Relato: M�nica y el Director 01: La entrevista de Trabajo



Relato: M�nica y el Director 01: La entrevista de Trabajo


M�nica y el Director �


Parte 1


( La entrevista de Trabajo
)





M�nica no entend�a como alguien sabiendo que estaba casada
pudiera hablarle de esa manera ..."Por el momento tus nalguitas me pertenecen
as� que deja de hacerte la estrecha y deja que este mediocre nuevo rico pruebe
un poco de esas delicatessen reservadas para los de la clase alta."




- "No, no entiendo por que el Sr. Gonz�lez quiere verme a mi,
Alex. Esos negocios grandes los resuelves t�, no yo ! �� Realmente no veo de qu�
puede servirle hablar con una reci�n llegada como yo". - As� respond�a M�nica
Ferz a la consulta de su jefe, Alex, un hombre que sobrepasaba el metro ochenta
y cinco y con una figura imponente que parec�a no cuadrar con su esp�ritu jovial
y su ingenio. Como gerente de una de las principales compa��as de suministros de
hardware y software, hab�a sido �l quien hac�a poco hab�a incorporado a como
representante de ventas a esta amiga de su prometida y ahora le sorprend�a saber
que uno de sus principales clientes exig�a hablar con ella. Lo cierto es que
M�nica a�n no hab�a demostrado su habilidad en el trato con clientes y �l habr�a
preferido que primero se hiciera cargo de negocios de menor importancia, pero la
exigencia del se�or Gonz�lez, uno de sus principales clientes, hab�a sido
tajante y no le dejaba alternativa.



M�nica estaba tan sorprendida como �l ante la noticia, y
aunque no pod�a ni imaginar el por qu� de esa solicitud, el reto la seduc�a y
ve�a en �l la posibilidad de consolidar su posici�n en su nuevo trabajo.
Confiaba quiz�s exageradamente en su capacidad de negociaci�n y en su
conocimiento de la rama de la computaci�n, aunque en realidad su experiencia se
limitaba a la colaboraci�n que le hab�a prestado a su marido en la puesta en
marcha de su nuevo negocio. Hac�a poco Gerardo hab�a decidido abandonar el
ejercicio de la abogac�a para aventurarse en el alquiler de equipos y prestaci�n
de servicios computacionales, y ella hab�a ayudado a conseguir un local
conveniente en el centro del distrito comercial donde la tienda abrir�a sus
puertas dentro de pocos d�as.



Era precisamente lo incierto de esta nueva empresa lo que la
hab�a decidido a buscar un empleo. Si bien la pareja se mov�a en c�rculos
influyentes de la sociedad y confiaban en que con el apoyo de sus amigos
superar�an las dificultades, el hecho es que la puesta en marcha de la nueva
empresa los hab�a obligado a endeudarse. Mientras el negocio no se consolidara
la �nica entrada segura que tendr�an ser�a el sueldo de M�nica y �ste apenas
alcanzaba a cubrir sus necesidades. Sin embargo, eso pod�a cambiar si ella
consegu�a un buen contrato para la compa��a y tal vez precisamente esa era la
explicaci�n para la llamada del se�or Gonz�lez. No se pod�a decir que fueran
amigos, es m�s, M�nica y Gerardo sol�an rehuirlo, pero �l y su esposa viv�an en
el mismo complejo residencial y frecuentemente se encontraban ya sea en alguna
barbacoa o simplemente caminando.



Proveniente de una familia modesta, Alejandro Gonz�lez hab�a
conseguido amasar una fortuna y ahora, pasados los cincuenta, estaba decidido a
disfrutar de todo lo que el dinero pod�a comprar, lo que de acuerdo a su
criterio pr�cticamente lo abarcaba todo a excepci�n, tal vez, de las mujeres
simplemente porque estaba convencido de ser un seductor que no necesitaba de
otras ayudas para cautivarlas. Sin embargo su bella vecina M�nica, que con tanto
descaro luc�a su pelo casta�o rojizo, firmes senos, lindas piernas, cintura
breve y trasero en forma de coraz�n, hab�a despreciado sus atenciones, aunque no
parec�a ser tan renuente cuando se trataba de esos j�venes yuppis que la
visitaban cuando su marido estaba ausente.



En m�s de una oportunidad M�nica hab�a notado las
inquietantes miradas de su vecino y le hab�a incomodado la forma en que se le
acercaba cuando se encontraban casualmente. Hab�a llegado a pensar en
coment�rselo a su marido, pero finalmente hab�a descartado la idea para evitarle
la molestia. Sin duda todo eso se le hab�a venido a la mente cuando se enter� de
que era ese mismo Alejandro Gonz�lez el que estaba a cargo de tomar la decisi�n
que pod�a significarle un negocio millonario a la empresa para la que acababa de
empezar a trabajar, pero todas sus reservas acerca del personaje se esfumaron
cuando Alex finalmente decidi� aceptar la inusual petici�n de su cliente y dejar
en sus manos la negociaci�n.



