Relato: Soy Diana Hola a todos, esta es la primera vez que escribo, me llamo Diana, soy colombiana, tengo 49, soltera, en mi pa�s era bibliotecaria, ac� cuido a dos ancianos, soy una mujer sin experiencia ninguna ya que solo tuve dos hombres en mi vida, hasta que apareci� Eduardo en mi vida. Yo perd� la virginidad a los 30 a�os con mi prometido de 58 a�os, que estando a punto de casarnos tuvo un accidente de coche y muri�, solo lo hab�amos echo dos veces, y con mi segundo novio, lo hicimos una sola vez despu�s de tres a�os de noviazgo pero lo dejamos porque no nos llev�bamos bien. despu�s nunca mas tuve nada, me vine a Espa�a hace 10 a�os, y desde entonces nunca mas tuve nada. Un d�a estaba en una pagina de conocer gente y empece a conversar con Eduardo, el es argentino, tiene 53 a�os, muy simp�tico, pero cara dura y atrevido, nos dimos los n�meros de m�vil y nos whaseabamos continuamente. �l me ped�a fotos m�as que yo le mandaba, me trataba muy bien, era muy amable aunque de vez en cuando me soltaba alg�n taco, pero yo se lo aceptaba. Empece a sentir algo raro por Eduardo, me atra�a su forma de ser, me hacia sentir importante, jamas me trataron as�, un d�a me dice que quiere una foto mia mostrando mis pechos, yo me horrorice, jamas me hab�an pedido eso, tanto insisti� que le mande una foto con mis pechos al aire, me dec�a cosas sobre mis pechos y mis pezones, que me los quer�a chupar, que me quer�a comer las tetas, hasta que me pidi� una foto desnuda de frente y de espaldas, yo lo mande al demonio, ofuscada, pero tambi�n sent�a que Eduardo me hac�a mujer, me hac�a sentir deseada, cosa que jamas sent�. A los d�as despu�s que se me paso el enojo como para pedirle disculpas, le mande las fotos que me pidi�, que verg�enza sent� al mandar eso, le estaba mostrando mi cuerpo desnudo a un perfecto desconocido, bueno, la respuesta fue de que me iba a hacer esto y aquello, una cantidad de obscenidades que jamas me hab�an dicho, pero en el fondo me gustaba que me tratara as�, me hac�a sentir mujer y deseada, cosa que nunca sent�. �l me dec�a que fuera a Madrid a pasar un fin de semana con �l, yo me negaba a ir, hasta que me dijo que �l vendr�a a donde yo vivo, en Alicante, no sab�a que hacer, no sab�a que decir, por una parte quer�a que venga y estar entre sus brazos, y por otra sab�a que iba a ser solo eso, un fin de semana de sexo y nada mas, me dec�a que tengo un culo hermosos que me lo quiere chupar, y despu�s romp�rmelo, eso a mi me asustaba, ya que con mis 49 a�os jamas estuve con un hombre as�, las �nicas tres veces que tuve sexo fue de lo mas com�n, yo abajo y mis parejas sobre mi. Yo jam�s tuve un orgasmo, solo sent� el semen de mis parejas dentro de mi vagina y nada mas, hasta que quedamos en vernos en un pueblo vecino al mio, el me dijo que llegar�a el s�bado a eso de las 9 de la ma�ana en el pueblo que hab�amos quedado, yo llegu� a las 8,30 y me dispuse a esperar, mi coraz�n parec�a que se quer�a salir por mi boca, estaba esperando a un hombre para dejarme coger con �l, y sab�a que este si me iba a coger bien, me asustaba pensar que me iba a hacer. Cuando lo vi bajar del bus, nos miramos y Eduardo me abraz� y me dio un beso en la boca y me acaricio el culo ah�, delante de todo el mundo, no le importaba nada, yo me mor�a de la verg�enza, "como te voy a romper el culo, mi amor", me dijo bajito con su boca pegada a mi oreja, a mi me vino como un ahogo cuando me dijo eso, y tom�ndome de la mano nos fuimos a buscar un hotel. Entramos y pidi� una habitaci�n para matrimonio, nos dieron la habitaci�n y antes hab�a pedido que subieran el desayuno. Cuando entramos trajeron casi de inmediato lo pedido, yo no ten�a nada de hambre, estaba asustada, Eduardo desayuno y yo apenas tome el caf� con leche, el me tomaba de la mano, me dec�a cosas muy bonitas, quer�a que me relaje, �l se puso de pie y me hizo poner de pie a mi tambi�n y empez� a besarme, a acariciarme, yo ni cuando perd� la virginidad estuve tan nerviosa, me empez� a desnudar muy despacio, hasta dejarme completamente desnuda frente a �l. Eduardo me acariciaba mi cuerpo, y me miraba, hasta que se desnudo �l tambi�n y vi su pija enorme, dura, "Diana, pon�te de rodillas y chupala", me dijo haciendo que me fuera arrodillando frente a �l y metiendo su pija en mi boca, yo jamas hab�a chupado una pija, no sab�a como hacerlo, yo hac�a todo