Memorias Infantiles
Autor: Incestuosa
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Cap. I
Siempre me he sentido tentada a escribir las memorias de mi
infancia, pues son much�simas vivencias las que tengo que contar, aunque
confieso que alg�n tipo de barrera sicol�gica me hab�a impedido hacerlo hasta
ahora. No obstante y al comprobar que existen personas que se han atrevido a
contar las suyas por medio de relatos sean fantasiosas o no, ahora que ya soy
mayor me veo animada a escribir las m�as, aunque en mi caso particular no sea
otra cosa que la pura verdad.
Mi nombre es Iliana (en casa siempre me llamaron Ilianita), y
viv� de peque�a en una aldea de pescadores, que era un bello pueblito donde
corr�a un r�o que prove�a el sustento para la mayor�a de los habitantes. Nuestra
familia se conformaba s�lo de mi padre y cuatro hermanos, ya que mi madre hab�a
fallecido cuando yo ten�a un a�o de edad. Ten�a dos hermanos varones y dos
hermanas, de los cuales yo era la menor. Quiero empezar mi relato recordando mis
primeras experiencias sexuales cuando contaba yo con diez a�os de edad o quiz�s
un poco menos. Como viv�amos en una casita con espacios limitados, hab�a
solamente tres cuartos; uno lo ocupaba mi padre, el otro mis dos hermanos, que
ten�an en ese entonces diecis�is y catorce a�os, y yo y mi hermana habit�bamos
el �ltimo y dorm�amos en la misma cama. Mi hermana Sandra andaba por los doce
a�os y en ese tiempo yo hab�a descubierto en ella ciertas pr�cticas relacionadas
con el sexo, y por la manera oculta en que ella lo hac�a me hab�a provocado una
suerte de inquietudes desconocidas para mi temprana edad, aunque debo decir que
siempre fui una ni�a bastante despierta para todo.
La primera vez que me di cuenta de su extra�o comportamiento
fue cierta tarde en que me hallaba jugando con ella por el patio, y estando
solamente en casa nosotras dos con mi padre, pues mis hermanos en ese momento
andaban jugando con sus amigos por el vecindario, escuch� que pap� llamaba a
Sandra desde el interior de la casa. Al principio no prest� la menor atenci�n a
eso, ya que era cosa normal y cotidiana que papito nos hablara para algo. Pero
lo que s� despert� mi curiosidad de ni�a, sin embargo, fue ver que Sandrita
acud�a r�pidamente hasta la habitaci�n de papito y despu�s de entrar cerr� la
puerta, pues desde donde me encontraba ubicada pod�a ver hacia adentro
claramente. Atra�da por un extra�o sexto sentido que desde ni�a he tenido, pens�
en seguida en la forma en que pod�a ver lo que suced�a. Me di a buscar la manera
de asomarme sin que ellos me vieran, ya que sab�a que si mi padre se daba cuenta
me rega�ar�a. No encontrando resquicio alguno por donde escudri�ar a trav�s de
las paredes, se me ocurri� de pronto acercarme a una de las ventanas y, poniendo
unos baldosas de cemento que hab�a en el patio me sub� a ellas quedando s�lo la
parte de mis ojos pegados al marco inferior, de modo que ellos no pod�an verme
ya que la cortina me ocultaba perfectamente. Silenciosamente hice a un ladito la
cortinilla y pude ver perfectamente hacia el interior. Mi padre se encontraba
sentado en el borde de la cama y Sandrita estaba de pie frente a �l. Mi padre le
pregunt�:
-�D�nde est� Ilianita, Sandy...?
-Est� all� afuera, papi....en el patio...
-�Estabas jugando con ella?
-Si.
-�Crees que si hacemos la tarea ahora venga a buscarte?....
-No lo creo....ella se entretiene solita....
-Bien Sandrita...dime....te gustar�a que te ayudara a hacer
tu tarea como lo hicimos el otro d�a?
-Si...papi...si t� quieres....todav�a no la he hecho...
-Est� bien, Sandrita....pero primero haz lo que te digo...
-Aj�...qu� cosa?
-Ve con Ilianita y dile que se vaya a jugar hasta el fondo
del patio.... y que no venga para la casa porque t� vas a hacer la tarea de tu
escuela.... dile que m�s al ratito ir�s a jugar con ella...pero que te espere
all�....
-Si papi...
Al escuchar aquella conversaci�n r�pidamente me alej� del
lugar rumbo al fondo del patio y fing� dedicarme al juego. Momentos despu�s
lleg� Sandrita hasta m� y me dijo:
-Ilianita...ya no podr� seguir jugando contigo, porque ahora
voy a hacer mi tarea....mira, anda vete hasta el fondo del patio y esp�rame
all�; pero no vengas para la casa porque necesito concentrarme, est� bien?
-Si Sandrita.... yo te esperar� hasta que acabes....oye, pero
no te demores mucho, eh?
-No Ilianita... me apurar� a hacerla....bueno....nos vemos al
ratito si...?
-Si....aqu� te esperar�.
Segura de haber cumplido con la encomienda de convencerme,
observ� a Sandrita regresar corriendo con una sonrisa en sus labios hacia el
interior de la casa, pudiendo ver como se le sub�a su faldita cortita con el
movimiento mientras trotaba, descubriendo y mostrando sin saber sus pantaletitas
blancas, mientras que yo, presa de una emoci�n desconocida, esper� por algunos
minutos para despu�s dirigirme nuevamente hasta mi escalerita prefabricada. Una
vez colocada en posici�n y con mis ojitos chispeantes cubiertos por la tela de
la cortina, me dispuse a contemplar los sucesos que ahora narrar�:
-�Hablaste con Ilianita, Sandy? �le pregunt� mi padre-
-Si papi....se quedar� en fondo del patio jugando....all� me
esperar� hasta que termine...
-Muy bien...�Trajiste tu mochila con tus libros y cuadernos?
-Si papi, aqu� est�n....
-Muy bien.... pues saca tus cuadernos de tareas.....
-Si....una es de historia y otra de geograf�a....
-Humm...a ver... primero haremos la de historia, Sandrita.
-Si papito.
Mientras hablaban y en tanto Sandy se ocupaba en sacar los
libros y cuadernos de su valija, observ� como mi papito, con movimientos que
trataba de ocultar y como tembloroso de sus manos, se bajaba el cierre de su
pantal�n dejando al descubierto y frente a mis ojos su verga a medio parar, la
cual comenz� a tallar suavemente prodig�ndole masajes con una de sus manos, en
tanto que con la otra trataba de cubrirse un poco para que Sandrita no viera lo
que hac�a. Tom� algunos cuadernos como para taparse su miembro ya erguido al
tiempo que le dec�a a mi hermanita:
-Ven a sentarte, Sandrita....anda...si�ntate donde siempre...
-Si papi...
Sandrita puso sus libros sobre la cama a un lado de donde
estaba sentado mi papi, y enseguida se coloc� de espaldas para subirse sobre sus
piernas. Casi de inmediato y antes de sentarla sobre s�, papito le levant� su
faldita por la parte de abajo sin que ella lo notara, a fin de que solo quedaran
las pantaletitas de mi hermanita sobre su verga pelada y de fuera. Se la sent�
encima de �l y luego la abraz� por la cintura, de modo que su pene bien duro
qued� debajo de las nalguitas de Sandrita, separada �nicamente por la telita de
la braga.
-A ver...a ver, Sandrita...empieza a decirme lo que te
dejaron de tarea...
-Ay si papi....mira, el tema es sobre la segunda guerra
mundial...sabes algo de eso?...
-�La segunda guerra mundial?....mmmmm...a ver...qu� es lo que
dice la primer pregunta?
-En qu� fecha comenz�?....
-Ohhhh.....no s� la fecha, mi hija.....
-No la sabes, papi?.....