As� es que pocos d�as despu�s M�nica se encontraba sentada en
la oficina de su vecino esperando que �l terminara de hacer una llamada
telef�nica. Mientras aguardaba hizo una r�pida revisi�n de su atuendo para
asegurarse una vez m�s que era apropiadamente sobrio para una estricta reuni�n
de negocios y en cuanto �l colg� inmediatamente intent� llevar la conversaci�n
hacia el tema que la hab�a llevado hasta ah� y no dar pie a otro tipo de
comentarios:



-"Tal vez mi jefe, Arnulfo Rodr�guez, pudiera ser m�s claro
que yo, pero por lo pronto yo tratar� de�." �



No alcanzo .a terminar de explicar cuando �l la interrumpi�:



- "Ok, ok, ya luego ver� a ese monigote."



Sorprendida por la rudeza del comentario M�nica call�
desconcertada y tras una pausa �l contin�o con el mismo tono despreocupado:



- " De verdad no creer�s que ped� que te enviaran a ti para
hablar de negocios, verdad? Vamos, no te hagas la ingenua y evit�monos los
pre�mbulos. Si est�s aqu� hoy es para que me mames el pito."



Impactada, no s�lo por las palabras sino por la naturalidad
con que eran dichas, e incapaz de responder nada, M�nica ni siquiera se movi� de
la silla sintiendo como se le iba la sangre a las mejillas. Tras unos instantes
en los que no dej� de mirar con cara de asombro a su interlocutor, finalmente
pudo ordenarle a su cuerpo que iniciara el movimiento para salir r�pidamente de
ah� mientras trataba de encontrar las palabras para expresar su molestia. Pero
antes de que ella acabara de incorporarse �l continu�:



- "Esos aires de se�ora bien portada te pueden costar
caros... Mira M�nica, si sales por esa puerta antes de hacer lo que te digo,
ordenar� que se apruebe esta propuesta para abrir una sucursal de nuestra
empresa precisamente al frente de donde tu marido va a abrir su negocio." -
Gonz�lez hizo una pausa para asegurarse de que hab�a llamado la atenci�n de la
mujer y luego continu� - "Por cierto, esta vez pensamos ampliar nuestra oferta
al p�blico y, qu� coincidencia, las novedades incluyen los mismos servicios que
piensa ofrecer �l ... yo creo que eso afectar�a severamente su negocio � . digo,
si no es que esto simplemente lo deja fuera de combate antes de una semana. As�
es que ya ves, no hay raz�n para negarte a hacer lo mismo que ya debes haber
hecho tantas veces ... porque no me dir�s que ese empleo lo conseguiste gracias
a tu curriculum".



M�nica dej� pasar el insulto. Hab�a escuchado la amenaza y no
dudaba de que iba en serio. Ahora se trataba de ganar tiempo mientras lograba
ordenar sus ideas, as� que volvi� a sentarse y sin disimular su odio pregunt�:



- "Por qu� hace esto? Supongo que no necesita amenazar
mujeres para acostarse con ellas."



- "Puedes estar segura que no, y no lo dudes, no necesito
andar abriendo sucursales para poder entretenerme con tetas como las tuyas, pero
me parece que ya es hora de que aprendas algo de humildad. Yo tuve que trabajar
como bestia para llegar adonde estoy y no voy a aceptar que gente como t� y tu
marido, que nacieron en cuna de oro, me miren con desprecio. Si antes rechazaron
mi amistad, ahora van a tener que pagar el precio para que les salve el cuello
... o, m�s bien, la que va a pagar eres t� ... a menos que no te importe tener
que renunciar a esa fina ropa. Todo lo que tienes que hacer es abrir esa boquita
y darme una buena mamada ... no es un mal trato considerando que t� tambi�n lo
vas a disfrutar."



A�n algo aturdida, M�nica s�lo pudo responder:



-"De verdad est� usted loco si piensa que yo har�a semejante
cosa. Me encargar� de que su esposa y sus socios se enteren de la clase de
hombre que es".



