Relato: Marina mi putita de 16 parte 1
Esta historia paso hace 1 a�o, hace unos a�os alado de mi casa se mudo una familia, eran bastante agradables y tienen una ni�a peque�a que se llama Marina, cuando la conoc� era muy peque�a, pero muy hermosa, tiene grandes ojos color verde, piel blanca como la leche y cabello negro, al pasar el tiempo me fui haciendo amigo de esa familia, y de vez en cuando cuidaba a Marina, con los a�os ella se fue poniendo muy hermosa y su cuerpo se convert�a del de una ni�a al de una mujer.
Note como sus caderas se ensanchaban, sus senos se desarrollaban para ponerse grandes, redondos y muy firmes, su culito se agrandaba y se levantaba, su cintura se marcaba, pero hasta cierta noche no la ve�a de ninguna otra que no fuera como una peque�a hermana ya que con el tiempo Marina y yo nos hicimos muy unidos.
Una noche la cuidaba y al pasar por su cuarto la vi desvestirse, no hice ning�n ruido de lo asombrado que estaba, sus senos tan perfectos, grandes como una toronja, sus pezones rosas bien paraditos, su piel tan tersa, su redondo trasero y sus piernas largas y formadas me dieron una buena erecci�n, la ni�a que conoc� se transformaba en una de las mujeres mas sexys que hubiera visto, esa misma noche me masturbe pensando en Marina, cogiendomela salvajemente, d�ndole nalgadas muy duras y apretando sus tetas hasta hacerla gritar.
Un d�a los padres de Marina me pidieron cuidarla, ya que saldr�an de emergencia toda la noche y acepte ya que no aria nada y me dar�an un buen dinero, fui a su casa como a las 8 de la noche, Marina me recibi� y se ve�a muy sexy, tra�a puestos unos leggins color rosa que marcaban sus piernas y su dulce culito, una blusita azul sin brassier, sus redondos pechos me hicieron tragar saliva de lo caliente que me puse, pasaban las horas y Marina y yo platic�bamos, notaba como ella de vez en cuando se agachaba ense��ndome su culito o su hermoso escote, nos pusimos a ver pel�culas y ella me pidi� que me acostara con ella en el sill�n, est�bamos acostados casi de cucharita, estaba muy nervioso ya que su dulce culito estaba en mi bulto, me concentre mucho para que no se me parara.
Pasaron unas 2 horas cuando note que Marina estaba completamente dormida, la abrase y me la acerque, ella ol�a muy bien, empece a frotarme para sentir su culito, eran tan firme pero suave al tacto, mi verga estaba a punto de reventar mi pantal�n, la saque y la frote entre sus nalgas, abr� un poco su piernas y frotaba suavemente su panochita, estaba muy excitado, mas al escuchar como Marina gem�a de placer, met� una de mis manos a su blusa, sus senos eran tan suaves y un poco mas grandes de lo que hab�a pensado, los apretaba un poco y sus pezones se pon�an duros, pellizcaba, jalaba y hund�a sus pezones, hasta que Marina se vino, su cuerpo se estremeci� y dio un grito de placer, se volteo y me beso, sus labio suaves me besaban con mucha energ�a, ella met�a sus manos en mi pantal�n, apretaba mi culo y acariciaba mi verga, sus peque�as manos me hac�an una buena pu�eta, nos seguimos besando, yo segu�a divirti�ndome con sus senos, me dec�a que le gustaba todo lo que le hacia, ella se hinco en el piso y me quito el pantal�n, mi verga salio de golpe y ella la ve�a impresionada y me dec�a que era la primera verga que ve�a, ella segu�a jalando de arriba a abajo, sus tetas rebotaban un poco y al verla as� me corr� a chorros en su ella, su cara de �ngel estaba cubierta de mi semen, escurriendo por sus senos hacia todo su cuerpo, con sus dedos recog�a el semen de su cara y lo lamia, le dije que pusiera mi verga en su boca y algo t�mida lo hizo, le dec�a como chupar, como acariciar mis bolas, era una muy buena mamada, no tardo mucho en tragar mi verga entera, yo solo disfrutaba de su boca, la acost� en el sill�n y puse mi verga entre sus tetas, abrazaban perfectamente, cada cogida que le daba ella gem�a y me dec�a "mas duro" no tarde mucho en correrme de nuevo, ba�ando sus tetas, le abr� sus piernas y vi su panochita casi sin bello, tan rosa y h�meda ella se sonrojo pero con sus dedos la abri� y me dijo "es tu turno" de inmediato me devore su co�ito, al lamerla note que ella era virgen, y no tardo casi nada en correrse en mi boca, gritando de placer, estuve d�ndole sexo oral una hora, gritaba y se retorc�a mientras se corr�a, de un movimiento la penetre, ella gimi� de dolor pero me dijo "estoy lista", me la cog�a muy duro, al principio le dol�a por la expresi�n de sus ojos pero despu�s me ped�a que lo hiciera mas duro, sus cara llena de placer me hacia desearla mas y mas, me lance a sus tetas y las lam�, y mord� un poco, me gritaba "ME VENGO ME VENGO" acelere el ritmo y los dos casi al mismo tiempo nos corrimos, ella me rasgu�o la espalda y yo le mord� un pez�n un poco fuerte, nos quedamos tendidos en el sill�n bes�ndonos hasta quedarnos totalmente dormidos.
Esa noche tuve el mejor sexo de mi vida pero Marina me ah ofrecido mas cosas desde entonces.