-No, Sandy...pero abre tu libro y busca en el tema que vieron
hoy en la escuela...de seguro all� debe de estar la respuesta...
Mientras Sandrita abr�a su libro y se daba a la b�squeda de
aquel dato, mi papi comenz� a moverla muy lentamente sobre sus piernas, ya
inclin�ndola hacia delante, ya movi�ndola suavemente hacia atr�s y hacia los
lados, de manera que yo pod�a imaginarme, sorprendida por lo que estaba viendo,
c�mo su falo endurecido se refregaba debajo del calzoncito de mi hermanita,
frot�ndolo hasta por en medio de sus piernitas. Pero lo que m�s me llamaba la
atenci�n era la actitud de Sandra, a quien por lo visto le encantaba ese
jueguito con papi, pues como si nada sucediera se balanceaba lenta pero
r�tmicamente sobre las piernas de pap�, seguramente disfrutando tambi�n de aquel
momento de �ntima y c�mplice calentura. Desde mi escondite, yo pod�a sentir como
la sangre se agolpaba en mi rostro y en mi pecho, y mi coraz�n lat�a con una
rapidez que nunca hab�a sentido, pensando en lo que mi hermana Sandrita estar�a
sintiendo en aquel momento montada sobre la verga parada de papito.
As� estuvieron en medio de aquella tertulia y jugueteos de
complicidad por largo rato. Pap� haciendo las preguntas y mi hermanita buscando
entre sus libros y escribiendo las respuestas en su cuaderno, hasta que un rato
despu�s sucedi� lo inevitable. En un momento dado y habiendo Sandrita cabalgado
a sus anchas sobre aquel caballo desbocado que sobresal�a endurecido entre las
piernas de mi papi y entre las de Sandy, movi�ndose ambos de un lado para otro
sin detenerse ni un instante, papito derram� su abundante semen debajo de la
pantaletita de mi hermana moj�ndole todas sus nalguitas y sus piernas y
llen�ndole de todo aquel l�quido blanco y transparente que se fue escurriendo
poco a poco hasta debajo de sus rodillas.
Una vez que papi hubo acabado de gozarla, le dijo a Sandy:
-Ya.....ya, mi hija...ya te puedes bajar.....
-Ya terminamos papito....?....por qu� tan pronto...?
-Por hoy ya terminamos, mi hijita.....pero ma�ana, si te
dejan tarea, lo haremos de nuevo.
-Ay si, papito....de verdad lo haremos de nuevo?
-�Te gusta hacer la tarea conmigo, Sandrita?....
-Ay si ...me gusta mucho....me gusta que me subas en tus
piernas, papi...
-Bien, Sandy....a mi tambi�n me gusta mucho....ahora ven aqu�
que te voy a limpiar, porque creo que me orin� y te moj� toda sin darme cuenta.
-A poco te orinaste otra vez, papito....?
-Si, Sandrita...siempre me dan ganas de orinar cuando hacemos
la tarea.....
-Ay si papi...ya lo s�....siempre me doy cuenta c�mo me mojas
sobre las pantaletas las nalguitas y las piernas....
-Si...es que no puedo evitarlo, mi hija...pero bueno, ven que
te secar� el or�n de donde est�s mojada.
Tomando la s�bana de su cama, mi papito comenz� a limpiarle a
Sandrita debajo de su faldita y detr�s de su calzoncito, el cual pude ver que
estaba totalmente empapado de leche, y tambi�n le limpi� las piernitas y las
rodillas. Luego le dijo a Sandra que guardara sus cosas en la mochila, mientras
que �l, poni�ndose de espaldas a ella, comenz� tambi�n a limpiarse la lechita
del pantal�n y de su verga embarrada y semi fl�cida. Yo pude darme cuenta
claramente que ahora su pito ya no estaba tan duro como cuando empez� a jugar
con mi hermanita.
Entonces papito le dijo a Sandra:
-Anda ve a guardar tus cosas...y luego te vas a jugar con
Ilianita...no vaya a ser que le d� por venir ac�.
-Si papito...pero ma�ana me ayudar�s otra vez con mi
tarea?....
-Si, linda....claro que s�....pero anda...sal ya al patio...
Al escuchar eso, yo me baj� r�pidamente de las baldosas y me
fui corriendo hasta el fondo del patio para esperar a Sandy. Minutos m�s tarde
lleg� ella como si nada, y nos pusimos a jugar de nuevo. Pero aquella escena,
totalmente desconocida para mi, despert� en mi mente un deseo anhelante y febril
as� como una sensaci�n irresistible de averiguar c�mo y por qu� hac�an ellos
todo eso a escondidas de m�, aunque a decir verdad y con mis casi diez a�os de
edad yo ya me imaginaba de lo que se trataba. Pero lo que no sab�a era que muy
pronto iba yo a aprender tambi�n muchas cosas que ahora estaban ocultas de mi
conocimiento y que poco a poco les ir� relatando.
Despu�s de haber observado por primera vez a mi papi con
Sandrita yo quer�a saber que era aquel l�quido blanco y espeso que papito hab�a
derramado sobre el calzoncito y las piernitas de mi hermanita. As� que mientras
jug�bamos y cuando Sandra se agachaba para tomar alguna de nuestras mu�ecas, yo
me le quedaba mirando fijamente a la parte trasera de su culito pudiendo
observar que a�n ten�a la telita de sus braguitas bastante mojadas y como
almidonadas. Ella, por supuesto, jam�s me contaba nada de eso que hac�a con
pap�, pues para ella era como un juego oculto, secreto y ego�sta, del cual hasta
ahora yo no participaba en lo absoluto, tal vez porque me consideraban la menor
de la casa, aunque no se imaginaban lo despierta que yo era para todas esas
cosas, y que de ahora en adelante tratar�a de espiarlos para saber y aprender
todo lo que hac�an. Como ten�amos por costumbre ba�arnos siempre por la noche, y
decidida a saber por lo menos como ser�a el or�n que papi le hab�a echado en el
calzoncito, urd� un plan y aprovech� para meterme primero a la regadera, y una
vez que sal�, esper� pacientemente a que Sandrita se duchara. Cuando ella
termin� de ba�arse, se cambi� de ropa y puso como siempre sus pantaletitas y su
vestidito usado dentro del dep�sito de pl�stico que ten�amos en nuestro cuarto
para la ropa sucia. Esper� a que ella se durmiera, lo cual hizo al poco rato,
mientras que yo permanec�a con los ojos cerrados pero bien despierta esperando
mi oportunidad. Una vez que estuve segura de que Sandy dorm�a pl�cidamente, me
levant� sigilosamente y me dirig� al cesto de ropa, cogiendo la pantaletita que
mi hermana hab�a usado durante el d�a y me dirig� al cuarto de ba�o, donde me
encerr� por dentro.
Sentada en el inodoro y con la luz encendida me puse a buscar
sobre aquella prenda �ntima los restos de aquel or�n blancuzco y espeso que
papito hab�a eyaculado por la tarde, y no tard� en descubrir que toda la parte
trasera del calz�n se encontraba h�medo a�n del l�quido vertido. Toqu� aquella
parte cubierta de humedad y la llev� hasta mi nariz con el fin de olerla,
d�ndome cuenta que desped�a un aroma diferente, desconocido por mi hasta ahora,
y que no ol�a a or�n sino a otra cosa que no conoc�a, y excitada por aquel
momento sublime, me la llev� hasta mi boca y comenc� a chupar esa parte mojada
que tanto me hab�a atra�do. All� permanec� por largo raro degustando con mi
lengua los sabores desconocidos de la leche semi seca en tanto mis manos bajaban
hasta el interior de mis muslos buscando aquel lugar secreto que en silencio me
ped�a ser tocado. Met� mis dedos bajo la braga y me di a hurgar sobre los
plieguecillos de mis labios vulvares a�n sin pelos, teniendo que meter la yema
de mi dedito mayor en la breve hendidura de mi chochito. Sin sacar la pantaleta
de mi boca segu� chupando la tela en esa parte humedecida de leche hasta que
sent� recorrer sobre mi piel un calor tan intenso y vibrante que hizo que me
orinara all� mismo donde estaba sentada. Esa fue mi primera experiencia a solas.