como me dec�a, es suspiraba de placer y yo estaba disfrutando, sent�a como mi vagina se lubricaba naturalmente, me gustaba chuparle la pija a Eduardo, me hizo acostar boca arriba y �l se meti� entre mis piernas lamiendo mi vagina, mordi�ndola, apretando mi cl�toris con sus dientes, yo apretaba fuerte las sabanas por el placer que sent�a, me hab�a entregado completamente a �l, me empez� a besar todo el cuerpo, yo estaba loca de placer, iba subiendo con sus besos, hasta que siento como apoya la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina y haciendo fuerza siento como su pija me empieza a entrar, me doli�, sent� como mi concha se dilataba para dejar que su pija entre toda, que placer por dios, que placer, "si Eduardo, segu�, hazme tuya", le dije sintiendo toda su pija dentro de mi, Eduardo empez� a moverse haciendo que su pija entre y salga de mi concha que estaba empapada, y haciendo que su enorme y gruesa pija roce contra mi cl�toris, d�ndome un placer que jamas sent�, yo estaba en sus manos, dispuesta a todo por �l, me la saco de la concha y me hizo dar vuelta, dejando mi culo expuesto a �l, me abri� las nalgas y empez� a chupar mi ano, jugaba con su lengua en mi ojete, met�a la punta y lo mojaba lubric�ndolo con su saliva, "abrite las nalgas mi amor", me dijo poni�ndose detr�s mio, yo con mis manos me abr� bien las nalgas dejando mi ojete a su vista y siento como apoya la cabeza de su pija en el agujero de mi culo hasta entonces virgen, me agarro de la caderas e hizo fuerza y sent� su cabeza tratando de entrar, por dios que dolorrrrrrr, "hayyyyy, me duele", le dije, el se volvi� a poner de rodillas y volvi� a chupar mi ojete para mojarlo mas, lo volvi� a intentar y ah� si que siento como mi ojete se abr�a, como me empezaba a romper el culo, como entraba su gruesa cabeza haci�ndome gritar y morder las sabana de dolor, otra fuerza y su pija hab�a entrado hasta la mitad, sent�a que me part�a al medio, quer�a ir al ba�o, tenia una sensaci�n muy rara mientras Eduardo segu�a rompiendo mi culo, hasta que siento mis nalgas pegadas a su pelvis, me hab�a metido toda la pija dentro del ojete, me hab�a roto el culo, Eduardo se quedo quieto unos momentos hasta que me acostumbre a tener su pija dentro, despu�s empez� a cogerme el culo, realmente era un hombre con mucha experiencia, mi culo no era el primero que romp�a, me la saco, y me hizo poner boca arriba levantando mis piernas, sent�a inflamado mi ojete, lo sent�a palpitar, lo sent�a abierto, roto, desgarrado, pero me sent�a feliz de estar as�, por fin era realmente mujer, por fin me sent�a que me estaban cogiendo de verdad. Eduardo, me muestra su pija sucia de sangre y con restos de mis eses, "ves mi amor, te romp� el ojete y me cag�stes la pija", me dijo acomodando la cabeza de su pija en mi inflamado ojete y haci�ndola entrar de nuevo, entro mas f�cil, pero me dol�a mucho el agujero de mi culo, cuando Eduardo la volvi� a meter toda, cuando volvi� a llenar mis intestinos con su pija, empez� a lamer mis pies y con sus dedos a jugar en mi vagina, acariciando muy suave mi cl�toris, el entraba y sal�a de mi culo muy despacio al principio, hasta que empez� a moverse mas r�pido y fuerte, y lam�a mis pies mas fuertes y su dedo martirizaba mi cl�toris mas y mas fuerte, yo sent�a que iba a gritar de placer, sent�a que quer�a llorar de felicidad, hasta que abro mi boca como buscando aire y me puse una almohada sobre mi cara y empec� a gritar como una loca teniendo el primer y gran orgasmo de mi vida, cre�a que morir�a de placer, hasta que siento a Eduardo cuando empez� a llenar mis intestinos con su leche, sent�a los chorros calientes inundando lo mas profundo de mi culo, ah� llore, grite, fui tremendamente feliz sintiendo como mis entra�as volv�an a explotar en otro orgasmo. Quede extenuada, como en el aire, sent�a palpitar mi ojete, me dol�a, cuando la saco llena de mas sangre y mas eses m�as no me importo nada, ni siquiera cuando se me escapo un pedo por el tama�o que me hab�a quedado el ojete, sent�a su leche resbalar fuera, estaba ensuciando las sabanas de sangre y caca, no me importaba nada, estaba feliz, relajada, cuando Eduardo se acost� a mi lado, me abrace a �l y me dorm� profundamente en sus brazos.
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Relato: Soy Diana
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