En breve tiempo se transformaron en grandes amigas y
compart�an una confianza notable en especial lo referido a los temas sexuales.

Mi esposa me confes� que la chica era virgen y que no ten�a
mas actividad sexual que sus propias fantas�as y de seguro, su auto satisfacci�n
er�tica.

Quiero que Amanda sea iniciada en el sexo por alguien que yo
conozca y no por cualquier muchacho de la calle, me dijo una noche mi esposa. En
realidad, mi fantasiosa mujer deseaba ser ella quien entregara a la joven al
afortunado que la estrenara sexualmente. El desvirge de Amanda era su
preocupaci�n y para m�, el tema que me calentaba enormemente al imaginarme el
placentero momento en que fuera pose�da por primera vez.

Estas nocturnas conversaciones de mi esposa sobre su joven
amiga, me llevaban a tejer cachondas fantas�as y siempre me ve�a como el elegido
para llevar a cabo el excitante ritual de penetrar a la virginal Amanda.

Sin embargo, en breve sufr� la desilusi�n de saber que no era
yo precisamente el elegido para la planeada ocasi�n.

Mario - dijo mi esposa - nuestro jardinero que viene los
s�bados es el ideal para estrenar a Amanda, es un hombre mayor, no tiene mujer y
con su experiencia har� un buen trabajo con nuestra chica.

Mi mujer no imaginaba como envidiaba a Mario, en
realidad un hombre mayor y corpulento quien siempre estaba mirando las chicas y
tratando de follar con alguna de ellas.

Mi mujer habl� con Mario quien estuvo, c�mo no, de acuerdo en
desvirgar el pr�ximo s�bado a la atractiva Amanda. Aquella noche en que supe
todo aquello, a pesar de mi decepci�n, foll� formidablemente a mi mujer, pues me
hab�a calentado incre�blemente con todos sus planes sobre el maduro Mario y la
juvenil Amanda. Intimamente sab�a que todo aquello era producto de la fantasiosa
y calenturienta mente de mi esposa la cual, nunca dejaba de inventar e imaginar
las m�s cachondas situaciones er�ticas.

Aquel s�bado lleg� y luego de realizar su trabajo habitual en
el jard�n de nuestra casa, Mario fue invitado a cenar con nosotros para luego
llevar a cabo su incre�ble labor solicitada por mi esposa.

Terminada la cena y luego de escuchar algo de m�sica, mi
mujer nos invit� a nuestro dormitorio, Amanda llegar�a minutos m�s tarde.

Ya en ese lugar, Mario se sent� en un sill�n mientras mi
mujer y yo esper�bamos sentados al borde de la cama matrimonial. Por fin llega
la juvenil Amanda vestida con un hermoso y liviano vestido corto, Mario se ve
excitado al igual que todos nosotros, s�lo Amanda luce algo nerviosa y mira a mi
esposa para que le diga qu� hacer.

Pues bien mi querida amiga - dice mi esposa - estanoche har�s
el amor por primera vez con nuestro amigo Mario, yo te ayudar� a que realices
con �l, tus sue�os er�ticos y te inicies finalmente en el mundo de la
sexualidad. Me sent� profundamente excitado al saber e imaginar todo lo que
ocurrir�a all� en nuestro dormitorio matrimonial.

Mi mujer toma a Amanda y la exhibe por algunos momentos al
afortunado y maduro hombre elegido, la hace girar lentamente para que Mario
pueda observar de mejor manera, desde su c�modo sill�n, el cuerpo juvenil de
Amanda.

Luego, soltando los tirantes delgados del vestido de la
joven, la despoja de �ste dejando a la chica semidesnuda ante los ojos del
hombre y de los m�os propios. Como lo hab�a imaginado tantas veces en el pasado,
el cuerpo de la chica es muy hermoso y un verdadero deleite para la vista y
tambi�n para otras funciones imaginables de sexo.

Mario se ve nervioso y lleva una de sus manos a las cercan�as
de su verga la cual, seguramente ya sufr�a el inicio de una erecci�n. Por mi
parte, el efecto no era diferente, pues la semidesnudez de la chica, ya me hab�a
costado una erecci�n.

Mi mujer libera a Amanda de su sujetador dejando libre sus
hermosos y firmes senos coronados de excitantes y amplios pezones. Mario, al
igual que yo, ya no puede disimular su dura verga atrapada en el pantal�n y mi
esposa le pide que se desnude. El fornido hombre se desnuda completamente
dejando a la vista su miembro sexual el cual, ante nuestra sorpresa, no tiene
nada de peque�o. Noto que mi esposa tambi�n se ha calentado en su trabajo de
entregar y excitar a Mario mostr�ndole las bellezas del cuerpo de Amanda.

El invitado se vuelve a sentar dejando ahora, todo el poder
de su verga a la espera de lo que venga a continuaci�n. Mi esposa desliza
lentamente ahora, por los juveniles muslos, las bragas que protegen el sexo de
Amanda... las nalgas son maravillosas y su intimo orificio del placer, bajo el
hermoso tri�ngulo de su vello p�bico, promete ser dulce para ser disfrutado
sexualmente.

Ya desnuda completamente, Amanda es exhibida ante los
desorbitados ojos del maduro hombre que la observa sin perder detalle. Yo
tampoco he perdido detalle del perfecto y caliente cuerpo de la joven.

Pero la tarea debe ejecutarse y mi esposa acerca a Amanda
hasta Mario, le dice que debe arrodillarse y de esta manera lleva las manos de
la joven hasta la verga del hombre. Le ense�a a la aprendiz, las mejores
caricias manuales y la mejor manera de excitar una polla. Mi esposa es una
experta profesora y en medio de su propia calentura, sigue ense�ando a Amanda el
arte de la masturbaci�n. Las propias manos de mi esposa toman la verga de
nuestro invitado para hacer m�s ilustrativa la ense�anza... la habitaci�n
se ha llenado de una extra�a y poderosa excitaci�n general.