Ese fue mi primer despertar a las sensaciones exquisitas del sexo en solitario,
cuyas delirantes e incre�bles experiencias corporales me llevar�an a la pr�ctica
de una serie de cuestiones �ntimas que cambiar�an mi vida para siempre.
Al d�a siguiente ya no pude estar tranquila, y solamente
esperaba el momento en que mi papi llamara a Sandy para hacer la tarea. A media
tarde y como siempre, nos hall�bamos las dos jugando en el patio cuando mi
papito volvi� a llamar a mi hermana. De inmediato me puse en guardia esperando
el momento apropiado para actuar como el d�a anterior. Debido a que ya conoc�a
parte del jueguito prefer� quedarme en el patio simulando jugar solita, pues yo
sab�a que Sandy pronto volver�a con la noticia de costumbre. Minutos despu�s
regres� y me dijo:
-Ilianita...�Me esperas un ratito mientras me voy a hacer mi
tarea?...
-Si...claro... �le respond�-
-Muy bien...pero qu�date aqu� y no vayas a la casa para
nada...ya sabes que necesito concentrarme y a pap� no le gusta que me
interrumpas...
-Si, Sandy...aqu� te esperar�...
Convencida de que por ning�n motivo ir�a yo hacia la casa,
Sandy se fue casi corriendo. Esper� con prudencia por algunos minutos hasta que
me fui hacia las baldosas que segu�an puestas en el mismo lugar. R�pida pero
silenciosamente me sub� sobre ellas y fisgon�e por la ventana. S�lo que esta vez
sent�a que un hilillo de humedad se desbordaba ya por las comisuras de mis
labios vaginales y un intenso cosquilleo me recorr�a la pelvis. De nueva cuenta
se repet�a aquel sublime momento que tanto mi papi como mi hermanita me
regalaban sin saberlo. Escuch� cuando mi padre como siempre, tratando de
asegurarse de mi lejan�a le dijo a Sandy:
-Sandrita....se qued� Ilianita jugando en el patio?....
-Si, papi....all� estar� hasta que yo termine la tarea....
-Muy bien, linda....ahora dime...qu� tarea te dejaron hoy?...
-Es algo de matem�ticas...
-Oh...no puede ser....all� s� que no doy una, linda...
-Ya lo s� papito...pero yo la har� sentadita en tus
piernas...
-Est� bien...anda, saca ya tu libro y tu cuaderno....
-Si...
Sandrita volte� la mochila y ech� todo su contenido sobre la
cama. Cuando se puso a buscar el libro de matem�ticas mi papi, muy
disimuladamente, se fue bajando la cremallera del pantal�n hasta que sac� el
pedazo de pito medio parado. Tom� un libro y trat� de cubrirse con �l, al tiempo
que con una de sus manos se frotaba el pito, el cual se le fue poniendo m�s duro
a medida que lo sobaba. En ese momento Sandy le dijo:
-Ya papito...ya encontr� todo...
-�Ya?...bien, Sandy...ahora ven y si�ntate en mis piernas...
Mi hermanita se puso de espaldas a �l y mi papi, en ese justo
momento, le levant� la faldita de manera que el parado pene quedase debajo de su
prenda interior. Sandy se fue dejando caer sobre aquel falo enhiesto comenzando
ambos enseguida el delicioso y c�mplice galopar de sus cuerpos, que los dos
trataban de ocultar bajo el supuesto de estar haciendo la tarea. Sin duda alguna
mi hermana sab�a y por supuesto sent�a el pito de mi padre resbalar debajo de
sus nalgas cubiertas por la pantaleta. Pero lo que m�s admiraci�n me causaba era
ver a Sandrita montada sobre la escopeta parada al tiempo que mov�a su grupa con
una frecuencia inusual que acreditaba el gozo que el pito parado le produc�a. Se
mantuvieron as� por largos minutos disfrutando de aquel juego escondido que por
lo visto se hab�a convertido en cosa cotidiana, sin duda animados por pensar que
lo hac�an en secreto.
En esta ocasi�n y probablemente inducido por la calentura del
momento, mi papi le dijo de repente a Sandy:
-Sandrita...esta vez quiero que hagamos la tarea de otro
modo....
-Si, papito....�C�mo quieres que la hagamos?...
-Mira...lo haremos as�, linda...te har� a un ladito tu calz�n
para que te sientas m�s c�moda...y yo tambi�n me cansar� menos de que est�s
sentadita sobre m�....quieres?
-Ay papi...pero nunca hab�amos hecho la tarea as�, no?...
-No...�sta ser� la primera vez...pero ya ver�s que ser�
mejor...
-Bueno...si t� quieres...
-Si...qu�date as�...t� sigue escribiendo en tu cuaderno, que
yo te lo har�...
-Si....
Aquel inesperado pedimento por parte de mi padre me dej�
perpleja, de modo que abr� los ojos lo m�s que pude para no perderme de nada. V�
que mi papi empez� a maniobrar debajo de las nalgas de Sandy haciendo a un lado
la tela de su pantaletita mientras se esforzaba por acomodar su parado pito
entre los pliegues de la braga. Una vez que logr� meter su verga debajo de la
tela volvi� a sentarla sobre s�, retomando nuevamente el r�tmico movimiento de
sus piernas hacia arriba y hacia abajo, y tambi�n hacia los lados. Quise
observar el rostro de mi hermanita notando que se hallaba encendido de pasi�n en
tanto adoptaba una actitud cooperativa movi�ndose ella tambi�n para adelante y
para atr�s, en un singular accionar que me provocaba una inundaci�n entre mis
muslos. No deseando dejar pasar el sublime momento me di a tocar de nuevo la
rajita metiendo uno de mis dedos en la mojada hendidura, frot�ndomela con
delirio sin dejar de mirar lo que ellos hac�an. Sin pronunciar palabras los dos
segu�an totalmente perdidos y abandonados en su genial pr�ctica secreta,
mientras yo no perd�a detalle del incre�ble espect�culo incestuoso. Lleg� un
momento en que mi papi, quiz�s enardecido por la brama, le susurr� a Sandy:
-Sandrita...lev�ntate un poquito...hazte m�s hacia arriba....
Mi hermanita obedeci� la petici�n con rapidez y levant� su
culito lo m�s que pudo al tiempo que mi papi le volv�a a decir:
-As�...qu�date un momentito as�....yo te digo cuando te
vuelvas a sentar....
No s� si ser�a un susurro o si un gemido, pero eso fue lo que
escuch� salir de la garganta de Sandrita, quien mov�a la cabeza en se�al
afirmativa. Pronto mi papi se dio a realizar una maniobra muy distinta a la que
anteriormente hab�a hecho, pues tomando su parada verga con una de sus manos la
fue sacando de la prisi�n de tela de la braga de mi hermana y con la otra le
hizo a un lado la pantaleta para dejar al descubierto el ansioso tesoro oculto
de Sandrita. Cuando su imberbe conchita estuvo a disposici�n del falo de mi
padre, �ste le acomod� la punta del glande en la entradita de su cueva, para
enseguida decirle:
-Ya, Sandrita...ya te puedes ir sentando...pero hazlo
despacio...poquito a poquito...
-Si...si...