Sin embargo segu�a sentada all� y sus movimientos no
indicaban que tuviera intenciones de retirarse, as� que Gonz�lez agreg� en tono
ir�nico



- "Bueno en realidad no tengo pensado que me hagas nada mas
eso. Adem�s de verte comer este chocolatote tengo otras ideas m�s para ti ! " -
y luego de una pausa continu� - "No te gastes, no hay forma en que puedas
amenazarme. No veo por qu� mi esposa le dar�a cr�dito a una mujer de la que
corren tantos rumores y en cuanto a mis socios ... lo m�s probable es que su
�nica respuesta sea una gran carcajada. Nuestra compa��a gusta de tomar riesgos
si al final se ve la posibilidad de un buen negocio, �qu� hay respecto a la tuya
? �Crees que tu empresa y tu jefe no saben como hacer negocios ? �Qu� crees que
har�a tu jefe, quejarse de mi o aceptar el contrato que est� sobre mi escritorio
para proveer a nivel nacional a todas nuestras empresas ? Ya ves, yo no estoy
arriesgando nada y t� puedes perderlo todo."



Tras una pausa para que la mujer sopesara sus palabras,
continu�: - " Mira, la empresa analiza otras tres ubicaciones, aunque ninguna
tan buena como esta. Una vez aceptada alguna de las otras tu asunto estar�
resuelto, pero por el momento tus nalguitas me pertenecen as� que deja de
hacerte la estrecha y deja que este mediocre nuevo rico pruebe un poco de esas
delicatessen reservadas para los de la clase alta."



En su interior M�nica sab�a que todo lo que ese hombre dec�a
era cierto y tambi�n sab�a que ella estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con
tal de no perder la posici�n que ella y su marido disfrutaban. Pero a�n no se
convenc�a de que la amenaza fuera en serio, as� que continu� esperando en
silencio a que se le ofreciera otra salida, pero en vez de eso Gonz�lez agreg�:



- " Bueno M�nica, no te voy a esperar todo el d�a. Si lo vas
a hacer, ven para ac� y empieza a mam�rmelo. Si no, l�rgate ya antes de que
llame a seguridad para que te echen fuera! "



Finalmente, con voz apenas audible como si ni siquiera ella
quisiera escucharse, susurr�:


- " Si yo acepto, � usted cancelar� la renta del edificio ? y
... � reconocer� antes mis jefes que el contrato lo cerr� conmigo ?"



Por primera vez Gonz�lez era el sorprendido. No esperaba que
en ese momento la mujer pensara en su carrera, pero eso no hac�a m�s que
confirmar la opini�n que se hab�a formado de ella, as� que con aire satisfecho
respondi�:



- "Claro que lo har� , te doy mi palabra de caballero" - y
con iron�a agreg� - " si no cumplo podr�s decir con raz�n que no soy de confiar.
Pero vamos, ya no me hagas perder m�s tiempo, si aceptas entonces p�rate de una
vez , cierra esa puerta y ven ac� para que me lo puedas mamar como Dios manda! "



Con resignaci�n y repiti�ndose a si misma que lo hac�a por
sus hijos y su esposo, M�nica finalmente se par� de la silla en la que hab�a
estado sentada, puso el seguro en la puerta y volte� a mirar al tipo que se
sonre�a triunfante tras su escritorio, quien de inmediato le orden� con voz
fr�a:



- "Qu�tate la blusa y d�jame ver esos melones que te cargas"



Reprimiendo la repulsi�n que le provocaba el hombre y lo que
estaba a punto de hacer, M�nica se llev� las manos hacia el primer bot�n de su
blusa y lentamente lo desabroch�. Con la mirada gacha pero sin dejar de observar
disimuladamente los movimientos del tipo, abri� uno a uno los botones hasta que
s�lo quedaron cerrados los que se encontraban cubiertos por su falda y entonces
se detuvo, a�n con la esperanza de que Gonz�lez pusiera fin a su humillaci�n. En
vez de eso �l la increp�:



- "Deja de d�rtelas de t�mida conmigo M�nica, o en vez de
cogerte a ti me joder� a tu marido"



A M�nica ya no le quedaron dudas de que no hab�a vuelta
atr�s, que lo mejor era hacer exactamente lo que el tipo ped�a y retirarse de
ah� lo m�s pronto posible. Con decisi�n jal� la blusa de debajo de la falda,
desabroch� los dos botones restantes, dej� que la prenda resbalara de sus brazos
hasta caer al suelo y se qued� all�, en mitad de la oficina, esperando una nueva
orden. Gonz�lez no pudo evitar demostrar el placer que le provoc� la vista de
sus opulentos senos apenas contenidos por su brassiere blanco, pero se limit� a
decir:



- "Ven ac� !!! "



Con el pulso acelerado M�nica rode� el escritorio. S�lo
entonces pudo ver que el hombre hab�a desabrochado su pantal�n y no pudo dejar
de apreciar el tama�o del miembro y los test�culos que ten�a frente a ella.
Sonriendo con iron�a ante la mal disimulada turbaci�n de la mujer y se�alando
con el dedo el piso frente a �l, Gonz�lez agreg�:



- "Ponte aqu� y empieza a mam�rmelo! Ati�ndemelo bien y tu
marido no tendr� ning�n problema con nuestra compa��a o con sus pr�stamos y t�
podr�s decir con justicia que trabajaste duro por una promoci�n! "



Mientras ella se hincaba donde le hab�an ordenado, Alejandro
Gonz�lez alarg� su mano hasta alcanzar uno de los senos aun contenidos dentro
del brassiere. Ese primer contacto volvi� a recordarle a M�nica lo degradante de
lo que estaba a punto de hacer y retrocedi� bruscamente. Complacido con la
mortificaci�n de la mujer, Gonz�lez dijo burl�n:



- "No tetas, no ventas!"



