Ya hab�a pasado un buen tiempo en que comenzamos hacer "amor"
o que la pas�ramos un rato juntos, haciendo el sexo. Al parecer la idea que en
alguna ocasi�n fueran dos los que hicieran el sexo, me hac�a excitarme m�s, por
lo que cuando me record� lo que me hab�a dicho: de que si invitaba a alguien m�s
me disgust� de nuevo; pero a la vez, despu�s de unos de d�as de pensarlo bien,
me pareci� interesante, de manera que no me acuerdo como fue pero se dio, lo
�nico que recuerdo es lo siguiente.

Una vez en la que est�bamos jugando a las escondidas, y como
todav�a hab�a algunas casas vac�as, fue cuando al escondernos dentro de la casa
en una de las rec�maras, dentro de un closet, y ah� mi compa�ero de relaciones
sexuales, J.A., me invit� a esconderme con �l y otro de los compa�eros que nos
junt�bamos a jugar, Ale. Al estar escondidos, me dijo: dice Ale que si se la
tocas y la mamas; lo cual con un poco de nervios y con miedo del compromiso que
se ten�a que dar acced�, le tom� su verga que era, en ese entonces, m�s gruesa
que J.A. y la jugu� un rato para terminarla de erectar, se ve�a apetecible, lo
cual al principio me disgust�; pero, una vez iniciado la disfrutaba, del otro
lado estaba J.A., mi compa�ero con el cual me hab�a iniciado en esto, tom�ndome
de las caderas y junt�ndose a mi nalgas haci�ndome sentir su verga en erecci�n.

As� estuvimos hasta que o�mos que alguien se acercaba,
dejamos de hacer lo que est�bamos haciendo y nos salimos a jugar para evitar
algunas sospechas. Al salir le dije que pensaba en todos menos en �l porque es
m�ndigo, pero como ya se hab�a dado ni hablar, solo esperar que no la regara
despu�s.

Estuvimos as� los primeros d�as jug�bamos a las escondidas,
hasta que en unos de los intercambios de mamadas, o sea mientras se la mamaba a
J.A., mi rico y dulce palo que me estren�, empec�; a sentir que me desabrochaban
los pantalones, lo cual tuve que aceptar, porque era lo que Alejandro buscaba,
cogerme sin consentimientos, oblig�ndome; a bajar un poco mis caderas, hasta
donde sent�; lo caliente de su verga, la cual no se me olvida lo calient�sima
que estaba, parec�a plancha reci�n apagada, teniendo ya l�quido preseminal
saliendo no batall�; en encontrar el hoyito y dej�rmela ir de un solo trancazo,
pero no pude gritar solo gemir debido a que ten�a a J.A. mam�ndole la verga.
Estuvo pompeando varias veces y se detuvo a descansar, luego dijo que me iba a
orinar porque no se aguantaba aprovechando que ten�a donde depositar sus orines,
pero en realidad no supe si fue orines o fue semen, pero si sent�; sus l�quidos
dentro de m�.

Lo malo de haber sido este chavo, el segundo que se
integrara, fue que me hac�a hacer cosas que el otro J.A., nunca me lo
solicitaba, sino hasta que vio que hac�a Ale, �l empezaba a hac�rmelo. Un d�a
estando en su casa, en su rec�mara, me exig�a que me tragara todos sus orines en
mi boca, a lo que siempre me rechace, hasta que acept�; que s�lo un chorro breve
en mi boca, lo dem�s iba para el ba�o. Otra vez, que lamiera una escupida que el
iba a aventar a una pared. Me trataba como un verdadero puto o puta, lo cual no
me parec�a; en una ocasi�n me oblig�; a masturbarle a �l y a un primo de �l, y
en eso entr� el hermano de mi edad, nos descubri�; y sali�; encabronado, gracias
a Dios guard�; todo en secreto..

Lo peor fue cuando Ale se lo dijo a varios chavos de la otra
calle, y que un d�a de Brujas (31 de Octubre), quer�an una verdadera org�a,
siendo ellos cinco y yo el �nico a su disposici�n.

Mientras esto pasaba, cuando hab�a oportunidad me iba con mi
J.A. a hacerlo y tratar de ver de qu� manera lo pod�amos detener, porque si fue
grande el problema con �l. Aunque despu�s este J.A. lo har�a con un tercero,
pero esto es otra historia que m�s adelante contar�.

Lo �nico que recuerdo y que disfruto es que con Alejandro me
sent�; una verdadera mujer, fui sumisa y objeto de sus placeres y venganzas. Si
tuviera la oportunidad de volverlo hacer con �l, no me negar�a, al contrario le
pedir�a que me lo hiciera varias veces.