La cachonda de Sandra, ahora con los ojos cerrados por el
placer, fue bajando su culo sobre el pito endurecido al tiempo que mi papi le
agarraba las nalgas con la intenci�n de detener el impulso del peso de su
cuerpo. Vi cuando la punta del rojo tolete se perdi� dentro de la cavidad de mi
hermanita, quien de seguro no se atrev�a a gritar del dolor, pero s� acusaba el
efecto de la intrusi�n del pito dentro de su chochito enardecido haciendo gestos
inocultables de que el pedazo de carne le molestaba. No obstante mi papi no cej�
en su empe�oso accionar y continu� en su deliciosa tarea, introduciendo un
pedacito de verga en la rajita de mi hermana. Fue en ese instante cuando �l se
desbord� en r�os de semen caliente que se derramaron con furia en el conducto
frontal de Sandy, mientras una gran cantidad de leche fue a parar sobre las
s�banas. Cuando hubo terminado de venirse mi papi le dijo:
-Ya, Sandrita...ya acab� de orinarme....
-Oh, papi....yo cre� que quer�as que me sentara otro poquito
m�s fuerte...
-Si, linda...yo quiero eso...pero tiene que ser poco a
poco...si no te doler�...
-Ay s�...si de verdad me doli�...
-�Te doli� mucho?
-Un poquito...pero me aguant�...
-As� est� bien...ya ver�s que poco a poco ir� entrando
m�s...y despu�s ya no sentir�s dolor...
-No papi?
-No...pero tiene que ser as� como te digo...
-Humm....bueno...entonces ya guardo mis cosas?
-Si linda...guarda tus libros...pero antes nos limpiaremos...
Mi padre se guard� la verga con rapidez, como si no quisiera
que Sandra se la viera. Luego se puso a limpiar a mi hermana con la s�bana de la
cama, hasta que le dijo.
-Ahora, acom�date bien tu calzoncito....y vete a jugar con
Iliana...no quiero que sospeche nada...
-Si, papi....pero me lo har�s otra vez ma�ana?
-Si, linda...claro que s�...pero ya sabes...ni una palabra a
nadie...
-Si...
Me baj� de las baldosas y me retir� corriendo hacia el
interior del patio. Cuando mi hermana lleg� le pregunt�:
-Ya terminaste, Sandy?
-Si, Iliana...ya acab�...
-Ay qu� bueno...as� podremos jugar un ratito...
-Si...anda, vamos a jugar.
De nuevo me di a observar a mi hermana cuando se agachaba,
advirtiendo que su calz�n se hallaba todo mojado de leche.
Tan enardecida de deseo me encontraba que no pude evitar
repetir aquella misma noche lo que hab�a hecho la vez anterior, y cuando la vi
dormida saqu� su pantaleta del dep�sito de ropa sucia y me encerr� en el ba�o,
volviendo a gozarme con las humedades y los olores de su prenda �ntima, la cual
chup� y sabor�e por largos e interminables minutos que hicieron las delicias de
mi conchita, la que ded�e con inusitada intensidad. Por segunda vez descubr� mi
sexualidad a solas d�ndome cuenta que todo aquel juego oculto entre mi hermanita
y mi padre me causaba una excitaci�n tan fenomenal que ya esperaba con ansiedad
la llegada del d�a siguiente para volver a ser testiga de sus juegos secretos. Y
si he de ser sincera debo confesar que en mi interior yo deseaba que papito me
hiciera alg�n d�a lo mismo que le hac�a a ella, por lo cual en mi calenturienta
mente comenzaron a forjarse los primeros escenarios calientes de mi vida,
pensando en lo que se sentir�a jugar de la misma manera con mi padre siendo yo
la protagonista.
Al otro d�a no pod�a soportar el ardor entre mis piernas que
se manifestaba puntualmente en forma de humedad; de aquella desconocida humedad
que inundaba mi virginal chochito, esperando el momento en que ellos se
apartaran a hacer la tarea. Cuando lleg� el momento en que mi padre llam� a
Sandra, yo sent�a un nudo en la garganta a causa del intenso deseo que me
quemaba por dentro. Esper� con impaciencia el momento de actuar, hasta que al
fin ella regres� y me dijo:
-Ya sabes Ilianita...me ir� un ratito a hacer la tarea...as�
que esp�rame aqu�...
-Si, claro... �le contest� tratando de ocultar mis ansias-
Mi hermana se retir� con rapidez hacia el interior de la casa
mientras yo actuaba de la misma forma en direcci�n hacia mi lugar favorito. Con
las piernas temblorosas y el coraz�n amenazando con sal�rseme del pecho me sub�
a las baldosas y me dispuse a contemplar por tercera ocasi�n las peripecias
sexuales que ambos sin saberlo me ofrec�an. Estaba casi segura de que esta vez
las cosas tendr�an que ser diferentes, pues en muy pocos d�as el avance de mi
papito sobre el chochito de mi hermana hab�a sido bastante significativo. Me di
cuenta de que los dos estaban m�s que dispuestos, pues los libros ya se hallaban
depositados sobre la cama y mi padre se estaba sacando su pito medio endurecido
del pantal�n. Sandra, mientras tanto, hac�a como que buscaba en el cuaderno los
apuntes del d�a para aparentar un trabajo escolar que estaba muy lejos de ser
tan did�ctico, a no ser que se piense que el aprendizaje de las cosas se
manifiesta de muy diversas maneras. Mas me daba cuenta de que no solamente
Sandrita estaba siendo ense�ada en esas lides, sino que tambi�n yo, aunque
oculta de ellos, aprend�a con rapidez de los goces secretos del sexo incestuoso.
Apreciaba tanto esos momentos tan sublimes e intensos que ya mi conchita
rezumaba lechita por todos lados. O� cuando mi padre le dijo a Sandra:
-Qu� tarea te dejaron hoy, linda?
-Es de Civismo, papi...
-Ah s�?...pues no soy tan ducho en esa materia...as� que
tendr�s que hacerla solita, Sandy...
-Si, papi...t� dime cuando quieras que me siente en tus
piernas a hacerla...
-Espera un momento....ahora te digo...
Pap� bland�a el trozo de carne parada con sus manos en tanto
Sandra permanec�a de pie de espaldas a �l sin siquiera voltear para nada. Tal
parece que aquella forma de jugar le agradaba demasiado a los dos, pues ninguno
trataba de cambiar la etapa inicial del jueguito sucio que con tanto ardor
practicaban. Una vez que �l estuvo listo le dijo a Sandra:
-Ya, Sandrita...ya te puedes sentar sobre m�....
Mi hermanita no se hizo esperar y se acomod� presta para
subirse sobre las piernas de �l. En ese instante mi papi le levant� la falda y
le hizo a un lado la braga mientras el culito de Sandy se depositaba suavemente
sobre la tranca parada. S�lo que ahora mi papi le acomod� la cabeza de la verga
en la entrada del conejito al tiempo que la iba deteniendo con sus manos puestas
sobre la cintura. Ella fue baj�ndose con suavidad al sentir la punta caliente en
la puertecilla sonrosada, sobre la cual pod�a admirarse una breve y suave
pelusilla negra que antes no le hab�a visto. Pap� se le quedaba mirando al
chochito con una ansiedad desconocida, lo que seguramente le causaba una brama
incomparable. Cuando consider� que era el momento de meterle la cabeza de la
verga, la fue soltando con lentitud al tiempo que Sandy iba cayendo sobre la
daga del deseo, la cual se fue hundiendo poquito a poco en el interior de su
cuevita imberbe. Yo, mientras tanto, ya me estaba tocando mi cuquita metiendo
uno de mis dedos entre los labios mojados.
La verdad es que la tarea escolar estaba completamente
olvidada en esos momentos tan sublimes, pues mi hermana Sandra manten�a los ojos
a medio cerrar disfrutando con intensidad del caliente momento mientras mi papi
la empujaba hacia abajo con lentitud hundi�ndolo poco a poco la endurecida verga
que ahora admiraba m�s parada que nunca. Fue por ello que mi hermana, al
sentirse atravesada con la mitad del grueso pito adentro, no pudo ocultar lanzar
un quejido de dolor al tiempo que le dec�a a pap�:
-Ay, papi....me duele....me duele mucho...
