Relato: Vergas vemos... Hace 9 a�os, reci�n tenia yo 23 a�os y comenc� a vivir solo,
a disfrutar las mieles de la independencia, y creo que me volv� m�s responsable,
sin embargo, como siempre lo he dicho, la verga es la verga, y cuando me llegaba
la calentura cabrona pues f�cilmente ca�a en la tentaci�n, al fin y al cabo ya
ten�a un lugar completito para mi.
Resulta que un s�bado me qued� de ver con unos amigos de la
universidad, todos gays, en casa de otro, a veces nos junt�bamos ah� para
platicar y tomar la copa, sin sexo de por medio. Al sal� de ah� nos fuimos a un
bar c�ntrico y que era famoso por aceptar clientela gay. Eramos 3 en total, y
ocupamos una mesa.
Estando ah�, Pepe, uno de mis amigos, se encontr� con dos
conocidos de �l y luego luego los invit� a nuestra mesa. La verdad eran dos
tipos chacalones, como decimos en M�xico, tipo obreros, sin mucha educaci�n;
uno, que ni su nombre recuerdo era medio gordo y feo, y el otro, que se sent�
junto a mi, se llamaba Ricardo, era como de 35 a�os, de 1.80mts, m�s o menos,
moreno, de facciones muy toscas pero me resulto atractivo, feo pero cachond�n,
de cuerpo musculoso, buena pierna, el cl�sico macho casado y cachondo�
Estuvimos platicando de pendejada y media, estos dos tipos se
dieron cuenta de inmediato que eramos gays y nos siguieron la charla. As�
est�bamos cuando por accidente baje mi mano y call� en la pierna de Ricardo, de
inmediato sent� su muslo duro y fuerte y �l r�pido me mir� y yo quit� mi mano
nervioso� La luz del lugar era muy tenue y Ricardo aprovech� un momento sin que
nadie se diera cuenta para agarrar mi mano y ponerla nuevamente sobre su pierna
mir�ndome a los ojos. Yo me qued� inm�vil y sent� como su mano raposa y enorme
fue empujando mi mano hasta llegar al bulto de su entrepierna, como sobando su
verga bajo su pantal�n de mezclilla con mi propia mano� Claro que a mi el nervio
se me fue quitando y la calentura me fue llegando�
As� estuvimos en rato hasta que a las 2 de la ma�ana nos
avisaron que iban a cerrar el bar (es lo malo de vivir en una provincia
peque�a), as� que nos levantamos y salimos todos del lugar. Afuera nos
despedimos y Ricardo se ofreci� a acompa�arme, as� que nos fuimos juntos
caminando a mi casa, en ese entonces viv�a en el centro de la ciudad, a unas 5
cuadras del bar donde est�bamos.
Llegamos a mi casa platicando de cosas intrascendentes, y lo
invit� a tomar una cerveza, entramos y r�pido saque dos cervezas de la cocina y
nos sentamos en la sala, yo me sent� junto a �l, y como a los 5 minutos volvi� a
agarrar mi mano y la paso nuevamente sobre su paquete. Me dijo: "Te gusta?", yo
le dije que si, "Con mi vieja no puedo hacer lo que quisiera, casi no le gusta
coger a la cabrona y ando bien caliente, quieres ver como tengo de dura la
verga? " me dijo, por supuesto que le respond� que si, y levant�ndose se quit�
los zapatos y el pantal�n, y yo como pendejo me qued� admirando sus piernas
musculosas, lampi�as, y su verga dura que hac�a que su trusa pareciera carpa de
circo. Se sent� de nuevo junto a mi y me dijo: "Ll�gale cabr�n, at�scate con tu
vicio, dale una mamadita no seas gacho, que te encanta la verga cabr�n!" Yo me
hinqu� frente a su trusa y comenc� a acariciar esa trusa blanca, sopesando los
huevotes que ten�a el g�ey. Acerqu� mi cara y comenc� a besar esa delicia que
ten�a ante mi, ol�a a limpio pero con un fuerte aroma a macho, el cl�sico aroma
a verga caliente que tanto gusta�
Levant� un poco su cadera y baje con mis manos su trusa (por
cierto que soy fetichista de esas prendas intimas masculinas), su verga sali�
disparada apuntado a su ombligo, muy morena, con prepucio, curveada ligeramente
hacia la izquierda, como de unos 17cms., gordita y brincaba ansiosa de mis
atenciones� Comenc� acariciando sus grandes huevos prietos y peludos, el cabr�n
se desabroch� su camisa y se la quit� mientras suspiraba y me dec�a: "M�mala
cabr�n, d�jame cogerte la boca, se siente bien ching�n, lo haces mejor que las
viejas� Ch�pala g�ey, as�, rico." Mientras agarraba mi cabeza y yo met�a su rica
verga en mi boca, �l dirig�a la cogida oral que me estaba dando, mientras mis
manos acariciaban su pecho lampi�o, muy marcado, muy ancho, sus tetilas prietas
erectas, sus axilas peludas y h�medas, y mi lengua enredada en la cabeza de su
pito y sus pelos en mi nariz, aspirando ese rico olor a macho en celo.