Esforz�ndose por contener las l�grimas, M�nica volvi� a
ponerse al alcance de sus manos. El hombre cogi� uno de sus pechos y luego de
estrujarlo con su mano, busc� el pez�n y lo pellizco suavemente hasta que sinti�
que �ste comenzaba a responder a su contacto



- "As� se ve mejor " - , dijo sonriente mientras retiraba su
mano para contemplar su obra. Entonces introdujo los dedos dentro del sujetador
y masaje� rudamente la carne y el pez�n de la mujer arrodillada frente a �l.
Finalmente jal� la copa del brassiere hacia un lado y complacido apret�,
pellizc� y jal� el seno ahora descubierto.



M�nica lo dejaba hacer intentando permanecer inmutable, pero
no pod�a dejar de sentirse avergonzada al notar como su cuerpo respond�a con
placer al contacto a pesar de lo vejatorio de la situaci�n. Su fortaleza termin�
de resquebrajarse y no pudo reprimir unos sollozos cuando sinti� que el hombre
dirig�a su atenci�n hacia su otro pecho y lo expon�a y frotaba igual como hab�a
hecho antes. Pero su congoja s�lo pareci� excitar m�s al hombre y ella pudo
observar como su miembro erecto palpitaba con m�s fuerza mientras le segu�a
sobando las tetas.



- " A ver, a ver, pobre bebita. No llore. Necesitar� un
chup�n para tranquilizarse? Yo le busco uno." -


dijo Gonz�lez mof�ndose. Y tras mirar a su alrededor como
buscando algo, finalmente volte� a ver su entrepierna, luego miro a la mujer y
como si acabara de tener una genial idea agreg�:


- "Pero, por qu� no me lo dijiste? Claro, quieres el chup�n
de pap�!" - y mientras guiaba la cabeza de la mujer hacia su pene, finaliz� -
"Vamos, tome, yo se lo presto."



Al sentir la cabeza del falo en sus labios M�nica suplic�:


- ."Por favor no! Por favor no me haga hacer esto !"



- "C�llate y empieza a mamar !"



Finalmente, sin poder contener sus lagrimas, la mujer busco
con su mano el falo y, rode�ndolo con sus dedos temblorosos, lo agit�
discretamente, pensando que tal vez si lo agitaba suficientemente el tipo podr�a
alcanzar su satisfacci�n mas r�pidamente y no tendr�a que llegar a met�rselo a
la boca. Con vacilaci�n comenz� a deslizar su mano repetidamente de arriba a
abajo sobre el miembro hasta que, llevando su mano m�s abajo que en las
ocasiones anteriores, acerc� sus dedos hasta los test�culos para acariciarlos
delicadamente.



- "Hmm que rico! , pero no te traje aqu� para eso... d�jate
de pendejadas y m�malo! Y mientras lo haces no olvides que de ello depende que
vayas a poder seguir luciendo esas finas ropas que te compra tu marido, as� es
que hazlo con ganas ".



Con resignaci�n esta vez ella dej� que las manos de Gonz�lez
dirigieran su cabeza hasta que la punta del pene estuvo al alcance de su boca y
entonces asom� ligeramente la lengua entre los labios y con timidez toco la
p�rpura cabeza del miembro de aquel tipo. Con repulsi�n toc� distintos puntos
sobre del glande y luego, ya decidida a apurar el tr�mite, extrajo la lengua y
lami� la cara inferior del trozo de carne que se ofrec�a ante su boca.



El hombre no pudo contener un gemido de placer al sentir la
c�lida lengua y su pene pareci� brincar pidiendo m�s contacto. Y con
satisfacci�n coment�:


- "Putita, si me hubieses dicho que tu precio era la ropa nos
habr�amos ahorrado tanto tiempo."



Haciendo o�dos sordos a los comentarios, M�nica continu� su
labor, primero besando y luego lamiendo el miembro como si fuera un caramelo,
deslizando su boca desde la punta hasta la ra�z y luego hacia arriba otra vez.
Entonces, a�n lacrimosa, se alej� por unos instantes del palpitante falo para
luego volver a acercarse, esta vez con los labios abiertos para recibirlo dentro
de su c�lida y h�meda boca como si de un bocadillo se tratara.