Mi padre, haciendo caso omiso de sus quejas, continu�
hundiendo su pedazo de verga dentro de su hendidura, obnubilado y perdido por el
deseo que experimentaba en esos momentos. Mi hermanita Sandra comenz� a gritar
con fuerza mientras mi papi le pon�a una mano sobre la boca, temiendo quiz�s que
yo la escuchase. Desde donde me encontraba pod�a ver claramente como las
l�grimas comenzaron a salir de los ojos de mi hermana, quien a leguas acusaba el
impacto de aquella brutal primera cogida que con seguridad estaba rompi�ndole el
himen y los pliegues interiores de sus entra�as. A pesar de todo, mi padre no la
solt� ni un momento, sino que comenz� a moverse con mayor violencia y velocidad,
provocando que Sandrita se quedara quieta por varios minutos mientras �l, sin
darse cuenta de que ella hab�a perdido moment�neamente el conocimiento, segu�a
con su caracter�stico bombeo hasta que la verga se perdi� irremisiblemente en la
gruta apretada de Sandrita. Lo cierto es que yo no esperaba aquella agresiva y
violenta maniobra por parte de pap�, quien hasta donde me daba cuenta no estaba
cumpliendo la promesa que el d�a anterior le hab�a hecho a mi hermana, de irle
ense�ando todo eso poco a poco. Y a�n hoy, habiendo transcurrido tantos a�os, no
puedo dejar de pensar en las motivaciones que impulsaron a mi padre a desflorar
a mi hermanita de aquella forma tan salvaje. Pero independientemente de todo, la
cosa fue que con el paso de los minutos y sin dejar de empujarle el ca��n de
carne caliente a Sandrita, ella volvi� en s� y como por artilugio m�gico cambi�
su actitud y comenz� de pronto a gozar de las acometidas de mi papi, pues la vi
moverse con ah�nco y furor montada en aquel regio verg�n coloreteado, hasta que
los dos empezaron a gritar de gozo manifestando de esa forma las urgencia de los
espasmos que la venida m�ltiple les ocasionaba.
Era la primera vez que contemplaba un orgasmo tan uniforme y
sincronizado y los efectos que este tipo de espasmos provoca en los amantes.
Tanto la griter�a como los violentos movimientos de sus sudorosos cuerpos
trenzados causaron en m� sensaciones desconocidas, por lo cual tuve que
arremeter con furia sobre mi encharcada y resbalosa cuquita hundiendo lo que me
quedaba del dedo dentro del canal vulvar, hasta que sent� tambi�n un tembloroso
�xtasis que me llev� igualmente a la gloria. Habiendo acabado de venirse, mi
hermana no pudo sustraerse al deseo de tenderse sobre la cama agotada por la
agitaci�n y el cansancio, con las faldas subidas hasta la cintura, en tanto mi
papi la contemplaba con la mirada lujuriosa de siempre, admirando sus
curvosidades que ya empezaban a moldear bellamente el cuerpecito adolescente de
Sandra. Fue en ese instante cuando �l se dio cuenta de que ella estaba sangrando
del interior de sus muslos, por lo cual le coment�:
-Sandy...hay algo que tienes que saber....
-Mmm?...ah, si papito....casi me estaba quedando
dormida...hummm..qu� rico....
-Te dec�a que tengo que decirte una cosita...
-Si, papi...dime...
-Ven...incorp�rate...necesitamos limpiarte bien all�
abajito...
-Oh s�...
Mi hermana se puso de pie y bajando su vista hasta en centro
de su tesoro se dio cuenta del desastre y abriendo los ojos le pregunt� a pap�:
-Ay papi...qu� es todo esto?
-Mira Sandy...tengo que explicarte lo que pas�...de todos
modos es algo que ten�as que saber alg�n d�a... al meterte mi pip� en tu cosita
�sta se abri� m�s de lo debido y por eso te ha salido sangre...pero en unos d�as
todo volver� a estar bien, te lo aseguro...
-�De verdad papito?...quiere decir que ya no soy virgen, no
es cierto?...
-Pues si, Sandy...as� es...ahora ya no eres virgen...pero eso
no es ning�n problema...al contrario, de ahora en adelante podremos hacer la
tarea sin tener que estar pensando en tu virginidad...comprendes?
-Oh s�..tienes raz�n...
-Qu� bien que lo entiendes, linda...ahora limpiaremos muy
bien all� abajo y te ir�s a duchar para que quedes limpiecita de todo tu
cuerpo....
-Si papito...
Al escuchar todo aquello no me qued� ninguna duda de que
Sandrita acababa de ser rota para siempre de su conchita y que de ahora en
adelante iniciar�a una nueva etapa en sus relaciones incestuosas con pap�.
Cap.II
Aquel suceso que hab�a presenciado y que culmin� con el
desvirgamiento de mi hermana mayor vino a ser una especie de catalizador para
m�, ya que a partir de ese d�a solamente so�aba con que mi padre me hiciera lo
mismo. Mas no puedo decir si debido a mi edad o a que mi papi no se fijaba en m�
al tener a la mano a Sandra, lo cierto es que tuve que esperar pacientemente a
que las cosas se fueran dando solitas. Pero de lo que s� no ten�a la menor duda
era de que todo lo que hab�a visto que ellos hac�an en oculto sembr� en mi
sangre la semilla del deseo y me despert� con brusquedad a una etapa novedosa y
excitante que me hac�a estar atenta a todo lo que estuviese relacionado con el
sexo, y que anteriormente no me inquietaba en lo absoluto.
Como consecuencia de ello y cuando ten�a la oportunidad de
quedarme sola empec� a meterme subrepticiamente al cuarto de mis hermanos
mayores para buscar ansiosamente en la cesta de ropa sucia los calzones que
ellos se acababan de quitar. Cuando lograba hacerme de una o varias prendas
�ntimas me encerraba en el cuarto de ba�o y all� daba rienda suelta a mis m�s
calientes deseos con un fervor y una lascivia incomparables. Recuerdo que fueron
muchas veces las que en solitario me deleit� ampliamente oliendo las trusas de
Paco, el mayor, que andaba por los diecis�is; y tambi�n las de Luis, que a la
saz�n ten�a catorce. Buscaba en particular el sitio central que tiene contacto
con el pito de ellos y donde siempre aparec�an unas manchas amarillentas que no
eran precisamente restos de or�n. En ese tiempo tener a mi disposici�n y en
plena libertad una prenda interior de alguno de mis hermanos era para m� como
una especie de trofeo con un valor muy especial, por lo cual me dedicaba a
chupar esa regi�n manchada de leche con un embeleso inconfesable, aspirando los
aromas y bebiendo los restos de la saliva mezclada con semen. Incluso hab�a
ocasiones en que mi ardor era tan extremadamente intenso que ten�a que frotarme
esa parte de la tela manchada dentro de mi rendijita mojada meti�ndola y
tall�ndola con frenes�, con la personal creencia de que al efectuar ese
prohibido acto de fetichismo podr�a hacer contacto f�sico de manera indirecta
con el pene de ellos. Y aunque ahora s� bien que eso es algo irreal y
fantasioso, a esa edad ven�a a ser una realidad consumada que me proporcionaba
una brama descomunal que me hac�a temblar del ardor, gozando y descarg�ndome al
final en tremendos orgasmos que por lo menos ten�an la virtud de aquietar un
poco mis ardientes deseos.