Deseando cambiar los papeles, ahora mi esposa ofrece el
cuerpo de la joven a las caricias del hombre mayor, el cual, de inmediato invade
con sus manos, su boca, sus labios, las m�s deliciosas partes del cuerpo
femenino de Amanda. Los senos de la joven en especial, reciben todo tipo de
caricias y tocaciones, los pezones son pulsados y apretados por los dedos de
Mario hasta arrancar de la chica, diversos suspiros y gemidos de placer. Mario
ahora se siente atra�do por el sexo de la chica y lo toca a placer, sus dedos lo
recorre, lo abre y roza el cl�toris provocando en Amanda, desconocidos placeres.
Pero Mario quiere llegar hasta la tibia y h�meda intimidad de Amanda con su
boca. Esto lo comprende mi esposa y le pide a la chica que se acueste sobre el
piso alfombrado de nuestro dormitorio, acto seguido, mi excitada esposa abre las
piernas de la chica y ofrece el dulce sexo de la joven a la boca anhelante del
cachondo hombre mayor. En un instante, la devora, la lame y la penetra con su
lengua caliente, mi esposa al igual que yo, mira la escena sin poder contener la
excitaci�n, creo que en cualquier momento se desnudar� para ofrecerse igualmente
a nuestro amigo Mario. No la culpo, de igual modo, siento ansias de desnudarme y
reemplazar a Mario en su caliente tarea de devorar el co�o de la virginal chica.

Amanda es la v�ctima de aquellas orales caricias y no hay
nada que detenga su orgasmo el cual llega para sacudirla de placer mientras de
su boca abierta escapan los m�s deliciosos gemidos de gozo.

Pero mi mujer dice que ya ha llegado el momento del sexo real
y dispone en la alfombra a Amanda para que su primer amante, Mario, la penetre
definitivamente, La cabeza de la joven queda entre las piernas de mi mujer quien
se levanta un poco el vestido para acomodarla entre sus muslos, esto hace que
Mario ya dispuesto entre las piernas abiertas de Amanda, pueda ver las bragas de
mi mujer, todo esto por cierto, excita mas a Mario y a m�. Muy lentamente el
hombre maduro comienza a abrir camino para su verga dentro del h�medo sexo de
Amanda, la chica siente como su co�ito es invadido suavemente por el miembro
duro de su primer hombre. Ya Amanda est� penetrada casi completamente y yo con
una excitaci�n incontrolable, abrazo a mi mujer por la espalda y le quito
lentamente su blusa para dejarla solamente con su sujetador.

Mi esposa se ocupa solo de tener entre sus manos la cabeza de
Amanda que se mueve de lado a lado seg�n es follada por Mario. Quito sin demora
el sujetador de mi esposa y sus bellos senos quedan desnudos y oscilantes, Mario
est� que estalla de cachondo mirando los senos y las bragas de mi mujer mientras
folla lentamente a Amanda, s� que por mucho tiempo ha so�ado con gozar a mi
esposa.

Pero Mario es un hombre de experiencia y se controla para no
terminar dentro de Amanda, mas bien espera con paciencia a que la chica llegue a
su orgasmo...

mientras esperamos, le digo a mi esposa que por favor me
permita, otra noche o en otra ocasi�n, ser el elegido para dar sexo a Amanda,
ella sonrie y me dice que as� ser� si yo le permito ser follada por Mario
despu�s que acabe con la joven. Incre�blemente le digo que es un trato y que
puede entregarse a Mario con la condici�n de que el pr�ximo hombre de Amanda sea
yo. La joven finalmente es llevada al placer por la excelente follada de Mario y
en ese entonces termina la primera sesi�n de esta cachonda noche de sexo.

Mi esposa le ordena a la chica que se marche a su dormitorio
y as� quedamos solos mi esposa, Mario y yo. El hombre maduro a�n no ha gozado y
enseguida mi esposa le dice que yo le he permitido que follen en mi presencia,
de manera que mi esposa, semidesnuda, se despoja de sus bragas y se dispone para
ser pose�da por nuestro amigo, Mario en extremo excitado abre las piernas de mi
mujer y la penetra sin demora, creo que tanto �l como ella lo deseaban y de
pronto se desata la gran follada que Mario otorga a mi caliente y deseosa mujer.
Ahora Mario no es delicado y sacude con su miembro a mi esposa que le pide un
sexo duro y en�rgico. Nunca imagin� que mi esposa pudiera follar de esa manera,
pero su entrega a Mario ha sido cachonda y sin l�mites. A los pocos minutos de
la actividad sexual, mi esposa alcanza su orgasmo, un orgasmo intenso e in�dito.
Por su parte, Mario no resiste m�s y con violencia inunda el sexo de mi esposa
con gran cantidad de semen caliente, lo disfruta enormemente hasta que se
desvanece el �ltimo momento de placer.

Mario se retira de mi esposa, quien ha quedado muy satisfecha
mientras de su sexo a�n se puede ver salir una gran cantidad de semen. Mario se
retira finalmente de nuestro dormitorio y enseguida comienzo a follar a mi
reci�n pose�da esposa. Le hago el sexo como nunca hasta quedar rendido en la
cama, luego antes de dormir, comienzo a so�ar c�mo ser� aquella noche en que mi
mujer cumpla con su promesa y me deje hacer sexo con nuestra juvenil Amanda...
en medio de aquellos dulces y calientes pensamientos, finalmente me dorm�.