Los suaves y perfectamente delineados labios color carmes� de
M�nica se cerraron alrededor del miembro que creci� dentro de su boca en cuanto
su lengua se movi� amold�ndose a los contornos del extra�o objeto que ahora
invad�a su espacio. Mirando fijamente los grises vellos del viejo que se
encontraban a s�lo unos cent�metros de su rostro, comenz� a mover repetidamente
su cabeza hacia abajo y luego nuevamente hacia arriba, introduciendo el pene en
su boca un poco m�s cada vez y cubri�ndolo de saliva.



Alejandro Gonz�lez sinti� con deleite como la cabeza de su
miembro tocaba el fondo de la boca de la mujer y como su erecci�n aumentaba
ahora que ella comenzaba a succionar. Entonces, a�n sin �l propon�rselo, sus
caderas comenzaron a moverse hacia delante intentando introducir la totalidad de
su pene en esa c�lida boca.



- "Hmmm, s� ! ...as�, sigue as� preciosa. Tr�gatelo todo mi
vida !! " - murmur� �l mientras volv�a a acercar sus manos para dibujar con sus
dedos el contorno de los senos de la mujer y luego aprisionar la suave
protuberancia de sus pezones. Incapaz de controlar sus reflejos, M�nica sinti�
como una corriente de sensualidad recorr�a su cuerpo e instintivamente succion�
con m�s fuerza el miembro que llenaba su boca, sellando firmemente sus labios
alrededor de �l y provocando que el tipo emitiera un sonido gutural.



Entonces ella detuvo su acci�n por un momento y mientras con
una de sus manos lo sujetaba firmemente de la base, extrajo el pene de su boca
hasta que s�lo el glande qued� aprisionado entre sus labios y suavemente dej� de
succionar. Luego dio unos suaves mordiscos alrededor de la punta del falo antes
de liberarlo por completo para darle unos c�lidos besos en la punta y en los
costados. Cuando volvi� a situarse frente al pene not� que ya se apreciaban
rastros de pre eyaculaci�n y, sin detenerse mas, lami� la substancia explorando
con la lengua el agujero del que flu�a el liquido para llevar a su boca hasta la
�ltima gota.



M�nica no olvidaba lo indigno de la circunstancias y no pod�a
dejar de pensar que posiblemente su marido hubiese preferido perder su negocio a
que ella accediera a las ruines demandas de su vecino, sin embargo su cuerpo no
actuaba racionalmente. Sus pezones desnudos ahora se encontraban erectos sin
manipulaci�n alguna y se hab�an vuelto sensibles hasta al m�s m�nimo roce, y
pod�a sentir como sus pantaletas comenzaban a humedecerse con sus jugos
vaginales.



Gonz�lez no necesitaba tocar la entrepierna de M�nica para
notar su excitaci�n. Le bastaba con ver la fruici�n con la que su cabeza
descend�a una y otra vez sobre su pene erecto, mientras esos tiernos labios con
rastros del lipstick color rub� se aplicaban fuertemente a besarlo y luego
aprisionarlo dentro de si. Sin duda la mujer estaba haciendo su mejor esfuerzo
para complacerlo y en vista de que no pod�a acomodar mas de la mitad de su falo
dentro de la boca, continuamente se alternaba entre succionarlo cerca de la
cabeza y recorrerlo con besos por sus costados hasta llegar a la base donde su
mano se encontraba sujet�ndolo f�rreamente como si le fuera a orde�ar.



Complacido el hombre orden�: -" � B�same los huevos !"



M�nica obedeci� de inmediato y, sin soltarlo, movi� el
miembro hacia el costado dejando el espacio necesario para poder acercar sus
boca hasta las bolas del hombre y darles unos ligeros mordiscos con los labios.
Pero luego, recordando lo que agradaba a su marido, succion� dentro de su boca
uno de los test�culos rellenos de semen, llev�ndose consigo tambi�n algunos
gris�ceos vellos p�bicos. El hombre reaccion� complacido al sentir sus
test�culos dentro de esa boca que parec�a querer devorar primero uno y luego el
otro, mientras la h�meda lengua jugueteaba con ellos.



