Relato: ASI FUE EL DEBUT GRUPAL DE MI NOVIA
ASI FUE EL DEBUT GRUPAL DE MI NOVIA
Llev�bamos cosa de seis meses cogiendo y realmente hac�amos casi vida de casados, ya que lo hac�amos de cuatro a seis veces a la semana. �nicamente cuando hab�a bastante trabajo en el peque�o sanatorio de la colonia Narvarte donde los dos trabaj�bamos era que no pasaba nada, pero en cuanto pod�amos recuper�bamos el tiempo perdido, y aunque casi siempre cog�amos en el sanatorio mismo, con todo y que el patr�n se molestaba si manten�an sus empleados alguna relaci�n sentimental, la verdad es que las agasajadas que nos d�bamos Lupita y yo val�an la pena de verdad. Lo que voy a relatar fue antes de que la convenciera de irse a coger con un amigo de ella, debido a que el patr�n nos tra�a cortitos exigi�ndonos que no hubiera nada entre nosotros, y m�s cuando fue la esposa del doctor la que nos vio cogiendo y tuve que surtir a la se�ora ya que el patr�n, aparte de estar ya de cierta edad, creo que era maric�n o cuando menos afeminado pero eso, como dice la Nana Goya, esa es otra historia que en alg�n momento les contar�.
Yo quer�a tronarle tambi�n el culito a Lupita. Hab�a sido el primero en su conchita pero creo que a todos los hombres nos agrada la idea de cogernos a nuestra novia o a nuestra pareja por el agujerito trasero y yo no era la excepci�n. Lupita tenia bonitas nalgas, duras levantaditas y grandes, pero a m� me gustaba verle el Aniceto cuando me la cog�a de a perrito porque de verdad me encantaba verle el esf�nter, fruncidito, y de un color m�s oscuro que sus nalgas� era algo estupendo y yo so�aba con meterle la verga por ese estrecho agujerito pero como mi cu�ada, hermana de Lupita, le hab�a dicho que no era bueno coger por atr�s, que porque le crec�an a la mujer las caderas, que a veces se iba a andar cagando sin sentir, etc. Ella se negaba a darme el regalo de su fundillo pero como dice el refr�n, el que persevera alcanza� y alcanc� mi objetivo un s�bado en que el patr�n y su se�ora se fueron, junto con sus hijos, a Xalapa, para ver a los padres del patr�n.
Le propuse a Lupita que no guisara sino que comi�ramos carne asada y nada m�s, y as� lo �bamos a hacer cuando, a eso de la una de la tarde de ese s�bado glorioso, lleg� de visita Don Pepe, un amigo del doctor y para colmo iba acompa�ado de su novia, Lul�, una rubia de pelo corto y mirada traviesa que siempre estaba de buen humor. Don Pepe ven�a a ver al doctor pero como no estaba y vio el asunto de la carne asada se hizo el invitado y ni modo de negarnos a atenderlo. Mientras Lul� y Lupita terminaban de preparar la carne, Don Pepe fue por unas cervezas y yo hacia la salsa, una bastante picosa, y nos pusimos a comer. Las cervezas nos entonaron y despu�s de comer nos sentamos en la sala. Don pepe, sin recato, empez� a contar algunos incidentes de su vida �ntima con Lul�, pero a esta no parec�a importarle y solo se re�a. Cont� que esa misma semana hab�an ido al vapor y ah� jugaron ech�ndose espuma de jab�n y que en un descuido, le cay� en la boca a Lul� y que casi se ahoga. Dijo Don Pepe entre risas:
-�Se imaginan que hubiera pedido ayuda y entraran los empleados viendo a Lul� desnuda y atragantada con el jab�n?-pero Lul� solo se re�a del incidente y no se mostraba apenada de que supi�ramos Lupita y yo que ellos cog�an y de esa forma. Y la verdad es que Lul� era bonita, delgada, y ten�a unas nalguitas paraditas y firmes que ella lucia mucho. De repente ellos comenzaron a besarse de una forma muy cachonda y Lupita y yo solo nos miramos, un poco chiveados de verlos ah� fajando frente a nosotros, porque la mano de Don Pepe sobaba el muslo desnudo de Lul� y ella parec�a disfrutar mucho. De repente vimos c�mo �l sub�a su mano y ella abr�a sus piernas permitiendo as� que Don Pepe le tocara aquellito y Lupita y yo, medio sacados de onda, la o�mos suspirar de excitaci�n. L�gicamente yo ya ten�a la verga dur�sima y el rostro de Lupita estaba rojo de excitaci�n de ver todo aquello. De reojo, Don Pepe me vio y con una sonrisa me dijo:
-�Y ustedes a qu� hora?... aprov�chense ahorita que estamos solos los cuatro. -Me acerqu� a Lupita y le di un beso en los labios. Ella, en voz baja, me dijo:
-Oye, como que me da pena� no vaya a ser que m�s adelante Don Pepe sienta que puede presionarnos por esto� �Te imaginas que quiera met�rmela solo para no decirle nada al doctor?