Y ahora que soy mayor, lo �nico que puedo deducir de todo eso
son dos cosas: Una, que siendo yo tan peque�a el caudal de fantas�as ven�an a mi
mente a causa del despertar sexual que estaba experimentando, por lo cual
buscaba la forma de calmar mis ansias con ese tipo de actos fetichistas. La otra
es que siendo mujer y habiendo visto lo que mi papi y Sandrita hac�an, en el
fondo sent�a un deseo escondido hacia mis hermanos mayores sin que hubiese en
ese tiempo un reconocimiento t�cito de ello. Pero fuese por la raz�n que fuera,
la verdad es que yo continuaba practicando esas cositas con sus prendas �ntimas
y me satisfac�a a mi manera alejada de toda mirada indiscreta. Por si fuera
poco, de paso segu�a espiando cuando pod�a a pap� y a Sandy, quienes por
supuesto continuaron con sus contactos incestuosos con una frecuencia mucho
mayor que antes. Quiz�s fue por eso que al paso de los meses pude advertir que
el cuerpo de mi hermanita se fue transformando hasta llegar a convertirse en
casi toda una mujer. Destacaban muchas cosas en ella pues Sandra era en realidad
una chica muy hermosa, pero en especial llamaban mi atenci�n el desarrollo de
sus caderas; las dos frondosas nalgas blancas que mostraba sin pudor cuando
cog�a con pap� y el par de divinas tetas que sobresal�an de su escote y que
amenazaban con sal�rseles del pecho. Desde luego que la vellosidad de su pubis
adquiri� de pronto un desarrollo extraordinario, pues su regi�n p�bica comenz� a
mostrar el caminillo de abundantes pelos negros que contrastaban con la blancura
exquisita de su entrepierna.
Sentir la indiferencia de mi padre hab�a provocando en m� un
profundo sentimiento muy semejante al abandono, lo que me motiv� a voltear los
ojos hacia mis hermanos. Despu�s de luchar mentalmente contra los fantasmas de
la moralidad que danzaban dentro de mi cabeza tom� al fin la decisi�n de
comenzar con un plan que me permitiera acceder a los favores de cualquiera de
los dos. De modo que cierta noche me levant� de madrugada y me met� en la
habitaci�n de ellos. Busqu� la cama de Paco con la intenci�n de poder tocarle su
pene mientras se hallaba dormido, pero definitivamente ese d�a la fortuna no
estaba de mi lado. Cuando me hallaba de rodillas intentando levantar la cobija
que lo cubr�a, mi hermano se despert� bruscamente y me vio a su lado,
pregunt�ndome con molestia:
-�Qu� es lo que est�s haciendo, Ilianita?
-Este....nada...no estaba haciendo nada...
-C�mo que no...ya ver�s...esto lo tiene que saber mi padre...
-No, por favor, Paco...no se lo digas a �l...
-S� se lo dir�, para que aprendas....
Sal� huyendo de all� con el coraz�n contrito por el temor y
el miedo. Esa noche ya no pude conciliar el sue�o y el alba me encontr�
despierta recostada sobre mi cama. Yo no quise ni siquiera bajar a desayunar
para eludir la mirada de mi hermano mayor y la probable furia de mi padre,
sinti�ndome al mismo tiempo tan avergonzada de m� misma que tuve deseos de huir
de mi casa. Pensaba en eso cuando escuch� que pap� entr� en mi cuarto y me dijo:
-Ilianita...t� y yo tenemos que hablar...
-S�...s� papi...
En ese instante comprend� que el condenado de Paco ya le
hab�a contado lo sucedido. Volv� a o�r la voz de mi padre que me dec�a:
-Anda lev�ntate y sal afuera...all� te esperar�....
-Si, pap�...
El se retir� de la habitaci�n y me sal� de la cama temblando
de miedo. Cuando sal� al patio mi papi me estaba esperando sentado en una silla
al fondo de la casa. Me hizo una se�al para que me acercara y llegu� junto a �l.
De inmediato abord� el tema que tanta verg�enza me provocaba:
-Ilianita...s� que sabes por qu� te he llamado aqu�...
-Si...papi..creo que s�...
-Muy bien...ahora dime...�Qu� buscabas anoche en el cuarto de
los varones?
-Oh papito...yo....
-No temas�s�lo tienes que decirme la verdad��Est� bien?
-Si...si...
-Perfecto...ahora d�melo...
-Pues...este...yo...andaba buscando....
-�Tocar a alguno de los muchachos, no es as�?
Sent� el rostro caliente por la verg�enza y s�lo alcanc� a
mover mi cabeza en se�al afirmativa. �l me espet�:
-Ahora dime por qu� quer�as hacer eso...
-Pues es que yo...no s�...tengo cierta curiosidad....
-S�, lo s�...y yo te entiendo, linda...pero �brete
conmigo...as� ser� mejor...
-Si..lo har�...
-Dime...�Qu� clase de curiosidad?
-Pues...es que yo...quer�a saber c�mo es el pene de un
hombre...
-Oh, s�...�Es eso no?...ya lo imaginaba, ni�a...
-�Ya?...pues entonces...
-Nada...no te har� nada ni te rega�ar�...
Mis ojos se iluminaron de gozo sintiendo que se me quitaba un
peso de encima. Fue por eso que sinti�ndome m�s tranquila le pregunt� a pap�:
-�Entonces...no me rega�ar�s?
-No...no lo har�...pero s�lo si me prometes no volver a
hacerlo...
-Si papi...prometo no hacerlo nunca...
-Muy bien....�Ya vez que todo era f�cil?
-Si...gracias papito...gracias por entenderme...yo....
-Oh, no digas nada, linda...mejor quer�a hacerte una
proposici�n...
-Si, si, claro....dime cu�l es...
-Mira, Ilianita....si tienes curiosidad por saber c�mo es el
pene de un hombre, es mejor que me lo preguntes a m�...y yo te dir� todo lo que
desees saber...�Est�s de acuerdo?..
-Si, papi....si...
-Muy bien...ahora dime...�Qu� quieres saber?...�Quieres ver
un pene de cerca?...
-Pues...s�...eso quiero...�Eso es malo, papito?...
-No, no...para nada...
-�Entonces?...
-Hummm....est� bien...yo te lo ense�ar�...pero con una
condici�n...
-�Cu�l?
-Que no se lo cuentes a nadie...ni siquiera a Sandy...
-No lo har�...t� sabes que no lo har�...
-Si, lo s�...por eso te dir� que haremos...
-Si, papi...t� dime qu� es y yo har� lo que sea...
-Est� bien Ilianita...esc�chame...hoy por la noche, cuando tu
hermana est� dormida, ir�s a mi cuarto. Yo te dejar� la puerta abierta. All� te
ense�ar� todo lo que quieres saber.
-Ay gracias, papito...gracias... �le respond� d�ndole un beso
de agradecimiento-
-Bien...entonces as� quedamos, linda...
-Si, papi....all� estar�...
-Perfecto...y ahora v�monos...no quiero que tu hermana Sandy
sospeche nada...
Durante todo el d�a anduve inquieta pensando en lo que
suceder�a por la noche con mi padre en la soledad de su habitaci�n. As� que
esper� con impaciencia a que llegara la hora de salirme de mi cuarto, y s�lo
deseaba escuchar los ronquidos de mi hermana que me indicaran la profundidad de
su sue�o. Ser�an tal vez como la una de la madrugada cuando sal� de mi
dormitorio y me dirig� al de mi papi. Empuj� la puerta y entr�. �l me estaba
esperando s�lo con una peque�a lamparilla encendida que alumbraba brevemente
parte de la estancia. Mi padre se hallaba acostado en su cama pero con los ojos
abiertos, y al ver que yo ingresaba en su cuarto se incorpor� y me pregunt�
ansioso:
-�Est� dormida tu hermana?
-Si, papi...est� completamente dormida...
-Muy bien...anda ven, ac�rcate a m�...
Yo obedec� y me sent� junto a �l sobre el bordecillo de la
cama. Al ver a mi padre a mi lado observ� que s�lo se hallaba con las trusas
puestas. Yo, por mi parte, llevaba encima mi batita de dormir, que era en
realidad una fr�gil prenda que utiliz�bamos por las noches para no sentir calor.