Finalmente, cuando M�nica decidi� que ya los hab�a besado,
lamido y succionado suficientemente, dio unos �ltimos mordisquillos y plant� un
beso en cada uno de los test�culos del tipo, dejando rastros de su pintura
labial en ambos. Entonces levant� la cabeza hasta situar el �rgano viril a tan
s�lo unos cent�metros de su boca pero sin apresurarse a com�rselo, provocando
as� la ansiedad del hombre que trataba de levantar sus caderas para alcanzar la
deseada oquedad que ahora se abr�a formando una "O" y parec�a prometerle a�n
mayores placeres. Anhelante, Gonz�lez nuevamente empuj� la nuca de la mujer con
la mano para ayudarle a encontrar su camino, mientras con la otra aferraba la de
ella para ense�arle el modo en que quer�a que ella le masturbara mientras con la
boca se aplicaba a su glande.



ella hab�a seguido suministr�ndole besos y lamiendo la
longitud de su espl�ndido falo adem�s de continuar masajeando su pene
continuamente , altern�ndose entre movimientos largos seguidos de otros cortos
pero mas en�rgicos. Su lengua acariciaba la parte baja de su de su carne,
mientras sus labios lo sujetaban fuertemente, M�nica lo sinti� crecer y agitarse
un poco mas, aunque pens� que esto no era mas que una idea suya, pues el hombre
deb�a de estar a lo que daba desde hace rato.



Alejandro Gonz�lez no quitaba la mirada del rostro de la
mujer que devoraba su miembro y que ahora lo miraba atentamente buscando alguna
se�al de que lo hac�a correctamente. El gozo aumentaba cada vez que su falo
penetraba en aquella boca hambrienta, para despu�s disminuir cuando ella
retroced�a dejando su pene ba�ado en saliva y ese placer era a�n mayor cuando
pensaba que esos labios que ahora se sellaban fuertemente en torno a su pene
eran los mismos que hac�a tan s�lo unas horas daban un tierno beso de despedida
a su marido.



- " Dios ! �de verdad que te ves hermosa con mi verga metida
en la boca !!! " - coment�, mientras sujetaba entre sus manos la cabeza de la
mujer y comenzaba a empujaba su falo todo lo posible dentro de su boca hasta
provocarle problemas para respirar, para entonces retirarlo hasta dejar s�lo su
glande en el interior y luego repetir el movimiento.



A esas alturas los calzones de la mujer estaban empapados con
los jugos que flu�an libremente desde su vagina y en su interior anhelaba que el
hombre se decidiera a penetrarla, pero Gonz�lez no s�lo no estaba interesado en
sus deseos sino que en esos momentos se preparaba para eyacular en su boca.
M�nica trat� de forcejear para retirarse tal como lo hac�a con su marido, pero
�l le sujet� firmemente la cabeza mientras dec�a:


- " Sin ma�oseos, es hora de tomarte tu leche puta! "



M�nica sinti� primero los espasmos del pene que invad�a su
boca y luego una primera descarga de semen. Semi ahogada no tuvo m�s opci�n que
tragar y continuar succionando, pero inesperadamente �l retir� bruscamente el
miembro de entre sus labios y, sosteni�ndolo a tan solo unos cent�metros de su
rostro, termin� de eyacular sobre la cara de la mujer. Tras una breve pausa
Gonz�lez volvi� a acercar su pene a�n erecto a la boca de M�nica diciendo:


- "L�mpiamelo bien que tengo una junta medio d�a".



La mujer nuevamente cerr� los labios en torno al miembro y,
mientras sent�a como el semen resbalaba por su rostro, se aplic� a succionar
hasta la �ltima gota de liquido del cada vez m�s fl�ccido pene. Finalmente el
hombre se retir� satisfecho y mientras se acomodaba los pantalones coment�:


- "Vaya, s� que resultaste buena mamadora ! Nadie lo dir�a
cuando andas tan formal del brazo de tu marido, pero se nota que tienes
pr�ctica. Eres toda una puta." - y luego de un momento agreg� - " Lev�ntate y
ven aqu�. Comienzas a verte pat�tica"



Hasta ese momento M�nica hab�a permanecido arrodillada a�n
dominada por la excitaci�n, pero al escuchar hablar de su marido volvi� a tomar
consciencia de lo degradante de la situaci�n y la invadi� una mezcla de
verg�enza y culpabilidad. Efectivamente se sent�a como la peor de las perdidas y
m�s todav�a ahora, cuando al acercarse a �l, su cuerpo volvi� a desear que la
tocara.



Situ�ndose frente a ella, Gonz�lez busc� a tientas el broche
del brassiere y lo retir� para liberar definitivamente sus redondos senos.
Sonri�ndose cogi� uno de ellos con la mano por un momento y luego se alej� para
observarla mejor mientras comentaba :


- " Sabes, el otro d�a que nos encontramos en la piscina ...
recuerdas? ... cuando te paseabas con tu traje de ba�o azul ... Bueno, el Sr.
Morita, ya sabes el asi�tico ese que acaba de llegar, y el Sr. Fitz del 32
dec�an que tus tetas deb�an ser operadas. Me alegra saber que he ganado la
apuesta ... aunque no creo que vayan a confiar en mi palabra. Ja! seguro querr�n
comprobarlo por ellos mismos. En todo caso, todos estuvimos de acuerdo en que tu
marido era muy afortunado de tener esas pechugas al alcance de la mano cada vez
que quer�a ... pero si no tiene cuidado pronto van a estar demasiado usadas ...
verdad putita?""