-No creo, mi amor� adem�s, ni modo de que �l mismo le diga al doctor que vino y que se puso a coger con Lul� aqu� mismo en la sala. Y quiero decirte que te ves linda hoy mamacita-le dije y comenc� a besarla con m�s intensidad. Sinceramente nunca hab�a yo participado activamente en un asunto as� de cuartetos y esas cosas pero me sent�a excitado al igual que Lupita. Comenc� a fajarla y ella, quiz� por la cerveza que hab�a tomado, se mostraba receptiva y animosa. Con ternura comenz� a tocarme la verga por encima de mi pantal�n, mientras yo acariciaba su muslo y poco a poco iba subiendo mi mano en busca de su cucarachita.
Alcanc� su conchita y para mi sorpresa no sent� sus pantaletas, o sea que ese d�a Lupita andaba a ra�z, al natural, lo que evidenciaba lo cachonda que se hab�a vuelto. El asunto es que r�pidamente alcanc� su cl�toris y con ello el est�mulo se hizo m�s fuerte y sent�a en mi mano la humedad cada vez m�s intensa de su ponche. De reojo volteaba a ver a Lul�, que sonre�a y disfrutaba de lo que con ella hacia Don Pepe. Debo decir que ella tendr�a unos 23 o 24 a�os y �l ya unos 40 pero estaba bien conservado. Pasaron unos 20 minutos o m�s en los que solo se o�a la m�sica del est�reo y una que otra expresi�n de excitaci�n de ellas, sobre todo gemidos, y Lul� era la que m�s gem�a y sinceramente esto me manten�a muy excitado, adem�s, de que ya hab�a provocado dos orgasmos en Lupita. De repente, Don Pepe se coloc� a su novia a horcajadas y as�, sin la menor pena, pudimos ver Lupita yo c�mo hacia a un lado la tanguita de la chica y pon�a su verga en la entrada del co�ito que, al igual que Lupita, ella tra�a bien afeitado. Sin recato alguno, ella misma cuid� de que la verga de su novio estuviera en su lugar y luego comenz� a mover las caderas de arriba abajo para ensartarse por completo la verga de Don Pepe que, sinceramente, era de buen grosor aunque no muy larga, y pens� que se le ve�a as� porque a�n no se hab�a bajado el pantal�n, sino que solo se hab�a sacado su arma por la bragueta. Nadie hablaba pero los cuatro actu�bamos. Ya ellos estaban cogiendo y Lupita y yo solo nos d�bamos gusto con las manos y nos bes�bamos, as� que le dije a mi novia en voz baja:
-Mira, mi amor, no quiero que te sientas forzada a nada. Estoy muy caliente de ver esto� �C�mo est�s t�, mi cielo? �pero la pregunta era meramente ret�rica porque sent�a los chorros de jugos vaginales en mis dedos. Era obvio que Lupita estaba hirviendo de excitaci�n, pero tampoco era cosa de forzarla mucho, y como pens�, Lupita dio la pauta para continuar, ya que sentadita como estaba, se inclin� y abri� el cierre de mi pantal�n, sac� mi verga y con cierto aire de superioridad, comenz� a mamarme la verga como solo ella sabe hacerlo. Para esto, pude as� alcanzarle el culito y como no tra�a m�s que su vestido, quedaron sus nalgas al aire, y pude ver una mirada de aprobaci�n en los ojos de Don Pepe, ya que las nalgas de Lupita estaban duritas, alzadas y mucho m�s grandes y atractivas que las de Lul�. Ella no dejaba de mamarme mientras yo hurgaba en su culito. Pon�a mi dedo en el agujerito trasero y se lo sobaba en c�rculos y ella estaba encantada seg�n pod�a yo percibir en la forma en que me la estaba mamando. Hasta el d�a de hoy, no he encontrado una sola mujer que no disfrute de la estimulaci�0n en su ano. No me refiero a met�rsela por ah�, ya que eso es otro cantar, sino solo a estimular ese lugar tan lleno de terminaciones nerviosas.