No es por hacerme publicidad, pero como siempre mi boca hac�a
gemir sin ning�n recato a Ricardo, en medio de frases como: "As� cabroncito, que
rico la chupas, hace mucho que no me la mamaban as�, ahhhhhhhh! Y yo dedicado a
disfrutar el momento al m�ximo.
Un rato despu�s Ricardo me detuvo, me dijo que me quer�a
coger, yo r�pido me levant� y me desnud� completamente, y puse una especie de
cobija en el piso de la sala (por precauci�n no a cualquiera lo sub�a hasta mi
rec�mara) y Ricardo parado detr�s de mi comenz� a darse gusto con mis nalgas,
las apretaba, las abr�a acariciando mi culito, me nalgueaba, y de repente se
agachaba a morderlas y lamerlas, diciendo que ten�a unas nalgas riqu�simas,
adem�s el contraste de su piel morena y �spera con mis nalgas blancas y tersas
era muy cachondo, yo pod�a ver todo en el espejo de la sala. En eso me volteo
para acariciar su verga junto con la m�a (que ya estaba empapada y a punto de
reventar), cuando intento besarlo y Ricardo r�pidamente se hizo a un lado y me
dijo: "No chingues gu�ro, si no somos pu�ales, eso es de jotos, ni madres, solo
te voy a coger." Si, ya se lo que est�n pensando, lo mismo pens� yo, pero as� es
la idiosincrasia de muchisima gente� adem�s eso me calent� mas, como que estar
con un macho muy macho me calentaba mas, total, por una pendejada de esas iba
mandar ese rato caliente al carajo, verdad?
Total, que ya me urg�a sentirla dentro, as� que le dije que
subir�a por un cond�n, encuerado y con la verga parada sub� corriendo las
escaleras, y busqu� un cond�n y el lubricante que no puede faltar jamas� los
tome del tocador y baj� corriendo a la sala.
Me acomode boca abajo, abriendo mis piernas al m�ximo, y mis
nalgas m�s, mientras el se pon�a el cond�n y embarraba lubricante en su verga y
en mi ano, dede�ndome sabroso, me acomod� su verga en la entrada de mi ano, y la
comenz� a introducir lentamente, hasta eso, no era tan salvaje� eso si, no se
deten�a pero mi culito fue cediendo muy f�cil, y en un segundo ya la ten�a toda
dentro� fue muy rico, comenz� a bombearme muy fuerte, sent�a sus gemidos en mi
nuca, me agarraba de los hombros por debajo de las axilas para hacer mas
presi�n, y el g�ey me estaba cogiendo como todo un semental, me dec�a: "Qu� rico
estas guey, que culo tan apretado, con las ganas que ten�a de coger, que vergota
te estas comiendo puto, que ricoooooooooo, si, apri�tame m�s, puta madre, que
rico�.." y yo en las nubes, sintiendo su peso sobre mi cuerpo, su sudor cayendo
en mi espalda, y mi culo abierto y penetrado por esa rica barra de carne que me
hac�a temblar�
No tard� mucho en anunciar su venida, el movimiento se hizo
mas fuerte y r�pido, y gritando casi, apret� m�s sus nalgas y enterr� a fondo su
verga dentro de mi culo mientras soltaba sus chorros de mecos calientes en mi
culo, yo ladrando de placer, me acomod� de lado y como pude agarr� mi verga para
jalarla, con solo dos jaladas tambi�n me vine en varios chorros que cayeron en
la cobija, ambos estabamos empapados de sudor, resoplando fuertemente y
disfrutando de ese sopor que viene inmediato del orgasmo� un verdadero placer�
No hubo romance postorgasmo, apenas me sac� la verga del
culo, se quito el cond�n, se limpi� la verga con la cobija y comenz� a vestirse,
le ped� que me diera su trusa, y acepto, as� que me qued� con ella, pero no
guardando buenos recuerdos, porque cuando se visti� r�pidamente me dijo que se
iba, que ya era muy tarde, ser�an las 3 � 4 de la ma�ana, as� que yo solo me
puse mi playera y lo acompa�� a la puerta.
Yo cerr�, me fui a la sala a recoger el desmadre que ten�a,
el cond�n, el lubricante, la cobija, los mecos que hab�a dejado en el piso, ya
recog� todo, y tambi�n agarr� mi ropa que estaba regada por toda la sala, y me
sub� a mi recamara, me met� a ba�ar, y cuando sal� ya sec�ndome, agarre los
pantalones buscando sacar mi cartera, y Oh! Sorpresa! Ya no ten�a cartera, el
muy puto de Ricardo (nunca supe si ese era su nombre real, creo que no)
aprovecho cuando sub� a la recamara por el cond�n y me sac� la cartera del
pantal�n y se la guard� en el suyo� que puto coraje me avent�, no tanto por el
dinero, que la verdad era podo, me encabron� por las tarjetas que ten�a que
cancelar, y tambi�n porque me sent� robado, total, si al final de la cogida me
hubiera pedido dinero, se lo hubiera dado, porque si estuvo muy rica, pero
robarme as�, yo de pendejo, total, que aprend� la lecci�n, me volv� m�s
cuidadoso, aunque tambi�n aprend� que vergas vemos y ma�as no sabemos!
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 0
Media de votos: 0
Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta
Relato: Vergas vemos...
Leida: 1088veces
Tiempo de lectura: 6minuto/s
|