M�nica sinti� que tras esas palabras hab�a una amenaza y el
temor hizo que se esfumaran los �ltimos rastros de la excitaci�n que la hab�a
invadido hasta ese momento. Ahora volv�a a ser consciente de lo indigno que era
estar semidesnuda en mitad de esa oficina escuchando al hombre que ahora estaba
sentado frente a ella y que continuaba diciendo:



- " Ok, hora de continuar con nuestros negocios. Nadie puede
decir que Alejandro Gonz�lez no cumple su palabra. Venga ac� arriba se�ora de
Xors" - pidi� el hombre palmeando sus piernas para indicarle que se sentara en
su regazo.



Una vez que la mujer lo hubo obedecido, �l sac� unos
documentos de una carpeta y sobre el primero de ellos escribi� con letras
grandes "RECHAZADO" y agreg� su firma. Luego desplaz� la hoja dejando otro
documento similar a la vista, pero justo cuando la mujer cre�a que iba a repetir
la operaci�n el tipo dej� la pluma y dijo:



- "Uno menos, cuatro por seguir. Vez que f�cil va a ser esto?
" - Luego acerc� su boca hasta uno de los senos de la mujer, lo succion� con
fuerza dejando una marca roja en torno al pez�n y, al tiempo que la empujaba con
rudeza, termin�: -



"Bueno ya estuvo bien! �qu�tate de aqu� que me arrugas los
pantalones. Recoge tus cosas, v�stete y desaparece, que tengo cosas que hacer."
De inmediato, y mientras la mujer a�n intentaba recuperar el equilibrio tras el
sorpresivo empuj�n, Gonz�lez oprimi� el bot�n del cit�fono para avisarle a su
secretaria que ya pod�a recibir llamadas y que enviara de inmediato al mensajero
a su oficina.



Desconcertada, M�nica estir� la mano esperando que el tipo le
devolviera el brassiere que a�n ten�a entre sus manos y que le explicara que
ocurrir�a a continuaci�n. En vez de eso �l se limit� a pararse de su silla y,
dirigi�ndose a la puerta, dijo :



- " Dile a tu jefe que yo les llamar� ma�ana, pero que
reserven la noche del viernes para celebrar la firma del contrato" - y luego,
levantando la mano en la que aferraba el sujetador, agreg� - "Esto se queda
aqu�, entre mis trofeos."



Antes que la mujer alcanzara a decir nada vio como el hombre
tomaba el picaporte y no le cupo ninguna duda de que no le importar�a dejarla
expuesta, por lo que se apresur� a buscar escondite en un rinc�n. Efectivamente,
Gonz�lez abri� la puerta de par en par y a su llamado acudi� un muchacho al que
orden� que recogiera dos paquetes que estaban sobre un sof� en su oficina. Al
pasar por el lado de su jefe el mensajero not� el sost�n que colgaba de su mano,
pero no le dio importancia hasta que luego de recoger los paquetes vio sobre la
alfombra una blusa de mujer, por lo que recorri� la habitaci�n con la mirada
hasta que descubri� la figura de la mujer que intentaba ocultar de su vista su
torso desnudo y no pudo evitar un risa nerviosa mientras sal�a de la oficina.



Tan pronto la puerta se volvi� a cerrar, y convencida de que
el hombre continuar�a haciendo todo lo imaginable para humillarla a�n m�s,
M�nica se precipit� a recoger su blusa. Sin embargo, cuando estaba por cerrar
los botones superiores se dio cuenta que la tela se impregnar�a con el semen del
hombre, por lo que busc� en su cartera algo para limpiarse. D�ndose cuenta de su
intenci�n, Gonz�lez se acerc� a ella y, sin darle mas tiempo, cerr� los �ltimos
botones para luego palpar sus pechos provocando que la delgada tela se
transparentara y quedara pegada a su cuerpo.