Mi padre inici� la conversaci�n mientras yo sent�a que temblaba de todo el
cuerpo.
-Muy bien, Ilianita...ahora pregunta con confianza todo lo
que deseas saber...
-Pues son muchas cosas, papito...pero lo que m�s quiero saber
es c�mo es el pene...qu� forma tiene...y todo eso...
-Y todo eso....�Qu� significa para ti todo eso, linda?...
-Pues no s�...saber por qu� se pone duro...por qu� crece
tanto...
-Oh, no me digas...�AcasohOOh
has visto alguno antes?
-No, no...claro que no...es s�lo que en la escuela mis
amiguitas me han comentado que eso pasa.... �le ment� para no decirle lo que yo
hab�a visto muchas veces cuando se cog�a a Sandrita-
-Mmm...bien...muy bien...�Y qu� m�s?
-Pues...tambi�n quiero saber si es cierto eso que dicen mis
amiguitas....
-Y qu� es lo que dicen tus amiguitas, linda?
-Pues...pues que eso se lo meten a una aqu� entre las
piernitas ...
-Oh, vaya!...s� que te has enterado de algunas cosas, no?
-Pues s� papito...pero es solamente eso...
-Si, claro...entiendo...est� bien...iremos por partes...�Por
qu� no me vas diciendo las cosas una por una?
-�Una por una?....no te entiendo, papito...
-Si...lo que quiero decir es que me digas primero una
cosa...por ejemplo, lo que m�s quieras saber...y despu�s la otra...y as�, hasta
que tus dudas queden aclaradas...
-Ah s�...bueno...
-Dime...�Qu� quieres saber primero?
-Pues....quiero verlo...quiero conocerlo...quiero saber c�mo
es...
-Bien...ahora lo ver�s...
Papito se sac� su cosa de adentro de su calz�n y la agarr�
con una de sus manos, para luego comenzar a bajarle el pellejo que le cubr�a el
glande. Inici� en seguida una serie de movimientos de frotaci�n sobre el tronco
de su pito que pronto le provocaron una reacci�n er�ctil. Al ver aquel p�jaro
despertar de su letargo frente a mis abiertos ojos contempl� embelesada la forma
como el falo le iba creciendo hasta quedar como si fuera un palo parado. �l me
pregunt�:
-Ahora, Ilianita, obs�rvalo bien...no quiero que te quede
ninguna duda...
-Si...si, papito...
Me di a mover mi cabeza alrededor del pene endurecido
admirando detalle a detalle con toda minuciosidad. En efecto, yo no quer�a
quedarme con la duda de saber la forma que ten�a, ya que a�n cuando lo hab�a
visto cuando se lo met�a hasta los huevos a Sandrita, siempre lo contempl� s�lo
a la distancia. Por eso ahora que lo ten�a tan cerca no iba a dejar pasar por
ning�n motivo esa oportunidad de oro. Por varios minutos estuve admirando el
trozo de carne enrojecida que se mov�a de un lado para otro al contacto de los
tallamientos de mi papi, quien se lo pelaba una y otra vez con la finalidad de
que pudiera grabar en mi mente los contornos de aquella daga del deseo. All� me
di cuenta por vez primera de la forma, el color y las dimensiones de un pene
masculino. Era colorado de la cabeza, lo cual atra�a mi atenci�n de un modo
especial. El glande era m�s grueso que el tronco y en la parte de atr�s hab�a
como una especie de frenillo de carne que lo manten�a cubierto. Vi sin embargo
que cuando mi papi jalaba el pellejito hacia abajo aparec�a de pronto la bolita
rojiza, casi moreteada, de la punta. Y al jalar la capa protectora de piel hac�a
que surgiera de repente la preciosa punta en forma de flecha. Pero tambi�n
parec�a un coraz�n; ten�a forma como de un coraz�n. Me imagin� que ten�a esa
forma para poder penetrar mejor a una mujer, y no me equivocaba. El tama�o del
pene de mi papi era regular; ni muy grande ni tampoco tan peque�o. Me di cuenta
tambi�n que no era tan grueso del tronco, pero no por eso demasiado delgado. Sin
duda era un pene normal, de tama�o est�ndar. Ahora que soy grande s� que es m�s
que suficiente, pues el gozo no depende en lo absoluto del tama�o o el grosor
sino de la intensidad del momento. Continu� con mi labor ocular explorando
lentamente con mis ojos aquel bicho raro que tantas ansias me causaba.
Al verlo en toda su dimensi�n y desde una perspectiva lateral
supuse que todo el conjunto parec�a efectivamente como una flecha de carne que
apuntaba hacia lo alto. La parte del tronco era de piel oscura, casi negruzca,
pero de mucha suavidad, lo que facilita el movimiento para que la punta quede al
descubierto con s�lo jalar hacia abajo. Haciendo todas estas descripciones
mentales le dije a pap�:
-Ya lo vi bien, papi...ahora quiero saber por qu� se pone
duro...
-Oh eso...pues mira, linda...el pene se pone duro cuando se
le frota; cuando se le talla; y tambi�n cuando un hombre est� excitado....
-�Excitado?...qu� es eso, papi?
-Pues ver�s...un hombre puede excitarse, o en otras palabras
calentarse, de muchas maneras. La primera puede ser mediante la frotaci�n o
estimulaci�n manual que te digo, pero tambi�n se pone duro cuando uno ve a
alguna mujer de cierta forma....
-�Cu�ndo ves a una mujer?...
-Si...exacto...pero no como t� piensas...te explicar�...por
ejemplo, cuando uno le ve las piernas desnudas a una mujer eso siempre es motivo
de excitaci�n....tambi�n cuando uno ve sus muslos, sus pantaletas, o cuando
admira su desnudez...comprendes?
-Oh, s�...ya voy entendiendo...y entonces se endurece, no?
-As� es...al principio comienza a endurecerse un poquito, y
gradualmente se va poniendo m�s duro hasta que alcanza esta forma que est�s
viendo ahora... �me dijo cacheteando su tensado pito con las manos-
-Si...ya veo...por eso crece tanto, verdad?
-Si...por eso crece todo lo que tiene que crecer....y
adquiere al mismo tiempo una dureza tremenda para que pueda penetrar en el
hoyito de la mujer...
-Entonces si est� aguadito no puede entrar, no?
-As� es...tiene que ponerse duro duro...
-Si...entiendo...�Y por qu� se lo meten a las mujeres entre
las piernas?...
-Mmmm...vaya que eres curiosa, Ilianita...pero te lo
dir�...esa es la forma como cohabitan un hombre y una mujer...
-�Qu� es cohabitar, papi?...
-Cohabitar es tener relaciones sexuales...penetrar a una
mujer...en otras palabras, cog�rsela...
-Ah s�...eso me dijeron mis amiguitas...
-Exactamente...y es as� como ellas dicen...
-Y as� se hacen los beb�s, no papi?
-Si, linda...as� se hacen los beb�s...y eso es una
consecuencia de la penetraci�n del pene en la vagina de una mujer....
-Si...comprendo...pero c�mo es que se hace un beb�?
-Mira Ilianita...ese es otro tema...cuando un hombre le mete
su pene a una mujer, al final le sale una lechita que se llama semen...esa es
una mezcla blancuzca y espesa que contiene una gran cantidad de
espermatozoides....esos son los que llevan la informaci�n gen�tica para que un
beb� se forme dentro del vientre de una mujer....claro, siempre que �sta tenga
la edad suficiente para procrear.
-Oh si....me imagino que debe tener m�s de quince a�os, no es
as�?
-Pues m�s o menos...aunque a veces pueden embarazarse
antes...eso depende de muchos otros factores...como por ejemplo la regla...
-�La regla?...qu� es eso?
-No te lo ha dicho tu hermana Sandy?
