s el funcionamiento de la misma y encontr� algunos
detalles interesantes que exced�an lo meramente cient�fico.
Se enter� de las similitudes que la pr�stata ten�a con el
punto "G" femenino. Ambos tienen numerosas terminaciones nerviosas de gran
importancia en la concreci�n del orgasmo.
En una p�gina sobre juguetes sexuales, descubri� que exist�a
un vibrador especial para el punto "G" que por extensi�n tambi�n era utilizado
por muchos hombres como estimulador pr�statico.
Durante unos d�as estuvo dudando, �no ser�a ir demasiado
lejos? Pero al final fue a un Sex Shop y compr� uno dejando bien aclarado al
vendedor que era un regalo para su mujer.
Ese d�a esper� con cierto excitante nerviosismo el momento de
hacerse el masaje.
Siempre aprovechaba cuando su mujer iba a buscar a los nietos
al colegio y luego, en la casa de su hija, esperaba con ellos que �sta volviera
del trabajo.
Prepar� todo, se desnudo porque as� acababa tranquilamente
sobre su panza, unt� lubricante en el vibrador, se lo introdujo en el culo y lo
puso en funcionamiento.
Enseguida comprob� que el placer que le produc�an las
vibraciones era muy superior al que pod�a lograr con el dedo, la pija se le par�
rapidisimo y mucho m�s. Cuando la tuvo bien dura comenz� a pajearse. Con
satisfacci�n comprob� que ten�a la mano izquierda libre y pod�a acariciarse las
bolas. Jug� un largo rato al cabo del cual sinti� la cercarn�a del orgasmo.
Logr� una acabada sublime. Estaba euf�rico.
No hay mal que por bien no venga, pensaba. Gracias al
trastorno prost�tico hab�a descubierto una forma nueva de disfrutar del sexo.
No muy ortodoxa para su esquema mental, pero despu�s de todo
hab�a que modernizarse un poco, que tanto.
�B�rbaro, todo perfecto, ya puede terminar con el antibi�tico
y con los masajes �le dijo el m�dico cuando volvi� a verlo con los an�lisis.
�Que suerte! El antibi�tico dejar�a de tomarlo pero los
masajes seguir�a haciendosel�s, despu�s de todo mejor es prevenir que curar.
PD: Escucho cr�ticas y elogios, escribanme, gracias
Nota del autor:
*Un tipo sale del consultorio del m�dico y se encuentra con
un amigo
��Como and�s, tanto tiempo?
�Bien, vengo del m�dico. Tengo un problemita en la pr�stata y
me est� haciendo masajes.
��Si, che, c�mo son?
�Me acuesto boca abajo en la camilla, con las piernas
apoyadas en el piso. El doctor me pone una mano en el lado derecho de la
cintura, la otra en el lado izquierdo, me agarra fuerte y con la
otra.............�����HIJO DE PUTA!!!!!