Lul� cambi� de posici�n y se sent� en Pepe d�ndole la espalda, y ella misma coloc� la verga de su novio mero en su vagina y era un espect�culo estupendo ver a Lul� con las piernas abiertas y moviendo en c�rculos sus caderas mientras nos miraba a Lupita y a m�. Con un gesto y una sonrisa, anim� a Lupita para que se desatara de plano y Lupita, ya enardecida, se puso de pie y se despoj� de su ropa quedando por completo desnuda. Los senos de Lupita eran m�s grandes y atractivos que los de Lul�, y los pezones m�s oscuros, adem�s de tenerlos ya muy erectos por la excitaci�n del momento. Ya sin ropa, Lupita pod�a moverse con libertad y me quit� por completo la ropa. Lul� hizo lo mismo con su novio y ah� est�bamos ya los cuatro encueraditos, y no pude evitar pensar en lo que dir�an tanto el doctor como su mujer si se llegaran a enterar de lo que est�bamos haciendo en la sala de su casa. Nunca, ni en sue�os, se me hubiera podido ocurrir pedirle a Lupita que se dejara coger estando alguien m�s presente, y menos a�n si esa persona era conocida, como era el caso de Pepe, el amigo del patr�n. Por un momento pens� en hacer un intercambio de mujeres pero no me atrev� ni siquiera a sugerirlo no obstante verle las nalgas a Lul�, pero ya era suficiente estar ah� cogiendo en presencia de otra pareja� �La de cosas que ahora he hecho en cuanto al sexo!
Lupita se coloc� en la misma posici�n que Lul� y le met� la verga hasta el tope mientras ella mov�a en c�rculos su colita. Con la mano acariciaba su cl�toris y los dos est�bamos felices de la experiencia, y fue en se momento que sorprend� la mirada de Lupita, solaz�ndose con la verga de Pepe entrando y saliendo de la vagina de Lul� y pens�: -�A m� se me hace que esta vieja quiere con Pepe� voy a ver hasta donde llegamos� y total, como dec�a la hermana de Lupita, Raquel, ESE ES JABONCITO QUE NO SE GASTA, as� que disimul� un poco pero no dejaba de estar al pendiente de lo que ocurr�a. Pepe le dijo a Lul� que se acostara en el sof� y abriera las piernas. �l se coloc� frente a ella y comenz� a met�rsela mientras le sobaba los senos. Hab�a que reconocer que Pepe ten�a fortaleza y vigor porque su verga no perd�a dureza. Lul� se dejaba hacer, y gem�a que era un gusto, y fue en ese momento que Pepe dijo que si cambi�bamos. Yo no dije nada, y hasta fing� no haber o�do pero Lupita dijo:
-Por mi parte no hay problema� �Tu qu� dices, mi amor? �dirigi�ndose a m�. Yo casi empiezo a eyacular de lo excitado que me sent� con la propuesta de Pepe pero solo me alc� de hombros y dije que, por mi parte, tampoco habr�a problema y propuse que si �bamos a usar cond�n. Nuevamente Lupita me sorprendi� porque dijo con la voz ronca de tan excitada como estaba:
-No, yo creo que hay confianza y nadie de nosotros est� enfermo de algo� �O s�? Miren los tres �dijo, sin dejar de moverse con mi verga dentro de su co�o- vamos a hacerlo as�, al natural� yo acabo de pasar mi regla y no estoy f�rtil� �Y t�, Lul�, no hay peligro de que salgas pre�ada?
-No, para nada� adem�s, tomo la p�ldora desde hace ya meses� �Verdad, mi amor? �dijo Lul� dirigi�ndose a Pepe que solo sonri� asintiendo con la cabeza y luego agreg�:
-Es cierto, adem�s, a Lul� le encanta sentir el semen en su panochita� �Verdad Lul�? Y diles lo que haces con mi leche, mi amor� a lo mejor Lupita quiere hacer lo mismo.
-�Ay, Pepe, t� y tus indiscreciones! Bueno, lo que pasa es que cuando Pepe se viene, a m� me encanta untarme su leche en la cara� dicen que es muy buena para que no salgan barro. A veces recojo un poco de leche cuando se sale de mi ponche, pero casi siempre le hago una chaqueta a Pepe y me unto toda la leche� ay, siento rico con lo que est�s haciendo papacito� no te vayas a venir mi amor� �ndale Lupita, echamos cambio-dijo, animando a mi novia que estaba muy excitada.
Y como la cosa m�s natural del mundo, cambiamos de pareja. Las dos se mantuvieron en la misma posici�n y a Pepe y a m� se nos hizo f�cil meter ahora nuestras vergas en el ponche de la novia del otro. Seguimos cogiendo como si nada, y pude ver que Lupita enlazaba con sus tobillos las caderas de Pepe, haciendo que este la penetrara lo m�s profundo posible, hasta que casi nos venimos de forma simult�nea. Yo tarde unos segundos m�s que Pepe pero mi orgasmo fue muy intenso por lo cachondo de la situaci�n. Luego que mi leche inund� el ponche de Lul� y le saqu� la verga ya medio aguadita, vi que Lul� tomaba un poco de mi semen mezclado con sus jugos y comenzaba a unt�rselo en su rostro, como si fuera una costosa crema facial� y Lupita hizo lo mismo con la leche que Pepe hab�a depositado en ese ponche que ahora ya no era de mi exclusiva propiedad� Fue una cogida realmente impactante y que nos abri� inmensas posibilidades sexuales a Lupita y a m�.