-No papito...ella nunca me dice nada....
-Nunca platican ustedes dos de esas cosas?
-No...jam�s lo hacemos...
-Mmmm...ya veo que Sandy es demasiado discreta...pues bien, a
las mujeres le llega una edad en que comienzan a reglar...eso se llama
menstruaci�n y es un ciclo hormonal muy propio de las mujeres...cuando lo hacen
entonces ovulan y cuando un espermatozoide entra en el �vulo se forma el beb�...
-Si...ya voy entendiendo...pero entonces quiere decir que si
yo no reglo no puedo tener un beb�...verdad?...
-Claro que no, linda...t�, a tu edad a�n no menstr�as...pero
cuando comiences a hacerlo ya estar�s apta para procrear...
-�Quiere decir que Sandy ya podr�a ser mam�?
-Si, claro...y ella ya debe saberlo...por eso tiene que
cuidarse mucho...
-Pero para tener un beb� es necesario que la peneren y le
echen el semen adentro, no?
-Si, as� es...pero debes saber que hay varias formas de
impedirlo...
-�Si?...�C�mo cuales?
-Pues una de ellas es eyacular el semen fuera de la
vagina...otra es usar p�ldoras especiales para ello...y una tercera es utilizar
cond�n...
-Si...mis amiguitas me han hablado ya de eso...
-Qu� bien que lo han hecho...as� ya sabes c�mo podr�s
protegerte en el futuro...
-Si...entonces papito, si t� me metieras tu pene en mi
cuquita y me echas tu lechita adentro, yo no podr�a embarazarme ahora, no?
-Efectivamente...no podr�as porque a�n est�s peque�a...y no
reglas...
-Si..entiendo...
-Muy bien, linda... qu� m�s quieres saber?
-Ay papito...a�n tengo algunas otras dudas...
-Pues d�melas...anda...
-�Qu� es tener un orgasmo?
-Ah...eso es otra cosa...mira linda, las relaciones sexuales
son muy placenteras...y justamente la culminaci�n de un contacto de esa
naturaleza trae consigo una gratificaci�n...�sta gratificaci�n que te digo es el
gozo, el placer, lo que hace bonito el contacto y la penetraci�n...a ese
conjunto de sensaciones se le llama orgasmo. Cuando una mujer tiene un orgasmo
experimenta ciertas sensaciones muy intensas que le hacen sentir mucho
deleite...mucho placer...es algo extraordinario...
-Oh, ya veo....�Y cuando un hombre tiene un orgasmo, papito?
-Pues es igual...pero hay una diferencia...
-�Una diferencia?...y cu�l es, papi?
-Te explicar�...una mujer puede tener un orgasmo y �ste se
reflejar� solamente en sus sentidos, en un aumento del placer, en un gozo muy
intenso....
-�Y el hombre?
-En el hombre es diferente...aparte del placer y el gozo que
te digo, derrama ese l�quido que te coment� que se llama semen...algunos lo
conocen como lechita...
-Oh...eso s� que no lo sab�a...
-Lo s�, linda...lo s�...
-Y de d�nde sale el semen?...
-Mira...ves estas bolitas que tengo aqu� abajo?
-Si...
-Se llaman huevos...otros le dicen test�culos...all� adentro,
por medio de unas gl�ndulas especiales se forma el l�quido ese que es la
lechita...as�, cuando llega el orgasmo, el hombre echa afuera el semen por el
hoyito del pene que ves en la puntita...
-Oh...que maravilla....ay papi...a mi me gustar�a tener un
orgasmo...
-Mmm...s�...creo entenderte...y d�jame decirte que es algo
normal que desees eso, linda...
-�Si?....ay papi...�Te puedo pedir algo?
-Por supuesto, linda...con toda confianza...en eso
quedamos...
-Lo s�...�Podr�as mostrarme ahora para ver c�mo es cuando
tienes un orgasmo?....
-Oh, Ilianita...�En verdad quieres ver eso?...�Quieres
conocer el semen de cerca?...
-Si...si....yo quiero verlo...quiero saber...y t� dijiste que
me aclarar�as todas las dudas que yo tuviera...
-Mmm...es cierto...yo te lo promet�...muy bien, linda....
haremos lo siguiente...
-Si...t� dime...
-Mira...para poder tener un orgasmo en este momento necesito
excitarme...recuerdas?...necesito tener alguna cosa que me caliente...que me
cause excitaci�n...
-Oh si, papi...pero t� dime qu� es lo que hay que hacer para
que lo tengas...
-Mmmm...pues no s�necesitar�a ver a alguien desnuda...tal
vez tocarle su cuquita...meterle el dedito...chuparle su conejito...todo eso
puede ser causal de un orgasmo...
-�S�lo eso?....�No existen otras formas?...
-Pues si... claro que s�....por ejemplo una penetraci�n...o
una chupeteada...
-�Una chupeteada?...no comprendo...
-Si linda...una chupeteada...y eso es algo que no te he
explicado...
-Pues expl�camelo de una vez..
-Una chupeteada es meterse el pene dentro de la boca y
succionarlo un largo rato hasta que el semen sale de adentro y se derrama....
-Oh..no lo sab�a...�Y se derrama dentro de la boca?...
-Pues eso depende...hay mujeres a las que les gusta mucho
beberse la lechita...hay otras que solo lo chupan como si fuera una paletita de
dulce...y cuando el semen va a salir se lo sacan de la boca para que la leche se
derrame fuera....
-Oh...qu� maravilloso...�Y a ti de qu� forma te gustar�a,
papi?...
-Oh, ni�a...la verdad es que a mi me gusta de muchas
maneras...eso es lo delicioso del sexo y debes saberlo...
-Si...ya veo...pero entonces c�mo podr�as tener un orgasmo
para que yo lo vea de cerca?
-Pues..no s�...ya te dije lo que se necesita...
-Oh papito...yo har�a todo lo que t� me pidieras con tal de
ver tu lechita....
-Mmmm...�En serio lo har�as, linda?
-Ay claro, papi...lo deseo tanto...
-Est� bien...si cooperas y me prometes no decirle nada a
nadie lo haremos juntos...�Qu� opinas?
-Que est� bien...y no se lo dir� a nadie...
-Perfecto...entonces har�s todo lo que yo te diga para que
tenga un orgasmo y puedas satisfacer tu curiosidad...est�s de acuerdo?
-Si, papi...si....
-Bien, linda...anda ac�rcate...ven aqu�...
Me puse juntito a �l sintiendo que mi respiraci�n se agitaba
hasta el delirio.
-Ahora, Ilianita, te quitar� toda tu topita...necesito verte
sin nada para excitarme m�s...
-Ssi...
Mi padre comenz� a desnudarme hasta dejarme totalmente
desnuda. Vi que me observaba con deseo y su mirada lujuriosa recorr�a todo mi
cuerpo, poniendo especial atenci�n en mi entrepierna lampi�a, donde no hab�a
indicios de vellosidad alguna. Creo que a �l le gust� eso pues su pito adquiri�
las dimensiones propias de un pene en completa erecci�n, admirando en particular
la colorada cabeza inflamada que se abr�a paso debajo de los plieguecillos de su
funda protectora. Mi papi se despoj� de la trusa y me tom� entre sus brazos,
apretando mi cuerpo contra el suyo. Yo sent� una serie de escalofr�os
recorriendo toda mi piel y de inmediato se inund� mi conducto vulvar de un
l�quido pegajoso. Mientras me manten�a apretujada contra �l yo pod�a sentir su
verga caliente pegada a mi piel enardecida. Escuch� cuando me dijo:
-Ilianita...quieres chuparla hasta que le salga la lechita?
-Ssi....si quiero...
-Bien...entonces si�ntate sobre la cama y abre tu boquita lo
m�s que puedas para que te quepa adentro...
-Ssi...
Hice lo que me ped�a y el se puso f