Sin dejar de juguetear con los senos de la mujer que se
mov�an libremente debajo de la transparente prenda, el tipo dijo:



- "As� esta bien., me gusta que mis putas lleven a sus casas
algo de mi cuando vienen a visitarme " - y luego de una pausa continu� - " Por
cierto, respecto a nuestro asunto personal ... el viernes veremos qu� m�s
hacemos, pero tengo ganas de cogerte ese d�a as� que ponte algo sexy ...
especialmente bajo tus ropas, ponte algo bonito para mi � de acuerdo? "



Sin llegar a digerir lo que eso significaba, M�nica se limit�
a asentir con la cabeza y con timidez pregunt�: - "Puedo arreglarme la cara? " -
Sin reponderle el hombre le extendi� un pa�uelo y esper� a que ella terminara de
maquillarse antes de abrirle la puerta para que se retirara. Haciendo un
esfuerzo por recuperar la dignidad perdida la mujer tom� su bolso y, apeg�ndolo
a su cuerpo para ocultar sus pechos desnudos bajo la blusa, se dirigi� a la
puerta. Sin embargo al acercarse a la salida Gonz�lez se interpuso en su camino
y, sin darle tiempo a reaccionar, le arrebat� la cartera y llam� nuevamente al
mensajero, quien no desvi� los ojos de los pechos de la mujer mientras recib�a
de manos de su jefe el bolso de M�nica y escuchaba la orden de acompa�arla hasta
su auto.



Sonroj�ndose, la mujer ech� un vistazo a la larga fila de
escritorios frente a los que tendr�a que pasar y a los rostros de los empleados
que reunidos en grupos que ya la miraban con sonrisas mal disimuladas. Gonz�lez
aprovech� ese momento de duda para someterla a una �ltima afrenta y d�ndole una
palmada en el trasero la empuj� hasta el pasillo. La acci�n no pas�
desapercibida y M�nica debi� realizar el trayecto hasta la salida en medio de
las risas de todos aquellos hombres que no apartaban la vista de su maltrecha
figura.



�


� Jordy X, Vatehia
& G.O. Tigers


Por favor h�ganos saber cualquier consideraci�n respecto al presente relato
en cualquiera de nuestras cuentas de correo



POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO y
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 0
Media de votos: 0


Relato: M�nica y el Director 01: La entrevista de Trabajo
Leida: 8605veces
Tiempo de lectura: 21minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados


























porno con ginecologosporno gay en bañosFEMINIZADO-POR-MI-NOVIARelatos xxx de médicos y enfermerasrelatos porno cuidando a mis spbrinas del csmporelatos eroticos cuidando a mi herporno gratis mayoreshistorias eroticas besando el cuellito a mi nena ahijaditarelatos sexo con mi hermana lesbianarelatos sexuales me rompieron el ortomi hijita de 9 añitos relatoRelato porno con el abogadosexo gratis viudasrelatos pornos orgia en familiaRelatos porno de casadasTayaba.de.casa.xxxRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezMe folle a mi hermana relatos XXXRelatos de sexo entre compadres de penes enormes sexosintabuesrelatos eroticos mi sobrinita se sienta en mi peneRelatos porno follada a hijavideos porno lesvicosRelatos gratis me coji amis dos abuelas las ise gosar ricoPartiendo a mi hermana relatorelatos eróticos con mi familiael dormilon relato gayrelató porno de mama e hijaRetos erotico mi comadre la lesbianaancianos gay follandoChaval de12 meprovoca relatos gaymadre hijo relatos eroticorelatos gay mi primera minifaldarelatos eroticos de madre e hijorelatos de incesto mexico dfmi sobrina de 9-relatos eróticos relatos porno mi sobrinoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos eroticos con mi tia y mi madreRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gaysrelatos porno de escolar con su tíoRelatos porno gay de negrosfotografia artistica eroticaIncesto con la abuela relatadosviejo folla nietaMi tio el ranchero 5 misrelatosporno.comrelatos porno real mi hija pequeña se le nota una vulva labios gruesoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatopornografía madurasRelato porno mi hermanita y su amiguita inocentenoche vieja relato xxxbdlol.ru sirvientarelatos heroticos gratiscojiendo a mama dormida relatoshistoria xxx prima casadasexo con mamas separadas puritanasviolada por caballocuidando a nuestras sobrinas Relatos Pornorelatos erotivos evelynrelatos porno compartiendo a mi tiaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoMe folle a mi vecinita de once anosRelatos de zoofilia desvirginada por mi perroDesvirgue una jovencita relatosRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera veztodo relato erotoco no comsentidoorgasmo femeninos pornoXXX Relatos De chavita chiquititas de 4 añitosrelato porno durmiendo com mi pequena hermanitaRelato erotico mi hijastra anda desnudarelatos eroticos bdlol.ru incesto granjami hijita de 9 añitos relatojugando sobrinita relato hotRelatos sobrina menor follan con el tiorelatos porno la abuela esta cachondaFollando a mi hija de 10 relatosRelatos porno amor filial follando con mis pequeñas sobrinas bdlol.rurelatos follando con mis familiaDos hombres solos relato pornomi esposa mi puta relatosmi hermana culona relatos heroticosrelatos eróticos en el Liceomaduras calentonasmirame la pollarelatos incesto viendo a mi hija cojerRelatos eroticos mi nieta